Transcurrido algo más de un año del inicio de la pandemia, si bien desde este espacio sindical hemos dado opinión acerca de los efectos que genera para el pueblo uruguayo,
ya sea para los trabajadores, modificando su relación laboral, o para la sociedad, quienes hemos impulsado soluciones como corriente sindical del sistema financiero, entendemos que ante la ausencia de denuncia por parte del Consejo del Sector Financiero Privado (CSFP) y de la mayoría del Consejo Central de nuestro sindicato, no podemos ser cómplices de la situación que detallaremos a continuación.
Nada estaríamos inventando si dijéramos que la clase política, administradora del poder del
estado desde siempre, ha sido funcional a los intereses de la clase dominante, promulgando
leyes que recortan el accionar sindical, con exoneraciones impositivas, etc. Pero en plena
pandemia esta situación se profundiza con los envíos al seguro de paro y las reestructuras
encubiertas que las empresas llevan adelante aprovechando la pandemia, a lo que se suma el silencio cómplice de la mayoría de las direcciones sindicales burocráticas, incluido el Pit-Cnt y la oposición político parlamentaria.
Si perteneciéramos a la salud, denunciaríamos que en plena emergencia sanitaria las empresas del sector enviaron sistemáticamente trabajadores al seguro de desempleo, a pesar que continúan percibiendo las cápitas correspondientes al FONASA, pero pertenecientes al sindicato del sistema financiero, nos explayaremos acerca de la situación que nos ocupa.
En el sistema financiero, desde abril-mayo del 2020 hasta la fecha, estuvieron en el seguro de desempleo, unos mil trabajadores, con pequeñas oscilaciones, ya sea parcial o total. La inmensa mayoría pertenecientes a las administradoras de crédito (de propiedad de los bancos) y las transportadoras de caudales, aunque también los hubo en Anda, Cooperativas, CND y otros.
Las empresas argumentaron que las medidas se debían a “problemas económicos”, el CSFP, dio fe a esta comunicación e incluso flexibilizó convenios colectivos, como en el caso de Prosegur, para “colaborar” con la continuidad de la empresa, a pesar de la votación negativa de la Comisión Representativa, pero… triunfó la “responsabilidad” y la empresa sin oposición cumplió su objetivo.
Algo similar pasó en Pronto (propiedad de Scotiabank) en donde también el CSFP
en aras de la “responsabilidad” aplastó la oposición de la Comisión Representativa a los seguros de paro.
También se dio una reestructura en Créditos de la Casa (propiedad de Santander) con el envío al seguro de paro (todavía hay trabajadoras en el mismo) y posteriores despidos incentivados para un grupo de integrantes del sindicato, el cual generó una fuerte polémica luego que, el 5/1/21, llegara al Consejo Central una carta del seccional Tacuarembó del 21/10/20 en donde se solicitaba al mismo se incorporara a la bolsa de trabajo a estas compañeras.
En este caso,
también el CSFP actuó irresponsablemente, impulsando traslados de 500 kilómetros a cambio de la vergonzosa suma de $16.000 para conservar el puesto, desechando movilizarse por supuesto.
En resumen, las patronales financieras actuaron a su antojo, con el camino pavimentado por las decisiones del CSFP y su silencio.
Lamentablemente para los intereses de las empresas, los números del Banco Central fueron esclarecedores. En cuanto a las ganancias de las empresas del sistema financiero, el grupo Santander con sus colaterales, Creditel y Créditos de la Casa, mantuvieron ganancias en el entorno de los 100 millones de dólares anuales, cifra casi idéntica al 2019.
Incluso incentivando despidos en el propio banco a un grupo de 19 trabajadores (17 afiliados), los cuales obviamente no fueron sustituidos por nuevos ingresos. Si habrá sido un buen año para este grupo económico que lejos de jugar “al achique”, le permitió a Créditos de la Casa (Retop S.A.) comprar en una cifra de “entre US$ 1.500.000 y 3 millones de dólares” la firma de pagos móviles “Paganza”, según la fuente “El País” de setiembre del 2020.
Si confiarán en esta operación que mantienen el staff gerencial y los fundadores de esta empresa que mueve US$ 160 millones al año.
La empresa Pronto no reporta sus ganancias individualmente, están incluidas en las del Banco Scotiabank que mantuvo sus ganancias del año anterior.
Quien no quiso quedarse atrás fue Prosegur, que permanentemente viene incorporando empresas hasta ahora de su rama (Catur, Servitec) y que adquirió en el mes de diciembre, nada más ni nada menos que la empresa Red Pagos, que con sus 490 locales le permitirá incursionar en un nuevo giro, cobro de facturas, transferencias, corresponsalía, préstamos etc.
Las ventas de nuevos productos en Iberoamérica alcanzaron en los nueve primeros meses de 2020 los 128 millones de euros (unos US$ 232 millones) e incrementaron su peso sobre los ingresos totales en la región hasta el 17,1% (Fuente “El País”).
Lo anteriormente denunciado, nos deja un sabor amargo como uruguayos y como integrantes del movimiento sindical en general y del sistema financiero en particular.
Como uruguayos, porque una vez más asistimos a que el pueblo sea quien financie, tanto las ganancias de estas empresas en la toma de créditos a exorbitantes intereses, así como los fondos públicos de los seguros de paro, herramienta que deberá ser asistida a la brevedad mediante impuestos o toma de deuda externa.
Además, dejan de aportar a la seguridad social en general y a la CJPB (Caja Bancaria) en particular.
Como integrantes del movimiento sindical,
rechazamos el sindicalismo conciliador, que se limita a declararse en contra de, reclamar sin
movilizar, o a participar de paneles televisivos
integrando la farándula del espectáculo.
Todo esto dentro de la desmovilización y desideologización de los trabajadores impulsado por la propia burocracia.
En este marco, analizaremos el rol que desempeñó el sindicato, evitando adjetivar, descalificar y dar por cierto situaciones no comprobadas.
Resultan llamativos varios aspectos:
1) Esta situación nunca fue denunciada por el CSFP siendo que la información que
manejamos es pública, nunca fue usada para revertir estas situaciones perjudiciales tanto para los trabajadores que deben representar, como para el pueblo uruguayo en general.
2) Nunca hubo una movilización para lograr detener los envíos al seguro de paro en
ninguna de las administradoras de crédito, Anda y Prosegur, (la única realizada en CND
el año pasado fue embaucada en aceptar seguros de paro parciales para todos evitando los totales, aun cuando el mismo CSFP concluyó que la decisión fue política y no por
problemas económicos.)
3) No fue aceptada la propuesta de la Banca Oficial de movilizarnos en conjunto, no se
convoca a una asamblea del sector privado para unificar fuerzas y analizar la situación
definiendo los pasos a seguir luego de 22 años.
4) En su afán de facilitar los asuntos y la relación con las empresas, se ha pasado por arriba de las resoluciones de las Comisiones Representativas de Pronto y Prosegur. Mientras los trabajadores pierden derechos, beneficios, salario y hasta el propio empleo, quienes se consideran dirigentes y no representantes, mantienen sus privilegios: autos alquilados, alimentación, telemilitancia, viajes, etc.
5) Se limitaron a asistir con una canasta a los trabajadores en el seguro, con fondos sindicales, llevando al 1.2% la cotización sindical a todos los afiliados de las empresas
financieras privadas. Si bien estamos de acuerdo con este tipo de acciones solidarias,
creemos que se debe acudir a ellas solamente en un proceso de lucha o después de esta y no como forma de evitar la confrontación con la patronal, que de esa forma logra su objetivo con la complicidad de la organización sindical.
Creemos que una autocrítica dará luz a estas interrogantes y si no la hay, también dará luz sobre el accionar del Consejo de Sector Privado.
Compañeros y compañeras, tenemos un sindicato que mueve el sistema financiero, de cuyo funcionamiento depende el sistema capitalista, con presencia nacional, infraestructura, medios económicos, debemos rescatar la herramienta.
Tenemos que organizarnos desde las bases, en los lugares de trabajo con democracia sindical y unidad para luchar, solo así podremos enfrentar a las patronales y a la burocracia sindical.
QUE LA CRISIS NO LA PAGUE LAS Y LOS TRABAJADORES, QUE LA PAGUE EL CAPITAL, LAS PATRONALES.
HAY QUE CAMBIAR LA ESTRATEGIA
¡ARRIBA LAS Y LOS QUE LUCHAN!
Coordinación Para El Cambio
AEBU Pit-Cnt
viernes, 4 de junio de 2021
Buitres financieros y el silencio cómplice
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