jueves, 29 de agosto de 2013

Que la inocencia no le valga

Nulo en Blanco Abstención

Por Hugo Bruschi  .



Decian que estaba loco, pues a juicio de los vecinos del barrio, siempre "andaba con cosas raras". Yo que de jóven fui medio curioso, me acerqué un día hasta el boliche a tomarme una "espinaca", pero más para conocer de cerca al personaje en cuestión. Hablando de todo un poco, fui descubriendo que el hombre manejaba una filosofía de vida, que lo distinguía bastante del resto de los parroquianos. Era observador por naturaleza. En determinado momento y después de habernos bajado considerablemente la botella de Espinillar, el hombre toma un almanaque de la pared y me dice: "la mayoría de los feriados fueron pensados para ocultar la verdad". Acto seguido me muestra el 12 de Octubre y agrega: "festejamos un saqueo y un genocidio", luego me dice que el 28 de Febrero fue intencionalmente omitido " por peligroso", para agregar más adelante que el 28 de Diciembre habría que festejarlo el día de las elecciones nacionales, es decir cada - por entonces - 4 años. Ahora son 5. Me volví a casa con la satisfacción que dan las copas y la alegría de haberlo conocido.

Años más tarde, un amigo me  recomienda leer ISMAEL por Acevedo Diaz y me acordé del viejo filósofo del barrio "que hablaba cosas raras" al decir del vecindario. Ni que decir cuando Peloduro inmortalizó aquella escena en donde los pobres festejaban el triunfo de los ricos y una pareja burquesa desde el balcon de la Avenida, brindaba con Don Perignon a 100 dólares la botella al tiempo que exclamaban: "que emocionante querida, mirá como festejan nuestro triunfo". También entonces lo tuve presente al viejo filósofo cuando propuso trasladar el 28 de diciembre.

Se acercan tiempos de elecciones y el mundo político juega sus cartas, siempre con el 2 de la "muestra"  en sus manos, claro está. Blancos y Colorados parecen no haber entendido nada y poco haber aprendido de sus derrotas. Manejan una política menuda, de viejos recursos, falta de ideas, quejumbrosa y desgastada, sin darse cuenta que cada vez que abren la boca, le están sumando votos a quienes quieren derrotar. A su vez, el gobierno desgastado en la función y aferrado a políticas económicas dictadas en el exterior, no hace más que provocar rechazo e indignación, entre los trabajadores y demás asalariados. Todos los días asistimos a nuevos conflictos, seguidos de agravios, sospechas de intenciones peligrosas, descalificación de los dirigentes que no son "potables", estímulo a la triste tarea de carnerear, instigación al enfrentamiento con el resto de la población, por perjuicios inevitables que cualquier conflicto puede provocar, acusaciones de malsanas intenciones con "los gurises", de promover suicidios en el Vilardebó por abandono de los cuidados, de ensuciar la Ciudad al no recoger la basura, etc. Y estas políticas generan descontentos y desconfianzas. Miles y miles de uruguayos han dicho basta y seguramente no votarán por ninguno de los Partidos con representación parlamentaria. "Son todos iguales" se oye decir en las calles y en las redes sociales. Todos son responsables de la impunidad vigente, que impide juzgar delitos de lesa humanidad, condenados en el resto del mundo, menos en el Uruguay. De la entrega de los recursos naturales a las multinacionales de la rapiña imperialista, de la firma de tratados con el imperio, que compromete seriamente nuestra soberanía, del envío de tropas de ocupación disfrazada, a paises que necesitan médicos. Nunca balas ni violadores.

Cómo frenar entonces esta avalancha desertora que amenaza seriamente, bancas, cargos, viajes, Buenos sueldos, y otros privilegios? Bueno, es aquí donde aparece la figura del "DISCREPANTE". Contrariamente a lo que mucha gente piensa, este papel no incomoda para nada a la cúpula dirigente, sino que más bien lo aplaude. Sabido es, que la gestión de gobierno jamás puede alegrar a toda la hinchada, por eso siempre es bueno tener a mano alguien que canalice el descontento, esta válvula de escape que bajará la presión, le sacará buen provecho y asegurará los votos en "casa".

Discrepar es obligatorio y saludable en la conducta de un militante autocrítico y pensante. Es la diferencia con el hincha que sigue sin pensar. Pero esta actitud en manos de un dirigente, se puede convertir en un oficio que mantiene vivo el negocio.No se puede discrepar durante años, sin plantearse "que estoy haciendo aquí?" No se puede discrepar solamente Cuando de recoger votos se trata, si antes no fue capaz de alzar mi voz "discrepante" contra el agravio a los trabajadores o ante la entrega del país. Qué autoridad moral puede tener la "discrepancia" de Constanza Moreira en materia de edades y carácteres de Tabaré Vazquez,  cuando acaba de levantar la mano en el Senado para Darle el voto a Aratiri, para que no la borraran de la lista de candidatas a la Vice-presidencia que acompañará al Dr. Vazquez ? El discrepante en estos casos adquiere el papel del tira bueno. "Mirá pibe, yo soy contrario a estos métodos" y el pibe por debajo de su capucha nota los zapatos mojados del hombre bueno. Si estuviera en contra de ciertos métodos, ya se hubiera buscado otro oficio. Lo mismo pasa con los "discrepantes" crónicos. Yo creo que discrepan con la forma, nunca con el contenido.

Por ello, Amigo ciudadano, compañero oriental donde se encuentre, ahora tenemos la oportunidad de poner a prueba nuestras respectivas dignidades. Aunque más no sea para poder decirle al filósofo de mi barrio, que tenía razón en muchas cosas. Que algún día cambiaremos el calendario y también la nomenclatura. Yo no quisiera que en el día de mañana, alguna calle llamada Fernández Huidobro, haga esquina con Leandro Gómez, Emilio Raña o Azambuya. Pero poder decirle al viejo también, que por ahora el Día de los Inocentes, seguirá siendo el 28 de Diciembre y no el día de las elecciones como el proponía. El Pueblo decidirá se quiere cambiar la fecha.





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