Participó en la reunión que decidió aplazar el encuentro del “Gobierno del mundo en la sombra” también para que China no vea una “conspiración mundial” que le acuse del coronavirus
El Club Bilderberg es, por la importancia de sus participantes, uno de los foros políticos y económicos mundiales de más alto nivel. Y se rige por el máximo secretismo sobre los temas que allí se tratan. La crisis del Covid-19 ha aconsejado cancelar la edición de este año, que aún no había elegido una sede concreta de celebración.
Según ha podido confirmar Confidencial Digital, por fuentes próximas a la organización, el también conocido como “Gobierno del mundo en la sombra”, ha decidido aplazar la reunión de este año, que habitualmente se celebra a principios de junio, por la pandemia mundial de coronavirus.
La decisión ha sido tomada por el Steering Committee, del que forma parte la presidenta del Banco Santander, Ana Botín.
Los directivos
El Steering Committee está integrado por un grupo de 30 altos ejecutivos que lideran la Fundación Bilderberg y que son los que nombran presidente. Actualmente, este puesto recae en Henri de Castries, empresario y gerente francés, presidente de la aseguradora AXA desde mayo de 2000.
Las principales responsabilidades del presidente incluyen encabezar este órgano y, junto con el resto del equipo de dirección, preparar el programa de las cumbres, así como seleccionar a los participantes de cada uno de los países.
Forman parte también del Steering Committee, entre otros, John Elkann, presidente de la automovilística italiana Fiat; Kenneth M. Jacobs (Lazard); Michel O`Leary, consejero delegado de Ryanair; el ex director ejecutivo de Google, Eric E. Schmidt; y el CEO de Airbus, Thomas Enders.
Ana Botín
Ana Botín ejerce como delegada del Club Bilderberg en España desde 2017, cuando relevó en ese puesto a Juan Luis Cebrián después de 40 años desempeñando esta función.
Cebrián continúa vinculando al “Gobierno del mundo en la sombra” como miembro del Former Steering Committee, una especie de órgano de antiguos delegados. También pertenecen a ese grupo Jaime Carvajal Urquijo y Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente y consejero ejecutivo del Banco Santander.
No ha cursado las invitaciones
Según las fuentes a las que ha tenido acceso ECD, Botín no ha llegado este año a cursar las invitaciones a las personalidades españolas. En su entorno explican que la presidenta del Santander suele proponer formalmente a los asistentes en marzo la participación en el evento mundial. La llegada de la pandemia a mediados de ese mes truncó los planes.
Hasta el momento, Ana Botín ha gestionado personalmente en los últimos años las invitaciones a Luis de Guindos, Soraya Sáenz de Santamaría, Albert Rivera, Pablo Casado, Inés Arrimadas y Javier Monzón.
La presencia de España en los encuentros
La presencia de España en los encuentros del Club Bilderberg ha sido siempre relativamente numerosa. Además de la reina Sofía, han sido habituales un selecto grupo de empresarios y de representantes de los medios de comunicación, como Juan Luis Cebrián (Prisa), José Manuel Entrecanales (Acciona), Juan María Nin (ex CEO de CaixaBank) y Joaquín Almunia (en su condición de comisario europeo).
Otras personalidades que han asistido son Esperanza Aguirre, Jaime Carvajal Urquijo (financiero, amigo de juventud del rey Juan Carlos, miembro de la Trilateral), Javier Solana, Rodrigo Rato, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, Pedro Solbes, Jordi Pujol, Manuel Fraga, José María Aznar, José Manuel García-Margallo, María Dolores de Cospedal, Narcís Serra y Bernardino León.
“Conspiración mundial” contra China
Españoles asistentes habituales en Bilderberg explican a Confidencial Digital que el encuentro sirve, fundamentalmente, para reforzar lazos entre los países de América del Norte y Europa.
Y, en un momento como el actual, la reunión solo podría alimentar la escalada de tensión entre Estados Unidos y China a causa del origen del virus que está azotando el mundo, y que la Administración Trump asegura, por ahora sin pruebas, que ha salido de un laboratorio de Wuhan.
“En realidad, fuera de las especulaciones sobre el virus y el laboratorio de Wuhan, la desconfianza hacia China es total. La reunión en este momento, con el secretismo que le caracteriza, podría ser interpretada por Pekín como una conspiración a nivel mundial contra China”, asegura uno de los miembros del Club.
Hace unos días, la agencia Reuters desveló el contenido de un informe que ha circulado dentro del Gobierno chino, en el que se expone que “el sentimiento global contra China está en su punto más alto desde la represión de la Plaza Tiananmen de 1989”.
Las fuentes de Reuters iban más allá: “Pekín se enfrenta a una ola de sentimientos contra China liderada por Estados Unidos, y necesita estar preparada en el peor de los casos para la confrontación armada entre las dos potencias globales”.
Descartada una reunión telemática
El Club Bilderberg celebra reuniones anuales a las que asisten más de un centenar de invitados del ámbito político, económico y de los medios de comunicación, entre ellos algunos de los hombres y mujeres más poderosos del mundo.
Las reuniones bilaterales entre mandatarios, en discretos apartes en privado (incluso jugando al golf), son una de las esencias de la cumbre. Constituyen una situación propicia, en un ambiente relajado, para cerrar importantes acuerdos y negocios.
En uno de esos encuentros, el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, y Ana Botín, conversaron hace unos años sobre la compra del Popular por parte del Santander.
“Una reunión telemática de Bilderberg no tiene sentido. No es el Eurogrupo, donde también hay negociaciones soterradas entre países, pero que acaban después haciéndose públicas cuando se alcanza un acuerdo”, explica un miembro del Club. “En cambio, los temas que se discuten en Bilderberg se quedan en Bilderberg”.
Se da cita un muy selecto club mundial
Los asistentes son jefes de Estado y de gobierno, ministros de economía, banqueros centrales, economistas, presidentes y consejeros delegados de las principales multinacionales, jefes de Estado Mayor y directores de las redes televisivas y editoriales más importantes de Europa y América del Norte.
Forman parte de este selecto club personajes como Henry Kissinger, José Manuel Durao Barroso, Hillary Clinton, John Kerry, Bill Gates, George Soros, David Rockefeller y Rupert Murdoch, y miembros de casas reales europeas como la de Holanda, entre otros representantes de la élite política y económica mundial.
Parece que la Conferencia de Bilderberg, que el Príncipe Bernhard (abuelo del rey) ayudó a iniciar en 1954, tendrá que ser cancelada por segunda vez en la historia. La organización informa en el sitio web que la edición 2020 ha sido pospuesta. No se sabe si habrá una repetición en otoño, pero parece poco probable, dados los programas completos de los participantes y las incertidumbres de larga data en torno a los viajes internacionales debido a la crisis de la corona.
La primera vez que la conferencia fue cancelada fue en 1976 cuando Bernhard fue desacreditado por aceptar sobornos del fabricante de aviones Lockheed. Este año, la crisis de la corona causó un retraso.
El Rey Willem-Alexander y el Primer Ministro Mark Rutte fueron invitados regularmente a las reuniones de los últimos años. Willem-Alexander tomó el relevo de su madre la Reina Beatriz, quien a su vez tomó el lugar de su desacreditado padre el Príncipe Bernhard. En las ediciones anteriores, la Reina Sofía española estuvo presente regularmente, y el actual Rey de Bélgica, Philippe, también estuvo presente antes.
La conferencia anual debería haberse celebrado este mes, supuestamente en California. Los detalles precisos aún no han sido anunciados. Las conferencias de Bilderberg que tradicionalmente reúnen a empresarios, formadores de opinión, la realeza, líderes de gobierno y políticos de Europa y América del Norte, trabajan sobre la base de la discreción. Esto a veces llevó a que los participantes fueran acusados de formar un gobierno mundial secreto.
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