RÍO NEGRO | DANIEL ROJAS
Un insólito caso ocurrió en una escuela del interior profundo de Río Negro donde una maestra terminó rociada con agroquímicos por el operario de una maquinaria que trabajaba en una cercana plantación de soja.
La docente salió del centro educativo para advertir al operario del "mosquito", que estaba fumigando una plantación de soja, sobre el impedimento legal de hacerlo a determinada distancia de la escuela.
Lejos de lograr que la maquinaria detuviera su paso, esta se acercó aun más hasta que la docente sufrió en carne propia la aplicación de la peligrosa sustancia.
Se trata de la maestra Silvia Nobelasco, directora de la escuela 30 de Rolón, que está ubicada entre Sarandí de Navarro y Grecco.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca inició una investigación
de lo sucedido y reconoció la irregularidad del maquinista.
Hay por lo menos cinco escuelas de Río Negro, entre ellas La Palma, Islas de Argüelles y Portones de Haedo y Nueva Mehlem, que conviven con plantaciones de soja hasta en el patio escolar, donde además las fumigaciones son habituales.
La Inspectora de Primaria Celeste Cruz informó a El País que se solicitó un informe al inspector de zona, que concurrió al lugar para averiguar lo sucedido.
"El mismo día que ocurrieron los hechos tuvimos el informe de la propia maestra", precisó la jerarca de Primaria, quien aclaró que por acción de los propios vecinos "el tema llegó a oídos del intendente y este a su vez se comunicó con el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre". Sobre el estado de salud de la docente, Celeste Cruz, informó que no existe solicitud de licencia de médica, por lo que supone que el hecho está superado.
"TEMA COMPLEJO". El intendente de Río Negro Omar Lafluf, se enteró del episodio y tras confirmar el hecho, se comunicó con las autoridades competentes.
"Es un tema complejo pero que está regulado. Esto es grave y seguramente será multada la empresa, que ya fue identificada", dijo Lafluf a El País.
Inocencio Bertoni, director general de Servicios Agrícolas del ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, informó que la respuesta "fue instantánea", haciéndose un procedimiento interno.
"Algunos de los funcionarios que están destacados a trabajar en estos temas se encontraban cerca de la zona y en la misma tarde se procedió a una inspección en la que se constató que hubo una aplicación", informó el jerarca.
Bertoni aclaró que el ministerio sigue trabajando sobre el hecho y ya notificó a la empresa involucrada que no cumplió con la normativa vigente sobre las distancias de aplicación tanto en los centros poblados como en escuelas rurales, recordando que la zona de exclusión se extiende desde 300 a 500 metros a la redonda.
El técnico que hizo la inspección tomó nota de los químicos empleados y constató que ninguna de las tres sustancias está prohibida en el país.
Un insólito caso ocurrió en una escuela del interior profundo de Río Negro donde una maestra terminó rociada con agroquímicos por el operario de una maquinaria que trabajaba en una cercana plantación de soja.
La docente salió del centro educativo para advertir al operario del "mosquito", que estaba fumigando una plantación de soja, sobre el impedimento legal de hacerlo a determinada distancia de la escuela.
Lejos de lograr que la maquinaria detuviera su paso, esta se acercó aun más hasta que la docente sufrió en carne propia la aplicación de la peligrosa sustancia.
Se trata de la maestra Silvia Nobelasco, directora de la escuela 30 de Rolón, que está ubicada entre Sarandí de Navarro y Grecco.
Hay por lo menos cinco escuelas de Río Negro, entre ellas La Palma, Islas de Argüelles y Portones de Haedo y Nueva Mehlem, que conviven con plantaciones de soja hasta en el patio escolar, donde además las fumigaciones son habituales.
La Inspectora de Primaria Celeste Cruz informó a El País que se solicitó un informe al inspector de zona, que concurrió al lugar para averiguar lo sucedido.
"El mismo día que ocurrieron los hechos tuvimos el informe de la propia maestra", precisó la jerarca de Primaria, quien aclaró que por acción de los propios vecinos "el tema llegó a oídos del intendente y este a su vez se comunicó con el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre". Sobre el estado de salud de la docente, Celeste Cruz, informó que no existe solicitud de licencia de médica, por lo que supone que el hecho está superado.
"TEMA COMPLEJO". El intendente de Río Negro Omar Lafluf, se enteró del episodio y tras confirmar el hecho, se comunicó con las autoridades competentes.
"Es un tema complejo pero que está regulado. Esto es grave y seguramente será multada la empresa, que ya fue identificada", dijo Lafluf a El País.
Inocencio Bertoni, director general de Servicios Agrícolas del ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, informó que la respuesta "fue instantánea", haciéndose un procedimiento interno.
"Algunos de los funcionarios que están destacados a trabajar en estos temas se encontraban cerca de la zona y en la misma tarde se procedió a una inspección en la que se constató que hubo una aplicación", informó el jerarca.
Bertoni aclaró que el ministerio sigue trabajando sobre el hecho y ya notificó a la empresa involucrada que no cumplió con la normativa vigente sobre las distancias de aplicación tanto en los centros poblados como en escuelas rurales, recordando que la zona de exclusión se extiende desde 300 a 500 metros a la redonda.
El técnico que hizo la inspección tomó nota de los químicos empleados y constató que ninguna de las tres sustancias está prohibida en el país.
El País Digital Jueves 26.04.2012
Los mosquitos
se pasean por
las ciudades
y el peligro
no es el
dengue
Desde hace 61 años que
se celebra el 7de abril como Día Mundial de la Salud. Este día brinda una
oportunidad para centrar la atención en importantes cuestiones de salud pública
que afectan a toda la comunidad.
Desde hace años el Ministerio de Salud Pública viene llevando
a cabo una campaña para controlar al mosquito Aedes aegypti, transmisor del
virus que provoca una peligrosa enfermedad llamada dengue. Hasta ahora, todos
los casos de pacientes con esta enfermedad han llegado a Uruguay contagiados en
otros países y afortunadamente no se han constatado muertes en nuestro país
transmitidas por este mosquito.
Sin embargo en muchos pueblos del interior hay otro tipo de
“mosquitos”, tanto o más peligrosos que el Aedes aegypti. Nos referimos a las
maquinarias aplicadoras de agrotóxicos, denominadas popularmente como
“mosquitos” por tener unos “brazos” muy largos, como los del insecto, que les
permite expandirse a varios metros por ambos costados.
Estas máquinas son utilizadas básicamente para aplicar
agrotóxicos en los cultivos de soja transgénica, que año a año se expande a
pasos agigantados, superando esta última zafra el millón de hectáreas sembradas.
Los “mosquitos” se han convertido en parte del paisaje de las
zonas cultivadas con soja transgénica y ya no son solo una herramienta utilizada
en este cultivo, sino que han pasado a ser otro “vehículo” que se desplaza por
las zonas rurales y urbanas del interior.
Tal es así que en plena ciudad de Durazno, a apenas 10
cuadras de la plaza principal, se encuentra un depósito en medio de un barrio
densamente poblado, donde cada mañana salen de un galpón un par de “mosquitos”
que hacen su recorrido por el barrio hasta llegar a los cultivos, para regresar
por la tarde a ser nuevamente alojados en el galpón.
Demás está decir que a su regreso estos “mosquitos” traen
consigo residuos de los agrotóxicos que han sido utilizados en las aplicaciones.
A su entrada al galpón son rigurosamente lavados y el agua contaminada con
agrotóxicos escurre por calles donde los niños juegan en las veredas. Es decir,
que la contaminación no solo es esparcida mientras los mosquitos circulan por
las calles de la ciudad, sino que además es difundida con el agua que corre por
las calles, contaminando todo lo que esté a su paso.
Este caso concreto denunciado en Durazno y Rio Negro no es una excepción,
sino que la circulación de “mosquitos” se ha convertido en un hecho común en
ciudades y pueblos del interior en zonas cercanas a los monocultivos de soja.
Sin embargo, no por ser un hecho “común” esto deja de ser gravísimo.
Es claro que la circulación, el lavado y el depósito de los
“mosquitos” en zonas pobladas atentan contra la salud de su población, situación
que puede convertirse en un problema de salud pública si no se toman medidas
para prohibir la circulación de estas maquinarias en zonas urbanas , pobladas y fuera de los perímetros escolares.
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