martes, 2 de agosto de 2011

Muere militar uruguayo en el Congo





Martín Mazzoli de 28 años, falleció como consecuencia de un accidente de tránsito mientras desempeñaba su tarea como militar en Congo. integrante del contingente de helicópteros “URUAVU”, desplegado en Misión de Paz en la ciudad de Bukavu (este del país).
Mazzoli y otros dos militares uruguayos viajaban en un vehículo oficial que se salió de la ruta y volcó.
El teniente sufrió heridas graves y murió poco después en un hospital de Bukavu.
Los otros dos integrantes de la FAU resultaron con golpes pero sin lesiones graves.

Las autoridades uruguayas iniciaron los trámites para la repatriación de los restos del militar y pusieron en marcha una investigación para tratar de determinar las causas del accidente.

Uruguay aporta unos 1.300 militares del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea a la misión de paz de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo.
31 de Julio de 2011

Militares uruguayos estan en el Congo para garantizar el orden interno

Cascos azules en el Congo


Por mandato de las NU Uruguay despliega fuerzas de paz para mantener el orden (igual que en Haití).


Pero que orden?


Alguien entiende porque hay tropas de la ONU en el Congo? El porqué de los constantes genocidios, y aparte del afaire de la explotación sexual de niñas que ya quedó en el olvido, las tropas de la ONU estan para mantener el caos del desorden de la globalización y genocidio empresarial.



Transnacionales alientan conflicto en el Congo
por el profesor Bernardo Quagliotti de Bellis

La verdadera razón de fondo de la guerra de esta segunda guerra del Congo, es producida por la voracidad que manifiestan diversas multinacionales por acceder al coltan, mineral también conocido como “el oro gris”, es un mineral fundamental para la construcción y mantenimiento de centrales nucleares, para fabricar proyectiles y misiles de largo alcance y para el desarrollo de la telefonía celular . El 80 % de las reservas estimada de este mineral se encuentra en la República Democrática del Congo.



Ya nadie puede ignorar que la guerra que se desarrolla en la República Democrática del Congo, tiene como causa fundamental la depredación de metales preciosos y recursos estratégicos. Y que como fatal consecuencia van financiando la propia guerra. El trasfondo del conflicto es el saqueo del mineral coltan, por parte de poderosas transnacionales, y como ha manifestado el senador Pere Sampol, este motivo es superior a la presentación del conflicto como étnico o tribal.

El nombre de coltan procede de la abreviatura de dos minerales: columnita y tantalita, de los cuales se extrae el tantalio y el niobio que son utilizados en industrias que se dedican a la fabricación de aparatos eléctricos, centrales atómicas, misiles, fibra óptica, elaboración de condensadores y en la fabricación de teléfonos móviles, laptops y muchos otros dispositivos. Empresas transnacionales como Nokia y Sony rivalizan por la adquisición de este metal -declarado estratégico por Estados Unidos- y que actualmente tiene un precio internacional de 400 dólares el kilo.

La escala de precios del coltan comenzó relativamente hace poco tiempo y tuvo que ver con el uso del tantalio para la fabricación de microchips de nueva generación, para videojuegos y como consecuencia de que en Brasil, Australia y Tailandia comenzaran a escasear las reservas de ese mineral.

Los principales reservorios del coltan se hallan en el subsuelo de las provincias del Este del Congo, especialmente en el departamento de Kivi del Norte, en la región de los Grandes Lagos, fronteriza con Ruanda y Uganda, fieles aliados de los Estados Unidos.

El Congo se distingue por la extraordinaria riqueza del subsuelo, que constituye la base principal de su economía y su mayor fuente de divisas. Los sucesivos gobiernos del Congo, más que a mejorar y aumentar la producción del sector primario, han dirigido sus esfuerzos hacia el aspecto financiero de las actividades mineras. Ello les obligo a sustraerlo del control de las sociedades europeas, en primer lugar de la “Nion Minière du Aut. Kananga” fundada en 1906 y que se había constituido en “un Estado dentro del Estado”.

Si el Congo figuró como el sexto productor de cobre del mundo, en la actualidad el coltan se ha convertido en el gran problema pues, nuevamente, grandes empresas europeas y estadounidenses pretenden el control de los recursos del Congo.

Pero el tema se agravó cuando la estrategia internacional de China, comenzó a financiar y firmar contratos comerciales y de ayuda tecnológica con países africanos. El pasado 19 de noviembre, el “Foro Internacional por la Verdad y la Justicia en África de los Grandes Lagos”, denunció en su reunión en Madrid que las milicias del general rebelde congoleño Laurent Nkunda, “actuando de gendarmes de grandes intereses internacionales, se oponen a la entrada de China en la República Democrática del Congo para la explotación de los recursos minero del Este de dicho país, justamente cuando el gobierno de Kinshasa luego de firmar un contrato de financiación por 9.000 millones de dólares con el gobierno de Pekín, a su vez había intentado establecer acuerdos comerciales con China para que ésta explotase en su territorio cobre y el coltan

Financiando el conflicto congolés

Un polémico informe del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas señaló que la explotación en el Congo de recursos naturales -priorizando el coltan- son causa de la guerra actual en el Congo, agravado por la acción de los países vecinos (Ruanda y Burundi) quienes está muy involucradas en el contrabando de este preciado metal, utilizando sus ganancias en continuar financiando la propia guerra.

Según un informe elaborado por expertos de Naciones Unidas, “el Ejército Patriótico Ruandés ha montado una estructura ad hoc para supervisar la actividad minera en el Congo y facilitar los contactos con las transnacionales occidentales. Se han creado varias empresas mixtas entre los negociadores europeos del coltan y miembros del círculo íntimo al presidente de Ruanda”.

La compañía Somigl (Sociedad Minera de los Grandes Lagos), una empresa mixta de tres sociedades: Africom (belga), Prometo (ruadesa) y Cogecom (suafricana) tiene el monopolio en el sector de explotación de minerales estratégicos. Según declaraciones del presidente del movimiento rebelde “Reagrupación Congoleña para la Democracia” (RCD) – Adolphe Onusumba- “anteriormente, con la venta de diamantes ganábamos unos 200.000 dólares al mes. Con el colan llegamos a ganar más de un millón de dólares al mes”.

El ejército ruandés traslada el mineral a la capital de Ruanda (Kigali) y luego hacia las instalaciones de Somirwa antes de ser exportado a Estados Unidos, Alemania, Holanda, Bélgica y desde este país a Kazajstán. La firma H.C.Starck -filial de Bayer; el hombre de negocios suizo Chris Huber y la fábrica de transformación Ulba de Kazajstán, juegan un papel prioritario en todo esta complicidad internacional.

Antecedentes

El coltan, ya desde su primera etapa, al presentarse tan solo como arena, fue el verdadero objetivo de la segunda guerra del Congo, en la que murieron cerca de cuatro millones de personas, fuera por hambre, fusilamientos o machetazos. Esta guerra que supuestamente finalizó en 2003, tuvo como protagonistas a nueva naciones, además de veinte grupos tribales distintos de lealtad indefinida. Todo luchaban por motivos étnicos y políticos. Entre esas naciones estaba Ruanda, todas naciones africanas que eran consideradas las más pobres del planeta.

Mientras que el coltan se extrae a su vez en Australia, Brasil y Tailandia , países que pagan mano de obra en condiciones dignas , al producto extraído se le cobra impuestos y tasas, lo que finalmente gravan la extracción del mineral. En el Congo es más sencillo pues se violan todas reglas de derecho humanitario. Según datos de la ONU entre 1998 y 2002 se extrajeron de esa república aproximadamente 3,9 millones de kilos de coltan, que fueron colocados en el mundo industrial, por un valor de 793 millones de dólares sin que la república del Congo el Congo recibiera un modestísimo derecho de “canon.”

En el actual conflicto, las tropas de observación de Naciones Unidas (MONUC) “observan” como lo han denunciado varias ONG, . ante el hecho de Kiwanja, donde se masacran diariamente cerca cientos de civiles. El temor de la población es que se repitan los acontecimientos sucedidos en el período 1998-2003, en los que murieron unos 4 millones de angoleños. Es sorprendente que esos años en que tropas de Ruanda, Uganda y Burundi invadieron salvajemente el Congo , los medios de comunicación la siguen ignorando.

Preguntas sin respuestas

¿Por qué en estos días la población de las ciudades de Goma y Bakuvu -capitales de Kivi Norte y Kivi Sur- solicitan que desaparezcan de suelo congoleño todos los cascos azueles?

¿Por qué el Tte.Gral español Díaz de Villegas, nombrado en setiembre pasado comandante de la MONUC, ha renunciado recientemente de su cargo?

¿Son veraces los testimonios de personas que dicen haber visto a cascos azules transfiriendo armamento a las tropas rebeldes que comanda Nkunda? ¿Qué si las tropas de éste vencen en los combates las de la ONU (MONUC) desaparecen. Actitud contraria cuando el ejército congoleño está en situación de vencer y dichas tropas se interponen entre los comabatientes.

Objetivo: ¿ dividir al Congo ?

Por argumentar a esta pregunta, el ejército ruandés asesinó el 26 de octubre de 1996 a Monseñor Christhope Munzihirwa, arzobispo de Bukavu. En tiempos más cercanos, el obispo congoleño de Kamina - Monseñor Jean-Anatole Kalala Kaseba- durante un encuentro en Madrid con el Comité de solidaridad con el África Negra”, expresó: “ Creemos que los que han creado esta situación pueden ponerle fin, especialmente los estadounidenses. La ONU está allí, incluso en mi diócesis. Son observadores, pero ¿qué es ser observador?. Tienen un programa que no quieran decirnos. Aseguraron que venían para ponerse entre los beligerantes, pero vienen a confirmar la partición del país. Nosotros hubiéramos preferido que estuvieran en todas las ciudades, pero resulta que no están presentes ni en Uganda ni en Ruanda.”

La denuncia del ex-presidente de Botswuana -Kett Masire- quien fuera mediador en el conflicto congoleño, denunció que desde mediados de marzo de 2002, el gobierno de Ruanda ha convertido parte del área de Kivi-norte en una extensión de su territorio, apropiándose de todos los servicios telefónicos nacionales de Bakuvu, instalando el código 250 de Rwandatel y controlando todo el servicio de Internet desde Kigali, capital de Ruanda.

Las relaciones entre Ruanda y el Congo son tensas desde el genocidio de 1994 en Ruanda, que según la ONU causó un millón de muertos. Es deseable que la cumbre “”dedicada a los combates” realizada la semana pasada en Nairobi entre los presidentes de de la república del Congo y de Ruanda, bajo la égida del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, resuelva esta grave crisis que la comunidad internacional no ha podido solucionar y las transnacionales, sí, muy bien aprovechar.

Aparentemente la MONUC (tropas de ONU) no está para proteger a los civiles de ambos bandos, sino para proteger las reglas del juego geopolítico que las transnacionales están desarrollando en esta zona de África negra.

LA ONDA® DIGITAL

Coltan: Otro genocidio del capitalismo



Tranquilidad alerta tras las alambradas uruguayas




Congo: Coltán, el mineral de la muerte

Habitar una tierra llena de riquezas puede ser una condena para un pueblo. Es el caso de Congo. La explotación de los minerales de su subsuelo, vitales para la tecnología, ha desembocado en explotación infantil y en una guerra eterna.


En un lugar plagado de injusticias, la más cruel es la que obliga a los niños mineros del este de la ColtanRepública Democrática del Congo a dejar la escuela para escarbar en las minas artesanales que proliferan en las provincias de Katanga y los Kivus. Por menos de un dólar al día, casi desnudos y a menudo malnutridos, estos menores alimentan el mercado mundial de coltán, cobre, estaño y cobalto mientras hacen aún más profundo el agujero humano en el que habitan. En un país incapaz de sacar partido a sus enormes riquezas naturales, una nueva generación se pierde condenada a trabajar a una edad en la que, en el resto del planeta, los niños van a la escuela y juegan con videojuegos que funcionan con los minerales que ellos arrancan del subsuelo. "Están atrapados en un círculo del que es casi imposible salir".

"Sin dinero para pagar la escuela y sin otra forma de mantenerse, muchas familias se ven obligadas a poner a trabajar a los niños. Muchas veces pueden verse a familias enteras, padres, hijos y nietos, trabajando juntos en las zanjas".

El colapso de Congo como Estado ha dejado a muchos de sus ciudadanos en una situación de extrema vulnerabilidad. Como en ningún otro rincón del mundo, en este país de 66 millones de habitantes, tan grande como Europa occidental, se hace evidente que vivir sobre una tierra llena de riquezas puede ser la mayor de las condenas para un pueblo y sus niños.




1. Historia de un expolio. La promesa de una tierra llena de riquezas fue la que africa04atrajo a Leopoldo II, rey de Bélgica, a tomar posesión de este rincón de África cubierto de selvas y surcado por caudalosos ríos en 1884. Congo no pasó a ser una colonia más, sino la única propiedad particular de un monarca obsesionado en extraer tanto oro, maderas y café -entre otros productos tropicales que la metrópoli estaba ansiosa por consumir- como fuera posible. Las cosas apenas cambiaron a partir de 1908, cuando el Gobierno belga asumió la soberanía del país, y Congo llegó a la independencia en 1960 con 16 millones de habitantes y menos de 20 licenciados universitarios. ¿A dónde podía ir un país así?. La respuesta es que iría a una de las dictaduras más corruptas y salvajes que han existido en un continente casi tan rico en minerales como en regímenes despóticos.

Tras cinco años de convulsiones y en un golpe promovido por los Gobiernos de Estados Unidos y Bélgica, Mobutu Sese Seko se adueñó del poder en Congo en 1965, se enriqueció tanto como pudo y no lo soltó hasta que Laurent Kabila, padre del actual presidente, Joseph Kabila, le echó del país en 1997. Pero la vida sin Mobutu no fue mejor para los congoleños, que pasaron otros siete años sumidos en una guerra en la que se vieron implicados siete países y que, con más de cuatro millones de muertos, fue la más sangrienta desde la Segunda Guerra Mundial. Ahora, la revuelta contra el Gobierno de Kabila del general tutsi Laurent N'Kunda amenaza con poner fin a la frágil paz que se mantiene desde 2003. En estos casi 135 años han pasado los reyes, los gobiernos y las guerras, pero todos han tenido en común el expolio de un país y el trabajo infantil en las minas, que han financiado los sistemas que les explotan.

2. La pesadilla del coltán. Las nuevas tecnologías llegaron a finales del siglo XX al este de Congo en forma de un nuevo mineral que arrancar de las montañas: el coltán. El país cuenta con las mayores reservas mundiales conocidas (hasta el 80%, según algunos cálculos) de esta extraña aleación de la que se extrae el tantalio, metal de gran resistencia al calor y unas propiedades eléctricas que lo hacen insustituible en los teléfonos móviles, consolas de videojuegos y todo tipo de equipos electrónicos. Fácil de extraer y muy valioso -a principios de esta década se llegó a cotizar a más de 700 euros el kilo-, el coltán fue el combustible que engrasó las múltiples facciones que protagonizaron la gran guerra entre 1997 y 2003.

Con el país sumido en una complejísimo conflicto, con hasta seis facciones que en ocasiones llegaron a luchar todos contra todos, millones de personas se vieron desplazadas de sus cosechas y, en una nueva vuelta de tuerca, las mismas minas que financiaban a los grupos en lucha se convirtieron en focos de atracción para familias enteras que allí encontraban su única fuente de ingresos.

Pero el mismo mineral que les permitía subsistir era el que envenenaba todo el sistema político del centro de África. El pueblo congoleño podía ser pobre, estar malnutrido y presentar unas tasas de analfabetismo superiores al 33%, pero quienes estaban detrás de la guerra y la explotación del coltán eran eficientes ministros, generales y políticos. Un informe elaborado por expertos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en 2002 puso nombre y apellidos a decenas de militares y gobernantes de Congo, Uganda, Ruanda, Burundi y Zimbabue que, perfectamente organizados, se lucraron con la exportación del coltán a Europa, Asia y América.

La explotación del coltán se mantiene hoy en Congo, aunque ha perdido peso debido al descenso de precios que ha sufrido en los últimos años. "Hoy es la casiterita la que está dando los mayores casos de explotación infantil y trabajos forzados". Este mineral, del que se extrae el estaño, componente esencial de múltiples aleaciones, predomina en la parte este de Congo, la más sacudida por la intervención extranjera y las luchas fratricidas en el país.

Los precios fijados en los mercados internacionales pueden tener su impacto en las explotaciones minerales en Congo, pero "poco cambiará sobre el terreno a efectos prácticos". La casiterita y el coltán, por ejemplo, suelen encontrarse en los mismos sitios y, mientras se mantengan las estructuras de poder y los sistemas de explotación fuera de la ley, por milicias o el propio Ejército, los niños seguirán siendo explotados.




3. El Estado que no protege. Tras el fin de la guerra, y con el apoyo de la comunidad internacional, Congo celebró elecciones presidenciales en 2006. Se abría así un periodo de esperanza que hoy ha defraudado a casi todo el mundo. Los ejemplos están por todas partes en Goma, capital del Kivu Norte, una ciudad tomada por el Ejército de la República Democrática del Congo y los cascos azules de la ONU, pese a lo cual los rebeldes del general N'Kunda llegaron el pasado 30 de octubre a sólo 10 kilómetros de su trazado urbano. Los soldados del Ejército han incurrido en múltiples violaciones de los derechos humanos contra la población a la que deben proteger, el último episodio tras la ofensiva de N'Kunda en Goma, cuando en su retirada se dieron al saqueo, mataron a decenas de civiles y violaron a miles de mujeres. Los soldados llevaban meses sin cobrar su salario, que se pierde en la maraña de corrupción de los oficiales.

Tampoco las escuelas del sistema público funcionan. Menos de la mitad de los profesores cobra su salario y los centros se ven obligados a cobrar a los alumnos para pagar al resto y mantener las instalaciones. Muchas familias no pueden pagar estas contribuciones, aunque sean pequeñas, lo que aboca a los niños al trabajo infantil.

La violencia sexual es la otra gran lacra que se ceba con la infancia en el país. Sin fuerzas del orden que les protejan ni educación con la que labrarse un futuro, jóvenes de ambos sexos quedan expuestos a todas las formas de explotación, desde las violaciones en masa a la prostitución. Para ellos es un trauma que les marca por toda la vida. La vergüenza, las enfermedades de transmisión sexual y el golpe brutal que sufren desde muy pequeños en su autoestima hace que en muchos casos sólo sean capaces de sobrevivir adoptando para la edad adulta los hábitos adquiridos de violencia y falta de respeto que ellos han sufrido.

Congo se encamina hacia otra generación perdida, la séptima u octava consecutiva desde la llegada del poder colonial. Los datos hablan de un sistema sanitario público apenas existente, de casi la mitad de los niños sin escolarizar, de un 31% de menores de cinco años con malnutrición y de una mortalidad infantil antes del primer año que alcanza a uno de cada doce menores bebés. Un informe alerta de que, en las zonas en conflicto, cada año mueren uno de cada ocho menores de cinco años. Unas cifras que no mejoran desde hace dos décadas. Mientras, los niños siguen trabajando en las minas.
Jueves, 17 de Febrero de 2011








Y el Ñato que opina?
(de la 36)
Eleuterio Fernández Huidobro: “En el Congo existe un gran conflicto, mayor que el de Medio Oriente, salvo que no cuentan con publicidad”
A pesar de que hoy tiene problemas tan graves como la situación en el Congo.
Uno piensa que el despliegue militar en el exterior más grande en el último siglo, militar y civil porque hay policías y civiles uruguayos allí, está en aquella zona combulsionada en una situación que es previsiblemente volátil, crítica y peligrosa.

Huidobro: A pesar de que hoy tiene problemas tan graves como la situación en el Congo.
Uno piensa que el despliegue militar en el exterior más grande en el último siglo, militar y civil porque hay policías y civiles uruguayos allí, está en aquella zona combulsionada en una situación que es previsiblemente volátil, crítica y peligrosa.


Angeles: Hay información real de lo que está pasando allí...


Huidobro: Si, información hay. Ayer esperábamos en la Comisión de Defensa al Sr. Fau justamente para que informara de la situación en el Congo, vendría acompañado con los asesores correspondientes.
No se si se acuerdan cuando fuimos Presidentes de la Comisión de Defensa, después de leer el informe que nos brindaran sobre la situación en el Congo por lo que quedamos muy preocupados, un voluminoso informe, y habíamos propuesto la idea de ir al Congo a ver insítu el despliegue de tanta gente uruguaya.
Uruguay tiene una larga tradición de misiones de paz, ha cumplido 100 años el Coronel Retirado que estuvo en la primera, la guerra del Chaco.
Se ha ido pasando por otras como la de Cachemira, poco después de la independencia de India y Pakistán, se estuvo en Camboya, una especie de misión fracasada para Naciones Unidas porque empezó nuevamente la guerra.
Ninguna situación tan peligrosa como esta donde en lugar de dos bandos enfrentados hay una proliferación de bandos en pugna que hacen que la situación sea volátil, se puede armar lío en cualquier lugar y por cualquier cosa.
Es una situación caótica, un país hecho puré por varias guerras, los resultados de una colonización, allí estuvo el Che intentando ayudar a hacer la Revolución, centro de Africa, lugar estratégico, 50 millones de habitantes, se calcula que la mitad está contaminada de HIV, 3 millones de muertos hasta la fecha por hambre, miseria y enfermedades, la mayoría niños y mujeres, desprovisto de vías de comunicación, la principal vía de comunicación es el Río Congo, los Aeropuertos prácticamente es imposible, la presencia del estado es nula.
A parte de todo esto la ingerencia de los países limítrofes con tropas dentro del Congo, en este lugar donde se produjo este incidente fue porque el en incumplimiento de los acuerdos de paz se retiro una fuerza extranjera de 7000 hombres que ocupaba esa región, una fuerza de Uganda.
Ahí está todo combulsionado, las fronteras no se respetan a lo largo de estos conflictos.
Al retirarse una fuerza tan poderosa de allí, donde estaba el contingente uruguayo, una parte de él, apenas se retiro esa fuerza que a prepo mantenía orden comenzaron encontronasos etnicos entre dos etnias armadas hasta los dientes.
Esta es la tragedia del mundo de la que poco se habla, la carrera de las armas.
El capitalismo genera barbarie y caos en los sectores que el capitalismo deja abandonados a su suerte, a humanidad va retrocediendo en esos lugares del modernismo a la edad de piedra, pero con armamento sofisticado.
En ese retroceso se vuelve a la época de las manadas, la guerra es la fundamental tarea en donde lo que más se garantiza es vivir, comer y vestirse, uno de los problemas que hay en el Congo es desarmar a los niños porque han sido utilizados como soldados por decenas de miles que además son huérfanos y usan armamentos sofisticados porque cada grupo de esos ha ido distorcionando sus iniciales planteamientos políticos terminando en un fin en si mismo, hoy pelean nada más porque son los dueños de una mina de diamantes y el único derecho de propiedad de la mina de diamantes son las armas que se tienen contra los demás grupos que quieren apoderarse de las minas de diamantes, que se venden a las multinacionales.
Esas multinacionales ofrecen dinero, la mayoría de las veces estos señores de la guerra piden armas modernas, mucho mejores de las que tiene el ejército uruguayo, es la paradoja de la miseria.
Incluso el caos total, la guerra por la guerra en bandas afines a lo delictivo comete tremenda cantidad de atrocidades, también hay grupos organizados y con propuestas políticas en ese marasmo, esa proliferación de toda una región hace que la situación sea tremenda.


Angeles: Qué hace Uruguay allí...


Huidobro: Estamos cumpliendo resoluciones de ONU voluntariamente.
Hemos criticado mucho con derecho a los EE.UU., a España, a los países que violan derechos internacionales desobedeciendo mandatos de Naciones Unidas que incursionaron en Irak.
Lo mismo cada vez que eso ha sucedido, cuando no se cumplen resoluciones de ONU y del Consejo de Seguridad, este es un caso al revés, en que Uruguay por lo que marca la Constitución y por lo que ha sido su política internacional deteriorada bastante por Batlle, la verdad sea dicha, esto es pasajero porque se va a ir pronto, ha mantenido Uruguay una política internacional coherente.
Ante todos estos conflictos y este es muy grande aunque no tiene prensa, quizás es más grande que el de Medio Oriente, ante estos conflictos la búsqueda de la paz por vías diplomáticas pacíficas, aquí se inicio un proceso de paz auspiciado por Naciones Unidas, se sentaron en una mesa todos los bandos, desde el gobierno hasta quienes tienen otro posición y los países que había intervenido allí adentro.
Es una mesa numerosa, difícil, pero ha ido avanzando.
Esa misma mesa ha solicitado que en varias regiones donde no quieren disputarse el control vengan cascos azules, o sea vengan fuerzas de Naciones Unidas internacionales que no dependen del mando de un país sino de Naciones Unidas.
Lo mismo ha pasado en muchos lados, están pidiendo una fuerza de paz de ONU en Israel que los separe, yo soy partidario, si saliera votado así sería partidario de que el ejército uruguayo fuera a componerlas, sino no soy coherente, si sostengo una cosa tengo que sostener la otra.
Las Naciones Unidas pide a los países dispuestos a crear esas fuerzas, Uruguay ha dicho que sí, y acá tenemos otra vez diferencias con el Imperialismo, así como el imperialismo no voto el protocolo de Kioto, no ha votado los pactos de desarme nuclear, ect, etc, tampoco es muy aficionado a esto.
No manda sus tropas a esto, estos que se arreglen porque no les conviene, ya lo vimos como no les conviene aceptar los mandatos de la ONU, prefieren actuar unilateralmente a través de sus potencias bélicas como el caso de Kosovo donde no fue ONU sino OTAN violando el Derecho Internacional quien intervino allí.
Esto se llaman misiones dentro del artículo sexto de la carta de Naciones Unidas, es muy importante esto, es un mandato que la Unidad Militar que se traslada tiene que le impide participar en la deligerancia, es más, Uruguay solo va a misiones de esa naturaleza a aquel país cuyos dos bandos enfrentados están de acuerdo en que esta fuerza uruguaya esté, sino no va.
A su vez el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a esas fuerzas destinadas a esos lugares el mandato que les da es ese y no otro, quiere decir que se produce la paradoja de que una fuerza de estas están presenciando un genocidio y no puede intervenir porque si lo hace cambia del capítulo 6 a otros de imposición de la paz.
Hoy lo que se discute por parte de muchos países africanos es que en el Congo lo que habría que hacer es salirse del capítulo sexto y se tendría que mandar de vuelta al contingente uruguayo que está allá, hasta ahora los gobiernos uruguayos también han estado en contra de otro tipo de intervenciones.



1 comentario:

  1. SABEN XQ SE REPATRIO A UN SOLDADO URUGUAYO QUE SEGUN PARECE TENIA MALARIA.AVERIGUENNNNNNNNNNN NO ERA MALARIA ERA TRAFICO.

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