Por: Guillermo Berasategui
Una solicitada: Bauen Vs. B.A.U.E.N.
En una solicitada enviada, el 7 de julio de
2005, a los legisladores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que se
titula “Por la recuperación del Hotel Bauen” la empresa Mercoteles S.A. los
invita a leer la misma detenidamente, ya que expresa que en ella se reflejan
sus fundamentos políticos, filosóficos y jurídicos claramente. Resulta
estimulante ir recorriendo los párrafos de la solicitada en cuestión.
Comienza diciendo “Queremos recuperar el hotel para la gente”
Suena muy hermoso, simpático y solidario, si no fuera porque eso es algo que
hace ya mucho tiempo que los trabajadores de Cooperativa B.A.U.E.N. vienen
haciendo. Resulta imposible, por lo extenso, hacer una mención de las
actividades que todos los días del año se realizan en el hotel. Pero sí se
puede afirmar que es un espacio que tiene la comunidad para realizar muestras
de arte, debates políticos, festivales de cine, exposiciones artesanales y toda
otra actividad ligada a la cultura, entendida de una manera amplia, democrática
y solidaria.
La
empresa Mercoteles S.A. continúa su exposición expresando que: “El hotel se
ha convertido en un botín de guerra de codiciosos empresarios, oportunistas
gremiales y aventureros temerarios; y que ahora corre el riesgo de convertirse
además en víctima del autoritarismo demagógico”. Quizás el lector, al leer
esto se sobresalte, imagine que una flota de barcos piratas desembarcó en
Buenos Aires y convirtió el Hotel Bauen en la cabecera de playa de vaya a saber
uno qué loca aventura digna de Emilio Salgari. Todo muy altisonante y
grandilocuente, pero si tratamos de analizar un poco, vemos que solo es eso:
mucho ruido y pocas nueces. Y al profundizar más, se descubre que hablan de “botín
de guerra”. Nombrar esas palabras en un país con una historia como la
nuestra, donde desaparecían a una persona y todas sus cosas, desde las
cucharitas para el café hasta los hijos eran considerados “botín de
guerra” es no solo un despropósito sino una tragedia, máxime si tenemos
en cuenta que el Hotel Bauen se construyó con créditos otorgados por un
gobierno militar, en un momento que esos mismos militares necesitaban
desesperadamente lavar la fachada de una dictadura sanguinaria, desaparecedora,
siniestra y muy funcional a los intereses de muchos empresarios. También es
útil recordar que ese crédito todavía no fue pagado y desde hace más de tres
décadas está durmiendo el sueño de los justos en los expedientes judiciales.
También afirma que “Empresarios codiciosos desean quedarse con el
hotel”. ¿Ese párrafo es autobiográfico? ¿Quién lo escribió se estaba
mirando en el espejo? TODOS los empresarios son codiciosos, porque se manejan
con la lógica de la ganancia y el que no quiera atender a esa lógica sucumbe
irremediablemente. Y si de empresarios codiciosos hablamos, habría recordar que
en el expediente que se
inició con la demanda judicial se pudo probar que la empresa Bauen SA cometió
variadas irregularidades como ser la dualidad de registros contables, la
duplicidad de gastos en rendiciones de certificados, con los que trato de
cobrar de más (por no decir estafar, que suena grosero) al BANADE (Banco
Nacional de Desarrollo).
La
empresa Mercoteles S.A. prosigue acusando a “Oportunistas gremiales y
aventureros temerarios” Demuestran que no conocen la realidad en toda su
amplitud ¿Estuvieron en alguna asamblea de los trabajadores de Cooperativa
B.A.U.E.N.? ¿Dónde están los oportunistas? Sería bueno que los identificaran
con nombre y apellido para que la sociedad los conozca. Quizás ustedes prefieran
a los sindicalistas cómplices de la patronal que no dudaron en darles la
espalda a los trabajadores del Bauen cuando se quedaron en la calle. Por último
mencionan al “Autoritarismo demagógico” y la verdad es que de eso no nadie sabe nada, sí hay en los
salones y pasillos del B.A.U.E.N. mucha gente con la ideología más variada,
pero eso también ocurre en la sociedad y ya es una norma de esta democracia que
supimos conseguir. El único rasgo de autoritarismo que recuerdan los antiguos
empleados del Bauen es el que, cuando trabajaban a las órdenes de Marcelo
Iurcovich, que entre tantas otras cosas, no les permitía visitar el hotel los
días feriados, ni siquiera para tomar un café con la familia.
Un
párrafo más adelante les solicitan a los señores legisladores que los ayuden a “Alejar
ciertos fantasmas como el de la inseguridad jurídica, la demagogia
sensacionalista y el oportunismo rapaz disfrazado de ley de expropiación” Que
cosa extraña, cuando los empresarios hablan de inseguridad jurídica es solo
cuando algo puede llegar a lesionar sus intereses sectoriales. Porque no se
acordaron de la seguridad jurídica cuando despedían sistemáticamente a los
empleados del hotel para volver a reincorporarlos en el mismo trabajo, pero
bajo otra empresa que casualmente era del mismo dueño, haciéndoles perder
beneficios sociales que a la clase trabajadora tanto le ha costado conseguir.
En cuanto a lo de “Oportunismo rapaz disfrazado de ley de expropiación” consideren
que la única manera que existe de expropiar al alguien, es que ese alguien sea
propietario de algo y para eso: primero deberían abonar la deuda que tienen con
el Estado nacional pagando el crédito que oportunamente le otorgo el BANADE,
levantar las ocho hipotecas que todavía hoy, después de tantos años, pesan
sobre el hotel y recién ahí discutir todo lo demás.
Apela a la sensibilidad ciudadana expresando “Al igual que a ustedes,
no nos gusta ver fabricas abandonadas, convertidas en exclusivos lofts y
exclusivos shoppings”. El Hotel Bauen nació como un hotel cinco estrellas,
se supone que un hotel de esas características no es ni masivo, ni popular. Es
un hotel para exclusivos, la historia no miente, hay que saber leerla. Visiten
las páginas con los nombres de los pasajeros del Bauen desde que nació. Recién
con la gestión de la Cooperativa B.A.U.E.N. se transformó en un punto de
encuentro para todos los sectores sociales y todas las actividades. En cuanto a
lo de ver fabricas abandonadas, deberían recordar que fueron ustedes los que
abandonaron el Hotel Bauen a su suerte, luego de endeudarlo, vaciarlo y
llevarlo a la quiebra.
Analiza el período menemista como si para esa fecha el Bauen S.A. y
sobre todo sus más que beneficiados propietarios, hubiesen estado radicados en
Saturno, hablan de “Desindustrialización y destrucción sistemática de las
fuentes de trabajo”. Esa etapa, quizás la más negra para los trabajadores
argentinos donde las patronales aprovecharon la crisis para descargarla sobre
la clase obrera. “Flexibilizar” en idioma patronal fue empeoramiento de las
condiciones salariales y de trabajo. “Aumento de la productividad” fue de hecho
rebaja del salario y mayor ganancia para las patronales. Ironías de la vida: ¿Donde estaban el 28 de
diciembre de 2001 cuando el Hotel Bauen cerró sus puertas y todos los
trabajadores quedaron en la calle sin siquiera una explicación, en un momento
que el país estaba en llamas y necesitaba más que nunca gente comprometida con
el trabajo (del que hoy pretenden transformarse en adalides) y el esfuerzo?
Mercoteles S.A. aduce que “Hasta no hace mucho tiempo, la Ciudad de
Buenos Aires tenía solo algunos hoteles de categoría internacional y la
ocupación apenas llegaba al 50%. Hoy, el llamado boom del turismo despertó el
apetito de las grandes cadenas internacionales que han venido a establecerse
para disfrutar de una casi plena ocupación” ¡Acá está la frutilla del
postre! ¿Solamente el apetito de las grandes cadenas? Señores a ustedes les
interesa el hotel ahora que volvió a ser un negocio rentable. Cuando había que
poner el hombro, aceptar riesgosos e impredecibles desafíos, realizar
inversiones y trabajar para el país, prefirieron abandonar el hotel y dejar a
los trabajadores a la deriva, haciendo el cálculo más mezquino de sus vidas.
Parafraseando a Bernardo de Monteagudo se podría decir que “¡Están llorando
como mujeres lo que no supieron defender como hombres!”
No
tiene ningún reparo en decir: “El Hotel Bauen puede competir a esos niveles
solo necesita tener la oportunidad de demostrarlo, generando divisas y empleo
sostenible en el tiempo, una cualidad mucho más ventajosa aunque sin duda,
menos sensacionalista que algunas aventuras cooperativas” Que esto lo digan
quienes por años mantuvieron a los empleados del hotel en la más absoluta
inseguridad laboral, negándoles no solo la posibilidad de sindicalizarse, sino
inclusive de utilizar el hotel o conocer otra área que no sea la del trabajo
especifico, recortando derechos laborales y sociales. Si no fuera porque fue
una tragedia resultaría cómico. Pero hay más, hablan de generar divisas y
empleos y la fría estadística dice que generó muchos más puestos de
trabajo la Cooperativa B.A.U.E.N. qué Hotel Bauen SA en toda su historia. En
sus momentos de esplendor Hotel Bauen llego a tener doscientos empleados, hoy
la cooperativa, que comenzó con veinte empleados, tiene más de ciento sesenta y
todavía no llegó a su techo. Dónde ustedes ven una “aventura cooperativista”,
los trabajadores le dijeron sí a la aventura de trabajar libremente, en
camaradería y crear nuevos puestos de trabajo sin explotación, los trabajadores
del Bauen no dudaron en invertir (llevan invertidos más de cinco millones de
pesos) para valorizar y sacar el hotel adelante. De lo que no cabe ninguna duda
es que ustedes son expertos en “generar divisas”, la historia les da
toda la razón: Obtuvieron un millonario crédito que jamás devolvieron, nunca
gastaron una moneda en concepto de A.B.L., la deuda millonaria con el Gobierno
de la Ciudad se la tuvo que condonar Macri (quizás por solidaridad de clase o
porque sabía que no la iba a cobrar nunca) Durante la época de esplendor del
negocio del turismo, la recaudación fue millonaria, de la cual jamás
reinvirtieron absolutamente nada. Fueron los pioneros del Tiempo Compartido en
la Argentina, con el que hicieron mucho dinero y prestaron muy pocos servicios.
La lista de “picardías” es demasiado extensa como para seguir.
No
tiene ningún inconveniente en asentar por escrito y en negritas: “Nosotros
somos trabajadores empresarios argentinos” No se puede ser trabajador y
empresario al mismo tiempo, pero ¡Por favor! No ensucien las palabras, un
trabajador es otra cosa, ustedes son especialistas en especulación y evasión.
Mercoteles S.A. se da el lujo de parafrasear a Proudhon y hasta les
parece poco serio que se hable de “obreros sin patrón”. Qué cosa ¿Dónde
estuvieron los últimos diez años? ¿Cuantos ejemplos de fábricas vaciadas,
quebradas y destruidas por sus propios dueños hay, que hoy producen gracias a
que están en manos de “obreros sin patrones”?
Se podría seguir “Leyendo detenidamente” como
aconseja Mercoteles S.A. desde la solicitada, pero ya no vale la pena, las
cosas están claras y la historia se encargó de demostrarnos quién es quién. Es
más en el colmo de las ironías la solicitada la firman Susana Beatriz Esposito,
apoderada de Mercoteles S.A. y Gerardo Mario Palomero apoderado de Bauen S.A.,
pero como ¿Gerardo Mario Palomero no aparece en la Web como apoderado de
Mercoteles S.A.?
Susana Beatriz Esposito es la misma persona que el
viernes 17 de junio de 2011, el PRO presentó como su candidato para la Comuna 6
Caballito en un evento que tuvo lugar en el salón de la confitería el Greco.
Ocupaba el cuarto lugar en la lista y fue presentada como abogada, escribana y
licenciada en seguridad. En realidad, según el Boletín Oficial Nº 31.544 del 2
de diciembre de 2008, la señora Esposito es dueña de una empresa que entre
otras cosas se dedica a la “Comercialización, distribución, importación y
exportación de materias primas y productos elaborados referidos a la industria
y accesorios destinados a fuerzas de seguridad”. El lector suspicaz se
preguntará ¿Habrá tenido algo que ver con las pistolas “picanas” eléctricas con
las que el “Fino” Palacios quería equipar a la Policía Metropolitana?
Un poco antes de que estas líneas vean la
luz, en los medios sale la noticia de la expropiación de YPF por parte del
Gobierno nacional. En los considerandos de la ley se menciona, entre otras
cosas, la utilidad pública. Este articulo ha demostrado hasta el hartazgo la
complicidad de Mercoteles S.A. con los originales propietarios del Hotel Bauen,
¿Más claro? Mercoteles es otra de las tantas empresas fantasmas de Marcelo
Iurcovich; resulta más que obvio, a esta altura de los acontecimientos, que
ellos NUNCA pagaron el crédito que oportunamente les dio el BANADE; en sede
judicial se ha demostrado fehacientemente todos y cada uno de los ilícitos y
evasiones que perpetro Marcelo Iurcovich. A la vista está el titánico esfuerzo
desplegado por los trabajadores del Hotel Bauen para ponerlo en marcha y
generar nuevas fuentes de trabajo sin corrupción; para generar un espacio
plural para la comunidad y dar el ejemplo que con tenacidad y trabajo SE PUEDE. Solo se necesita saber, que
otra cosa hace falta para que el Congreso de la Nación lo declare de utilidad
pública y le dé, de una vez por todas, la titularidad a los verdaderos dueños: los
trabajadores del Hotel Bauen. Señores miembros del Congreso, legislen
mirando los verdaderos intereses nacionales, premiando el trabajo y castigando
el negociado y la especulación. Solo así podrán ser los dignos representantes
de una sociedad que los mira esperando una señal y una luz de esperanza.
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