Primer Cartel Uruguayo
Ruta fluvial narco: indagatoria ubica a Uruguay como salida de la droga a Europa y África
Las autoridades paraguayas catalogaron al uruguayo buscado por Interpol Sebastián Marset como el “gerente” de la hidrovía Paraná-Paraguay.
Sebastián Marset, el uruguayo que está en la lista de Interpol buscado por ser el presunto líder del Primer Cartel Uruguayo (PCU) y que estuvo en la esfera mediática porque Cancillería le dio el pasaporte oficial uruguayo cuando estaba detenido en Dubai, vuelve a ser noticia este jueves porque, según un expediente judicial al que accedió La Nación, este sujeto creó una “ingeniería de lavado”, que abarca a casi todo el Mercado Común del Sur (Mercosur): Paraguay, Bolivia, Brasil, Argentina y Uruguay.
En una nota del medio anteriormente mencionado, que fue titulada “La ruta fluvial que traslada toneladas de cocaína a Europa y un excéntrico prófugo en las sombras”, hablan de que Marset tiene tatuado en su mano derecha la sigla del “PCU” (Primer Cartel Uruguayo) y que está refugiado en África, lugar donde llega parte de la mercadería.
El acusado genera “contradicciones” porque anteriormente se presentó como futbolista, empresario y hasta cantante. Hoy, sin embargo, está acusado de ser el líder de una organización en Paraguay que actúa en la nueva ruta narco hacia Europa: la Hidrovía Paraná-Paraguay.
Según La Nación, por esa ruta se transportaron 27 toneladas de sustancia estupefaciente en los últimos dos años y aparece en los “bombardeos de droga” detectados meses atrás en Entre Ríos y Santa Fe. En tanto, la justicia paraguaya acusa al uruguayo de ser quien organizó la partida por la hidrovía de tres cargamentos por un total de 16 toneladas, descubiertos el año pasado en los puertos de Villeta (Paraguay), de Rotterdam (Holanda) y Amberes (Bélgica).
Además, en Argentina, Marset está acusado de manejar los hilos de la ruta fluvial, un cónclave para el transporte de todo tipo de mercancías. “Una hipótesis es que los bombardeos de cocaína que se detectaron en Concepción del Uruguay, Entre Ríos y Santa Fe, podrían tener como objetivo canalizar la droga por terminales portuarias de Rosario y Zárate-Campana. Pero en Argentina no se detectó ningún cargamento de cocaína suyo”, indica el artículo.
Donde comenzó todo, en Paraguay, están convencidos de que Marset tiene “aceitado” el tránsito narco tanto en ese país como en Argentina y Uruguay, y es catalogado como el “gerente de la hidrovía” por el jefe de los fiscales Antidrogas de Paraguay, Marco Alcaraz.
Además, para las autoridades paraguayas, el Primer Comando Capital (PCC) es el que aporta el territorio que domina en Paraguay y Bolivia para obtener la droga en el Chapare y en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. En esas dos localidades el kilo de cocaína tiene un valor de 2.500 dólares y el valor se duplica por diez cuando se ubica en el mercado europeo. Sin embargo, Paraguay pasó de ser el productor más importante de marihuana de Sudamérica a “concentrar la salida de la cocaína del continente”.
Marset está implicado en la investigación “Ultranza Py”, en la que se incautaron bienes por más de 100 millones de dólares, que era investigada por el fiscal de Crimen Organizado Marcelo Pecci, ultimado en las playas colombianas por sicarios. Uno de los autores del homicidio, detenido por la policía, confesó que recibió 530 mil dólares del PCC para ejecutar al fiscal, según consigna La Nación.
El PCC hoy es considerado como una “multinacional del crimen” porque maneja el territorio, las cárceles y también la logística, el eslabón que surte más dinero del narcotráfico. Para eso, tuvo que generar alianzas con mafias de Europa como la Corza y la ‘Ndrangheta, organización a la que estaba asociado Rocco Morabito, fugado de la ex Cárcel Central y detenido en las playas de Brasil.
Allan de Abreu, periodista de investigación de la revista Piauí, señala que la vía fluvial es “ampliamente utilizada” para transportar cocaína boliviana y peruana a Uruguay para que desde nuestro país migre a Europa. De hecho, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) advirtió sobre una presunta rearticulación del tráfico de cocaína en Sudamérica a través de la hidrovía.
Finalmente, la investigación afirma que hay preocupación por uno de los puntos débiles de la hidrovía, que son puertos privados. Allí, según dicen, hay una falta de escáneres. Por ejemplo, en Paraguay hay tres de estos, algo que hace imposible inspeccionar los contenedores que pasan por allí.
La ruta fluvial que traslada toneladas de cocaína a Europa y un excéntrico prófugo en las sombras
La Nación Germán de los Santos
16 junio 2022
ASUNCIÓN.- En su mano derecha, Sebastián Marset tiene tatuada la sigla “PCU”. Significa “Primer Cartel Uruguayo”, algo que genera una contradicción en su propia historia, porque este hombre que hasta 2021 jugó con la 10 del club paraguayo Capiatá está acusado de ser uno de los principales operadores en Paraguay de la nueva ruta narco hacia Europa: la Hidrovía Paraná-Paraguay, por la que transitaron 27 toneladas de cocaína en los últimos dos años. Hoy, ese tatuaje parece haberle quedado chico. La sombra de este narcotraficante excéntrico aparece en los bombardeos de droga detectados meses atrás en Entre Ríos y Santa Fe, algo que habilita la pregunta sobre si esas grandes cantidades de estupefacientes podrían estar saliendo por las terminales argentinas. La Justicia paraguaya acusa a Marset de ser quien organizó, en Asunción, la partida por la Hidrovía de tres cargamentos por un total de más de 16 toneladas de cocaína descubiertos el año pasado en los puertos de Villeta -en Paraguay-, de Rotterdam -en Holanda- y de Amberes -en Bélgica-.
Este hombre de 31 años, que reapareció en octubre en Dubai, donde fue detenido con un pasaporte falso, montó una ingeniería de lavado que abarca, según el expediente judicial al que tuvo acceso LA NACION, a prácticamente todo el Mercosur: La Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y también Bolivia. Marset está prófugo. Tras haber obtenido de manera llamativa un pasaporte uruguayo en Dubai, quedó en libertad y se fugó.
Le consiguen pasaportes , salvoconductos y protección al uruguayo , los que mataron al fiscal en Colombia !
Desde hace dos semanas su nombre integra la lista roja de buscados por Interpol y la sospecha más fuerte es que esté escondido en algún país africano, donde hacían escala los cargamentos con cocaína que navegaban por la Hidrovía. En la Argentina, este hombre acusado de manejar los hilos de la ruta fluvial que es clave para el transporte de todo tipo de mercancías, también aparece bajo la lupa. Una hipótesis es que los bombardeos de cocaína que se detectaron en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, y en J.B. Molina, Santa Fe, podrían tener como objetivo canalizar la droga por terminales portuarias de Rosario y Zárate-Campana. Pero en la Argentina no se detectó ningún cargamento de cocaína suyo. Uno de aquellos embarques que luego fueron descubiertos en Europa fue trasbordado en el puerto de Buenos Aires el 29 de diciembre de 2021, según los registros de la Dirección General de Aduanas (DGA). La carga se trasladó al buque panameño Cap San Artemisso.
La Hidrovía se convirtió en la nueva ruta que disputan los narcos para transportar la cocaína a Europa
En Paraguay están convencidos de que Marset, que tiene mil caras, porque se presentaba también como empresario del espectáculo y cantante, no solo maneja una aceitada logística narco en ese país, sino también en Uruguay y en la Argentina. “Lo vemos como una especie de gerente de la hidrovía”, aseguró el jefe de los fiscales Antidrogas de Paraguay, Marco Alcaraz. ¿Quiénes están detrás de este uruguayo? Eso aún es un misterio. Esa ruta por la que salieron los cargamentos incautados más grandes de la historia tiene un dueño, según los investigadores paraguayos. El Primer Comando Capital (PCC) es el que aporta el territorio que domina en Paraguay y Bolivia para obtener la droga que se produce en el Chapare y en Santa Cruz de la Sierra. El kilo de cocaína que se fabrica en territorio boliviano tiene un valor de 2500 dólares. Se paga diez veces más, como mínimo, cuando se coloca en el mercado europeo. En el Chaco paraguayo se encontraron laboratorios que abren nuevas hipótesis de que en ese país se podría estar procesando la pasta base. Eso estaría en manos del PCC, según las investigaciones que sitúan a Paraguay ya no como nodo logístico sino como productor de cocaína. En menos de tres años, Paraguay pasó de ser el productor más importante de marihuana de Sudamérica a concentrar la salida de la cocaína del continente.
Marset forma parte de una de las causas más importantes en Paraguay, bautizada como Ultranza Py, en la que se incautaron bienes por más de 100 millones de dólares. Esa investigación estaba en manos del fiscal de Crimen Organizado Marcelo Pecci, que fue asesinado el 10 de mayo pasado durante su luna de miel en una playa de Barú, en Cartagena, Colombia. Uno de los sicarios, que fue detenido hace 10 días, confesó que el PCC le pagó a este grupo 530.000 dólares para ejecutar al fiscal. Alertas en la región Esta ingeniería del crimen organizado encendió todas las alertas entre los países de la región, donde el PCC está en plena etapa de expansión. Es la primera vez que en una reunión protocolar de ministros del Interior y Seguridad del Mercosur, que se realizó en Asunción hace dos semanas, se abordan temas urgentes y concretos ante una preocupación compartida: que el narcotráfico se mude al sur del continente, después de ser Colombia y México los países donde se concentraba este negocio ilegal y sangriento que provocó un desastre. Fuentes cercanas al ministro Aníbal Fernández señalaron que la Argentina acordó con Paraguay que viaje una delegación de la Prefectura Naval para ajustar las cuestiones de seguridad. Un punto estratégico para los controles que hoy no se hacen es la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, a la altura de la isla Cerrito. “El problema con Paraguay son las aguas que tienen jurisdicción compartida. Pero en esa zona la Prefectura podría hacer controles sin problemas”, explicó un fiscal federal que tiene competencia en esa región.“Ante esta situación crítica, en la última reunión de ministros se trató el tema de generar un sistema de alertas entre los países. Y de compartir información sobre la forma en que opera el PCC en cada nación, porque empezamos a ver cambios permanentes que hacen difíciles las investigaciones”, reseñó a LA NACION un vocero del presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez. Alcaraz afirmó que la Hidrovía se transformó en un nodo logístico en 2020, en plena pandemia, “luego de que el puerto de Santos, en Brasil, reforzara los controles con escáneres para los contenedores que salían rumbo a Europa y a África”. Y añadió: “El principal problema que se enfrenta es que no hay controles en la Hidrovía, con lo que les estamos haciendo todo más fácil a los grupos criminales. Eso logró que el crimen organizado replanteara la forma en que sale la cocaína. Se empezó a usar la vieja ruta de la marihuana, que se utiliza para suministrar cannabis a la Argentina y a Uruguay, para sacar la cocaína que llega al Chaco paraguayo a través de avionetas”. El PCC funciona hoy como una especie de “multinacional del crimen”. No solo domina territorio y cárceles, sino que vende la logística, uno de los eslabones que surten más dinero en el narcotráfico. Para ello tejió alianzas estratégicas con empresas y con sectores de la mafia europea, como la Corza y la ‘Ndrangheta, y la banda Tren de Aragua, grupo criminal que también se expande en países como Chile, Perú y Ecuador. Allan de Abreu, periodista de investigación de la revista Piauí, señaló que la vía fluvial es ampliamente utilizada para transportar cocaína boliviana y peruana a Uruguay, y de allí a Europa. “Grandes narcotraficantes brasileños, como Luis Carlos da Rocha, alias Cabeza Branca, utilizaban con frecuencia esta ruta, al igual que otros, como el paraguayo Fernando Ricardo Arguello Invernizzi, radicado en San Pablo. Dada la fuerte presencia del PCC en Paraguay, la Hidrovía empezó a ser usada como una ruta clave”, indicó. Frente a esto, quienes investigan desde el Estado están en otra órbita. Por ejemplo, cada exhorto o pedido que hace un fiscal argentino a uno de sus pares de la región debe pasar por la Cancillería. Cada trámite tarda un mes, en promedio. Los fiscales mantienen contacto a través de grupos de WhatsApp, pero la información que intercambian no sirve como prueba.El fiscal Alcaraz de Argentina afirma que todo es más fácil para los grupos criminales ante la falta de controlesEn la última reunión de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés), realizada en La Paz, en enero del año pasado, los miembros de la organización advirtieron sobre el peligro de que la Hidrovía Paraguay-Paraná se transforme, especialmente en contexto de pandemia, “en una nueva vía para el tráfico de drogas”. Pidieron, además, extremar los controles aéreos a Bolivia, de donde proviene la mercadería. El organismo internacional alertó por primera vez sobre una “rearticulación” del tráfico de cocaína en Sudamérica a través de la Hidrovía al indicar que Paraguay se convirtió en una zona de acopio de esta droga, que se produce en Perú y Bolivia, y que desde los puertos guaraníes tiene salida hacia África y Europa. En paralelo con los grandes cargamentos, hay también un tráfico “hormiga” por el agua en áreas limítrofes, donde los narcos se enfrentan a tiros a las fuerzas de seguridad. A Formosa y Corrientes se cruzan desde Paraguay todo tipo de mercaderías de contrabando y también estupefacientes, que viajan en canoas y lanchas rápidas. Lo que empezó con el histórico tráfico de cigarrillos “truchos” creció y se extendió a otras mercancías más valiosas en el mercado criminal. La lupa sobre los puertos El fiscal Ysaac Ferreira, que investigó varios casos de contrabando de drogas en la Hidrovía, reconoció que uno de los puntos más débiles es la falta de escáneres en los puertos privados. En Paraguay hay solo tres escáneres para el control de cargas, lo cual, según el funcionario, hace imposible inspeccionar los contenedores. Más allá de los controles, también la lupa está puesta en las terminales desde las que salieron las cargas, como Terport, que se construyó en 2018. El senador paraguayo Pedro Santa Cruz también apuntó contra la empresa Gregser–PTP Warrant, a la que el expresidente Horacio Cartes –según él– le dio la concesión por 20 años. “La concesión fue aprobada y, según fuentes oficiales, el cánon que debía pagar PTP Group era de 5000 dólares al año, un verdadero despropósito para una terminal tan importante”, resumió. PTP Group enfrentó una investigación en Paraguay, pero fuentes de la empresa señalaron a LA NACION que este año fue cerrada. “No se encontró nada. En su mayoría, PTP Group traslada fertilizantes hacia Paraguay, por lo que hacemos el tráfico inverso”, apuntaron.
Cárcel de Emboscada, donde se alojan peligrosos criminales, y puerto de
Villeta, lugar en el que se hallaron cargamentos de cocaína
Esta firma de capitales argentinos tiene varias terminales a lo largo de la Hidrovía. No solo maneja una importante terminal en el puerto de Villeta, sino también la zona franca de Villa Constitución, en Santa Fe, y en el departamento Soriano, Uruguay, donde adquirió un predio de 266 hectáreas en Punta Arenal. También en el norte de la Hidrovía, en Puerto Murtinho, localidad brasileña de Mato Grosso do Sul ubicada a la vera del río Paraguay, a 1400 kilómetros de Santos. En 2016, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, presentó ante la Justicia una denuncia contra los empresarios Lucas Ganceraín y Guillermo Misiano, acusados de cometer delitos de contrabando y evasión, pero la causa tampoco prosperó. Ganceraín fue un hombre cercano a Aníbal Fernández en la función pública. Nexos con la Argentina En la zona del Gran Rosario quedó a flote una trama cargada de oscuridad en torno al área portuaria de San Lorenzo y Puerto General San Martín, por donde sale el 85% de las exportaciones agropecuarias de la Argentina. En una extensa declaración que hizo hace dos semanas Marcos Mac Caddon, procesado por narcotráfico, confesó que uno de los pactos que había sellado con Ariel Cantero, líder de Los Monos, era para tener control en esa zona clave. Su interés era, según expuso, meterse en distintos eslabones del sistema portuario. Dijo también que tenía en esa zona acuerdos políticos, con policías que provienen de la Brigada de Drogas de San Lorenzo y con Prefectura Nacional. Mac Caddon pagaba a Cantero, preso en Marcos Paz, $1.000.000 por semana para que sus sicarios no lo maten. “Estamos hablando de un negocio grande. Por eso te lo quiero ceder a vos, para que me des el apoyo. Antes te daban 600 lucas. Yo te voy a dar 1.000.000 por semana”, le ofreció Mac Caddon a Cantero el 13 de septiembre pasado, a través de un audio de WhatsApp que le llegó desde la “operadora narco” con base en Ezeiza. En Ibarlucea, a 10 kilómetros de San Lorenzo, se detectó que funcionaba una zona de acopio de grandes cantidades de cocaína, regenteada por engranajes que continuaron la tarea del clan Loza, cuyos jefes están detenidos. El proveedor de la cocaína era Jorge Adalid Granier Ruiz, de nacionalidad boliviana, quien está prófugo. Lo hacía a través de una pata local, Fabián Pelozo, que ejercía como lugarteniente. Había montado pistas de aterrizaje en campos agropecuarios cercanos, como en Monte Maíz, en el límite entre Santa Fe y Córdoba.
Granier Ruiz, según información suministrada por la DEA a la Justicia argentina, fue quien alojó en su departamento en Buenos Aires a Fuminho, sobrenombre que usa Gilberto Aparecido Dos Santos, una figurita difícil de detener del Primer Comando Capital. Fue arrestado por la Policía Federal de Brasil y la DEA en un lujoso hotel de Mozambique el 13 de abril de 2020. Durante los últimos años se había convertido en uno de los líderes más fuertes del PCC. Fuminho ingresó dos veces a la Argentina desde Bolivia, en abril y junio de 2016, y vivía en un departamento en la ciudad de Buenos Aires. Granier Ruiz está sospechado de manejar la llegada de la cocaína desde Bolivia y Paraguay a la zona del Gran Rosario. Es la primera vez que se encuentran nexos directos entre bandas narco que funcionan en la Argentina con el Primer Comando Capital. Hasta ahora habían aparecido lo que las autoridades denominaban “lobos solitarios”. Sin embargo, los indicios eran cada vez más firmes de que esta organización internacional, con base en Paraguay y Bolivia, fuera de Brasil, había hecho pie en el país, a través de alianzas con otras bandas. Granier Ruiz parece ser otro fantasma como lo fue Fuminho. Está actualmente prófugo, con pedido de captura de la Justicia federal de Salta, y hay fuertes sospechas de que reside en Bolivia, donde la Justicia argentina siempre tuvo serios problemas para extraditar a narcos que están en ese país.Paraguay pasó de ser el productor más importante de marihuana de Sudamérica a concentrar la salida de la cocaína del continente
Se logró establecer que su nodo logístico de cocaína proveniente de
Bolivia y de Paraguay funcionaba en las afueras de Rosario -con Pelozo
como lugarteniente-, que había montado pistas de aterrizaje, y se cree
que también la droga llegaba por la Hidrovía. El triple crimen que se
produjo en un casamiento narco a fines de enero en Ibarlucea fue a causa
de que una de las víctimas, Maximiliano Giménez, había “perdido” un
cargamento de droga arrojado desde una barcaza en octubre pasado en el
río Paraná.
Estas tramas nunca despejaron un misterio que persiste sobre la zona
portuaria del Gran Rosario. Nadie pudo develar cómo y por qué uno de los jefes del PCC apareció muerto flotando en el río Paraná, atado con alambre y envuelto en una frazada.
Maciel Amantino Wagner estaba prófugo desde 2014 en Ciudad del Este,
Paraguay, donde planeó el robo espectacular a la bóveda de la empresa
Prosegur en esa ciudad. En su momento, fuentes del Ministerio de
Seguridad señalaron que Wagner buscaba un terreno en la zona portuaria
del Gran Rosario para montar una empresa para lavar dinero.
El crimen de Wagner nunca se investigó. Viajaron familiares a Rosario
desde Brasil para reclamar el cadáver y llevarlo de regreso a su patria.
En Paraguay, fuentes de inteligencia criminal del gobierno señalaron a
LA NACION que este hombre estaba vinculado con Jarvis Pavao, actualmente
preso en Brasil, quien dominó la frontera entre Paraguay y Brasil
durante décadas.
Excelente cobertura. Unico medio nacional con este superactual material.
ResponderEliminarhttps://periodismourbanocom.wordpress.com/2023/01/11/um-estranho-caso-no-uruguai-primeiro-comando-da-capital-%e2%98%af-faccao-pcc-1533/
ResponderEliminar