Nulo en Blanco Abstención
Por Hugo Bruschi .
Decian que estaba loco, pues a juicio de los vecinos del barrio, siempre
"andaba con cosas raras". Yo que de jóven fui medio curioso, me acerqué
un día hasta el boliche a tomarme una "espinaca", pero más para conocer
de cerca al personaje en cuestión. Hablando de todo un poco, fui
descubriendo que el hombre manejaba una filosofía de vida, que lo
distinguía bastante del resto de los parroquianos. Era observador por
naturaleza. En determinado momento y después de habernos bajado
considerablemente la botella de Espinillar, el hombre toma un almanaque
de la pared y me dice: "la mayoría de los feriados fueron pensados para
ocultar la verdad". Acto seguido me muestra el 12 de Octubre y agrega:
"festejamos un saqueo y un genocidio", luego me dice que el 28 de
Febrero fue intencionalmente omitido " por peligroso", para agregar más
adelante que el 28 de Diciembre habría que festejarlo el día de las
elecciones nacionales, es decir cada - por entonces - 4 años. Ahora son
5. Me volví a casa con la satisfacción que dan las copas y la alegría de
haberlo conocido.
Años más tarde, un amigo me recomienda leer
ISMAEL por Acevedo Diaz y me acordé del viejo filósofo del barrio "que
hablaba cosas raras" al decir del vecindario. Ni que decir cuando
Peloduro inmortalizó aquella escena en donde los pobres festejaban el
triunfo de los ricos y una pareja burquesa desde el balcon de la
Avenida, brindaba con Don Perignon a 100 dólares la botella al tiempo
que exclamaban: "que emocionante querida, mirá como festejan nuestro
triunfo". También entonces lo tuve presente al viejo filósofo cuando
propuso trasladar el 28 de diciembre.
Se acercan tiempos de
elecciones y el mundo político juega sus cartas, siempre con el 2 de la
"muestra" en sus manos, claro está. Blancos y Colorados parecen no
haber entendido nada y poco haber aprendido de sus derrotas. Manejan una
política menuda, de viejos recursos, falta de ideas, quejumbrosa y
desgastada, sin darse cuenta que cada vez que abren la boca, le están
sumando votos a quienes quieren derrotar. A su vez, el gobierno
desgastado en la función y aferrado a políticas económicas dictadas en
el exterior, no hace más que provocar rechazo e indignación, entre los
trabajadores y demás asalariados. Todos los días asistimos a nuevos
conflictos, seguidos de agravios, sospechas de intenciones peligrosas,
descalificación de los dirigentes que no son "potables", estímulo a la
triste tarea de carnerear, instigación al enfrentamiento con el resto de
la población, por perjuicios inevitables que cualquier conflicto puede
provocar, acusaciones de malsanas intenciones con "los gurises", de
promover suicidios en el Vilardebó por abandono de los cuidados, de
ensuciar la Ciudad al no recoger la basura, etc. Y estas políticas
generan descontentos y desconfianzas. Miles y miles de uruguayos han
dicho basta y seguramente no votarán por ninguno de los Partidos con
representación parlamentaria. "Son todos iguales" se oye decir en las
calles y en las redes sociales. Todos son responsables de la impunidad
vigente, que impide juzgar delitos de lesa humanidad, condenados en el
resto del mundo, menos en el Uruguay. De la entrega de los recursos
naturales a las multinacionales de la rapiña imperialista, de la firma
de tratados con el imperio, que compromete seriamente nuestra soberanía,
del envío de tropas de ocupación disfrazada, a paises que necesitan
médicos. Nunca balas ni violadores.
Cómo frenar entonces esta
avalancha desertora que amenaza seriamente, bancas, cargos, viajes,
Buenos sueldos, y otros privilegios? Bueno, es aquí donde aparece la
figura del "DISCREPANTE". Contrariamente a lo que mucha gente piensa,
este papel no incomoda para nada a la cúpula dirigente, sino que más
bien lo aplaude. Sabido es, que la gestión de gobierno jamás puede
alegrar a toda la hinchada, por eso siempre es bueno tener a mano
alguien que canalice el descontento, esta válvula de escape que bajará
la presión, le sacará buen provecho y asegurará los votos en "casa".
Discrepar
es obligatorio y saludable en la conducta de un militante autocrítico y
pensante. Es la diferencia con el hincha que sigue sin pensar. Pero
esta actitud en manos de un dirigente, se puede convertir en un oficio
que mantiene vivo el negocio.No se puede discrepar durante años, sin
plantearse "que estoy haciendo aquí?" No se puede discrepar solamente
Cuando de recoger votos se trata, si antes no fue capaz de alzar mi voz
"discrepante" contra el agravio a los trabajadores o ante la entrega del
país. Qué autoridad moral puede tener la "discrepancia" de Constanza
Moreira en materia de edades y carácteres de Tabaré Vazquez, cuando
acaba de levantar la mano en el Senado para Darle el voto a Aratiri,
para que no la borraran de la lista de candidatas a la Vice-presidencia
que acompañará al Dr. Vazquez ? El discrepante en estos casos adquiere
el papel del tira bueno. "Mirá pibe, yo soy contrario a estos métodos" y
el pibe por debajo de su capucha nota los zapatos mojados del hombre
bueno. Si estuviera en contra de ciertos métodos, ya se hubiera buscado
otro oficio. Lo mismo pasa con los "discrepantes" crónicos. Yo creo que
discrepan con la forma, nunca con el contenido.
Por ello, Amigo
ciudadano, compañero oriental donde se encuentre, ahora tenemos la
oportunidad de poner a prueba nuestras respectivas dignidades. Aunque
más no sea para poder decirle al filósofo de mi barrio, que tenía razón
en muchas cosas. Que algún día cambiaremos el calendario y también la
nomenclatura. Yo no quisiera que en el día de mañana, alguna calle
llamada Fernández Huidobro, haga esquina con Leandro Gómez, Emilio Raña o
Azambuya. Pero poder decirle al viejo también, que por ahora el Día de
los Inocentes, seguirá siendo el 28 de Diciembre y no el día de las
elecciones como el proponía. El Pueblo decidirá se quiere cambiar la
fecha.
jueves, 29 de agosto de 2013
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