Pedro Cribari
23 abril 2021
Las autoridades tienen que cambiar la comunicación sobre esta terrible realidad que a diario nos habla de la muerte de decenas de personas. No se puede enfatizar un día sí y al siguiente también en que se llegó a una meseta, que las cifras son estables, que se vislumbra una probable reversión de la tendencia. Claro que va a llegar ese momento, pero mientras no se llegue debemos asumir contagios y muertes, algunas o muchas evitables.
¿Qué se busca?¿Acaso minimizar el impacto de la impresionante cifra de decesos que ubican a Uruguay entre los dos o tres peores del mundo y el peor del continente? ¿Con qué fines? Lo único que se logra es que se naturalicen las muertes, que muchas personas desinformadas, mal informadas, con ingenuidad e inocencia interpreten que lo peor ya pasó y comiencen a flexibilizar sus cuidados.
Tampoco pueden las autoridades por sus deberes constitucionales y éticos, menos aún los comunicadores por su responsabilidad ética de búsqueda y reflejo de la verdad, en decir que "se hace lo único que se puede hacer", que "las vacunas terminarán con pandemia" y todo un cúmulo de promesas y afirmaciones sin otro fundamento que enmascarar la penosa realidad en la lamentable falta de "libertad responsable" de los ciudadanos.
Todos los países del mundo sufrieron o sufren la pandemia, todos o casi todos padecen la insuficiente cantidad de vacunas, todos o casi todos enfrentan el desfasaje entre la velocidad de propagación del virus y el lento proceso de arribo de las vacunas.
La diferencia es que la mayoría de los gobiernos adoptan medidas para limitar de modo radical la movilidad para poder así reducir los devastadores efectos de la acción del virus. Unos pocos gobiernos no lo hacen, el uruguayo es uno de ellos, los resultados a la vista.
Es injusto responsabilizar de modo exclusivo a la población por los contagios y muertes, ¿quieren acaso convencer que el pueblo uruguayo a diferencia de los otros pueblos del mundo es irresponsable? ¿Pretenden que repitamos como tontos que la culpa es nuestra, de los contagiados, de los fallecidos? ¿Ese es el concepto que se tiene de nuestro grado de comprensión de la realidad?
Así no, como bien se ha dicho los muertos no son números, detrás de las estadísticas hay vidas, sueños, ilusiones, esperanzas, familias, sentimientos.
Digan y digamos todos la verdad que enfrentamos, que es una meseta de terror, una meseta de muerte, angustia y miedos.
Por favor respeto, un poco de respeto, no es juego de la política, es una tragedia humana.
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