PROCLAMA LEIDA LA TARDE DEL 7 DE NOVIEMBRE DE 2014 FRENTE AL EDIFICIO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA, MONTEVIDEO, POR LA COORDINADORA CONTRA LOS DESALOJOS
Llegamos esta tarde hasta aquí, a señalar este edificio, símbolo de
la (in)justicia de esta democracia. A señalar este edificio y a quienes
se esconden tras sus paredes, jueces que desde la comodidad de sus
sillones, de sus suculentos sueldos y mansiones, son los encargados de
ejecutar la ley. La LEY, esa ley que se engendra en el parlamento, donde
los distintos partidos representan la farsa en la que descansa este
sistema, en el cual, se nos dice, todos somos representados, todos somos
iguales y todos participamos.
Pero la máscara de la democracia, pronto cae, cuando observamos
cómo las leyes, sólo sirven para mantener los privilegios del poder
económico, verdaderos dueños de la sociedad, a quienes los políticos
sirven con solicitud. La ley 18116, conocida como ley de usurpación, que
hoy se intenta aplicar contra casi una centena de familias de Cumbres
de Neptunia, pero también en Marindia, Solymar, Barrio Los Eucaliptus
(Maldonado), etc., es un ejemplo de esto. Craneada por dos diputados
blancos del departamento de Maldonado, a instancias de los grandes
propietarios y negociantes inmobiliarios de Punta del Este y votada en
el parlamento por todos los partidos, fue diseñada para servir de
amenaza a aquellos pobres que precisando un lugar donde vivir, osan
armarse un rancho cerca de los ricos. Ya que todos sabemos los pobres
son muy buenos limpiando casas y levantando paredes, pero no como
vecinos. Esta ley que nos acusa de usurpadores, es el arma que los ricos
han puesto en manos del juez de Atlántida, Seijas, para que use contra
gente que con la mejor intención, han construido sus casas, en
solidaridad y sin pedir nada a los de arriba, en tierras que permanecían
sin cercar y sin tener “dueño” que las reclame. Este ataque no sólo ha
sido judicial, también ha sido mediático y policial, se ha intentado
estigmatizarnos, y desde el gobierno municipal de Canelones, también se
han recibido acusaciones. Las denuncias usan datos recabados por la
policía comunitaria, engañosamente, y la violencia en los momentos de
llevar vecinos a declarar, ha alcanzado niveles de tortura. No nos
sorprendemos, este sistema se sostiene en la violencia de los de arriba,
y cuando se nos amenaza con la cárcel por ser ocupantes no es otra cosa
que violencia lo que se usa contra nosotros.
Así que, Juez Seijas, Suprema Corte de (in)Justicia, acá estamos,
dispuestos a expresar la solidaridad, cuando sea necesario y de la
manera que sea necesario. Aunque se esfuercen desde todos los ámbitos
del poder en hacernos invisibles y desechables. No todos los marginados
hemos agachado la cabeza, ni estamos dispuestos a dejarnos echar de
nuestros hogares. Los ricos tienen sus armas, nosotros tenemos las
nuestras.
NI UN DESALOJO, SOLIDARIDAD ACTIVA.
TOCAN A UNO, TOCAN A TODOS!!!!!!!!
Coordinadora de Vecinos Contra los Desalojos
Video Sobre la Resistencia a los Desalojos en la Costa.
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