lunes, 4 de abril de 2016

Regasificadora: un atrás escandaloso, un futuro desolador




De Gabriel Carbajales


En la inolvidable tarde-noche del nublado lunes 14 de octubre de 2013, una gigantesca y colorida carpa al mejor estilo súper evento de la coqueta ADM (Asociación de Dirigentes de Marketing), instalada a pocos metros de los accesos al carenciado barrio oesteño de Santa Catalina, fue el escenario montado por el Estado uruguayo para realizar lo que tendría que haber sido una “Audiencia Pública” promovida por ANCAP, UTE y los ministerios de Industria y Energía y de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, a los efectos de consultar a esta comunidad zonal montevideana sobre lo que en realidad ya estaba resuelto oficialmente sin mediar esta instancia ordenada por el Artículo 16 del Decreto 435/94 respecto a procesos que impliquen “graves impactos de orden cultural, social o ambiental”.

Un folleto estéticamente muy cuidado entregado por bonitas promotoras contratadas tercerizadamente por Raúl Fernando Sendic Rodríguez (ex Presidente de ANCAP) y la Sra. Martha Jara (actual Presidenta de ANCAP) y por algunos “militantes sindicales-partidarios”, daba cuenta alegremente de la siguiente “buena nueva”:

“Bienvenidos a Gas Sayago

Uruguay ha tomado la decisión de introducir el gas natural a gran escala con el fin de diversificar su matriz energética. Este combustible es una de las opciones más eficientes para complementar la fuerte introducción de energías renovables, frente al crecimiento de la demanda de energía eléctrica, a la vez que pone a disposición un energético para los hogares, comercios e industrias que posee múltiples ventajas de confort y ambientales frente a otros combustibles.

La disponibilidad de gas natural a partir de la planta de regasificación permitirá a Uruguay diversificar su matriz energética con un combustible disponible en el mercado mundial, con múltiples proveedores, y más eficiente si se lo compara con otros combustibles fósiles como son el petróleo o el carbón.

La introducción del GNL en la matriz energética permitirá: su uso en la generación de energía (oficiando como respaldo térmico a una matriz basada en energías renovables), la ampliación del consumo de gas a nivel doméstico a un costo menor, el uso industrial de gas con las consiguientes ventajas en competitividad y eficiencia, y la aplicación del combustible a la flota de transporte público”.



Algunas crónicas de aquellos días no tan lejanos, describieron con cierto humor lo que resultó ser aquella jornada que, si no fuera por las dramáticas proyecciones del asunto, concretadas en el presente, bien podría haber sido calificada de verdadera obra de arte de anticipación del carnaval 2014 en la categoría parodistas o revista de humor (y eso porque para murga les faltó un buen letrista y un coro de buena dicción y buen oído).

Sin una sola respuesta seria a las inquietudes y objeciones del vecindario (organizado en una coordinadora vecinal que no había cesado de moverse previamente tratando de obtener de las autoridades información creíble sobre el proyecto GNL), las y los “jerarcas” que timoneaban la “audiencia”, rápidamente dejaron en evidencia que habían desembarcado en Puntas de Sayago subestimando totalmente a la “gente de a pié” de la capital marginada, creyéndole a unos pésimos asesores “solidarios” imposibilitados para comprender que ser pobre no es ser idiota, necesariamente, y que cuando los barrios se proponen actuar, no los paran ni los “tanques de Corea”...

No repetiremos aquellas jugosas crónicas contemporáneas; lo que sí haremos ahora, una semana y media después de la “rara explosión o implosión” que en la medianoche del 23 de marzo próximo pasado conmovió a todo el oeste de Montevideo (con paredes hogareñas rajadas, vibraciones de techos y el natural temor colectivo generado desde la Villa del Cerro hasta por lo menos Punta de Yeguas y adyacencias), lo que sí haremos es brindar la grabación de una afable y esclarecedora charla mantenida con “El Chiquito” (un personaje de casi dos metros de altura física y mucho más altura moral), pionero de la existencia de Santa Catalina como barrio y oficial de dragado, cuya intervención en la caricatura de audiencia pública dejó claramente explicitados riesgos y peligros, inexactitudes y bolazos, omisiones e irregulartidades, irresponsabilidades y ligerezas profesionales varias, ocultas por el lujoso folleto entregado a la entrada de la carpa mágica del gas natural licuado que -ya se lo puede afirmar- habrá de resultar más legendario –dramáticamente legendario- que el hundimiento planificado del Banco Transatlántico y del Comercial o la fabulosa estafa de Pluna y algún otro “mojo” por el estilo de la fantástica historia del “Uruguay Moderno”…

En esta charla, nuestro “entrevistado” amplía aquellas prevenciones y advertencias y nos brinda un panorama realmente increíble y francamente desolador sobre los entretelones del caso “Gas Sayago”, anticipándonos los impresionantes e inevitables coletazos de una aventura “energética” que habrá de costarnos (y ya nos está costando) “los dos ojos de la cara”, arrancados, entre otros, por los magnates asiáticos que ya están reclamando el pago del buque metanero “más grande del mundo” (350 metros de eslora, ¡ché!) al que ahora dicen nuestros estrategas, no necesitarán porque “el formato del proyecto se achicó”.

Como la charla no es propiamente un “reportaje”, no podamos algunas reflexiones colaterales de la misma, que, por cierto, servirán para hacernos una idea, por otra parte, del daño psicológico-político-emocional dejado en muchísima gente, no cuantificable como sí lo es el tremendo daño económico que se pagará, como otros, con más pobreza y más salario depreciado para el pueblo trabajador.

Ahí va la grabación, que no tiene desperdicio:

Audio de la charla 1

Audio de la charla 2







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