>>> Con el Ñato todo iba mejor
Coronel Ferro se entregó tras fracasar en gestión para cobrar su jubilación
Intentó sin éxito que desde el Ejército le facilitaran firmar una “fe de vida” para poder realizar el trámite pero enterado el ministro García comunicó el caso al fiscal de Corte
Leonardo Haberkorn
28 enero 2021
El coronel Eduardo Ferro, prófugo de la justicia, se entregó en España luego de fracasar en gestiones realizadas para poder cobrar su jubilación uruguaya, confirmaron fuentes del Ministerio de Defensa Nacional.
En los últimos días de 2020, Ferro remitió una comunicación al Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas. En la misiva, enviada por correo electrónico, se despachaba con duras críticas a la justicia uruguaya, se definía como un perseguido político y, en función de eso, pedía se le permitiera realizar el trámite de “fe de vida”, necesario para cobrar su jubilación, en algún lugar que no fuera un consulado uruguayo, ya que allí temía ser detenido.
Ferro está prófugo de la justicia desde fines de 2016, cuando la Justicia lo citó para interrogarlo sobre el secuestro y desaparición del militante comunista Oscar Tassino.
Ferro escapó a España, donde fue ubicado en 2017, pero también pudo escapar de las autoridades de ese país. A solicitud de Uruguay, la Justicia española inició a un juicio por su extradición, que fue concedida pero cuando se iba a hacer efectiva, Ferro volvió a desaparecer, hasta este miércoles en que avisó a las autoridades uruguayas que se entregaría, según informó El País.
El correo enviado por Ferro no tuvo una respuesta positiva, en ningún punto de la cadena de personas que lo conocieron.
El coronel a cargo del servicio de retiros, el primero en recibir la comunicación, la elevó a su superior, el director de la Dirección General de los Servicios del Ministerio de Defensa Nacional, general Mario Moreira. Moreira la remitió al ministro Javier García. García decidió que el pedido no era pertinente y, en cambio, elevó el caso al fiscal de Corte, Jorge Díaz. Y desde la Fiscalía, según informó Díaz, se remitió el correo de Ferro al juzgado penal de 10 turno, donde se sustancia la causa por la cual el militar está requerido.
Mientras tanto, Ferro molesto con la falta de una respuesta positiva a su reclamo, envió un mensaje dirigido a sus “camaradas” que circuló en redes sociales de militares retirados, y al que El Observador tuvo acceso. “Quería hacer una reflexión, a ver si se puede llegar al más alto nivel que se pueda llegar. Porque uno va mirando la situación y esto es una situación táctica que se desarrolla en el plano político y psicopolítico, y uno la va siguiendo. El desprestigio más grande que hay hacia las Fuerzas Armadas, hacia los militares, es el actual gobierno”, dice Ferro en el audio.
“¿Por qué digo esto?”, se pregunta y continúa. “Porque en los gobiernos del Frente Amplio, con toda la prensa que arrastran, que son más medios de izquierda que de derecha, es lógico que haya una agresión permanente contra las Fuerzas Armadas, los militares y el pasado. ¿Por qué? Porque el Partido Comunista, que es el que se infiltra mejor en toda la sociedad, –eso lo conozco perfectamente- es el que incita a todas estas manifestaciones, directas o indirectas (digo indirectas porque hay mucho cerdo que repite cosas sin saber lo que está repitiendo). El desprestigio más grande es que este gobierno no ha hecho nada para evitar eso. La ley interpretativa fue votada en contra de todos los partidos tradicionales, solo obtuvo la mayoría que tenía el Frente Amplio en ese momento en la cámara. Pero ahora no hay ni siquiera una mención, una intención, un comentario, no hay absolutamente nada. Entonces el vecino de enfrente, el amigo del club, el entorno social, todos civiles que no son del Frente Amplio y que inclusive han votado a este gobierno, cuando ven que se mantiene la situación de agresión, de seguir procesando gente, que el gobierno no hace ninguna mención ni intención, nada, está avalando lo que hace la izquierda. Por lo tanto dicen, ‘ah, bueno, si no los defienden estos, algo tiene que haber’. Es así. Por eso digo que este gobierno es el que más nos está haciendo daño. Porque ser perseguido por la izquierda para mí es una condecoración, pero cuando los que no son de izquierda, y que se supone que filosóficamente son totalmente contrarios, no hacen nada, ese el desprestigio más grande hacia todos nosotros”.
Pocos días después, Ferro hizo circular otro audio en el que avisa a sus “camaradas” que llamó al comisario a cargo de Interpol en Uruguay para entregarse.
“Acá ya no tengo qué hacer. Agotados todos los medios legales, me he movido como loco”, dice en su pasaje y agrega que las gestiones que han hecho sus abogados tampoco han tenido éxito. “Aparte me calienta estar llamando y llamando por teléfono y que no le contestan a uno”.
Ferro agrega que al permanecer en España está “jugando a la ruleta rusa con su salud”.
Fuentes del Ministerio de Defensa informaron que en los días previos a su entrega, Ferro se comunicó con referentes militares, buscando apoyo a sus gestiones.
Además de por el caso Tassino, Ferro es indagado por el secuestro y tortura de la maestra Lilián Celiberti y Universindo Rodríguez; y en otra causa de torturas que tiene entre sus víctimas al publicista Claudio Invernizzi.
En octubre, el capitán retirado Héctor Erosa denunció en El Observador que en 1997 el Ejército fraguó una junta médica para declarar que padecía un “trastorno severo de personalidad” y así acallar sus denuncias respecto a que Ferro estaba espiando a los políticos en plena democracia, entre otras irregularidades.
Cómo fue la detención de Ferro en España y cómo será su entrega a Interpol Uruguay
28 de enero de 2021 · Derechos humanos
En un audio, el coronel retirado dijo que ser “perseguido” por la izquierda “es una condecoración” y lamentó que “los que se supone que no son de izquierda no hacen nada”
Tras casi tres años prófugo de la Justicia, el coronel retirado Eduardo Ferro se contactó con Interpol Uruguay para negociar su entrega, lo que permitió que fuera localizado y detenido en España. Según supo la diaria, el miércoles el abogado Carlos Bustamante hizo llegar el número de teléfono de Ferro a la dirección de Interpol para que lo contactaran.
Ferro habló con el subcomisario a cargo, Walter Ostochi, a quien le consultó sobre cuál era la mejor manera de concretar la entrega, dado que entendía que era lo mejor para la causa, según informaron a la diaria fuentes de esa dirección policial.
A partir de esa conversación se logró determinar con relativa precisión su ubicación. La información fue trasladada a la sede de Interpol España, en Madrid, y Ferro fue detenido unas dos horas después en el municipio de Peñíscola, a unos 150 kilómetros de Valencia.
Ferro permanecerá en arresto administrativo mientras se avanza con las coordinaciones para concretar la extradición. Ahora Interpol espera que la Justicia española y la uruguaya confirmen la extradición, para que Interpol Uruguay viaje a España a buscar al militar requerido por crímenes de lesa humanidad.
Antes de regresar a Uruguay, Ferro podría tener que responder ante la Justicia española por su fuga, ya que violó la medida cautelar de arresto domiciliario que se le impuso cuando se le concedió la libertad condicional, mientras esperaba que se concretara su extradición.
Sobre este punto, el abogado valenciano Carlos Colomer dijo a la diaria que las violaciones de las medidas cautelares -ya sea retiro de pasaporte, vigilancia a domicilio, orden de no ausentarse de un lugar determinado o de presentarse periódicamente ante una autoridad- están previstas en el artículo 468.1 del Código Penal Español y se penan con una sanción económica si la persona no está privada de libertad.
“Si se le acusa de quebrantamiento de medida cautelar puede retrasarse la entrega hasta que haya juicio. Pero es un proceso sencillo, que podría durar pocos meses y que sólo llevaría pena de multa, por lo que al terminar se podría hacer la entrega”, señaló el abogado.
Colomer agregó que otra posibilidad es que haya un acuerdo entre el Poder Ejecutivo y la Justicia española para proceder a la entrega inmediata de Ferro a Uruguay y dejar en suspenso el proceso por quebrantamiento de la medida cautelar, especialmente considerando que se trata de una persona requerida por crímenes de lesa humanidad.
La fuga de Ferro
La fuga de Ferro se conoció en marzo de 2017, cuando el militar no se presentó ante la jueza penal de 10º turno, Dolores Sánchez, en la causa que investiga la desaparición del militante comunista Oscar Tassino, ocurrida en julio de 1977, por lo que se emitió una orden de captura internacional.
En setiembre de ese año Ferro fue detenido en España, pero una inédita decisión de la Justicia concedió un pedido de la fiscalía para que cesara la prisión administrativa y Ferro esperara el proceso de su extradición en libertad condicional.
Luego de varios recursos que demoraron el proceso, España confirmó en 2018 la concesión de la extradición, pero cuando quiso hacerla efectiva no pudo encontrar a Ferro, hasta la noche del 27 de enero de 2021.
El militar está siendo investigado, además de por la desaparición de Tassino, por el asesinato de Fernando Miranda, cuyos restos fueron hallados en noviembre de 2005 en el Batallón 13; la desaparición de María Claudia García, trasladada desde Buenos Aires en octubre 1976; y por el secuestro de Lilián Celiberti, Universindo Rodríguez y sus dos hijos, ocurrido en Porto Alegre en noviembre de 1978. Ferro fue señalado como uno de los torturadores del centro clandestino La Tablada y el publicista Claudio Invernizzi lo identificó como uno de los torturadores del batallón de Laguna del Sauce, Maldonado.
Los audios de Ferro
la diaria accedió a un audio que habría sido grabado por Ferro luego de la conversación con Interpol, en que explica que la situación de estar prófugo lo lleva a estar “jugando a la ruleta rusa con su salud”, además de expresar que ya “no tiene más nada que hacer”, desde el punto de vista legal, para intentar eludir la extradición.
“Me he movido como loco y no hubo caso, aparte la abogada está entregada y no me da pelota y me calienta estar llamando por teléfono y que no lo atiendan a uno, no tengo nada que esperar acá, simplemente estar vegetando”, comentó.
Además, la diaria accedió a un audio anterior en que el militar critica al gobierno de Luis Lacalle Pou, considerando que no está respaldando a los militares como debería, y pide “ver si se puede llegar al más alto nivel”. Ferro dijo que “el desprestigio más grande que hay hacia las Fuerzas Armadas es el actual gobierno”.
“Ser perseguido por la izquierda para mí es una condecoración, pero cuando los que se supone que no son de izquierda no hacen nada, ese es el desprestigio más grande hacia todos nosotros”, comentó.
>>> Sr. secuestrador
29 de febrero 2020
Me dirijo a vos secuestrador, para aclarar un par de cosas: la primera, es que por más que vos creas que sos víctima de los comunistas, te aclaro, que vos sos un genocida: "persona que aniquila en forma sistemática e intencional a un grupo social...." por ende, espero que nadie en este país u en otros, te defienda, como se dice en la jerga “quemas”. Yo que fui unas de tus víctimas tengo esa firme esperanza.
Seguramente no me recuerdes, seguro recordarás más fácilmente el operativo que nos involucra "zapato roto”, pero yo sí recuerdo perfectamente la primera vez que tus “camaradas“ interrumpieron mi juego, me cambiaron la vida, rompieron lo más sagrado que tiene un niño, su niñez y me alejaron de la seguridad de mi madre.
Recuerdo bien ese mediodía en el cual yo de 7 años junto a mi hermanita de 3 años, hacíamos lo de siempre, jugar en la puerta de nuestra casa en Porto Alegre, Brasil. Al ver llegar a mamita salí corriendo a abrazarla, como hacíamos, y hacen todos los niños de esa edad, pero el abrazo fue interrumpido por una cantidad de “camaradas”. Aún hoy, escucho los golpes que le dieron al Yano al hacernos entrar a todos en el apartamento.
Nos llevaron primero a una comisaría en Porto Alegre, luego en una camioneta llena de soldados armados hasta los dientes, nos trajeron a Uruguay, pasamos la frontera y nos separaste de nuestra madre, te la llevaste a Brasil y nos encerraron a mi con 7 años y a mi hermanita de 3 solos en una habitación vacía, me golpearon cuando a la mañana siguiente quise abrir la ventana para escaparme de ese infierno.
No les tembló el pulso cuando nos envolvían en alfombras para trasladarnos, ni les hubiera temblado al matarnos o regalarnos si el secuestro hubiera salido como querían y se los hubieran ordenado. Nos mantuvieron encerrados 18 largos días, para mi eternos. Soldado fuertes y valientes, nosotros 2 niños asustados, fue una pelea desigual pero te enorgulleces de eso, por eso ahora andas mendigando no se sabe bien que.
Saliste de tu madriguera haciéndote la víctima, mandas audios a tus camaradas, no sabemos bien con que fin, haciéndote el pobre perseguido político.
Lo segundo que te quiero aclarar, es que acá te estábamos esperando tus víctimas, no solo los comunistas, también los que no lo somos, y te queremos ver encerrado, preso que es donde mereces estar, porque en definitiva, lo único que sos verdaderamente es eso, un genocida, un criminal.
Camilo Casariego
La vida es una moneda
El coronel (r) Eduardo Ferro, uno de los hombres más relevantes del organigrama militar en la dictadura, se entregó a las autoridades de un municipio de la Comunidad Valenciana. La razón que dio, aunque suene muy poco edificante, es que lo hizo para volver a cobrar la jubilación. Sobre su persona pesaba una orden de captura internacional librada por la Justicia por su participación en crímenes de la dictadura.
Ferro fue integrante del Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas y tuvo una activa participación en el 300 Carlos, centro clandestino de detención y tortura. Tras el retorno de la democracia, entre 1988 y 1991, fue jefe del Departamento III de la Dirección General de Información de Defensa. Actualmente es sindicado como partícipe central del espionaje militar de partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales en democracia.
En marzo de 2017, la Justicia uruguaya libró una orden de captura internacional en su contra, luego de que no se presentara a declarar en tres oportunidades, en el marco de la indagatoria por el homicidio del militante comunista Óscar Tassino. En Uruguay también es investigado por el secuestro de Lilián Celiberti y Universindo Rodríguez en Brasil.
Según un informe de Migraciones, abandonó Uruguay el 15 de octubre de 2016 y nunca regresó (Caras y Caretas, 16‑III‑17). Fue detenido en España en agosto de 2017, y la Justicia pidió su extradición. Permaneció varios meses detenido, hasta que un fiscal español solicitó su libertad, por considerar que los delitos que se le imputaban habían prescrito. Cuando el Consejo de Ministros de España aceptó enviarlo a Uruguay, Ferro estaba en libertad y se desconocía su paradero. Fue su segunda fuga.
En este contexto, el abogado Martín Fernández, del Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay, denunciante en la causa penal por el homicidio de Tassino, dijo que esta segunda detención fue recibida con cautela por los denunciantes. «Esperamos que sea entregado a nuestro país para ser juzgado como corresponde», expresó (Informe capital, de TV Ciudad, 28-I-20). Según Fernández, el proceso de extradición en España «está resuelto», pero no es posible estimar cuánto puede demorar la extradición, ya que España podría hacerle cumplir alguna sanción o pena por haberse evadido de la situación de excarcelación provisional. Añadió que el Estado uruguayo deberá estar atento y muy activo para que se concrete la extradición: «Esta situación [la fuga] no puede volver a repetirse».
Según trascendió, Ferro se comunicó con autoridades de Interpol en Uruguay para anunciar su entrega. La decisión tuvo un motivo económico. Sobre fines de 2020 Ferro envió un correo electrónico al Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, en el que reclamaba que se le permitiera efectuar la revista de existencia o fe de vida, un trámite indispensable para cobrar la jubilación, ya que no podía presentarse en el consulado. La solicitud fue rechazada. Por orden del ministro de Defensa, Javier García, los antecedentes fueron enviados a la Fiscalía (El Observador, 28-I-20).
Un informe de la repartición militar, elaborado a pedido del fiscal Ricardo Perciballe, determinó que el militar cobró la jubilación durante todo el período en el que estuvo prófugo de la Justicia y mientras duró el proceso de extradición en España, a través de una cuenta en el Scotiabank. Pero ese beneficio se cortó en 2018, hecho que dificultó su estadía en España. El 10 de mayo de 2018, tras ser liberado a pedido del fiscal español, Ferro se presentó en el Registro Civil de Peñíscola. Allí se estableció que residía –o al menos eso dijo– en C/Juan Carles I, 21 Pta. 4, Albuixech (Valencia).
La situación llegó a oídos del exministro de Defensa Jorge Menéndez, quien cuestionó la legalidad de efectuar la revista de existencia en ese lugar, por lo que ordenó la retención de sus haberes hasta que se subsane la situación. En marzo de 2019, Ferro dejó de cobrar la jubilación, ya que no certificó estar con vida. Con su retorno a Uruguay, podrá volver a cobrarla.
.
0 comentarios:
Publicar un comentario
No ponga reclame, será borrado