Nulo Blanco Abstención; gráficos de "Saracho"
Por Hugo Bruschi
Sabido es, que para llevar adelante reajustes económicos impuestos por
el FMI y los acreedores de deudas que los Pueblos no han contraído, se
necesitan gobiernos y fuerzas represoras que ahoguen la protesta que
estas políticas generan. O gobiernos que controlen al movimiento obrero a
través de cúpulas sindicales afines a estos proyectos entreguistas.
Esta última sin descartar la represión, es la forma de dominación
empleada por el progresismo en sus distintas versiones y la
socialdemocracia europea. Lo hemos visto con el socialista Felipe
González y lo vemos en Suecia sin dejar de reconocer que en este país
todavía y a pesar de la crisis europea producto de reajustes
neoliberales, nadie muere de hambre o por falta de atención médica. El
secreto reside en que este país todavía cuenta con un nivel de vida y
conquistas del pasado, que hacen bastante difícil desmontar de un día
para el otro, aunque los esfuerzos en tal sentido ya están dando sus
frutos. A pesar de todo Suecia todavía pertenece al llamado primer
mundo.
Resulta casi cómico al mismo tiempo, que países de capitalismo
dependiente como Uruguay por ejemplo, hayan adoptado modelos económicos
imposibles de repetir. Se produce para pagar deudas e intereses que
generan nuevos préstamos. Qué queda entonces para repartir? Versos y si
éstos no fueran suficientes, palos. Para llevar adelante estos modelos
progresistas en las zonas del capitalismo dependiente, se hacen
necesario algunas premisas a saber: Un aparato propagandístico que
repite - Goebels ya lo había diseñado - logros y conquistas, cifras
adulteradas, estadísticas triunfalistas y promesas de felicidad en un
futuro no muy lejano. Compra de conciencias - algunas a bajo costo - ,
soborno permanente a través de buenos contratos que nos aseguren el
silencio imprescindible, clientelas de buen olfato que saben por donde
viene "la mano" por aquello de "hacete Amigo del Juez" es decir, del
poder, prebendas para los más allegados, es decir clientelas políticas
al mejor estilo del pasado que tanto se criticaba. Luego, también es
menester mantener el control del movimiento obrero a través de cúpulas
subordinadas al gobierno que esperan su oportunidad de dar el salto. Y
por último cuando estas premisas no alcanzan, entonces queda el recurso
represivo. No hay otra salida y quien sostenga lo contrario se estará
engañando, pues quienes se embarcaron en esta nave saben muy bien que
están haciendo y que intereses representan. Creer lo contrario es pecar
de ingenuidad.
En estos días hemos asistido a algunos hechos que
ponen de manifiesto lo esbozado líneas arriba. Ante la protesta de los
gremios por reclamos salariales y otras reivindicaciones, la cúpula
sindical está más preocupada por la imagen de su gobierno de
"izquierda", que de los justos reclamos de sus hermanos de clase. Desde
tiempo atrás se vienen insinuando en forma lamentable, que la
"inexperiencia" de los dirigentes jóvenes, estarían comprometiendo el
diálogo y la buena disposición de los "compañeros" gobernantes. Y desde
filas oficialistas se apela a la división y la intriga, cuando no el
aliento a conductas anti-obreras vergonzantes para quienes las llevan a
cabo, como solución final a los conflictos. Y cuando esto no fue
suficiente, medidas persuasivas y amenazantes para la fuente de trabajo.
De este modo presentaban ante el Pueblo, un conflicto llevado adelante
por algunas personas, en contra de la voluntad de mayorías contrarias a
la huelga. Y cuando nó, confrontaban al resto de la población con
maestros irresponsables "que están contra los gurises", de empleados de
ADEOM que no recogen la basura, con empleados del Vilardebó que no
atienden a los enfermos, etc. Y esta prédica permanente ha sido
vanguardizada por el Sr. Presidente y la primera dama, ante el silencio
vergonzante de toda la coalición. Que nadie pose de discrepante dentro
de unos días para intentar recoger votos.
Nadie le ha dicho a este
Sr. algo que necesita oir,y que jamás se lo dirán quienes lo rodean.
Estos jóvenes "inexperientes" o "radicales" como le gusta decir, están
recogiendo banderas abandonadas y están haciendo su experiencia de
clase. Seguramente lo que escucharon en la cocina de su casa, de boca
del abuelo o del padre, que al movimiento obrero nadie jamás le regaló
nada y se hizo fuerte con la sangre y el sacrificio de generaciones. Que
es el mismo movimiento obrero que Ud. - para usar sus términos -
"garroneó" cuando hizo sus cálculos de las condiciones para "la toma del
poder" pues seguramente tuvo en cuenta el alto grado de radicalización,
que había alcanzado la lucha de clases.Esos sindicatos existían antes
que Ud. hiciera su experiencia guerrillera y siguieron existiendo luego
que Ud. decidió no jugar más a la revolución. Por lo tanto pienso que
Ud. tendría que alegrarse que en lugar de esos jóvenes "inexperientes",
el movimiento obrero no cuente con el Loco Duarte o Gerardo Gatti,
porque entonces sí sería un poco más difícil el enchastre. Y nunca
olvide que el movimiento obrero, no es una empresa estatal. Y recuerde
también, que quienes hoy lo aplauden en forma sumisa, mañana Cuando Ud.
sea un nadie, le darán la espalda. Es la lógica del impostor.
miércoles, 28 de agosto de 2013
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