sábado, 4 de abril de 2020

Ollas populares

Una mano a los mas jodidos







Mar 30, 2020 LA REPÚBLICA uy

Las ollas populares se multiplican por Montevideo y el país, como una manera de ayudar a paliar la crisis. La gesta solidaria, de vecinos que salen a dar una mano sin preguntar a quién; sindicalistas que vuelcan horas de trabajo diario a la acción social, y militantes de izquierda que convierten el trabajo social en causa política, son como lo fueron en otros momentos históricos del Uruguay, la herramienta más efectiva para ayudar a los que la están pasando mal. Todo arrancó al poco de conocerse los primeros casos positivos de coronavirus (Covid-19) y la declaración de emergencia sanitaria por parte del gobierno.Uruguay sufrió una ralentización en la economía que se tradujo en el número récord de solicitudes de envío al seguro de desempleo que recibió el Banco de Previsión Social (BPS).

Según la información actualizada al jueves 26 de marzo, se enviaron 70.149. De ese número, 57.025 fueron por el motivo de suspensión, 5.713 por despido y 6.076 por reducción. A esto habría que sumarle la cantidad de personas que trabajan en la informalidad y no tendrían derecho al seguro de paro. La situación ha generado emergencia en los barrios y el resurgimiento de las ollas populares, como en Barros Blancos, donde un grupo de jóvenes se organizó junto a los vecinos para comenzar a distribuir alimentos.

El número ha ido aumentando estas iniciativas de ollas populares. en diferentes barrios y clubes deportivos. El trabajo de organización generalmente surge de los propios vecinos


La mayoría de quienes asisten «son trabajadores informales que vivían de la diaria y ahora el sustento se les vino abajo y están en esta situación». En Santa Lucía, al igual que en Barros Blancos, se realizan envíos a domicilio para las personas mayores y «jefas de hogar que tienen niños a cargo».

«La olla funciona hace 21 años de forma ininterrumpida», declaró Gustavo Fernández, del Centro Social Galpón de Corrales, de Villa Española. De todas formas, «ahora vamos a reforzar». En el Centro además del comedor popular, funcionan una radio comunitaria, una cooperativa de viviendas y na biblioteca.

«Esta situación la vivimos en el 2002 cuando empezaron a surgir ollas por la crisis, tomamos la posta en ese entonces y ahora vemos que se viene la misma situación social, una crisis que va a golpear a los trabajadores», reflexionó Fernández, y señaló que «es costumbre de nuestro pueblo ponerle el hombro en esta situación».

De todas formas, a la gente que normalmente acude al comedor se le sumaron muchas personas obreras y del barrio, además de vecinos «de sectores precarios e informales, clasificadores y cuidacoches, y después viene mucha gente de la calle y refugios».


 >>> Gente sin trabajo

Antes y después del coronavirus

Nuevos miles de uruguayos sin trabajo y gente durmiendo en la calle y hurgando contenedores para 
vivir


Las ollas populares no son símbolos de caridad, son símbolo de solidaridad entre trabajadores. Para muchos padres y madres es muy doloroso no poder satisfacer las necesidades básicas.



24/03/2020
El regreso de las ollas populares y las colas para recibir comida en escuelas
Desde el inicio de este gobierno se pidieron más de 52 mil envíos al seguro de paro en BPS. La llegada del coronavirus aceleró una crisis que desempolvó viejas formas de asegurar el sustento


Desde el 1° de marzo y hasta el lunes 23 el Banco de Previsión Social (BPS) recibió 52.060 solicitudes para el subsidio por desempleo, según las últimas cifras oficiales. De estas solicitudes, hay 42.087 que se deben a la suspensión de actividades, 4.834 corresponden a despidos y las restantes 5.139 a reducción de personal.

La mayoría de estas solicitudes, unas 14.750, corresponden al comercio por mayor y los pequeños comercios, 8.375 solicitudes a la industria manufacturera, al tiempo que 7.471 corresponden a los emprendimientos que brindan servicios de alojamiento y de alimentación.

Esta situación, sumada a miles de uruguayos que se ganan la vida en trabajos informales como changas o vendedores ambulantes en ferias, ómnibus y calles, llevó a reactivar el recurso de las ollas populares, muy utilizado en la década de 1990 y, en especial, durante la crisis de 2002, en el gobierno de Jorge Batlle.



Varios vendedores ambulantes y trabajadores informales se movilizaron en la explanada de la Intendencia de Montevideo y frente a la sede del Ministerio de Desarrollo Social para solicitar una alternativa ante la disminución de ingresos por el descenso de pasajeros en el transporte.

Estos trabajadores también enviaron una carta a Presidencia de la República en procura de soluciones y bajo la premisa de que no quieren dinero, sino una canasta básica con alimentos para poder sobrellevar esta situación de emergencia.

En forma paralela, vecinos de diferentes barrios de Montevideo y de otros departamentos comenzaron a organizarse para realizar ollas de comida, como forma de colaborar con otros que enfrentan diversos problemas ante el estado de emergencia sanitario del país.

En la zona Piedras Blancas, en el cruce de Rafael y Dunant, una familia se organizó para llevar adelante un merendero y olla popular para los vecinos del barrio. Allí muchos van a buscar su vianda y, otros, llevan donaciones de alimentos.

Hoy, miércoles 25, a la hora 13 el Club Atlético Villa Teresa organizó una olla solidaria para los vecinos de la zona. Muy cerca de allí, en Nuevo París, en la esquina de las calles Carlos de la Vega y Turubí, se realizó ayer al mediodía una olla popular con la consigna “Arrimate con tu tupper o recipiente”.


En la zona del Cerro, en Grecia y Barcelona, los vecinos también cocinan para que todo aquel que se acerque pueda llevarse una porción de comida recién hecha. También en el Cerro, en Gibraltar 4246 bis, esquina Japón, se ofrecerá una cena, a partir del sábado 28 desde las 20 horas. Lo único que se solicita es que los vecinos se acerquen con sus viandas y cubiertos.

En Casabó, en Senegal 3785 esquina Charcas, varios vecinos se pusieron de acuerdo para brindar una cena, a partir de la hora 20. En Villa Muñoz, una rotisería ubicada en Domingo Aramburú 1840, ofrece hasta las 10 de la mañana café con leche y tostadas con manteca.

Por otra parte, el PIT-CNT comenzó ayer, martes, a distribuir más de 600 bandejas con una comida balanceada, en los barrios Nuevo Ellauri, Maracaná, Paso Carrasco y Ciudad del Plata. Estos alimentos son elaborados siguiendo estrictas normas de higiene y su distribución se realizó de manera de evitar aglomeraciones de personas,

El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, insistió en el reclamo de crear una renta básica transitoria de emergencia que pueda paliar la situación de los trabajadores que, debido a las características de su labor, no reciben ningún ingreso y tampoco acceden al seguro de desempleo.

>>> Jerarcas sin hambre


El Mides desalienta las ollas populares porque "van en contra de las recomendaciones sanitarias"

El subsecretario de Desarrollo Social Armando Castaingdebat aseguró que están “tratando de no fomentar las ollas populares porque van en contra de las recomendaciones sanitarias”.

El jerarca valoró como algo muy positivo que ante las consecuencias sociales y económicas que traer la epidemia del nuevo coronavirus Covid-19 surjan estas muestras de solidaridad, pero señaló que pueden volverse contraproducentes en la lucha contra la expansión del virus.

“La gente las va a querer seguir haciendo y ahí veremos cuál es el camino a seguir con las Intendencias”, dijo Castaingdebat, que para ello está en contacto con el Congreso de Intendentes.
El viceministro de Desarrollo Social señaló que es llamativa la cantidad de gente que trabaja “en negro”, de forma irregular y fuera de todos sistema de protección social.

“Cuando todo esto pase Uruguay se debe una discusión en serio de por qué tenemos 400.000 uruguayos de forma estable, en los últimos cinco años, trabajando en negro”, dijo el jerarca.


>>>  Marinaleda


Marinaleda es un municipio español de la provincia de Sevilla que pertenece a la comarca de Sierra Sur, situada en la cuenca del Genil, en la comunidad autónoma de Andalucía. Tiene una extensión de 24,8 km² y una población de 2.626 habitantes según el censo del año 2018, con una densidad poblacional de 107,37 hab./km². Pertenece al partido judicial de Estepa.

Marinaleda es un municipio eminentemente agrícola que basa su economía en la producción agropecuaria. Es conocido por su experiencia social basada en una ideología de izquierdas liderada por Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde del municipio desde 1979, perteneciente a la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT). Organizados en la lucha obrera y campesina han logrado un alto índice de desarrollo y, prácticamente, el pleno empleo para toda su población. El desarrollo de un modelo económico alternativo al capitalista con unos resultados notables, incluso durante la crisis que comenzó en 2008.1​

Esta experiencia es origen de cierta polémica y sus críticos señalan que, no obstante, ese progreso económico y social es debido en buena parte al hecho de que casi el 66% de los ingresos que recibe el Ayuntamiento de Marinaleda se sustancian en transferencias provenientes de entes administrativos superiores, como el Estado, la comunidad autónoma o la Diputación de Sevilla.2​ Aunque en realidad Marinaleda recibe menos que la media de municipios de Andalucía (en el año 2011 recibió en torno al 6,61% menos que la media autonómica).3​

Forma parte de la "Red de Municipios por la Tercera República" y la bandera tricolor se encuentra presente en los edificios civiles.4


>>> Es la hora; Marinaleda







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