martes, 26 de octubre de 2021

La estafa financiera AFAPs


 

ALGUNAS VERDADES FRECUENTEMENTE SOSLAYADAS.
Montevideo, 10 de octubre de 2021
Autor: William Yohai

El tema es, desde hace años, uno de los ejes centrales de la discusión económica. Es verdad, cada vez vivimos más años. Y, al mantenerse los criterios de edad y tiempo trabajado, el período en el que los jubilados cobran y no generan es mayor. Lo cual tensiona al sistema. En el mismo sentido al multiplicarse los avances en el cuidado de la salud aumentan los costos asociados a mantener una vejez saludable.
Por otro lado, no se debe perder de vista que simultáneamente aumenta la productividad del trabajo. Caen en forma sistemática los empleados en las actividades que producen bienes imprescindibles para la vida: alimentos, vestuario, energía, electrodomésticos, etc.
Son dos tendencias opuestas cuyo balance está completamente fuera de las posibilidades de este modesto escriba.
Pero hay algunas cosas del actual sistema “mixto” que sí están claras.
1) Como afirma el BCU1 en sus informes periódicos entre seguro (nunca logré tener claro que riesgo cubre) y comisión de administración, a los aportantes al sistema AFAP les quitan, mes a mes, alrededor de un 21,90% del dinero aportado.
Dicho de otra forma: las AFAP son una especie de banco donde uno coloca 1.000 pesos y si saca el saldo 5 minutos después figurará que le acreditaron 780 y fracción.
¿Usted colocaría su dinero en ese banco? Pues mire, 1.470.000 personas (números redondos) lo hacen regularmente. Y, seguramente, la inmensa mayoría desconoce esto.
Como la suma de aportes anuales que reciben las AFAP ronda los U$S 1.000 millones, la plata que reciben las administradoras suma algo así como 210 millones anuales.
El promedio de plata mensual que reciben las AFAP por aportante monta aproximadamente U$S 1002. Calculando 30 años de aportes (y sin tener en cuenta las ganancias-pérdidas que ese ahorra haya generado) nos da un acumulado de unos U$S 35.000 a lo largo de su vida laboral, pero, de ellos U$S 7.600 habrán quedado en las manos de la administradora. Es evidente que su jubilación (en la parte de la misma que depende de la AFAP) deberá reducirse en una proporción similar.
Dicho de otra forma: si esa exacción no existiera el jubilado recibiría un aumento proporcional. Eso sin afectar otros aspectos del sistema.
A estas alturas conviene explicar: ¿Que hacen exactamente las AFAP?
a) Reciben, íntegros, mes a mes los aportes que les vierte el BPS. Que es quien asume los costos de supervisar las mil y una cosa necesarias para combatir la evasión de aportes. b) Colocan esa masa de dinero en inversiones, que están reguladas por ley, como: diversos títulos de deuda pública y/o deuda de organismos multilaterales de crédito y otra parte en emprendimientos privados que reúnen ciertos requisitos también regulados por ley. Trabajo para, tal vez, una docena de personas d) Pagan regios sueldos a una panda de gerentes y sus secuaces e) Gastan sumas ingentes en publicidad y marketing que sirve, más que para competencia entre ellas, para defender precisamente los privilegios de sus propietarios y gestores. f) El resto, ganancia de los dueños.
Cabe aclarar que un 53% del total de aportes al sistema van a República AFAP, cuyos accionistas son públicos (BPS, BROU y BSE).
Por último, cuando el trabajador se jubila esa masa de dinero pasa al BSE que de acuerdo a complejos cálculos actuariales pagará la parte correspondiente al sistema de su jubilación.

Otro aspecto clave para comprender el tema de la SS en Uruguay es el de la caja militar. Se afirma que el déficit de esa caja oscila entre 400 y 500 millones de dólares anuales.
No hemos verificado el número, pero dado que no hemos visto que haya sido desmentido, podemos tomarlo como real. Una cifra enorme. Que cubre un régimen de jubilaciones, particularmente en el caso de los oficiales de las FFAA, sumamente privilegiado.
Sin entrar a considerar el tema de fondo: salvo algunos servicios de indudable utilidad pública (sanidad militar, geográfico, prefectura nacional, aviación civil y alguno que se me escapa) y que deberían estar en el ámbito civil, resulta difícil justificar la necesidad que tiene Uruguay de unas FFAA de este tamaño.
Tal vez encarando seriamente estos dos aspectos se podría encaminar una solución para la sostenibilidad fiscal de nuestra seguridad social sin afectar en forma importante los actuales parámetros, como son edad de retiro y monto de las prestaciones. 


El ec. Hugo Bai, representante por los trabajadores en la Comisión de Expertos: “Nosotros entendemos que para que el nuevo pacto social pueda estar legitimado, hace falta que algunos actores que tienen mayor capacidad contributiva, contribuyan con un mayor financiamiento”.


 Hugo Bai ahí debió decir que las AFAPs son una estafa del sistema financiero y cuenta con el apoyo del FMI/BID/BM/CAF/y de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay. Y que República AFAP S.A. se usa también para acomodar a dedo con grandes sueldos a gente del partido de gobierno de turno. Que las AFAPs desfinancian al BPS y perjudican también económicamente al BSE que es la única aseguradora la estatal  quien paga la renta vitalicia por capitalización AFAPs.
BPS hace la recaudación de la guita y todo el trabajo administrativo gratis para las AFAPs, BPS le envía el dinero a las AFAPs que tienen en su poder más de 16.000 millones de dólares -son aportes de los trabajadores al BPS- Pero además BPS pierde plata cuando recauda aportes para las AFAPs porque BPS paga comisión por cada transacción de aportes a Abitab y otras empresas de cobros que BPS contrata tercerizado el servicio de cobros y de pagos.

 

 

 

 


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