En beneficio del capital
26 junio 2021
Por Nicolás Delgado
La empresa International Cannabis Corporation (ICC), proveedora del cannabis que se vende en farmacias, no firmó un nuevo contrato con el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), tras el vencimiento del que estaba vigente, y dejará de producir marihuana recreativa.
Fuentes de la empresa informaron a Montevideo Portal que han decidido "discontinuar el proyecto de producción de marihuana de consumo recreativo y por tal motivo ha enviado a seguro de desempleo a los colaboradores afectados a dicho proyecto hasta nueva resolución".
"No obstante, se mantienen plenamente activos los proyectos vinculados al cannabis medicinal en Laboratorio de Parque de las Ciencias y al cáñamo industrial", aclaró la compañía.
ICC fue fundada por el senador Juan Sartori y comprada por la canadiense Aurora Cannabis Inc en 2018 por US$ 220 millones.
El secretario general de la Unión de Trabajadores Rurales y Afines del Uruguay (UTRAU), Germán González, informó que "la semana pasada la empresa despidió a 10 trabajadores y esta semana anunció que otros 20 empleados van a seguro de paro, por lo que quedaron tres administrativos y dos trabajadores en producción, en los invernáculos", en el predio cerca de Libertad.
El sindicalista dijo que no ha tenido respuestas de parte del IRCCA, organismo al que hace meses le pidió entrevista, por lo que solicitará que el gremio sea atendido por el presidente Luis Lacalle o por el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, ya que el IRCCA depende de Presidencia.
Por su parte, el presidente del IRCCA, Daniel Radío, informó a Montevideo Portal que se vencieron las dos licencias de producción de cannabis recreativos, la que tenía ICC y la de Simbiosis, la otra empresa cultivadora. "Simbiosis firmó está semana e ICC no firmó", dijo Radío.
El jerarca explicó que ICC pretendía subir el precio del cannabis en farmacias, medida que tomó el gobierno, aunque no al monto solicitado por la compañía. Hoy la bolsa de cinco gramos de cannabis cuesta $ 350 en las farmacias.
Radío prevé que aumentarán las ventas de cannabis en farmacias, lo que permitirá mejores rendimientos a los inversionistas, cuando se incorpore en los próximos meses una variedad con mayor porcentaje de THC (Tetrahidrocannabinol), el componente psicoactivo que resulta atractivo para los consumidores.
Mantiene lo medicinal
Sartori fue uno de los fundadores de ICC, que además desarrolló en los últimos años su filial en Colombia. El semanario Búsqueda informó en 2019 que el actual senador ganó US$ 50 millones con la venta de ICC a Aurora Cannabis Inc.
ICC tenía hoy dos áreas de operación en Uruguay: por un lado, la producción de cannabis con fines recreativos para venta en farmacias en la zona de Libertad, y por otro, el primer laboratorio de América Latina de elaboración de productos farmacéuticos derivados del cannabis, que inauguró el expresidente Tabaré Vázquez en febrero de 2020. Solo mantendrá este último.
El prosecretario de Presidencia de entonces, Juan Andrés Roballo, señaló que la inversión final para el laboratorio fue de US$ 8,5 millones, pero dijo que lo que le pareció "más importante destacar" es que esta empresa "introducirá la industrialización".
Cuando ICC fue comprada en 2018 por Aurora, la compañía líder de la industria cannábica en América del Sur, la empresa destacó en el comunicado que una de las grandes ventajas para el desarrollo del cannabis medicinal era que las nuevas instalaciones de extracción de CBD de ICC en Uruguay se encuentran en el "Parque de las Ciencias", estratégicamente ubicadas aproximadamente a cinco minutos del aeropuerto internacional de Carrasco y en la zona de libre comercio, por lo que sus ventas al extranjero no pagan impuestos locales aplicables sobre exportaciones e importaciones.
Previendo un resultado favorable del llamado, durante el gobierno de Mujica, Sartori ordenó preparar todo para cotizar a ICC en Canadá, una decisión que le daría más de US$ 50 millones.
Fue el actor principal el día que ICC salió a la Bolsa de Toronto.
Uruguay se convertía en el primer país del mundo en permitir la producción, venta y distribución de cannabis recreativo. Y el aristócrata lo vio como una oportunidad de oro, ya que cuando el presidente José Mujica otorgó acreditación de producción exclusiva a un número limitado de empresas, una de ellas fue International Cannabis Corp, propiedad de Juan Sartori, amigo y socio de Francisco Ortiz von Bismarck
>>> El mercado regulado de la marihuana en Uruguay
Mauricio Pérez
Brecha
1 febrero 2019
LICENCIADOS. En 2015 el gobierno entregó dos licencias para la producción de cannabis con fines recreativos. Las empresas elegidas fueron Icc Labs y Simbiosys. Por contrato, el Ircca proporcionaría el predio de producción y la seguridad perimetral. También las semillas para producir las cuatro variedades de cannabis habilitadas para la venta (que contienen hasta un máximo de 4 por ciento de tetrahidrocannabinol –Thc–). En tanto, las empresas se comprometían a producir hasta dos toneladas de cannabis por año, cifra que no fue alcanzada por ninguna de las dos.
Se trata de dos empresas con origen diferente. Icc Labs es un fondo de inversión con sede en Vancouver (Canadá), que cotiza en la Bolsa de Valores de Toronto y posee licencias para la producción de cannabis en Uruguay y Colombia; Simbiosys es una empresa de capitales argentinos y uruguayos, creada para producir cannabis psicoactivo en Uruguay.1 En ambos casos la operativa de venta se hizo a pérdida o con niveles mínimos de ganancia, aunque para Icc no se afectó el negocio global, dijeron fuentes del sector a Brecha.
En noviembre Icc Labs –que tuvo entre sus inversores al precandidato nacionalista Juan Sartori– inauguró el primer laboratorio en América Latina dedicado a la elaboración de productos farmacéuticos derivados del cannabis. Está instalado en el Parque de las Ciencias, zona franca especializada en farmacéutica, y equipado con tecnología de punta; la inversión rondó los 12 millones de dólares. El propio presidente Tabaré Vázquez participó en la inauguración.
La empresa producirá aceite de cannabidiol (Cbd), el componente no psicoactivo de la planta, en tres concentraciones; también se plantea generar otros productos a partir de cannabis (cápsulas, ungüentos, parches y sprays). El mismo día de la inauguración, el Ceo de Icc Labs Alejandro Antelich presentó un aspecto relevante: la venta del paquete accionario a Aurora Cannabis Inc, una de las principales empresas canadienses del mercado cannábico.
El negocio se cerró en unos 220 millones de dólares, cifra relevante teniendo en cuenta que Icc Labs aún no realizó ninguna exportación de sus productos. Pero se explica por la dinámica de las inversiones en cannabis en el mercado bursátil canadiense. Allí existe una gran efervescencia por colocar acciones –con grandes empresas participando del negocio–, que algunos comparan a una burbuja financiera, en la que se entremezclan operaciones rentables y otras “de papel”.
Sin embargo, esta no es la única participación de Icc Labs (hoy Aurora) en el negocio del cannabis. Una de sus empresas subsidiarias, Tersum SA, tiene autorización para importar y plantar semillas de cáñamo y exportar fibras y aceites con extractos de cáñamo. Otra, Plomfin SA, acaba de obtener una licencia de industrialización para la elaboración de hasta 660 quilogramos de extracto crudo de cannabis (Thc menor al 1 por ciento) por año.
El origen y la realidad de Simbiosys son diferentes. El proyecto fue pensado durante una charla de café entre Gastón Rodríguez Lepera y un amigo, que se contactaron con Eduardo Blasina, director de la consultora Blasina & Asociados y del Museo del Cannabis. Al proyecto se sumó el argentino Fernando Saicha; los principales inversionistas fueron un matrimonio de empresarios argentinos vinculados al negocio del software. A medida que el proyecto avanzó, desavenencias entre los socios hicieron que los accionistas minoritarios abandonaran el proyecto.
Ese 30 por ciento vacante fue adquirido por un inversor europeo, Francisco Ortiz von Bismarck, bisnieto del ex canciller alemán Otto von Bismarck. A principios de 2018 el gobierno autorizó la venta del restante 70 por ciento al mismo inversor (Búsqueda, 25-I-18), pero desavenencias sobre la forma de pago hicieron que el negocio se cayera. Actualmente Von Bismarck se mantiene como socio minoritario de Simbiosys y está inmerso en un juicio civil con los socios mayoritarios por el frustrado negocio.
La llegada de Ortiz von Bismarck al mercado de la marihuana no pasó desapercibida. Sobre todo por sus contactos: fue compañero de Sartori en la Universidad de Harvard y juntos crearon una sociedad en las Islas Vírgenes Británicas llamada Camaleon Consulting (que aparece mencionada en los Panama Papers). También figura como director de Union Agriculture Group, compañía vinculada a Sartori, que fue accionista de Icc Labs, y que mantiene una importante deuda con el Banco República (El Confidencial, 27-VI-18).
https://brecha.com.uy/muchas-flores-algunos-prensados/
0 comentarios:
Publicar un comentario
No ponga reclame, será borrado