De izquierda a derecha, José Silva, Brenda Falero, Baldemar
Taroco (Presidente) y Chela Fontora.
Victoria Julien
En el día de ayer se llevó a cabo en la sede de Crysol, una conferencia de prensa dando detalles con respecto a la celebración del “Día del Liberad@” del próximo domingo 14 de marzo al cumplirse 25 años de la salida de las cárceles de los últimos presos políticos de la dictadura.
En la oportunidad se dio lectura a una declaración pública que se reproduce a continuación dando los puntos de vista de la organización y reclamando la anulación de la ley de caducidad.
Victoria Julien, de visita en nuestro país, se hizo presente en la conferencia de prensa para expresar su apoyo al reclamo de Crysol.
La declaración pública de la institución fue dada a conocer por el Presidente de Crysol el cro. Baldemar Taroco.
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DECLARACIÓN PÚBLICA
CRYSOL, Asociación de Ex-Presas y ExPresos Políticos de Uruguay, en ocasión de la conmemoración, el próximo 14 de marzo 2010, de los 25 años de la liberación de los últimos presos políticos expresa:
1. Que es inadmisible que se siga manteniendo la impunidad de la que gozan los civiles y militares que ejercieron el Terrorismo de Estado durante la última Dictadura y desde antes de la misma (1968-1985).
2. Que exigimos que se anule la Ley 15 848 que desconoce la división de poderes establecida por nuestra Constitución, y que acaba de ser declarada inconstitucional para un caso por la Suprema Corte de Justicia, el Parlamento y el propio Poder Ejecutivo, y cuya anulación exigen los organismos internacionales de cuyos tratados, de rango Constitucional, Uruguay es firmante.
3. Que se reconozca oficialmente la desaparición forzada de personas y los asesinatos planificados y ejecutados desde el Estado, de nuestros compañeros de lucha, como crímenes lesa humanidad, y que se de la orden jerárquica de informar sobre el paradero de todas las personas detenidas-desaparecidas o fallecidas durante su detención dentro y fuera de fronteras.
4. Que se reconozca la práctica sistemática y masiva de la tortura y la prisión prolongada, la omisión de asistencia, el robo de niños, el cambio de identidad de bebés, los abortos provocados por la tortura, las vejaciones y violaciones sexuales y el acoso psicológico, que quedaron impunes y dejaron secuelas de horror y muerte que continúan determinando a la sociedad uruguaya.
5. Que se reconozca la creación de centros clandestinos donde ocultaron, torturaron y asesinaron impunemente, y el hostigamiento permanente al que se sometía a toda la población sin exclusiones controlándola a través de allanamientos continuos de sus hogares, clasificando a los ciudadanos en categorías A, B y C, realizando razzias, persiguiendo toda forma de expresión contraria.
6. Que se construya la verdad histórica solicitando que el Estado apoye activamente las investigaciones y los juicios contra los que ejercieron el Terrorismo de Estado, dando protección a las víctimas y constituyendo parte civil en los juicios junto a las asociaciones de derechos humanos.
Veinticinco años de institucionalidad democrática es tiempo para que el Estado uruguayo:
1. Asuma su responsabilidad en los crímenes de lesa humanidad, inamnistiables e imprescriptibles, y que se investiguen todas las denuncias y los recursos de amparo presentados antes, durante y después de la dictadura. Que se lleven adelante los juicios a los responsables intelectuales y materiales de las violaciones a los DDHH, según estipula la legislación nacional e internacional, garantizando así el NUNCA MáS.
2. Instrumente una Ley de Reparación Integral que reconozca expresamente a la Tortura como tal -o que lo introduzca en el texto de la Ley 18 596- poniendo en práctica la Resolución 60/147 de las Naciones Unidas que trata integralmente los aspectos necesarios para que una ley sea efectivamente de Reparación Integral.
A 25 años del Día del Liberado CRYSOL afirma:
1. Que hoy más que nunca CRYSOL reivindica el derecho a una democracia plena y sin tutelajes.
2. Que hoy más que nunca reivindicamos la igualdad de derechos para todos los habitantes de este país.
3. Que más que nunca pedimos que se reconozcan los hechos y se informe a los familiares, y a la sociedad toda, sobre el destino de los detenidos-desaparecidos y asesinados.
4. Que se fortalezca la institucionalidad democrática, el respeto a los derechos humanos y al Estado de derecho. Terminar con la cultura de la impunidad permitirá avanzar hacia un Uruguay más justo y democrático. Esa es la única manera de romper con 40 años de silencio y falsedades.
5. Que el Nunca Más Terrorismo de Estado tenga sólidas bases jurídicas, políticas, morales y éticas creando una legislación de Derechos Humanos que permita a Uruguay ser respetado, en ese plano, en el ámbito internacional.
Terminamos nuestra declaración con el “Informe del Relator Especial sobre la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Manfred Nowak” a la Asamblea General de la ONU el 21 de diciembre 2009:
Misión al Uruguay
B. Recomendaciones: (páginas 24 y 25)
Lucha contra la impunidad y reparación para las víctimas de la tortura
k) Enmendar el Código Penal a fin de incluir la definición de la tortura como delito independiente, en consonancia con lo dispuesto en los artículos 1 y 4 de la Convención contra la Tortura.
l) Asegurar que todas las denuncias de tortura y malos tratos se investiguen minuciosamente y sin demora por una autoridad independiente que no tenga relación con la autoridad encargada de llevar la investigación o el enjuiciamiento del caso.
m) Velar por que quienes cometieron violaciones de los derechos humanos durante la dictadura comparezcan ante la justicia, por que se imparta justicia en un plazo razonable y por que se respete la memoria de las víctimas, incluso de los muertos y los desaparecidos.
n) Ofrecer una indemnización sustancial, así como tratamiento médico y rehabilitación adecuados, a las víctimas de la tortura y los malos tratos.
Por la anulación de la Ley de Caducidad
por Verdad, Justicia, Memoria y Reparación Integral
Leer mas Ultimas Noticias 11 marzo 2010
Un día en el recuerdo.
A 25 años.
El próximo día, 14 de marzo de este año 2010, se conmemora la fecha de liberación de los últimos presos políticos del país. Día que quedó marcado en los anales de la historia uruguaya.
El umbral de una nueva era, daba paso a la alegría, y a la esperanza. En el año 1985 las calles montevideanas, fueron invadidas por movilizaciones multitudinarias, llenas de coloridos carteles de bienvenidas, tanto a los que regresaban al país luego de un largísimo exilio, como a los últimos prisioneros políticos.
Se dejaban atrás los años de oscuridad, de oprobio donde, la oligarquía y militares encaramados en el poder habían llevado adelante los destinos del país.
Luego, de pasada la euforia de los primeros meses, una parte de la sociedad fue descorriendo el velo que ocultó el horror de lo vivido. Ya tomaban fuerza los testimonios directos de las prisioneras/os. Y las madres y familiares de lo secuestrados y desaparecidos confirmaban lo que temían desde tiempo atrás; que sus hijos no estaban presos, ni en algún centro clandestino que podría abrir sus puertas, terminada la dictadura.
Las denuncias que durante años se habían realizado, en campañas internacionales y escritos en muros de la ciudad, era la triste realidad, con la cual nos obligaron a convivir.
Han pasado veinticinco años, de aquel momento.
Es tiempo de reflexión:
Las huellas de la represión desatada contra el pueblo uruguayo dejaron sus secuelas.
Casi 200 personas desaparecidas, que aún seguimos buscando, 116 uruguayos/as asesinados en diferentes circunstancias, la mayoría por torturas.
Niños que estuvieron presos con sus madres, niños que habían sido secuestrados y tomados como botín de guerra y cambiada sus identidades por años. Sus padres asesinados y sus verdugos usurpando sus lugares. Cuerpos lacerados por las marcas que se trasforman en estadísticas de bajo promedio de vida, la locura o el suicidio como forma de escape, hijos que no nacieron, hijos que recibieron las descargas de la picana en el vientre de sus madres, mujeres y hombres que fueron violados en las noches de los cuarteles.
A casi un millón de personas parece que les importan estos saberes.
Así lo han demostrado en el último referéndum perdido por segunda vez. ¿Y a los otros? A los que no lo votaron, ¿qué les pasó? Algunos se olvidaron parece ser, ya no les importa nada, se creen que eso pasó y que nunca más pasará. Otros son los cómplices que avalan lo hecho. ¿Y los nuestros?
El Estado uruguayo sigue siendo responsable aunque cambie la conducción política.
El 1 de marzo de este año, asumió al gobierno un ex detenido en tiempos pre-dictadura y luego cuando se entronizaron los golpistas al poder lo convirtieron en rehén entre otros, pasando largos años de prisión; entre otros.
Sus mensajes previos a su asunción como Presidente, sobre el tema de los genocidas militares y civiles nos han dejado a más de uno atónitos, cuando se ha referido a “los pobres viejitos presos”.
Es de suma importancia “tener los ojos en la nuca”, así no olvido que hubo atrás mió. Y atrás mío, como de miles de uruguayos; hubo muertes, torturas y desapariciones de personas. Hubo una doctrina que se metió en el entramado social y nos cambió las costumbres, la vida, la educación y la economía del país. Condenó a generaciones enteras a pagar un deuda externa que los gorilas rampantes en el poder la quintuplicaron en su proceso restaurador.
La lucha por los Derechos Humanos, fue punto de partida, para cuantificar los daños.
La búsqueda por verdad y justicia; un derecho y un mojón para dejar a las nuevas generaciones.
Sembrar la memoria; un compromiso ético.
Pero la pregunta que surge de todos estos anuncios o declaraciones desde el flamante gobierno, nos dejan el derecho y el deber de saber ¿a dónde nos quieren conducir nuestros destinos como sociedad en este tema crucial? ¿Un nuevo “Salsipuedes” con la generación que dio todo a cambio de nada?
Las cárceles comunes están abarrotadas de seres de todo tipo, y por otro lado están, algunos militares no todos, que sometieron al país y a su gente, a casi doce años de dictadura nunca vivida en estas tierras uruguayas. Para eso les crearon -cárceles especiales- porque -son especiales-. Asesinos seriales la mayoría de ellos.
Un beneficio de ley que se rumorea que podría votarse para los presos de 70 años, hace pensar y por esa razón el estado de alerta en todas las Organizaciones de Derechos Humanos de acá y el exterior; que dicha ley de concretarse, sume a estos genocidas.
Si esto que por ahora se llama rumor se llegase a concretar tiempos muy oscuros nuevamente nos esperan a los uruguayos.
Es tiempo de templar los tambores al fuego, como lo hicieron los ancestros para lograr una llamada general de anuncio de la mala nueva.
MARTHA PASSEGGI.
reportera-gráfica.
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