La decisión de cierre de ALUR en el pueblo de Belén (90 kilómetros de Salto), propiedad de ANCAP, tuvo varias repercusiones.
La producción de caña de azúcar y la política de tierras en la zona de Bella Unión
Por Hugo Colacho Ramirez, Pablo Diaz y Luis Rolin
16 junio 2021
Alcoholes del Uruguay, la empresa ALUR SA es una empresa de ANCAP. El 90,79% del paquete accionario de la Sociedad pertenece a la Administración Nacional de Combustibles, Alcoholes y Portland (ANCAP) y el 9,21% restante a PDVSA Uruguay S.A.
A su vez ALUR es la propietaria del 100% de Agroalur S.A, que tiene por objeto realizar servicios agrícolas y suministrar personal para la realización de tareas rurales vinculadas al complejo agroindustrial de producción de azúcar y alcohol, llamado sucroalcoholero.
En la zafra 2021 que acaba de iniciar y culmina a comienzos de noviembre, se cosecharán aproximadamente 6500 hectáreas de caña de azúcar cuyo destino es la elaboración de azúcar para el mercado interno. Pero también se produce alcohol (etanol) para mezclar con naftas (entre un 5% y un 9%), topes establecidos por Ley, además de energía eléctrica, y otros derivados utilizados como insumos agropecuarios para fertilizantes y alimentación animal.
El precio del kilo de azúcar que la fábrica le paga al productor se fija en un acuerdo entre las autoridades de ANCAP, ALUR y de la Asociación de Plantadores de Caña de Azúcar (APCANU). A su vez el precio de los jornales de trabajo rural permanente y zafral se fija por Convenio Colectivo entre APCANU y el sindicato de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) y en el caso del cortador de caña (Peludo), que es a destajo y cobra de acuerdo a las toneladas de caña cortada.
El complejo sucroalcoholero genera directamente fuentes de ingresos para
alrededor de 2400 personas.
Se compone de una fase agraria representada por cerca de 400 productores que están identificados con un código para remitir la caña a la fábrica.
ALUR financia todas las etapas del ciclo de la producción de caña, preparación de la tierra, siembra, abono, herbicidas, riego y cosecha.
En el cultivo de caña de azucar se contratan durante un mes 200 asalariados zafrales para la abonada y aplicación de herbicidas. Ademas durante 5 meses se contratan entre 250 y 300 asalariados para el riego y también se contratan 1400 trabajadores zafrales, (Peludos), cortadores de caña a la hora de la cosecha manual, (durante 4 meses y medio apróximadamente 100 días reales de Zafra).
A los que habría que sumar Graperos, camioneros, tráctoristas, es decir a todos los trabajadores que intervienen en la carga y transporte de la caña al Ingenio.
Uruguay no ha mecanizado la cosecha de la caña de azúcar, ya que esta tecnología ha sido resistida con éxito por los trabajadores y algunos productores, porque de incorporarse verían peligrar su principal fuente de trabajo.
En AgroAlur se emplean
alrededor de 60 trabajadores dentro de las categorías de trabajo rural, 40 trabajadores permanentes y 20 zafrales. En AgroAlur peligran su fuente laboral, unos 27 trabajadores en la localidad de Belén (Salto) donde ALUR tiene un semillero.
En la fase industrial del Ingenio (Fábrica), realizada en Bella Unión, trabajan 500 trabajadores que reciben ingresos durante todo el año, por trabajos de Mantenimiento o Seguro de Paro.
Si bien se distribuyen entre permanentes y zafrales en las distintas tareas (mantenimiento, producción, etc. ), de acuerdo al convenio, al trabajador Zafral se le permite completar el tiempo de trabajo para acceder al Seguro de Paro, importante conquista del Sindicato, hoy también extendida a los Asalariados Rurales Zafreros.
Dentro de las nuevas directrices para el complejo sucroalcoholero el Poder Ejecutivo busca disminuir el precio de los biocombustibles.
A partir del cálculo del precio de combustibles en función de la paridad de importación (sancionado con la LUC) la Comisión de expertos creada recomienda un precio del metro cúbico de etanol muy por debajo del costo al que produce ALUR. Una de las alternativas que maneja el gobierno es aumentar la eficiencia y la productividad en este rubro o retirarse progresivamente de la producción de etanol y que ALUR Bella Unión solo produzca azúcar.
Los trabajadores de la fabrica consideran que en la actualidad la producción de etanol sostiene a la de azúcar y que en caso de reducirse estiman que con 3000 hectáreas de caña trabajarían apenas dos meses en el año. Bella Unión abastece junto con el azúcar refinado de Azucarlito (en base a materia prima importada) el 50% del mercado nacional, ya que el otro 50% lo abastecen los productores de dulces.
La producción de Etanol en Bella Unión y Paysandú, le permite al Uruguay ahorrar en compra de petroléo, hasta un 9% del total de cumplirse la Ley y nos garantiza parte de nuestra independencia energética.
El Instituto Nacional de Colonización compro Tierras en la zona de Bella Unión para ampliar el área cañera, duplicando el área disponible, con dos grandes adquisiciones. En el año 2010 se crea la Colonia Raúl Sendic Antonaccio (a la que accedieron 51 asalariados rurales y pequeños productores) con una superficie de 2020 ha, a unos 45 kilómetros del ingenio azucarero de ALUR.
En el ano 2014 se crea la Colonia Eliseo Salvador Porta de 2900 ha, de las cuales 450 ha son aptas para la plantación de caña,
ubicadas en la zona de Pay Paso a una distancia de 35 a 40 km del Ingenio.
En esta Colonia accedieron a la tierra 35 familias para la producción de la Caña de Azucar.
A fines de 2006 ALUR arrendó el campo particular del Sr. Placeres otorgándolo a solicitantes de tierra del INC en régimen de subarrendamiento hasta el año 2015, y a partir de dicha fecha los trabajadores siguen produciendo allí en régimen de ocupantes precarios.
El Campo Placeres se parcelo inicialmente para ser otorgado a 39 familias (hoy quedan 23) que producían 10 hectáreas del cultivo azucarero por familia, pasando en la actualidad a un promedio de 17 ha. El precio de la renta en este campo particular es mayor que en los campos públicos del INC, a su vez la producción allí realizada utiliza el sistema de riego mas caro de la zona (sistema de CALAGUA) y a diferencia de los productores de APCANU no reciben una compensación por kilo de azúcar por dicho costo, lo que dificulta también la ecuación final del emprendimiento.
En la Colonia Raúl Sendic Antonaccio, el Grupo Peludos del Norte 1 estaba originalmente integrado por 8 familias, manejando un promedio de 20 hectáreas de caña, cada una de ellas. Su forma de financiar el trabajo productivo ha sido en función de los adelantos que ALUR ofrece, en el caso de ellos a un 12% más IVA de interés.
Tambien utilizan un sistema de riego caro (sistema de CALPICA) y tampoco se benefician de la compensación que reciben otros productores medianos y grandes. Las distancias al ingenio (situación similar en las dos colonias, no así en Campo Placeres), la falta de servicio de maquinaria para cargar la caña ya cortada antes de que pierda peso y la falta de capital y de créditos para adquirir maquinaria, han elevado los costos de producción, aumentado el endeudamiento con ALUR y el INC, entre otras consideraciones.
Es importante destacar que el productor grande, con capital de respaldo, propietario de la tierra, de la maquinaria y de todo lo necesario para garantizar la rentabilidad del negocio, recibe las mismas condiciones de financiación que un pequeño productor arrendatario que contrata servicios de máquinaria externa, etc. y que no cuenta con capital de respaldo.
En octubre del 2020 el Directorio del Instituto Nacional de Colonización les rescindió el contrato a los colonos Peludos del Norte 1 de la Colonia Sendic (resolución No. 17 del acta No. 5525), pero luego de medidas de protesta que tomaron los trabajadores en noviembre del mismo año se dejaron en suspenso las medidas judiciales.
Durante el 2021 ALUR decidió no otorgar mas recursos al grupo Peludos del Norte1 de la Colonia Raúl Sendic. A pesar de eso el grupo siguió en el campo y tiene 70 hectáreas para cosechar de caña de azúcar. En estos días se esta negociando con ALUR las condiciones de la cosecha para que se le reciba la caña, pero aun no hay propuestas de continuidad en la tierra.
Mientras que el grupo de ex subarrendatarios de ALUR, que actualmente son ocupantes precarios del Campo Placeres fueron convocados por la empresa a firmar un acuerdo para cosechar la caña y abandonar el predio en el mes de setiembre. Si bien una parte de las 23 familias recibirían créditos para seguir en la producción de caña en tierras particulares, otra parte del grupo quedaría sin continuidad. Para estas últimas se plantean como alternativa trasladarse a la Colonia Eliseo Salvador Porta, donde el INC podría autorizar aparcerías para la producción de caña, en la medida en que el grupo titular de la misma también se encuentra en situación de endeudamiento y sin producción de caña.
En síntesis de no recuperar el área de producción que gestionaban estos trabajadores en los tres campos analizados se estarían perdiendo cerca de 200 puestos de trabajo, 40 emprendedores y más de 150 cortadores que trabajaron en la cosecha de la caña.
La viabilidad y el éxito de la gestión de la tierra por parte de los trabajadores rurales es una responsabilidad de todos los actores públicos y humanos que intervienen en el proceso.
El fracazo de estos emprendimientos, solo beneficia a los Grandes Productores y desde el punto de vista ideológico, habilita el discurso de que los trabajadores somos incapaces de producir bienes y servicios sin la presencia y control de un patrón explotador.
Por todo lo anterior la lucha por la tierra y el acceso a ella por los trabajadores rurales y pequeños productores nos fortalece a todos como clase y nos reafirma en la necesidad de la construcción de una Sociedad sin Explotados ni Explotadores, dónde "los más infelices sean los más previlegiados" José Gervacio Artigas.
0 comentarios:
Publicar un comentario
No ponga reclame, será borrado