sábado, 22 de enero de 2011

Por el derecho de vivir bajo un techo


Los dueños de la pelota dicen que "Montevideo" está vacío. Claro, "su" Montevideo es el que va de Bulevar a Bulevar, el que excluye e ignora a la gran mayoría que no veranea, y sigue tratando de sobrevivir y resolver necesidades básicas. Está lleno, mi Montevideo está lleno. Ese de Av Italia al Norte, el marginado, olvidado,el que buscan desaparecer....
Marina






Resisten nueva ocupación en campo

Ocupaciones ilegales. Unos treinta intrusos que el lunes habían participado en la toma ilegal del predio en el barrio Capra, irrumpieron ayer en otro terreno. Fueron desalojados por vecinos.
"Yo vivo acá. Este predio no está abandonado. Por favor, tienen que irse", gritó Sebastián Álvez desde la calle a la treintena de ocupantes que habían ingresado en la finca y comenzaban a dividirla en parcelas.
Desde el predio, Ariel Silva (26), uno de los referentes de la ocupación que fue desalojada por efectivos policiales el miércoles 19, le gritó: "Hacé la denuncia a la Policía". Y luego siguió demarcando las parcelas.
Minutos después, arribaron al lugar otros vecinos de Álvez. Uno de ellos comenzó a sacar las estacas colocadas por los ocupantes.
"¿Por qué no van al campo de al lado? Acá vive gente. Tienen que irse de cualquier manera", gritó Alvez.
Los ocupantes desarrollaron una tibia resistencia. Una gran parte de ellos eran mujeres que seguían los acontecimientos pero no participaban. En forma tibia, Ariel trataba de defender su posición de que querían un lugar para vivir.
En ese momento, llegaron otros dos amigos de Álvez. Eso inclinó la balanza hacia su favor. Al ver esa resistencia, los ocupantes comenzaron a alejarse rumbo al alambrado.
Más tranquilo, Álvez se desahogó. "Solo en este país pasa esto. Que quieran ocupar el lugar donde vivís. Además, todos estos tienen casa. No sé por qué están acá", dijo en alusión a que hay algo más detrás de este movimiento de ocupantes del barrio Capra.

GUERRILLA.
En la tarde de ayer, una treintena de personas se encontraban en la esquina de Camino del Águila y Camino Paso de la Española, al costado de un kiosco hecho de tablas de costanero. Se habían reunido muy cerca del predio ocupado por unas 170 familias el pasado lunes 17 y que fue desalojado por la policía dos días después.
Desde el kiosco, al otro lado de la vereda, se observa ese terreno donde todavía quedan restos: trozos de nylon, decenas de metros de piola usadas para delimitar las parcelas y tablas para construir improvisadas carpas.
Dentro del kiosco había una bolsa con verduras y frutas y otras con varios panes y fiambres. Debajo de un escritorio desvencijado, se refugiaba un ganso blanco que tenía sus minutos contados.
Ariel Silva y Gabriel Leal, que fueron los primeros en ocupar el predio del barrio Capra, parecían liderar al grupo que se reunía al costado del kiosco.
"Acá no hay nada político. Yo ni siquiera voto. Soy argentino. Lo único que quiero es un techo para mi familia", expresó Silva.
Silva vive con su padre, un jubilado de 70 años. Tiene dos hijos y se gana la vida vendiendo roscas por el barrio Capra.
"Quiero encontrar un terreno y luego pagarlo. No lo quiero de arriba. Pero ya no puedo vivir más con mi padre", señaló.
Advirtió que, de cualquier manera, ocupará un predio. "Ahora aplicaré táctica de guerrilla.
Voy a entrar y si me sacan, ocupo otro. Así hasta terminar en un terreno", dijo sin inquietarse demasiado.
Silva señaló que algo aprendió cuando fue desalojado por la Policía el miércoles.
"Todo se reduce a ensayo y error hasta que la jugada sale", dijo.
Ahora admite que está más organizado que cuando irrumpió con Gabriel Leal el lunes 17 al predio privado de cuatro hectáreas ubicado en la intersección de Camino Paso de la Española y Camino del Águila.
En el grupo que rodeaba a Silva y a Leal, formado por hombres y mujeres, se veía a algunos interesados en participar de una segunda ocupación, pero que estaban dubitativos,
Silva les mostraba varios documentos oficiales sobre el terreno que se aprestaba a ocupar, situado a unos 600 metros del predio anterior.
Así, exhibió a los que aún dudaban un documento con el número de padrón, el mapa catastral donde se indicaban las dimensiones del terreno (cuatro hectáreas) y un informe de la Intendencia de Montevideo donde constaba que el predio debía unos $ 100.000 por Contribución Inmobiliaria.
El grupo se demoró varias horas en decidir qué acción tomar. Poco antes de la caída del sol, se encaminaron hacia el terreno elegido, lo invadieron y comenzaron a clavar estacas para parcelarlo.
El hecho atrajo pronto la atención de vecinos y de un par de personas que se presentaron como cuidadores del campo, quienes terminaron desalojando a los intrusos.
Anoche, un grupo de vecinos había decidido montar guardia frente al terreno para evitar nuevas ocupaciones.

Las cifras
100.000 pesos es el monto de la deuda por contribución inmobiliaria que tenía el campo ocupado ayer, según documentaron los intrusos.
30 fue el número aproximado de personas que ayer volvió a tomar un terreno en el barrio Capra y que fueron desalojados.
El Mides ve "movimientos organizados" en ocupación
Según el director nacional de Evaluación y Monitoreo del Mides, Juan Pablo Labat, "la historia de las ocupaciones tiene mucho más que ver con movimientos organizados que con otra cosa", y señaló que "200 familias no deciden de un día para el otro ocupar un terreno".
El jerarca comentó que se estima que existen unas 1.500 personas que no tienen hogar en el país, aunque el número exacto es difícil de conocer.
En tanto, Labat indicó que según la Encuesta Continua de Hogares hay unas 160.000 personas que viven en asentamientos, lo que representa un 5,4% de la población y un 4% de los hogares.
Estas cifras que maneja el Mides contrastan con las del censo elaborado en 2010 por la organización no gubernamental Un Techo Para mi País, que relevó 562 asentamientos en los que viven 256.958 personas en 61.525 viviendas.
En cuanto a la propiedad de los terrenos donde hay asentamientos, el censo de Un Techo indica que el 63% pertenece al sector público, 27,2% son terrenos privados y 9,3% tierras fiscales.
En Montevideo está concentrada la mayoría de los asentamientos (59,6%).
En reacción al fenómeno reciente de ocupación de tierras, en la zona limítrofe entre Montevideo y Canelones, varias figuras de la oposición han fustigado la ausencia de planes concretos del gobierno en materia de vivienda, pese a que esa política era presentada como el "buque insignia" tras la asunción del presidente José Mujica.
"Si se dan este tipo de situaciones, en donde más de 250 personas ocupan un terreno en reclamo de una vivienda, entonces eso significa que vienen fracasando las políticas sociales", señaló el senador nacionalista Jorge Larrañaga.
También el diputado blanco Javier García sostuvo que "el gobierno debe crear un plan de viviendas efectivo que permita darle soluciones habitacionales a estas personas", y recordó que el Estado "tiene una cartera de bienes e inmuebles que supera los 250 predios. Es el mayor terrateniente inmobiliario del Uruguay".

De la toma masiva al desalojo
LUNES 17. En horas del mediodía, unas 170 familias ocuparon en oleadas un predio de cuatro hectáreas ubicado en Cno. Paso de la Española y Cruz del Sur, en el barrio Capra, entre Manga y el límite con Canelones.

MARTES 18. A apenas 24 horas de haber ingresado al lugar, ya habían dividido el campo en parcelas de 27 por 11 metros para cada familia. Una denuncia de vecinos y del propietario del terreno, ante la Seccional 18. El juez penal Ricardo Míguez intimó a los ocupantes a retirarse en 24 horas.

MIÉRCOLES 19. De tarde, se produjo el desalojo masivo tras la intervención policial. No hubo violencia aunque 18 personas fueron detenidas.

JUEVES 20. Al menos unas 20 familias, de las que habían participado en la ocupación del predio, acudieron al Ministerio de Vivienda para reclamar una solución habitacional.
El País Digital

Organización de larga data
No se enteran

Con la culminación del año 2002, también finalizaron los padecimientos que unas 400 familias que desde hacía 3 años no tenían agua potable a pesar de pagar regularmente las facturas de OSE. El asentamiento Nuevo Capra de Montevideo además de resolver la falta de agua será incluido en el programa de regularización del gobierno.

 Luego de tres años de

reclamos llegó el agua con una presión normal.
Luego de tres años de reclamos llegó el agua con una presión normal.
A pesar del empobrecimiento generalizado de la población y de la tendencia durante el presente año de la caída en la calidad de vida de los uruguayos, algunos pudieron caminar hacia adelante y obtener ciertos logros, que permiten una mejoría en el diario vivir.
En el barrio Nuevo Capra, ubicado en las cercanías de Camino Maldonado, sus residentes estuvieron durante años peleando por tener los servicios esenciales como ser el agua potable, la energía eléctrica y una caminería en condiciones.
Luego de organizarse y reclamar ante los organismos competentes se ganaron la atención de las autoridades, que se tradujo en la obtención de las prestaciones que otorgan UTE y OSE.
El asentamiento que actualmente reúne a unas 5.000 personas, prontamente se fue erigiendo con la construcción en su gran mayoría de viviendas de material y muy pocas casas precarias.
Con el correr del tiempo, la caminería fue mejorando, aunque todavía dista de tener calles en óptimas condiciones, reclamo que se convirtió actualmente en unos de los pilares de esa gene.
El problema que soportaron durante tres años fue la falta de agua potable durante prácticamente todo el día. A pesar de pagar normalmente los recibos de OSE, la baja presión impedía que a los hogares ubicados en las zonas altas les llegara el vital elemento. Esta carencia se debía a las "conexiones" ilegales a la red que realizaban, al parecer, los residentes del barrio Nuevo Rumbo, vecinos del Nuevo Capra.
Un equipo de LA REPUBLICA visitó el lugar y dialogó con los residentes sobre el problema que venían soportando desde hacía años, y que se agravaba con la llegada del verano.
El vicepresidente de OSE, Hugo Granucci, indicó tiempo atrás que el organismo tenía previsto una ampliación del servicio en el barrio Nuevo Capra, pero por problemas presupuestales no lo pudo llevar a cabo. El jerarca afirmó que el ente cobra sólo el 30% del agua suministrado a los asentamientos.
Finalmente, la semana pasada terminó el suplicio de estos pobladores, cuando el organismo instaló un nuevo troncal de 800 metros de extensión y 20 centímetros de diámetro. Con la finalización de estas obras, que demandaron un mes de trabajo, 400 familias usuarias de OSE recuperaron la presión perdida en sus cañerías y pudieron contar con el servicio de forma normal.

Ahora, la regularización

La historia de este barrio se remonta al 18 de noviembre de 1995, fecha de nacimiento del Nuevo Capra, ubicado en las cercanías del Km.14 de Camino Maldonado. Con una historia un tanto dificultosa en su comienzo debido a un mal relacionamiento con la Intendencia y la posibilidad de comprar los terrenos privados ocupados, miles de personas se asentaron sin disponer de servicios públicos.
En 1998 obtuvieron la energía eléctrica, y en poco tiempo la gran mayoría de los asentados lograron edificar respetables viviendas de material y muchas de ellas con techo de hormigón.
Después OSE les colocó el agua. Sin embargo, algo tan esencial como lo es este servicio no llegaba por falta de presión.
Algunos vecinos contaron que dejaban una canilla abierta todo el día por las dudas de si salía algo. Con suerte, los días de altas temperatura, aparecía un poco de agua a partir de las 10 u 11 de la noche.
Esto obligaba a decenas de personas a trasladar durante varias cuadras baldes o tanques con agua para el consumo diario.
Tras soportar tres veranos esta situación, hace dos meses decidieron no pagar más los recibos de OSE, hasta que el ente solucione el problema. Enviaron una carta al presidente del organismo, Juan Justo Amaro, manifestando su decisión, argumentando que no pagarían ya que en definitiva no recibían el servicio.
Finalmente a mediados de diciembre, los funcionarios del organismo conjuntamente con el Ejército ejecutaron las obras de ampliación del servicio lo que permitió solucionar esta carencia.
Pero estos pobladores recibieron otra buena noticia al finalizar el año. Además del convenio con la Asociación de Arquitectos que le permitirá a la cooperativa laboral del asentamiento desarrollar diversos trabajos, Nuevo Capra fue postulado por la Intendencia de Montevideo como uno de los barrios a incluir en el plan de regularización del gobierno.
Hace unos días, la comisión del centro poblado viene realizando un censo poblacional interno a fin de conocer exactamento el número de familias y la composición de las mismas. La intendencia sacará fotos aéreas del lugar para determinar la ubicación geográfica del asentamiento, y posteriormente se labrará un acta firmada por los habitantes para garantizar que el barrio no continúe extendiéndose. Este es uno de los requisitos previo a la regularización, tan ansiada por los pobladores, que le asegurará la pertenencia de la tierra y en un futuro podría beneficiarse con la mejora de caminería y la instalación de una escuela en la zona. *

http://www.larepublica.com.uy/comunidad/102136-unas-400-familias-del-asentamiento-nuevo-capra-volveran-a-tener-agua

El barrio Capra festejó un logro compartido
vecinales – 24/08/2006
(intercambio con periódico barrial Periscopio)

Centro Comunitario La Tortuguita cumplió los 15 años
El pasadosábado 22 de julio los vecinos del barrio Capra se reunieron para celebrar el aniversario de uno de sus logros colectivos más importantes: el centro comunitario La Tortuguita. Como en cualquier cumpleaños de 15, hubo torta, brindis, y como corresponde, se bailó el Danubio Azul…
La historia del centro comunitario La Tortuguita se remonta a los años 80, cuando cansados de esperar que el progreso llegara, un grupo de vecinos decidió pelear juntos por el futuro del barrio.

Lo primero que hicieron fue una encuesta. Querían saber cuáles eran sus necesidades más urgentes y descubrieron lo que ya sospechaban: faltaba agua potable, electricidad, mejor locomoción y guarderías. Y una carencia fundamental que hasta hoy -20 años después y con una población 10 veces mayor, aún no se ha solucionado-: un centro de salud. Apartir de ahí fueron muchas las gestiones frente a los organismos llamados "competentes" (lo que se transforma en una ironía si de competencia se habla), idas y venidas: "Todos dijeron que teníamos que esperar…".

Hicieron caso omiso de esa recomendación, y se largaron al desafío de construir una guardería y un salón comunitario.
Aquellos comienzos
Graciela Cruz es integrante fundadora del Grupo Vecinal Capra y vive desde siempre en el barrio. "Nos hicimos cargo del reto -recuerda-; había que juntar dinero e hicimos de todo: bailes, fiestas y quermeses, colectas y pedidos de colaboración a todo tipo de empresas. De esa forma logramos comprar este terreno (donde ahora está la escuelita) que ya tenía los cimientos de lo que más tarde serían salones de clase. Todo se hizo con mucho trabajo voluntario y la participación del barrio entero, además de muchos amigos que pusieron su granito de arena".
En el año 1990, cuando comenzaba el mandato de Tabaré Vázquez al frente de la comuna, les llega la noticia de que la Intendencia tenía previsto la creación de un centro comunitario en alguno de los barrios que conformaban lo que luego, descentralización mediante, sería la Zona 10. Para acceder al apoyo municipal, los requisitos eran que ya existiera una comisión administradora que se hiciera cargo y un local apropiado. "El nuestro estaba por la mitad -reconoce Graciela- pero eso no fue obstáculo para que La Tortuguita fuera elegida como beneficiaria del subsidio, por un plenario en el que participaron más de 70 comisiones barriales".
Proyecto comunitario
"La Tortuguita, más que un espacio de atención a preescolares es un centro comunitario", asegura Alejandra Rodríguez, que es la maestra encargada de la escuelita. "Porque no sólo brindamos atención a los niños, sino que nos esforzamos por involucrar a la familia y a la comunidad, en un vínculo que nos retroalimente a todos". Actualmente asisten al centro 80 niños de entre 2 y 5 años. "Si bien los centros de educación inicial sólo atienden a niños hasta 4 años, nosotros tenemos varios alumnos de 5 que no han podido inscribirse en la escuela de la zona, que está desbordada con casi el doble de alumnos que debería tener".
El equipo docente está compuesto por una maestra y 5 educadores, todos ellos vecinos que a través de una serie de talleres fueron seleccionados y capacitados para desarrollar esta tarea.
El rol del municipio
Como en los centros similares "Abuelo Oscar" de Las Acacias, o el "El Cilindro" -que entrevistamos en anteriores ediciones- el apoyo municipal a La Tortuguita es a través del Programa Nuestros Niños. Esta financiación incluye la cobertura de los sueldos de los educadores y la alimentación. El programa tiene como eje principal la promoción y el desarrollo pleno de los derechos de los más pequeños.
Gabriela Siragusa es la maestra coordinadora del CCZ 10, y es quien supervisa el desarrollo del programa en los distintos centros educativos en la Zona. De la gestión de aquellas tareas que hacen al funcionamiento del centro se encarga la Asociación Civil, y según Siragusa, para que todo funcione "hay que lograr una coordinación efectiva entre las partes; trabajo al que por supuesto se suma la propia comunidad".
En La Tortuguita todos los niños reciben desayuno, almuerzo y merienda, preparados por educadoras alimentarias, que además de cocinar difunden hábitos para una cocina saludable y económica, asesoradas por el equipo de nutrición municipal. La cobertura del programa incluye la atención médica integral del centro a través de la policlínica Giraldez. "Allí los niños son controlados por la doctora Marta Arenas, y de ser necesario, tienen acceso a atención especializada en áreas como psicología, nutrición y asistencia social. Se han firmado convenios con las Facultad de Psicología y Ciencias Sociales, para que vengan estudiantes a realizar pasantías al barrio; y además desde los comienzos existe un acuerdo con el TUMP, que aporta un docente que trabaja junto con las educadoras y los niños en expresión musical", concluye Siragusa.
Capra y alrededores
Lo que actualmente se llama barrio Capra, está conformado por el antiguo casco urbano fundado hace más de 50 años, más los barrios satélites que se fueron construyendo a lo largo de este medio siglo: Nuevo Capra 1 y 2, Nuevo Rumbo, y Barrio Nuevo. A pesar de que, sumada, la población de esta barriada supera largamente los 4.000 habitantes, los servicios públicos básicos brillan por su ausencia. De saneamiento ni hablar: como las líneas centrales pasan muy lejos, no están incluidos ni en el Plan de Saneamiento IV. Además, gran parte de este barrio es asentamiento irregular, construido en terrenos privados, lo que implica que la regularización no va a ser fácil.
Pero ninguna de estas dificultades parece desalentar a estos vecinos: hoy están uniéndose a comisiones de barrios cercanos, con la idea de formar una gran red que amplifique la fuerza de trabajo y el poder de negociación. "Juntos es mejor", dice un eslogan cooperativista. La Tortuguita, con sus 15 años uniendo al barrio, es un buen ejemplo de esto. / vecinet

Gobierno no brindará un trato
especial a ocupantes de tierras

El Ministerio de Vivienda recibirá a las 270 familias que ocuparon el predio de Nuevo Capra de manera individual. La cartera no tiene prevista una solución para el conjunto de los ocupantes. La atención será como para cualquier ciudadano. 

Ultimas Noticias 21 enero 2011



Ocupantes. Por casi tres días estuvo ocupado el predio en el barrio Nuevo Capra.
El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) atenderá a cada una de las familias que ocuparon por tres días un terreno privado en el barrio Nuevo Capra, de forma individual. De esta manera quedó descartada la alternativa planteada por los hasta el miércoles ocupantes de que la cartera brinde una solución conjunta.

Fuentes del Ministerio de Vivienda señalaron a Ultimas Noticias que de existir una solución para el caso de los ocupantes, ésta será individual. Cada ciudadano deberá consultar por su situación particular en las ventanillas de esa cartera.

El Mvotma no brindará una solución para el colectivo, ya que no está trabajando sobre el caso en particular. Las soluciones que ofrece el Ministerio a los ocupantes son a través de las políticas de vivienda, las mismas a las que puede acceder cualquier ciudadano que las solicite.

Al tratarse de una ocupación a un terreno privado, excede la órbita del Ministerio, explicó una de las fuentes. Por lo tanto, el Mvotma no realizará acciones concretas por este tema.

PLAN OPERATIVO

En tanto, el Mvotma presentará ante el Consejo de Ministros el plan operativo de vivienda y medio ambiente 2011, que fue construido en base al presupuesto quinquenal. El documento tendrá acciones, fechas y programas concretos, según dijo una de las fuentes.

Las 270 familias que ocuparon un predio en Nuevo Capra, ubicado entre Paso de La Española y camino del Águila, lo entregaron luego de tres días el miércoles por la noche. Los ocupantes se retiraron bajo custodia policial, luego de asegurarse la liberación de 18 hombres que estaban detenidos en la comisaría de Manga por orden del juez que investigó la causa, Ricardo Míguez.

El juez Míguez clausuró las acciones judiciales por la entrega del terreno. Por esto, los 18 detenidos, que quedaron en libertad y sin antecedentes penales, no tuvieron que concurrir a declarar ante el magistrado.

Los hasta el miércoles ocupantes se presentaron ese día en el Mvotma, donde fueron recibidos por la jefa de la oficina departamental. Allí se les informó acerca de los distintos programas habitacionales que ofrece el Ministerio.

Los ocupantes fueron informados de los horarios de atención al público y se les dijo que sus consultas serán atendidas como las de todos los ciudadanos.

Según supo Ultimas Noticias, en esa oficina se les dijo a los ciudadanos que no vayan todos juntos, pero en ningún momento se les mencionó que debían concurrir en grupos de veinte personas. Desde el Mvotma sostienen que la atención será individual para cada caso.

Luego de informada de los planes y programas, cada familia deberá optar por cuál será el camino que seguirá. El Mvotma cuenta para estos casos con un plan de vivienda quinquenal llamado “Mi lugar entre todos”.

El ministerio ofrece, en función de las posibilidades de ingreso de cada solicitante, distintas opciones, entre ellas garantías para comprar terrenos (para las cuales hay lista de espera), garantías para alquileres (sin lista de espera) y préstamos.

En la mañana de ayer, varios grupos de ex ocupantes se hicieron presentes en la sede del Ministerio de Vivienda, en la Ciudad Vieja, para informarse sobre los programas a los que pueden optar para acogerse.

Algunos se comunicaron con la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam) para informarse sobre los pasos a dar para formar una cooperativa. Desde la gremial se indicó a Ultimas Noticias que “a cualquiera que se acerque a preguntar le informaremos, pero más no se puede hacer”.

MASIVA OCUPACIÓN

La ocupación en el predio del barrio Nuevo Capra, en la zona rural de Montevideo se registró al comenzar la semana cuando entre 250 y 300 familias comenzaron a llegar a ese terreno cuando se corrió la voz sobre la toma. Se corrió al voz de que el predio no tenía dueño ya que este había fallecido años atras, lo que finalmente fue desmentido ya que el dueño solicitó la reposición de su propiedad ante las autoridades judiciales, las que le dieron la razón.

Los vecinos de la zona no estaban conformes con la ocupación y así lo expresaron cuando fueron concultados por diversos medios de prensa.

A las 22 horas de ayer, custodiados por efectivos de las fuerzas de choque, las pocas carpas instaladas en el lugar comenzaron a ser desmontadas y minutos más tarde, el juez ordenó dejar libres a los 18 hombres que habían sido acusados del delito de "usurpación", según dijo a Ultimas Noticias el jefe de la seccional, comisario Núñez. La solución a la que se arribó fue precedida de una jornada caracterizada por las críticas al sistema judicial y los cuestionamientos al gobierno nacional.

"¿Dónde están hoy los políticos que ayer nos pidieron nuestro voto? ¿En sus casas? El derechos a la vivienda es un derecho humano". Ambas preguntas, escritas en amarillo sobre fondo rojo, ondeaban en la bandera que colgaron del alambrado. A su lado, en otro cartel redondearon la idea: "Ediles, concejales, alcalde, ¿dónde están?".

"¡Les dimos el voto y ahora no vienen!", "¿Adónde están las viviendas que prometieron?", "¡Multiplican la indigencia!" fueron los reproches que se escucharon a lo largo de la tarde.

Los ocupantes habían dividido el terreno con hilos blancos para adjudicar un predio a cada familia. Entre los hilos, sobre un piso de tierra donde todavía permanecían algunas chircas quemadas, vestigios del incendio del sábado pasado, apenas se veían algunas carpas. La mayoría se había acomodado con algunas tablas, chapas y nylon. En algunas zonas había solo un colchón. O nada.

PREOCUPACIÓN

El gobierno siguió con especial atención los sucesos en el barrio Capra, confirmo el ministro interino del Interior, Jorge Vázquez, una vez finalizado el acto de asunción de las nuevas autoridades de las Guardias Metropolitana y de Coraceros.

Explicó que la Policía actuó en función de decisiones del Poder Judicial y que no están dispuestas investigaciones ulteriores a lo que definió como una ocupación ilegal de tierras.

No obstante, desde el gobierno se estima que no hay organizaciones detrás de la toma de terrenos, aunque fuentes judiciales confiaron que llemó la atención la organización que demostraron los ocupantes.

Abogado de los ocupantes reconoce debilidad

El abogado patrocinante de los hasta el miércoles ocupantes, Gustavo Salle, dijo a Ultimas Noticias que los mismos actuaron con “debilidad” y señaló que “no tenían una preparación psicológica para enfrentar las medidas represivas que podía llevar adelante el Estado”.

Salle afirmó que los ocupantes “no estaban preparados para enfrentar las consecuencias represivas absolutamente previsibles que iba a generar la acción de ocupación”. “No habían pasado cuatro horas de detención de las personas cuando ya algunas mujeres venían a reclamar que su marido no estaba”, consideró.

En tanto, el abogado negó que haya un móvil político en la acción ya que, según él, la mayoría de los ocupantes fueron votantes de José Mujica. Además, dijo que “está en la tapa del libro que si se ocupa un terreno la Policía va a actuar”. En alusión a su posición social y en primera persona afirmó: “El doctor Salle, que forma parte de la oligarquía, en un acto de traición a su clase, se pone a disposición de los desposeídos”.

Por su parte, el abogado del propietario del terreno ocupado, Pablo Donángelo, dijo a Ultimas Noticias que en ningún momento su cliente consideró vender o negociar el terreno, como lo proponían los ocupantes. El jurista manifestó que está conforme con la forma de proceder del juez Míguez, ya que “actuó de acuerdo al derecho”.

Donángelo dijo que no prevé tomar ninguna acción legal en contra de los ocupantes y enfatizó que para su cliente “el tema está terminado”.

Escasa regularización

La Intendencia de Montevideo (IM) adquirió predios en la zona del Arroyo Malvín para realojar a 74 familias. Esto se suma a la reciente regularización de tres barrios de Sayago y la intervención del asentamiento de la Gruta de Lourdes que se inaugurará el mes próximo.

A pesar de que la comuna está acondicionando los asentamientos de Barrios Unidos, 1º de Mayo y Curitiba, planea intervenir también la zona del arroyo Malvín y Sayago y dar viviendas a unas casi 140 personas.

De esta manera, procurarán regularizar la situación de los 412 asentamientos que hay hoy en la capital. A pesar de que la regularización de asentamientos se puede hacer con aportes provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la comuna planea hacer, por sus propios medios, una intervención en el arroyo Malvín. De esta manera, se dará solución a unas 74 familias. La comuna compró los predios para el inicio de las obras y dispondrá de 70 millones de pesos para las mismas. No obstante, necesitará más rubros para costear otras obras.

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