Mujica en M24
"Patologías contemporáneas paralizan gobiernos con sutil intervención del mundo central”
Mujica defendió la democracia y la libertad
de cada país, que “en el acierto o el error deben ser responsables de su
destino”. Señaló que la globalización y la intercomunicación
permitieron el surgimiento de “patologías contemporáneas” que masifican
la resistencia civil con el objetivo de “paralizar los gobiernos,
poniendo en riesgo la democracia". Estas nuevas patologías son “sutiles
intervenciones del mundo central”.
El
Presidente de la República, José
Mujica, hizo referencia en su audición radial por M24 de un tema que
queda de lado en el "mundo contemporáneo". Se refirió al "viejo y
querido
concepto de no intervención, el de que cada país, en el acierto o
error, debe ser responsable de su suerte y destino".
"Cualquiera sea la opinión que nos merezca el acontecer
político de una nación, no existen derechos para inmiscuirse. Cualquier acto lateral es una agresión a la
soberanía del país,” afirmó.
Recordó que estamos en una época en
que las comunicaciones y la cultura tienden a globalizarse, "lo que no
significa la pérdida de las identidades locales sino la
sobreposición de otras".
Considera que “estamos en un proceso de cambio alucinante para bien
y para mal”. De todas formas, cree que ese proceso va
“desarticulando algunas cosas, y las tiende a dejar como olvidadas,
nadie se anima a teorizar en contra de la idea básica de
autodeterminación de los pueblos pero se deja en el
rincón de las cosas olvidadas. A cambio afloran teorías de todo
tipo que naturalmente entran a caminar y se transforman en peligro
para la propia estabilidad de nuestras sociedades”.
Agregó que la democracia definida como
gobierno del pueblo “nunca se ha considerado perfecta sino
perfectible”. Señaló que la forma concreta que asume la democracia
en nuestro país y en un conjunto importante de naciones de occidente es la democracia representativa con división de
poderes, lo cual tiene sus méritos y sus peligros. “Sus méritos
nos garantizan convivencia y libertad de discrepar, sus peligros la
demagogia, la explotación de lo no posible, las diversas
deformaciones que tiene la democracia representativa como
construcción humana”. De todas formas reconoció "que por el
momento no se pudo lograr algo mejor".
En esta época globalizadora, desde
hace 15 años se difunden teorías que surgieron con el objetivo de
establecer formas de lucha no violentas contra las dictaduras.
Actualmente, “estas teorías se han difundido para la
resistencia civil, para masificar estrategias planificadas que se
logren motorizar en el seno de los pueblos utilizando los métodos
contemporáneos, particularmente la comunicación en redes, métodos
de resistencia activa que buscan paralizar a los gobiernos”.
Destacó que el origen de estas teorías, “pudo haber sido luchar
contra las dictaduras por el camino menos cruento y desde ese punto
de vista parecen inteligentes y moralmente defendibles, pero desbordan a todas las sociedades”.
Agregó que en una sociedad democrática
existen minorías que se sienten afectadas y que discrepan, ya que la
democracia es la garantía más importante para que existan
diferencias en una sociedad. “Pero hay que tomar
decisiones y en una sociedad representativa se toman en
nombre de la mayoría que las respaldó pero aquellas minorías que
no están de acuerdo se sienten ahogadas y tienden
a tomar las formas civiles de resistencia que son posibles de
utilizar en nombre de combatir la dictaduras”, destacó Mujica.
De esta manera, comienza a aparecer el
insulto, la mentira con tono científico, todas las formas que
significan una agresiva intolerancia. Considera que “no se
está dispuesto a respetar las decisiones de la mayoría porque se
discrepa y se lleva esta discrepancia a terrenos de lucha, que no son
solo de opinión, sino que buscan la desobediencia civil, la
parálisis y la inoperancia que puede ser una de las enfermedades,
porque en una sociedad se puede parlamentar y discutir lo más
abiertamente posible y tener en cuenta todas las opiniones, pero
existen momentos en los que hay que tomar decisiones y las sociedades
que no las toman quedan paralizadas en el tiempo”.
Estos
métodos de resistencia atacan a
las democracias reales en todas partes y es una de las patologías
contemporáneas. Mujica dijo que “muy frecuentemente tienen una
acicate y el más importante es el sentido de no intervención, de
respeto a la autodeterminación, los cuales quedan por el camino y es
ahí cuando aparecen financiando económicamente e ideológicamente de ONGs
del mundo más rico y aparecen los movimientos de indignados y
las resistencias civiles, que son formas de no violencia activa que
buscan, en el caso de las democracias que respetan los derechos de
todos, la paralización a favor de las minorías que discrepan”.
Esta es una de las noveles herramientas
que aparecen contemporáneamente y que van a jaquear, porque “es
inevitable que en una sociedad contemporánea exista gente no
conforme que discrepa y que naturalmente si hay un margen de derecho
a los derechos humanos va a aprovechar el juego de esas libertades
para el juego de esas técnicas y recursos”.
La patología antigua, que incluía
todas las deformaciones de la democracia, como la demagogia, son
anticuadas ante la aparición de las consecuencias de las nuevas
patologías que la época de la intercomunicación trajo y que “en
el fondo son las sutiles intervenciones del mundo central o de
intereses del mundo central en otras cosas, recreando esta idea de
que la globalización está entre nosotros con lo bueno pero también
con lo malo”.
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