Por: Guillermo Berasategui
El fantasma que amenaza al Hotel Bauen no es el de la tradicional sábana blanca. La amenaza se llama Mercoteles S.A., una verdadera empresa fantasma. Ésta es su historia.
Mercoteles S.A., la firma que dice ser la
dueña del Hotel Bauen, no nació por generación espontánea: hay un largo camino
detrás que comienza con el nacimiento del Hotel Bauen S.A. El mismo se
construyó para la Copa Mundial de Fútbol Argentina 1978 con un crédito blando
otorgado por la dictadura militar, a través del Banco Nacional de Desarrollo
(BANADE), a Marcelo Iurcovich, un empresario con fluidos contactos con la
Armada Argentina. El hotel se edificó en tiempo record pero el crédito nunca
fue pagado.
En el medio, Bauen S.A. presentó balances y
documentación falsa para cobrar los certificados de construcción. Como si fuera
poco, Marcelo Iurcovich tenía un vicio: cambiar el nombre de su firma para que
los empleados pierdan derechos y beneficios sociales, lo que originó una amplia
red de empresas fantasmas que, entre otras cosas, lo ayudaron a evadir.
También acumuló una voluminosa deuda con el Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires (G.C.B.A) en concepto de A.B.L. En 1997 anunció la venta del hotel
al grupo chileno Solari S.A., en una operación cuanto menos dudosa, como
detallaremos más adelante. Cuatro años más tarde Solari presentó la quiebra, Iurcovich
ofreció devolver el dinero de la seña para que le restituyan la propiedad. La
Justicia aceptó el ofrecimiento, pero Iurcovich nunca reintegró nada.
Sorpresivamente en el 2004 la familia anunció que había vendido la propiedad a
Mercoteles S.A.
Si
la Justicia se hubiese encargado de investigar correctamente habría encontrado,
sin demasiada dificultad, que entre Bauen S.A. y Mercoteles S.A. hay un íntimo
hilo conductor: los mismos personajes que figuraron sucesivamente en los más
altos puestos de Mercoteles S.A. son familiares de Marcelo Iurcovich o aparecen
alternativamente como directivos o apoderados en las dos empresas. Es decir,
las dos firmas tienen los mismos dueños.
Se
podrá objetar que ser familiar de Marcelo Iurcovich no constituye delito alguno
y es cierto, pero si se bucea en la historia del Bauen se encontrará, por
ejemplo, que el recientemente fallecido Samuel Israel Kaliman, cuñado de
Marcelo Iurcovich, que llegó a ser director suplente de Mercoteles S.A. al
declarar ante el juez no supo decir:
· Quiénes integraban el directorio
de Mercoteles (es decir no supo nombrar a sus propios compañeros de trabajo).
· No tenía idea de cuándo se
reunía ese mismo directorio (o sea que no sabía qué días trabajaba).
· Se contradijo al decir que
Mercoteles le había alquilado el hotel a la cooperativa B.A.U.E.N. y que esa
entidad nunca pagó el alquiler. Ni siquiera pudo mostrar el contrato de
alquiler, simplemente porque ese documento no existe. Apenas logró balbucear
algunas frases desconectadas y la mayoría de ellas imprecisas y sin sentido.
Esto y muchas otras cuestiones que figuran en
la causa judicial demostrarían claramente que Kaliman era un simple testaferro
de Marcelo Iurcovich o, como se ha dicho, que Mercoteles es una empresa fantasma
creada por la familia Iurcovich para recuperar el hotel sin tener que enfrentar
a la Justicia.
¿Más pruebas? El actual presidente de
Mercoteles S.A., Hugo Iurcovich, es el hijo y sucesor de Marcelo Iurcovich.
Hugo, heredero de Bauen S.A., es el presidente de la empresa que reclama la
propiedad del Hotel Bauen ¿Casualidad?
Mercoteles S.A. los
orígenes:
Si se profundiza en la investigación se
encontrará que Mercoteles S.A. se constituyó como sociedad el 20 de junio de
2001 con el aporte de 10.000 acciones de $10 cada una: un capital total de
100.000 pesos. Marcelo Gardella, ya se verá qué rol ocupa, suscribe cien
acciones e integra el 25% del capital: o sea, doscientos cincuenta pesos en
efectivo. Juan Carlos Hernández suscribe nueve mil novecientas acciones e
integra otro 25%: 24.650 pesos, también en efectivo. Total del dinero aportado
en moneda constante y sonante: $25.000 en efectivo.
El 75% restante de
la capitalización podía ser satisfecho en dinero en efectivo, dentro de los dos
años contados desde la fecha de inscripción del referido estatuto. Cinco días
después, Mercoteles S.A. “compró” el Hotel Bauen valuado en $30.000.000. A partir de ahí no se
le conoce ninguna actividad comercial o laboral.
Por si no se entendió: la empresa se
constituyó con $25.000 y cinco días después compró el Bauen, valuado en 120
veces su capital. Resulta evidente el desfasaje entre el capital inicial y la
supuesta operación. Esta venta recién fue anunciada el 10 de diciembre de 2004,
cuando los trabajadores ya hacía
rato que habían recuperado y puesto en marcha el hotel. ¿Por qué tardaron tanto
en anunciar la venta? ¿Qué intereses ocultos impidieron anunciarla en tiempo y
forma?
En
el Acta Constitutiva de Mercoteles S.A. los recientemente mencionados figuran
como:
· Presidente: Marcelo Hilario Gardella
· Director Suplente: Juan Carlos Hernández
Ambos
personajes, con problemas en la Justicia argentina como en la uruguaya donde se
los investiga por evasión fiscal y lavado de dinero. Más claro: Hernández tiene una causa por representar a una empresa off shore uruguaya que compró
propiedades en Buenos Aires estando radicada en Chubut, en un intento de eludir
a la Inspección General de Justicia (IGJ). (Resolución 8/03, 12/03 y 2/05).Gardella
tuvo en Uruguay una causa por lavado de dinero.
Como se ha dicho, otro antecedente de peso es la costumbre de Marcelo
Iurcovich de cambiar permanentemente la razón social de sus empresas, no solo
para que los empleados pierdan beneficios sociales, sino también para evadir a
la justicia. El caso más paradigmático es el de Poliequipos SAICIMSA, una
empresa dedicada al mantenimiento y equipamiento de hospitales y cuyo principal
cliente era el Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires.
El 30 de junio de 2005 en el Hospital
Santojanni, de la Ciudad Autónoma, murieron tres personas. Habían dejado de
funcionar todos los respiradores de terapia intensiva. El periodista Santiago
O’ Donell investigo el caso y
escribió en el matutino “Pagina/12”[1]
que el hijo de uno de los fallecidos, Alberto Tromboli, puesto a investigar el tema comprobó que la empresa siguió
prestando servicios bajo nombres diferentes. A saber: de Poliequipos pasó a
llamarse Indaltec S.A.; de allí su nombre derivó a Divelux S.A. y posteriormente se transformó en
Compañía Industrial de Mantenimientos y Servicios. Todas, absolutamente todas,
eran de Marcelo Iurcovich y realizaban el mismo trabajo. Además del nombre de
las firmas, el único cambio que realizó fue el letrero en la ropa de los
obreros.
Basados en estos y otros elementos que sería
largo seguir enumerando, queda expuesto el modus
operandi de Marcelo Iurcovich, que se repite en los casos de Bauen S.A. y Mercoteles
S.A., que se podría denominar como empresa
fantasma, o lo que vulgarmente se dice “un helado de pollo”: ¡no existe!
Diferentes gobiernos -
iguales medidas:
Durante el gobierno de Fernando de la Rúa,
el Ministerio de Economía, a cargo de José Luis Machinea, implementó un plan de
facilidades de pago mediante la Resolución Nº 831 del año 2000, por el cual se
aprobó un plan de regularización de morosos para los deudores del ex BANADE, a
cuya moratoria no se acogió la empresa BAUEN S.A. Así, queda registrado que no
estaba entre sus intenciones cancelar la deuda contraída con el Estado.
Es importante
recordar que BAUEN S.A. adeuda al Estado nacional al 12 de marzo de 2007, solo
en virtud de la falta de pago de los préstamos otorgados por el BA.NA.DE, la
suma de $8.616.524,87 de acuerdo
a la última liquidación practicada en los autos "BAUEN SACIC C/ BANCO
NACIONAL DE DESARROLLO S/CUMPLIMIENTO DE OPERACIÓN CREDITICIA"[2].
Asimismo vale la pena recordar que el 22 de febrero de 2001, también
bajo el gobierno de Fernando de la Rúa, la Justicia decretó la quiebra de la
empresa Solari S.A., que hasta ese momento administraba el hotel. La causa
comenzó a acumular pruebas y reclamos de los acreedores en el Juzgado Comercial
número 9, secretaría 18, a cargo del juez Javier Dubois, en un proceso que
culmina en diciembre de 2001, con la quiebra de Solari S.A.
El “socio”
trasandino:
Solari S.A. había comenzado a comprar el inmueble del Hotel Bauen, en
una operación por lo menos dudosa, (compró un edificio hipotecado, le dieron la
posesión con solo el 10% del anticipo, cuando lo normal es del 25 al 30% y para
ello suscribió un boleto de compra/venta frustrado: sólo pagó algunas cuotas a
Iurcovich, quien reclamó ante el juez la nulidad del contrato).
Tras la quiebra, Iurcovich ofreció devolver
los cuatro millones de dólares recibidos (de los 12 millones de dólares que
cotizaba el total de la venta) a cambio de que la Justicia le restituyera el
inmueble. El juez accedió al pedido, pero Iurcovich nunca pagó. Así las cosas,
legalmente la propiedad no es de nadie: el que la compró no terminó de pagarla
y el que la vendió no restituyó nunca lo cobrado al fondo de la quiebra.
Semejante situación genera una indefinición legal sobre a quién le pertenece el
inmueble. En el medio de ese proceso los trabajadores recuperaron el hotel de
las cenizas, invirtieron más de cinco millones de pesos para ponerlo en
funcionamiento, lo abrieron y lo recobraron para la comunidad, generaron
puestos de trabajo y lo autogestionaron exitosamente, convirtiéndose así en sus
legítimos propietarios.
En
su sistemática campaña contra la Cooperativa B.A.U.E.N., Mercoteles S.A. y el
doctor Gerardo Mario Palomero, indistintamente apoderado de Bauen S.A. y
Mercoteles S.A., insisten en que el hotel no está habilitado y por lo tanto es
un peligro para los pasajeros, los trabajadores y la sociedad. Sin embargo, por
orden del juez Roberto Gallardo, en la causa “Cooperativa de Trabajo Buenos
Aires (B.A.U.E.N.) contra GCBA sobre amparo (articulo 14 CCABA) expediente Nº
6774/1 del 17 de junio de 2005, el hotel fue habilitado y cuenta con las normas
de seguridad necesarias para su normal funcionamiento.
Los hechos, hechos son:
Como la trama es compleja, éstos son,
sintetizados, algunos de los hechos que nadie debería desoír en torno al hotel
Bauen.
1976:El grupo Bauen – integrado en aquel momento por Marcelo Iurcovich,
Gregorio Rubens, la empresa Poliequipos y Hoteles de Turismo– pidió al ex
BANADE un crédito por 37 millones de dólares. Seis años después ese préstamo
derivó en un juicio cruzado.
24/01/1977: Bauen SA presenta el certificado Nº1 de equipamiento y Nº1 de acopio y
obra civil por las sumas de $ 31.147.632 y $ 224.150.380, cursándose los mismos
el 03/02/1977 al BANADE. Aquí se descubre la doble contabilidad presentada por
Bauen S.A[3].
31/10/1978: Bauen S.A. presenta al BANADE un balance falso. Sus deficiencias fueron
informadas al Banco en la inspección del 27/07/1979 por una persona de nombre
Sáez Rico[4].
07/03/1979: De sus obligaciones, Bauen S.A. cumplió con la que respondía al “Interés Público”: construir
en plazo el hotel de cinco estrellas en la ciudad de Buenos Aires para el
Campeonato Mundial de Fútbol 1978. No cumplió con la de amortizar el capital y
los intereses, pues solo efectuó algunos pagos hasta el 07/03/1979[5].
27/03/1980: La firma Hoteles de Turismo declara que fue fundadora y accionista de
Bauen S.A., retirándose ese día y transfiriendo sus acciones a Ramsay S.A.,
quien junto con Bauen S.A., Poliequipos S.A. y Corman S.A. forman un conjunto
económico[6]
1980: El BANADE le inicia juicio a Bauen S.A. en demanda del pago de los
créditos.
24/01/1997: Solari S.A. y Bauen S.A. celebran un contrato de compra-venta del
edificio de la avenida Callao 360. El precio de la operación fue de U$S
12.995.000, y la posesión con el 10 % del precio pactado el 28/02/1997[7]
07/02/2000: La
sociedad de origen chileno Solari S.A., se presenta en convocatoria de
acreedores en el Juzgado Comercial número 9, a cargo del doctor Javier Dubois.
22/02/2001: La
justicia decreta la quiebra de la empresa Solari S.A., que hasta ese momento
administraba el hotel.
20/06/2001: Se
inscribe ante la Inspección General de Justicia
la firma Mercoteles S.A.
25/06/2001: Cinco días después de constituida (con $ 25.000) Mercoteles S.A. compra,
sin desembolsar nada, el Hotel Bauen S.A. tasado en $30.000.000
28/12/2001: Se decreta la quiebra y cesa en sus actividades el Hotel Bauen.
21/03/20003: Los trabajadores toman el edificio con una sola consigna: “Ocupar,
Resistir, Producir”. En ese marco, el juzgado resuelve otorgar la tenencia
precaria por sesenta días a favor de la cooperativa Buenos Aires Una Empresa
Nacional B.A.U.E.N.
17/06/2005: El juez Gallardo hace lugar a una medida
cautelar y ordena al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que dé
curso al trámite de habilitación pertinente[8].
Mayo de 2006: La jueza Carla Cavaliere aprueba oficialmente la suspensión de la orden
de clausura. Los trabajadores pueden entonces trasladarse dentro y fuera del
hotel de forma libre y legal.
20/07/2007: La justicia, en primera instancia, determina que la empresa Mercoteles
S.A. es la propietaria del Hotel Bauen. Les da un plazo de 30 días a los
trabajadores para desalojarlo, medida que apelan.
20/05/2008: La justicia falla en segunda instancia a favor de Mercoteles S.A.
04/06/2008: La diputada Victoria Donda presenta un proyecto de Ley de Expropiación
del Hotel Bauen.
21/04/2009: Los trabajadores presentan un recurso de queja, rechazado en primera
instancia y en la Cámara de Apelaciones[9].
05/07/2011: La Suprema Corte de Justicia falla en contra de los trabajadores del
Bauen y a favor de Mercoteles S.A., a quién reconoce como la propietaria del
inmueble.
19/04/2012: La jueza Paula
Hualde cita a Cooperativa B.A.U.E.N. y a Mercoteles S.A. a una reunión de
conciliación. Como no hubo acuerdo propone una nueva entrevista, sin designar
fecha.
El
Hotel Bauen nació con una marca de clase. A raíz de un acontecimiento
histórico, diciembre del 2001, se convirtió en un símbolo. Por ello vale la
pena preguntarse: ¿A quién corresponde seguir manejando su destino: a una
empresa que, como quedó demostrado, es la continuidad de los que vaciaron,
quebraron y abandonaron el hotel, o a sus trabajadores que de la nada y de las
ruinas lo transformaron en un espacio para toda la sociedad?
Los empleados no recuperaron el hotel para
sí, sino que lo transformaron en un punto de encuentro para toda la comunidad.
Los trabajadores de Cooperativa B.A.U.E.N. esperan que aquellos que son los representantes
del pueblo, se pongan los pantalones largos y de una buena vez pongan fin a
nueve años de luchas e incertidumbres. Sería importante que al momento de votar
la Ley de Expropiación, los diputados tengan en cuenta cada uno de los hechos
aquí expuestos, para no legalizar con su voto el fraude de Mercoteles S.A.
corresponsable del vaciamiento y quiebra del Hotel Bauen.
¡Será Justicia!
[1]Santiago O’
Donnell: Poliequipos la nave insignia del Grupo Iurcovich. Página/12, 21 de
agosto de 2007.
[2]Extraído del proyecto de Ley de Expropiación
de la diputada Victoria Donda.
[3]Extraído del proyecto de Ley de Expropiación
de la diputada Victoria Donda.
[4]Demanda Bauen SACIC contra Banco Nacional de
Desarrollo. Respuesta de la demanda.
[5]Causa Nº 8641 Bauen SACIC contra Banco
Nacional de Desarrollo sobre cumplimiento de operaciones crediticias.
[6]Sentencia en la causa caratulada “Hoteles de
Turismo SA contra sindicato de Luz y Fuerza – Capital Federal .Sobre
retractación de oferta”.
[7]Camilo Rascado Fernández – Carlos Aguilar
Pinedo: Solari SA. Concurso preventivo. Informe General, Art. 39. Ley
24.522.
[8]Extraído de la causa judicial Cooperativa de
Trabajo Buenos Aires (Bauen) contra G.C.B.A. sobre amparo. Expediente Nº
6774/0.
[9]Del expediente judicial Solari S.A. sobre
quiebra
me acuerdo que hace unos años yo iba a hospedarme en este hotel pero como ibamos a quedarnos mucho tiempo decidimos buscar un alquiler de departamentos en buenos aires para mayor comodidad.. espero que se haya hecho justicia con este tema y que pare de tener este tipo de cosas la Argentina
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