miércoles, 25 de abril de 2012

Un fantasma amenaza al Hotel Bauen I



Por: Guillermo Berasategui

 El fantasma que amenaza al Hotel Bauen no es el de la tradicional sábana blanca. La amenaza se llama Mercoteles S.A., una verdadera empresa fantasma. Ésta es su historia.

Mercoteles S.A., la firma que dice ser la dueña del Hotel Bauen, no nació por generación espontánea: hay un largo camino detrás que comienza con el nacimiento del Hotel Bauen S.A. El mismo se construyó para la Copa Mundial de Fútbol Argentina 1978 con un crédito blando otorgado por la dictadura militar, a través del Banco Nacional de Desarrollo (BANADE), a Marcelo Iurcovich, un empresario con fluidos contactos con la Armada Argentina. El hotel se edificó en tiempo record pero el crédito nunca fue pagado.

En el medio, Bauen S.A. presentó balances y documentación falsa para cobrar los certificados de construcción. Como si fuera poco, Marcelo Iurcovich tenía un vicio: cambiar el nombre de su firma para que los empleados pierdan derechos y beneficios sociales, lo que originó una amplia red de empresas fantasmas que, entre otras cosas, lo ayudaron a evadir.

     También acumuló una voluminosa deuda con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (G.C.B.A) en concepto de A.B.L. En 1997 anunció la venta del hotel al grupo chileno Solari S.A., en una operación cuanto menos dudosa, como detallaremos más adelante. Cuatro años más tarde Solari presentó la quiebra, Iurcovich ofreció devolver el dinero de la seña para que le restituyan la propiedad. La Justicia aceptó el ofrecimiento, pero Iurcovich nunca reintegró nada. Sorpresivamente en el 2004 la familia anunció que había vendido la propiedad a Mercoteles S.A.

     Si la Justicia se hubiese encargado de investigar correctamente habría encontrado, sin demasiada dificultad, que entre Bauen S.A. y Mercoteles S.A. hay un íntimo hilo conductor: los mismos personajes que figuraron sucesivamente en los más altos puestos de Mercoteles S.A. son familiares de Marcelo Iurcovich o aparecen alternativamente como directivos o apoderados en las dos empresas. Es decir, las dos firmas tienen los mismos dueños.

     Se podrá objetar que ser familiar de Marcelo Iurcovich no constituye delito alguno y es cierto, pero si se bucea en la historia del Bauen se encontrará, por ejemplo, que el recientemente fallecido Samuel Israel Kaliman, cuñado de Marcelo Iurcovich, que llegó a ser director suplente de Mercoteles S.A. al declarar ante el juez no supo decir:
·       Quiénes integraban el directorio de Mercoteles (es decir no supo nombrar a sus propios compañeros de trabajo).
·       No tenía idea de cuándo se reunía ese mismo directorio (o sea que no sabía qué días trabajaba).
·       Se contradijo al decir que Mercoteles le había alquilado el hotel a la cooperativa B.A.U.E.N. y que esa entidad nunca pagó el alquiler. Ni siquiera pudo mostrar el contrato de alquiler, simplemente porque ese documento no existe. Apenas logró balbucear algunas frases desconectadas y la mayoría de ellas imprecisas y sin sentido.

Esto y muchas otras cuestiones que figuran en la causa judicial demostrarían claramente que Kaliman era un simple testaferro de Marcelo Iurcovich o, como se ha dicho, que Mercoteles es una empresa fantasma creada por la familia Iurcovich para recuperar el hotel sin tener que enfrentar a la Justicia.

¿Más pruebas? El actual presidente de Mercoteles S.A., Hugo Iurcovich, es el hijo y sucesor de Marcelo Iurcovich. Hugo, heredero de Bauen S.A., es el presidente de la empresa que reclama la propiedad del Hotel Bauen ¿Casualidad?

Mercoteles S.A. los orígenes:

     Si se profundiza en la investigación se encontrará que Mercoteles S.A. se constituyó como sociedad el 20 de junio de 2001 con el aporte de 10.000 acciones de $10 cada una: un capital total de 100.000 pesos. Marcelo Gardella, ya se verá qué rol ocupa, suscribe cien acciones e integra el 25% del capital: o sea, doscientos cincuenta pesos en efectivo. Juan Carlos Hernández suscribe nueve mil novecientas acciones e integra otro 25%: 24.650 pesos, también en efectivo. Total del dinero aportado en moneda constante y sonante: $25.000 en efectivo.

El 75% restante de la capitalización podía ser satisfecho en dinero en efectivo, dentro de los dos años contados desde la fecha de inscripción del referido estatuto. Cinco días después, Mercoteles S.A. “compró” el Hotel Bauen valuado en $30.000.000. A partir de ahí no se le conoce ninguna actividad comercial o laboral.

Por si no se entendió: la empresa se constituyó con $25.000 y cinco días después compró el Bauen, valuado en 120 veces su capital. Resulta evidente el desfasaje entre el capital inicial y la supuesta operación. Esta venta recién fue anunciada el 10 de diciembre de 2004, cuando los trabajadores ya hacía rato que habían recuperado y puesto en marcha el hotel. ¿Por qué tardaron tanto en anunciar la venta? ¿Qué intereses ocultos impidieron anunciarla en tiempo y forma?

     En el Acta Constitutiva de Mercoteles S.A. los recientemente mencionados figuran como:
·       Presidente: Marcelo Hilario Gardella
·       Director Suplente: Juan Carlos Hernández

     Ambos personajes, con problemas en la Justicia argentina como en la uruguaya donde se los investiga por evasión fiscal y lavado de dinero. Más claro: Hernández tiene una causa por representar a una empresa off shore uruguaya que compró propiedades en Buenos Aires estando radicada en Chubut, en un intento de eludir a la Inspección General de Justicia (IGJ). (Resolución 8/03, 12/03 y 2/05).Gardella tuvo en Uruguay una causa por lavado de dinero.

     Como se ha dicho, otro antecedente de peso es la costumbre de Marcelo Iurcovich de cambiar permanentemente la razón social de sus empresas, no solo para que los empleados pierdan beneficios sociales, sino también para evadir a la justicia. El caso más paradigmático es el de Poliequipos SAICIMSA, una empresa dedicada al mantenimiento y equipamiento de hospitales y cuyo principal cliente era el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

El 30 de junio de 2005 en el Hospital Santojanni, de la Ciudad Autónoma, murieron tres personas. Habían dejado de funcionar todos los respiradores de terapia intensiva. El periodista Santiago O’ Donell investigo el caso y escribió en el matutino “Pagina/12”[1] que el hijo de uno de los fallecidos, Alberto Tromboli, puesto a investigar el tema comprobó que la empresa siguió prestando servicios bajo nombres diferentes. A saber: de Poliequipos pasó a llamarse Indaltec S.A.; de allí su nombre derivó a Divelux S.A. y posteriormente se transformó en Compañía Industrial de Mantenimientos y Servicios. Todas, absolutamente todas, eran de Marcelo Iurcovich y realizaban el mismo trabajo. Además del nombre de las firmas, el único cambio que realizó fue el letrero en la ropa de los obreros.

Basados en estos y otros elementos que sería largo seguir enumerando, queda expuesto el modus operandi de Marcelo Iurcovich, que se repite en los casos de Bauen S.A. y Mercoteles S.A., que se podría denominar como empresa fantasma, o lo que vulgarmente se dice “un helado de pollo”: ¡no existe!

Diferentes gobiernos - iguales medidas:

     Durante el gobierno de Fernando de la Rúa, el Ministerio de Economía, a cargo de José Luis Machinea, implementó un plan de facilidades de pago mediante la Resolución Nº 831 del año 2000, por el cual se aprobó un plan de regularización de morosos para los deudores del ex BANADE, a cuya moratoria no se acogió la empresa BAUEN S.A. Así, queda registrado que no estaba entre sus intenciones cancelar la deuda contraída con el Estado.

Es importante recordar que BAUEN S.A. adeuda al Estado nacional al 12 de marzo de 2007, solo en virtud de la falta de pago de los préstamos otorgados por el BA.NA.DE, la suma de $8.616.524,87 de acuerdo a la última liquidación practicada en los autos "BAUEN SACIC C/ BANCO NACIONAL DE DESARROLLO S/CUMPLIMIENTO DE OPERACIÓN CREDITICIA"[2].
     Asimismo vale la pena recordar que el 22 de febrero de 2001, también bajo el gobierno de Fernando de la Rúa, la Justicia decretó la quiebra de la empresa Solari S.A., que hasta ese momento administraba el hotel. La causa comenzó a acumular pruebas y reclamos de los acreedores en el Juzgado Comercial número 9, secretaría 18, a cargo del juez Javier Dubois, en un proceso que culmina en diciembre de 2001, con la quiebra de Solari S.A.
El “socio” trasandino:
     Solari S.A. había comenzado a comprar el inmueble del Hotel Bauen, en una operación por lo menos dudosa, (compró un edificio hipotecado, le dieron la posesión con solo el 10% del anticipo, cuando lo normal es del 25 al 30% y para ello suscribió un boleto de compra/venta frustrado: sólo pagó algunas cuotas a Iurcovich, quien reclamó ante el juez la nulidad del contrato).
Tras la quiebra, Iurcovich ofreció devolver los cuatro millones de dólares recibidos (de los 12 millones de dólares que cotizaba el total de la venta) a cambio de que la Justicia le restituyera el inmueble. El juez accedió al pedido, pero Iurcovich nunca pagó. Así las cosas, legalmente la propiedad no es de nadie: el que la compró no terminó de pagarla y el que la vendió no restituyó nunca lo cobrado al fondo de la quiebra. Semejante situación genera una indefinición legal sobre a quién le pertenece el inmueble. En el medio de ese proceso los trabajadores recuperaron el hotel de las cenizas, invirtieron más de cinco millones de pesos para ponerlo en funcionamiento, lo abrieron y lo recobraron para la comunidad, generaron puestos de trabajo y lo autogestionaron exitosamente, convirtiéndose así en sus legítimos propietarios.
     En su sistemática campaña contra la Cooperativa B.A.U.E.N., Mercoteles S.A. y el doctor Gerardo Mario Palomero, indistintamente apoderado de Bauen S.A. y Mercoteles S.A., insisten en que el hotel no está habilitado y por lo tanto es un peligro para los pasajeros, los trabajadores y la sociedad. Sin embargo, por orden del juez Roberto Gallardo, en la causa “Cooperativa de Trabajo Buenos Aires (B.A.U.E.N.) contra GCBA sobre amparo (articulo 14 CCABA) expediente Nº 6774/1 del 17 de junio de 2005, el hotel fue habilitado y cuenta con las normas de seguridad necesarias para su normal funcionamiento.

Los hechos, hechos son:

Como la trama es compleja, éstos son, sintetizados, algunos de los hechos que nadie debería desoír en torno al hotel Bauen.

1976:El grupo Bauen – integrado en aquel momento por Marcelo Iurcovich, Gregorio Rubens, la empresa Poliequipos y Hoteles de Turismo– pidió al ex BANADE un crédito por 37 millones de dólares. Seis años después ese préstamo derivó en un juicio cruzado.

24/01/1977: Bauen SA presenta el certificado Nº1 de equipamiento y Nº1 de acopio y obra civil por las sumas de $ 31.147.632 y $ 224.150.380, cursándose los mismos el 03/02/1977 al BANADE. Aquí se descubre la doble contabilidad presentada por Bauen S.A[3].

31/10/1978: Bauen S.A. presenta al BANADE un balance falso. Sus deficiencias fueron informadas al Banco en la inspección del 27/07/1979 por una persona de nombre Sáez Rico[4].

07/03/1979: De sus obligaciones, Bauen S.A. cumplió con la que respondía al “Interés Público”: construir en plazo el hotel de cinco estrellas en la ciudad de Buenos Aires para el Campeonato Mundial de Fútbol 1978. No cumplió con la de amortizar el capital y los intereses, pues solo efectuó algunos pagos hasta el 07/03/1979[5].

27/03/1980: La firma Hoteles de Turismo declara que fue fundadora y accionista de Bauen S.A., retirándose ese día y transfiriendo sus acciones a Ramsay S.A., quien junto con Bauen S.A., Poliequipos S.A. y Corman S.A. forman un conjunto económico[6]

1980: El BANADE le inicia juicio a Bauen S.A. en demanda del pago de los créditos.

24/01/1997: Solari S.A. y Bauen S.A. celebran un contrato de compra-venta del edificio de la avenida Callao 360. El precio de la operación fue de U$S 12.995.000, y la posesión con el 10 % del precio pactado el 28/02/1997[7]
07/02/2000: La sociedad de origen chileno Solari S.A., se presenta en convocatoria de acreedores en el Juzgado Comercial número 9, a cargo del doctor Javier Dubois.
22/02/2001: La justicia decreta la quiebra de la empresa Solari S.A., que hasta ese momento administraba el hotel.
20/06/2001: Se inscribe ante la Inspección General de Justicia  la firma Mercoteles S.A.
25/06/2001: Cinco días después de constituida (con $ 25.000) Mercoteles S.A. compra, sin desembolsar nada, el Hotel Bauen S.A. tasado en $30.000.000

28/12/2001: Se decreta la quiebra y cesa en sus actividades el Hotel Bauen.

21/03/20003: Los trabajadores toman el edificio con una sola consigna: “Ocupar, Resistir, Producir”. En ese marco, el juzgado resuelve otorgar la tenencia precaria por sesenta días a favor de la cooperativa Buenos Aires Una Empresa Nacional B.A.U.E.N.

17/06/2005: El juez Gallardo hace lugar a una medida cautelar y ordena al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que dé curso al trámite de habilitación pertinente[8].

Mayo de 2006: La jueza Carla Cavaliere aprueba oficialmente la suspensión de la orden de clausura. Los trabajadores pueden entonces trasladarse dentro y fuera del hotel de forma libre y legal.

20/07/2007: La justicia, en primera instancia, determina que la empresa Mercoteles S.A. es la propietaria del Hotel Bauen. Les da un plazo de 30 días a los trabajadores para desalojarlo, medida que apelan.

20/05/2008: La justicia falla en segunda instancia a favor de Mercoteles S.A.

04/06/2008: La diputada Victoria Donda presenta un proyecto de Ley de Expropiación del Hotel Bauen.

21/04/2009: Los trabajadores presentan un recurso de queja, rechazado en primera instancia y en la Cámara de Apelaciones[9].

05/07/2011: La Suprema Corte de Justicia falla en contra de los trabajadores del Bauen y a favor de Mercoteles S.A., a quién reconoce como la propietaria del inmueble.

19/04/2012: La jueza Paula Hualde cita a Cooperativa B.A.U.E.N. y a Mercoteles S.A. a una reunión de conciliación. Como no hubo acuerdo propone una nueva entrevista, sin designar fecha.

     El Hotel Bauen nació con una marca de clase. A raíz de un acontecimiento histórico, diciembre del 2001, se convirtió en un símbolo. Por ello vale la pena preguntarse: ¿A quién corresponde seguir manejando su destino: a una empresa que, como quedó demostrado, es la continuidad de los que vaciaron, quebraron y abandonaron el hotel, o a sus trabajadores que de la nada y de las ruinas lo transformaron en un espacio para toda la sociedad?

Los empleados no recuperaron el hotel para sí, sino que lo transformaron en un punto de encuentro para toda la comunidad. Los trabajadores de Cooperativa B.A.U.E.N. esperan que aquellos que son los representantes del pueblo, se pongan los pantalones largos y de una buena vez pongan fin a nueve años de luchas e incertidumbres. Sería importante que al momento de votar la Ley de Expropiación, los diputados tengan en cuenta cada uno de los hechos aquí expuestos, para no legalizar con su voto el fraude de Mercoteles S.A. corresponsable del vaciamiento y quiebra del Hotel Bauen.

¡Será Justicia!


[1]Santiago O’ Donnell: Poliequipos la nave insignia del Grupo Iurcovich. Página/12, 21 de agosto de 2007.
[2]Extraído del proyecto de Ley de Expropiación de la diputada Victoria Donda.

[3]Extraído del proyecto de Ley de Expropiación de la diputada Victoria Donda.
[4]Demanda Bauen SACIC contra Banco Nacional de Desarrollo. Respuesta de la demanda.
[5]Causa Nº 8641 Bauen SACIC contra Banco Nacional de Desarrollo sobre cumplimiento de operaciones crediticias.
[6]Sentencia en la causa caratulada “Hoteles de Turismo SA contra sindicato de Luz y Fuerza – Capital Federal .Sobre retractación de oferta”. 
[7]Camilo Rascado Fernández – Carlos Aguilar Pinedo: Solari SA. Concurso preventivo. Informe General, Art. 39. Ley 24.522. 
[8]Extraído de la causa judicial Cooperativa de Trabajo Buenos Aires (Bauen) contra G.C.B.A. sobre amparo. Expediente Nº 6774/0.
[9]Del expediente judicial Solari S.A. sobre quiebra

1 comentario:

  1. me acuerdo que hace unos años yo iba a hospedarme en este hotel pero como ibamos a quedarnos mucho tiempo decidimos buscar un alquiler de departamentos en buenos aires para mayor comodidad.. espero que se haya hecho justicia con este tema y que pare de tener este tipo de cosas la Argentina

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