jueves, 2 de mayo de 2019

Neoliberales dividen el movimiento

Lo que el acto nos dejó

>>> Fueron por los votitos

El discurso del presidente del Pit-Cnt, Fernando Pereira, orador central del Día de los Trabajadores, incluyó análisis, ironías y reclamos.

"Viva la unidad de los trabajadores, viva la diversidad del movimiento sindical". Con estas palabras, el presidente del Pit-Cnt, Fernando Pereira, cerró a las 13.11 de este miércoles en la Plaza de los Mártires de Chicago su discurso y, con él, el acto en conmemoración del Día de los Trabajadores.


Culminaba así una jornada con buen clima, muchos aplausos y algunos silencios, sobre todo por parte de dirigentes del Frente Amplio, sentados en primera fila del público, durante las críticas que también afectaron a su gestión. Entre los asistentes, estaban los cuatro precandidatos del partido de gobierno.


"Al neoliberalismo lo vamos a enfrentar desde la primera hora, desde el primer día", señaló Pereira en uno de los pasajes más aplaudidos de su discurso de poco más de una hora de duración. En ese momento, estaba hablando sobre la situación regional, criticando -con varias ironías salpicadas- el ascenso de Jair Bolsonaro en Brasil así como la crisis que afronta el gobierno de Mauricio Macri en Argentina.

"No tendremos Bolsonaros en Uruguay, pero no hay que dejar que sean creados", expresó, en referencia al presidente ultraderechista y sus expresiones contra la pobreza y sus iniciativas laborales que la central uruguaya considera regresivas. También hubo cuestionamientos a los políticos uruguayos que en su momento festejaron la victoria de Macri en Argentina, todos ellos de la oposición: "No sé qué dirán los que lo apoyaron ahora".


>>> No la dejaron hablar

Valeria Ripoll: “No formamos parte del mismo bloque social y político que el FA” 
 

La dirigente de ADEOM finalmente asistió al acto, pero sostuvo que la central sindical actualmente es “cola del gobierno”

La previa del acto estuvo marcada por una picante interna en el PIT-CNT, que tiene como protagonistas a la corriente sindical En Lucha, integrada por Martín Pereira, presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública; Joselo López, secretario general de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado; y Valeria Ripoll, secretaria general de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (ADEOM), entre otros sindicalistas. A mediados de abril, Ripoll denunció que había sido “vetada” como oradora del acto del 1° de mayo por la corriente mayoritaria del PIT-CNT, y por eso había decidido no concurrir.
El martes, En Lucha emitió un extenso comunicado en el que señaló que la última Rendición de Cuentas del gobierno fue “de ajuste”, ya que “volvió a privilegiar a los capitales extranjeros y a las empresas privadas de gran porte, así como también el pago de la deuda externa, en desmedro de los trabajadores estatales y el gasto público, afectando a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad”. Así las cosas, plantearon 11 “desafíos” que se deberían haber visto plasmados en la proclama de ayer. Por ejemplo, “más impuestos a las grandes ganancias capitalistas, con el objetivo de tener una mejor redistribución de la riqueza y para que verdaderamente pague más el que tiene más”. Al final del texto se insistía con que la ausencia de espacio en la oratoria de ayer obedecía “al intento de suprimir la expresión consciente que tienen los trabajadores nucleados en muchos sindicatos, que tienen una visión crítica de algunas actitudes del actual gobierno”.


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Denuncia demoledora de familiares de detenidos desaparecidos."Colorados, blancos y frenteamplistas han consolidado la impunidad."Te das cuenta porque no podes votar a los candidatos del Fmi y la impunidad.? No te queda claro?
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Hay que ser infeliz




>>> La república de Pereira por Hoenir Sarthou

Pasemos por alto el papel de las voceras de la intersocial feminista, desplazando, “en clave de género”, a otra mujer que sí habría hablado por mérito propio, como representante de una corriente sindical minoritaria, y no como flor simbólica de una mayoría con voluntad hegemónica.
Como es habitual los 1º de Mayo, el discurso oficial del PIT CNT, este año en la voz única de su presidente, Fernando Pereira, pasó revista a todos los hechos presuntamente significativos para los trabajadores y  para la sociedad en su conjunto.
A riesgo de saltearme algo, Pereira habló del trabajo y de los trabajadores, cantó loas a la organización sindical y a su supuesta independencia, elogió a las guardias gremiales, se solidarizó con gremios en conflicto, habló de la inflación, de la vivienda, de la enseñanza, de la salud, de la previsión social, de los cincuentones, de los niños en situación de pobreza, habló de Argentina, de Venezuela y de Brasil, y hasta le sobró tiempo para retomar el tema “género”, como si su predecesora en el uso de la palabra no hubiese bastado.
Sin embargo, hasta donde noté, no hubo referencias en el discurso a un tema muy reciente que, supuestamente, integraba la lista de causas apoyadas por el PIT CNT: el referendum contra la ley de riego.
Cientos de miles de uruguayos firmamos contra esa ley y se supone que el PIT CNT había adherido a la campaña. Pero, en su momento, casi no hubo firmas recolectadas por el PIT CNT, y no hubo en el acto ninguna referencia al tema.
Siendo así, tampoco puede extrañarnos que no haya habido referencias a las campañas en curso contra la bancarización obligatoria, ni al polémico “Contrato ROU UPM”, ni al proyectado “puerto chino”.
Nada. Oficialmente, esos temas no existen para el PIT CNT. Tan es así que, en determinado momento del discurso, empecé a preguntarme si el país del que hablaba Pereira es el mismo Uruguay en que yo vivo.
El país del que hablaba Pereira es independiente y autosuficiente, alejado de toda presión externa, sin imposiciones de los inversores ni de los acreedores financieros extranjeros, sin injerencia de los organismos internacionales de crédito. Eso le permitió a Pereira concluir su discurso sin que las palabras “soberanía”, o “dependencia”, o la gastada y tradicional “imperialismo”, pasaran por sus labios.
Al parecer, la República en que vive Pereira conquistó su definitiva independencia en algún momento impreciso situado entre el 2005 y el presente. Por eso, es posible analizar su situación sin considerar en absoluto presiones ni factores externos. Y, si para algo debemos ocuparnos del exterior, es para compadecernos de Argentina, de Venezuela y de Brasil.
En la República de Pereira, los únicos “malos” son estancieros. Nada que ver, por supuesto, con las empresas multinacionales que son las principales latifundistas del país, pero son buenísimas. Y las principales víctimas son las mujeres, sobre todo si son negras, porque tienen dificultad para ser gerentes y para acceder a la dirección del PIT CNT.
Hay  también un montón de niños por debajo de la línea de pobreza, pero, por suerte, eso nada tiene que ver con que haya casi un 70% de deserción en el sistema de enseñanza (si no, Pereira lo habría dicho). A su vez, la deserción educativa y las cifras de pobreza no generan 400 asesinatos e incontables delitos contra la propiedad por año (¿oyeron a Pereira mencionarlo?). Y nada de eso parece tener relación con que la República de Pereira esté endeudada o destine el dinero a favorecer inversores extranjeros y los exonere de impuestos (¿o creen que Pereira no nos habría dicho si eso ocurriera?).
Sin duda, los niños de Pereiralandia son pobres por alguna extraña maldición bíblica, que nada tiene que ver con el modelo económico libremente elegido por los pereiranos.
En el Uruguay en el que yo vivo, el agua está contaminada y las playas tienen cianobacterias, además el agua será privatizada y comercializada para riego, los bancos controlan el dinero, la tierra está cada vez más en manos de empresas multinacionales, y el principal objetivo del gobierno es destinarle a UPM 4.000 millones de dólares sin contrapartida, más un río, una vía férrea, zonas francas y un puerto, además del control de nuestra legislación en general y de la laboral en particular, el de nuestras políticas forestales y de desarrollo, y el de los programas de estudio técnico. Lo que nos hará ser, inconsultamente, un pais dedicado a la celulosa.
Nada de eso ocurre en la República de Pereira. Por eso, nada se comentó en el principal acto anual del movimiento sindical.
Algunos calumniadores sostienen que la dirección sindical de la República de Pereira actúa en excesiva connivencia con el gobierno.
Si eso fuera cierto, quizá sería la única similitud entre el Uruguay y la República de Pereira.







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