lunes, 20 de abril de 2020

El imperio digital global




Por Silvio Amodei


5 de abril 2020

Algunas empresas que 15 o 20 años atrás no existían hoy son aquellas que están dominando el nuevo orden mundial bajo los lineamientos del imperio global. Podríamos así referirnos entre otros a Google, Facebook, Amazon, Microsofft, Booking, Uber, etc., actividades bancarias y financieras, telefonía, laboratorios, empresas farmacéuticas, de servicios y tantas otras corporaciones multinacionales, que instaladas fiscalmente en paraísos fiscales, muchas veces europeos, hoy, digitan nuestra vidas. El capitalismo planetario, a través de la famosa peste moderna – el COVID 19- ha implantado el miedo. Estamos siendo todos agredidos a nivel mundial por una campaña publicitaria planetaria sin precedentes que podría definirse el “marketing del terror”.

Los hombres y mujeres en el mundo aceptan el aislamiento social para “protegerse” del “otro”, creyendo así salvar sus vidas ante la peste. El terror ha sido impuesto y aceptado, nuestro enemigo actual es el “otro,” nuestros familiares, o simplemente amigos o compañeros de trabajo.

Si, de el” otro”, nuestro actual potencial enemigo y portador de la pandemia universal, el COVID 19. Todos hemos aceptado “distancia social”, eso sí, solo interconectados desde nuestro ordenador o teléfono móvil. Encerrados, presos y detenidos en nuestras casas bajo “medidas de seguridad” y sin otra comunicación que aquella que es digitada por las APP, e Internet.

Nuestras casas, son hoy lugares de teletrabajo, escuelas, universidades, gimnasios, cines, museos, conciertos, centros de esparcimiento cultural digital integral. La tendencia al aislamiento social que impone una revisión del cambio cultural trae aparejada en si misma una ideología diferente que posibilita y sustenta en el imaginario colectivo una nueva forma de explotación planetaria imperial.

La seguridad para salvarnos de la pandemia, nos lleva al control social planetario, amparado y difundido por cada uno de los gobiernos en el mundo. Nadie está a salvo del control social actual. Este nuevo capitalismo global y sin fronteras dirigido fundamentalmente por las grandes corporaciones de las comunicaciones, de las finanzas y de la seguridad, ha decidido cambiar su forma de actuar bajo la imposición del terrorismo global sobre cada uno de los habitantes/consumidores del planeta.

Esta falsamente llamada “revolución digital”, es solamente un reacomodo del capitalismo global que echa por tierra entre otras cosas el concepto de nación. Sepultada la nación como concepto de identidad nacional. Es así que el imperio de las multinacionales, bancas, App, internet, etc. es quien obliga al fin de la democracia que hoy conocemos.

La democracia representativa pasa a ser digitada por una nueva forma de dictadura global, bajo el mando de Organismos mundiales dependientes de las reglas de un mercado moderno y transnacional. En esta situación de ensayo general mundial llamado “COVID 19” los diferentes gobiernos, independientemente de su colocación a derecha o izquierda en el espectro político nacional o internacional han aplicado más o menos las mismas políticas económicas, sanitarias y de control social en los diferentes países del globo. Como ya veremos, todos los gestores de las políticas” nacionales” aplicaran en el próximo futuro las mismas recetas económicas para la salida de esta crisis. Si observamos con una cierta atención hasta antes de la crisis “Coronavirus” el descreimiento a la clase política a nivel mundial era casi unánime por parte de los “ciudadanos”. Hoy en plena crisis, la ciudadanía cree en ellos y hemos puesto en sus manos nuestra salvación, dejamos en sus decisiones la esperanza de que ellos encuentren la salida a la “crisis”.

Es decir, una vez más delegando en las clases políticas y en los administradores de las política nuestro destino, nuestra seguridad, la sanidad, el trabajo o desempleo, la enseñanza, nuestros cuerpos y nuestras mentes.

En estas pocas líneas, deseo solo señalar algunos aspectos que a mi entender son necesarios para comprender al menos en parte lo que está sucediendo. Creo que llegó la hora que empecemos el análisis de la situación. Las izquierdas, salvo pocos de sus pensadores actuales han estudiado o analizado los temas que conciernen la realidad de esta nueva fase histórica del capitalismo mundial.

Es hora, que los antagonistas globales, independientemente de cuál es su ubicación geográfica (el imperio digital no conoce la frontera) pongan el pensamiento colectivo a elaborar y estudiar desde el movimiento social y la academia, en forma colectiva el análisis del estado de situación tanto en lo económico, social, político y cultural. Ser antagonista nos requiere pensar sin esquematismo y desde una nueva óptica tanto sobre lo digital como sobre la hegemonía del capitalismo global en el siglo XXI.

La lucha de clases existe. La están haciendo ricos contra pobres. Las oligarquías de la era digital, modifican el sistema del trabajo, donde el tiempo del trabajo del trabajador será continuo y sin pausas.

Las APP, el teléfono móvil, el teletrabajo. Ya implementado a través del trabajo “a distancia social” lo cual trata de impedir el aglomerado social. Es decir la posibilidad de reunión y participación colectiva.

Para ello era necesario el experimento actual, es decir dejar una cantidad de personas “excluidas tanto sea del trabajo como del acceso a los medios digitales. Por lo tanto nos encontraremos en los próximos años con mayor precarización del trabajo y, exclusión social. Estas son dos de las herramientas que esta oligarquía está hoy ensayando con el aval de las mayorías.

Esto configura en los hechos, baja de salarios y redito de ciudadanía o asistencia social para aquellos –no todos serán incluidos -que quedaran fuera del mercado del trabajo, lo cual lleva en sí mismo y en los hechos a que la transferencia de los costos sociales la paguen los presupuestos de los estados endeudándose con los organismos multilaterales de crédito. Mayores tasas para la ciudadanía y financiamiento para las multinacionales dislocadas en zonas francas y paraísos fiscales. Nada de esto es nuevo, la novedad es que no fue decidido por un estado, sino que fue diseñado y planificado en esta oportunidad por el capitalismo o imperio global a través de la OMS, y los organismos de crédito internacional, BID, FMI, BCE, etc.

Si tomamos como ejemplo la sanidad podremos ver como con las APP en los teléfonos móviles cada uno de nosotros será digitalizado por los servicios públicos tanto por su médico de familia como por el tipo de sistema sanitario de salud privado que el usuario elija. Miles de datos de cada uno de nosotros irán a parar a manos de la industria farmacéutica la cual ya dispone, pero dispondrá en mayor medida en el próximo futuro y a través de algoritmos digitalizar y poseer las historias clínicas de millones y millones de enfermos /consumidores.

Algo similar sucederá a través de la digitalización en la enseñanza, tanto con estudiantes como profesores, hoy han hecho la primera fase del experimento de masas. El control social se comenzara a partir de la escuela, y con algoritmos podrán saber las inquietudes y deseos de las próximas generaciones de estudiantes. Amén de que esa masa estudiantil es un consumidor, es probable que se traslade la formación de la escuela a los hogares bajo la tutela de los mayores. Por lo tanto el sector de los estudiantes será llamado a estudiar a través del “telestudio” en su propia casa –celda. Mientras tanto, los padres, además de trabajar desde sus casas para el mantenimiento familiar seremos custodios de nuestros hijos. Todos consumidores, y todos represores, enemigos de quien no acepta hoy la nueva regla que indica “mantener distancia social” con todo lo que ese concepto contiene, y todos a su vez seremos informantes pasivos de nuestros sueños, inquietudes y deseos al gran mercado global. Sin el apoyo pasivo de las multitudes nada de esto será posible. El consenso de las mayorías no corresponde a la unanimidad.

Por lo tanto, para que todo esto sea sustentable son necesarios los aparatos represivos multilaterales y locales. Nuestro account (cuenta de mail,l etc.), es nuestra cedula de identidad universal. Cámaras de seguridad que invaden los espacios públicos y privados, dispositivos de identidad a través de las fotos, han sido implementados y puesto en práctica tanto en China como en Rusia sin solicitar ningún tipo de permiso y utilizando como pretexto consensuado la emergencia Coronavirus.

Dice Byung-Chul Han en el artículo publicado recientemente por el Diario El País de España: “Entre tanto China ha introducido un sistema de crédito social inimaginable para los europeos que permite una valoración una evaluación exhaustiva de los ciudadanos. Cada ciudadano debe ser evaluado en su conducta social” y más adelante agrega:” En China hay 200 millones de cámaras de vigilancia, muchas de ellas provistas de una técnica muy eficiente de reconocimiento facial. Captan incluso los lunares del rostro. No es posible escapar a la camera de vigilancia estas cámaras dotadas de inteligencia artificial pueden observar y evaluar a todo ciudadano en los espacios públicos, en las tiendas, en las calles, en las estaciones y en los aeropuertos.” (1)

A su vez Renato Curcio en su libro L`Imperio Virtuale: “Con el Novecientos a las espaldas y terminada la fase propulsora de sus vehementes utopías vemos afirmarse en perfecta continuidad en sus peores aspectos una nueva oligarquía económica experta en el ejercicio del poder digital; un poder que actúa sobre nuestra identidad digital mundializado y totalizante que intuye formas súbditas inéditas, radicales.

Un poder que toma y utiliza ganancias y el control de una enormidad de informaciones sobre cada una de las personas, grupos sociales y sobre las instituciones desparramadas en el planeta. Al mismo momento, casi en silencio, sin suscitar escándalo, otro proceso se desarrolla a su lado; el adaptarse activo y con entusiasmo de millones de personas, divididas entre ellas al nuevo contexto digital”. (2)

En fin y para concluir, mucho tenemos para hacer...! Quizás hoy, frente a estos nuevos hechos que nos han golpeado a llegado la hora para que los sectores que se consideren antagónicos a las oligarquías imperiales comiencen un camino de análisis serio, preciso y profundo para intentar conocer el dónde, cómo y porque se está transformando el capitalismo imperial. La lucha de clases no desapareció, y menos que menos está en “cuarentena”. En nosotros esta intentar comprender que caminos tomar, cuales son los instrumentos de la resistencia y como utilizar las tecnologías al servicio de la humanidad.

(1)Extraído del sito www.lavaca.org
(2)Renato Curcio L`Imperio Virtuale Editorial Sensibile alle foglie,2015


>>>  El Rol Imperial de la Organización Mundial de la Salud en la era digital


Por Silvio Amodei
12 abril 2020



Lo que parece ser no necesariamente es aquello que la realidad demuestra en los hechos. Trataré de plasmar algunas de las situaciones que a mi entender comienzan a delinearse en esta fase actual de la “pandemia” Covid19.

Se asevera a través de los medios, que de ésta pandemia tenemos que “salir todos juntos”, ya que a todos nos golpea por igual. ¿Es verdadera ésta afirmación? Partamos de algunos datos que hoy por hoy vienen publicados desde los organismos internacionales, en algunos casos ellos mismos, los autores de la gran campaña de marketing terrorista y de desinformación publicitaria global.

Dice la OIT y lo reporta Página 12 el 8 de abril 2020: …”la destrucción de los puestos de trabajo será superior a la crisis financiera del 2008-2009”…más adelante agregan “… se calculan 195 millones de puestos de trabajo que se perderán”… “Guy Ryder Director General de la OIT afirma: “Ya no se trata de una crisis sanitaria, sino también de una importante crisis económica y del mercado laboral que está teniendo un enorme impacto en las personas “.

Sin duda los miles de afectados por el Corona Virus son una cifra importante y lamentable, es también cierto que aún no sabemos cuáles son las cifras exactas de los fallecidos por causa del Covid19 o de los fallecidos con Covid19. La campaña de miedo y de terror en un primer momento se ha centrado en los afectados y las pérdidas humanas. Es a partir de estos momentos que comenzamos a pensar en las consecuencias sobre la economía y como ella nos afectará. No todos serán afectados de la misma manera. Las pérdidas de empleo , el aumento de la desocupación golpeara en forma mayor a todos aquellos que viven de su trabajo, sobre todo a los continentes donde ya la pobreza, indigencia y exclusión social es mayor, África, parte de Asia y América latina.

Dice Kristalina Georgeiva directora gerente del FMI:” Ahora proyectamos que más de 170 países experimentaran un crecimiento negativo del ingreso per cápita”. Ambos organismos internacionales FMI y OIT sin tapujos y explícitamente nos advierten que aumentara la pobreza y los pobres e indigentes y que fundamentalmente los continentes mayormente explotados históricamente serán llamados a sostener y pagar el mayor costo económico y social.

Nada nuevo bajo el sol, solamente que en el reacomodo del capitalismo global se acentuaran más las diferencias sociales y económicas, por ende los conflictos sociales entre pobres y ricos y como consecuencia de ellos, será necesario un mayor control social y un aumento de la represión. Para controlar a los nuevos y viejos pobres es necesario vigilarlos a través de App, cámaras de seguridad, celulares etc. Además es imprescindible” llenarnos” de miedo hacia el “otro “(nuestro vecino, hermano o compañero de estudio o trabajo, etc.) el cual a través de este ensayo global digital ha sido colocado a una prudente “distancia social”.

Tanto en lo económico, como con su correlato ideológico las grandes corporaciones globales digitales son la que de esta crisis llamada Covid19 salen no solo reforzadas económicamente sino que a través de los tecnócratas de las organismos internacionales se han colocado y /o reforzado como los nuevos oligarcas mundiales. Por ende los gobiernos nacionales solo tendrán el mero rol de gestores de sus comarcas y de los súbditos modernos. Nada decidirán los gobernantes, solamente cumplirán meras funciones de gestoría, y enlaces con las grandes corporaciones y organismos mundiales.

A partir de esta crisis global la OMS ha lanzado una fuerte campaña de marketing sobre el Covid19. Han determinado que es necesaria la cuarentena y el distanciamiento social. La sanidad a distancia es el nuevo caballito de batalla de la era digital. La OMS cuya sede central se encuentra en Ginebra- Suiza -(segundo país con mayor tasa de Coronavirus después de USA teniendo en cuenta la cantidad de habitantes) es financiada por los gobiernos y por donaciones de privados. No es difícil entonces suponer, que tanto las corporaciones farmacéuticas y laboratorios multinacionales sean los grandes financiadores de la OMS (1). Poca transparencia e independencia puede tener por lo tanto la OMS para ser la garante de la salud mundial. La cadena SER en la WEB informa; “La financiación privada condiciona las decisiones de la OMS” según denuncia el Dr. G. Velázquez quien trabajo 20 años en la OMS.

Por otro lado el Presidente Trump manifestó que la OMS, “parece estar muy sesgada hacia China” y por tanto le recortaría su financiación. A buen entendedor pocas palabras bastan. Por otra parte las APP salen hoy muy fuertemente al mercado global. Actualmente el 65% de las APP están dirigidas al área de la salud, dieta y ejercicios. Su uso permite un acceso rápido a la información, y en el caso de la salud es posible convertirlas además en termómetros, electrocardiógrafo, glucómetro etc.

Las APP dirigidas tanto a médicos como a los pacientes tienen una enorme importancia para las casas farmacéuticas y laboratorios a nivel global. Tanto en el sistema de salud público cómo en el privado el medico utiliza la computadora para incorporar los datos y las informaciones de cada paciente. Con el utilizo de las APP es posible la medicina a distancia. Ello permite reducir las consultas además de bajar la hospitalización, y a su vez tendremos un mayor control del paciente-usuario. Por otro lado para llevar adelante esto es necesario la colaboración del médico, el cual recibirá en tiempos más rápidos todas las novedades que la industria del medicamento o de los insumos médicos le envía a través la App. El mayor control sobre el paciente (donde va, con quien va, su estado de salud, sus deseos, etc.) y el control sobre el médico, nos muestra cómo todos vamos siendo llevados en tiempo real a ser consumidores controladores y controlados al mismo tiempo. Las APP serán productoras de contenidos y portadoras de publicidad tanto hacia el paciente como hacia el médico. Toda la información es mercancía segmentada, información de alto valor tanto para laboratorios, industria del medicamento, aseguradoras, insumos médicos, industria de la alimentación, industria del bienestar, etc. Actualmente y según datos que se encuentran disponibles en la Web las App sobre salud son cerca de 97000, el 70 % corresponden a bienestar y deportes, mientras que el 30% restantes son para médicos y pacientes. Es probable que estas últimas aumenten su uso en el próximo periodo.

El rol de la OMS y de sus tecnócratas en esta crisis ha sido central en las políticas sanitarias que los gobiernos han adoptado para enfrentarla. Se ha brindado información sesgada e incompleta. En ningún momento hemos visto una información precisa sobre la cantidad de habitantes por km cuadrado y la cantidad de personas contagiadas, desconocemos globalmente si los fallecidos son por o con Coronavirus.

La digitalización en la sanidad, transporte, enseñanza, bancos, etc. ha llegado para quedarse. La velocidad de la digitalización no debe ser subvalorada, su rapidez, su capacidad de modificación es continua y posee una mayor velocidad que nuestra capacidad de respuesta. Una nueva era de manipulación está llegando, renovándose en forma permanente, independientemente de nuestra voluntad u oposición. Quedamos sorprendidos, debemos eso sí, pensar en colectivo y comenzar a ponernos nuevos problemas y sus posibles soluciones. Esta nueva fase del capitalismo imperial, y el uso de la tecnología digital tienden a tener en el

hoy un rol hegemónico y totalitario. La enseñanza es otro banco de prueba de la digitalización, sin dudas la brecha que se creara entre el excluido (fundamentalmente los pobres, quienes no lograran acceder a la enseñanza) y el integrado (quien podrá ir a escuelas y universidades privadas) generara un aumento de la exclusión social. ¿Estamos en condiciones de juntarnos quienes vendemos nuestra fuerza de trabajo ya sea física o intelectual para analizar hacia dónde vamos como comunidad mundial o continuaremos aceptando que el miedo y el terror impuesto por esta nueva oligarquía mundial sea la condición a la que nos veremos sometidos en el siglo XXI?

(1)Según información del Diario El país de Uruguay sábado 11 abril 2020 “La OMS ha fijado para el bienio 2020-21 un presupuesto de 5840 millones de dólares…” Más adelante agrega: “Buena parte de ese presupuesto (4883 millones de dólares) proviene de contribuciones voluntarias y solo 956.9 millones proceden de los estados miembros, de los que aproximadamente una octava (115.76millones) parte serán sufragados por USA, aproximadamente el doble que su rival China.”






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