jueves, 14 de agosto de 2014

En un buque de guerra

El USS América está aquí anclado a 100 kmts de Punta del Este


por Jorge Zabalza




La web de la Embajada de los EEUU informa que llegó a Punta del Este el buque de asalto anfibio USS América (LHA6). La visita se hace en el marco de la gira “América visita Las Américas”, un titular que huele al viejo panamericanismo: “América para los americanos...del norte”. Por supuesto, con el mismo espíritu humanitario que reina en el Pentágono y el Comando Sur, la nave está destinada a “actuar como base logística de distribución de víveres, agua y demás productos en zonas afectadas por catástrofes naturales. Desde su plataforma, es posible recibir, distribuir y enviar helicópteros a zonas de difícil acceso, con comunicaciones cortadas o sin carreteras. De este modo, este buque permite a la Armada estadounidense acudir en ayuda ante la eventualidad de este tipo de emergencias”.


No la enviaron a Gaza o Irak porque las emergencias que soportan esos países son causadas por agresiones llevadas a cabo por socios de los EEUU y, por consiguiente, sería de mal gusto ir a restañar las heridas causadas por las armas que proveyeron ellos mismos.


Es muy interesante observar las fotos. No sólo aparece Julissa Reynoso, la embajadora y habitué del “quincho de Varela”, donde asesora en genuflexiones al presidente Mujica, sino que ahí están también Carlitos Baraibar (senador del Frente Amplio) y José Carlos Cardoso (senador del Partido Nacional). Contentos como perros con dos colas, rodeados de marines “humanistas y solidarios”, acostumbrados a sembrar dicha y alegría en los pueblos del mundo. En las fotos falta Fernández, el ministro de defensa, ausencia que extraña porque no pierde oportunidad de demostrar públicamente sus adoración por los uniformes y que ya aborreció a aquel “radical” de la estrategia de “dos, tres...muchos Vietnams”.


En realidad, otra de las preocupaciones del Pentágono es la seguridad de la UNASUR, cuyas sesiones comenzaban el 18 de agosto en Montevideo. Tal vez por eso enviaron el USS América, con sus helicópteros de última generación prontos para proteger a los mandatarios latinoamericanos. Claro que uno tiene derecho a ser suspicaz y creer que el mensaje del Pentágono es un “acá estamos” justo cuando se reúnen gobiernos con actitudes antimperialistas.


También es cierto que el barquito cae en plena campaña electoral, como para reforzar el vergonzoso silencio de todos los candidatos sobre el genocidio que comete el Estado terrorista de Israel. Tabaré, Raulito... ¿usted que piensa de la estrategia de exterminio que sufre el pueblo palestino?


Es también una excelente oportunidad para que presidente de la república demuestre sus habilidades dialécticas y haga tres discursos para tres públicos diferentes: 1) para la Julissa en directo y a Obama en diferido, un discurso de agradecimiento y beneplácito porque envían sus marines a enseñar como actuar en caso de catástrofe a los nuestros; 2) para Maduro, Morales y Correa, un verso con aroma antimperialista no muy fuerte, pero suficientemente penetrante para que se lo crean y, 3) para los intelectuales europeos un poema contra la proliferación de las armas en el mundo, de manera que siga en pie su candidatura al premio nóbel de la paz.


Nosotros, los viejos que sobrevivimos al terrorismo de Estado, estamos hartos de tantas payasadas y gritamos, una vez más en nuestras demasiado prolongadas vidas, “fuera yanquis asesinos, fuera sus cómplices criollos disfrazados de izquierda”.


¡No al Estado terrorista de Israel!, ¡no al bloqueo a Cuba! ¡no la intervención en Venezuela!


El buque portahelicópteros estadounidenses, USS AMERICA, que recorre varios países de América del Sur,  se encuentra anclado a uno 100 kilómetros de Punta del Este.
La embajadora, Julissa Reynoso, realizó una visita protocolar en la tarde de este miércoles junto con otros 40 invitados.
En las imágenes podrá observar las aeronaves Bell-Boeing V-22 Osprey que fueron traídas a tierra desde la embarcación.  
En próximos días llegará un contingente de marines a buscar rescatistas uruguayos para ser entrenados por la Armada de los Estados Unidos. 

 

Julissa Reynoso visitó el buque USS America


El 13 de agosto de 2014, la embajadora de Estados Unidos, Julissa Reynoso, acompañada por autoridades de la embajada en Montevideo, del Poder Legislativo y de la Armada de Uruguay, realizó una visita al buque anfibio estadounidense USS America (LHA6), en el marco de la gira "America visita Las Américas", que el buque está realizando por las aguas de América del Sur.
Reynoso, llegó temprano en la mañana a la Base Aeronaval Curbelo en Maldonado para desayunar y conversar con las autoridades allí presentes. Dos aviones Mv-22 Osprey aterrizaron en la base y transportaron a la embajadora y a 40 invitados hasta el buque de asalto anfibio USS America, que se encontraba a unas 60 millas de la costa uruguaya.
El buque anfibio USS America tiene como objetivo operar como base de mantenimiento y reparación de aviones, y actuar como base logística de distribución de víveres, agua y demás productos en zonas afectadas por catástrofes naturales. Desde su plataforma, es posible recibir, distribuir y enviar helicópteros a zonas de difícil acceso, con comunicaciones cortadas o sin carreteras. De este modo, este buque permite a la Armada estadounidense acudir en ayuda ante la eventualidad de este tipo de emergencias.
El buque está equipado con helicópteros, aviones anfibios MV-22 Osprey y F-35s y posee todo tipo de redes, arneses, lingasde acero, cajas, cuerdas y demás para trasladar grandes cantidades de productos y entregarlos en zonas tierra adentro vía aire. A bordo de esta nave, también hay sistemas purificadores de agua dulce y de agua salada, que permiten abastecer de agua potable también a afectados por desastres.
Una vez a bordo, el Almirante del buque, Frank L. Ponds y otras autoridades de la nave, recibieron a Reynoso y sus invitados de la armada uruguaya y los invitaron a realizar un tour por el buque. Reynoso recorrió los distintos ambientes de la nave, donde cada uno de los equipos que allí trabajan tenían desplegados sus carteles y equipamiento para explicarle a los invitados en qué consiste su trabajo.
La embajadora visitó la sala de emergencia, el quirófano, el consultorio odontológico, la sala de Rayos X y el gigantezco hangar en el que caben 3 aviones. Representantes de la Armada estadounidense y del Cuerpo de Marines, acompañaron a Reynoso durante todo el recorrido y explicaron a cada uno de los invitados todo lo que quisieran saber acerca del funcionamiento y la operativa del buque.
Tras el recorrido, Reynoso y sus invitados compartieron con la tripulación un almuerzo y finalmente realizaron un intercambio de obsequios entre las autoridades presentes, para luego volver a subir al avión y volar a la Base Aeronaval Curbelo para finalizar la jornada.
La visita de este buque de la Armada estadounidense tiene la intención de promover asociaciones entre los Estados Unidos y los países de la región,  así como intereses y valores comunes en áreas como operaciones de seguridad marítima, cooperación y operaciones de contingencia.


El 13 de agosto de 2014, la embajadora de Estados Unidos, Julissa Reynoso, acompañada por autoridades de la embajada en Montevideo, del Poder Legislativo y de la Armada de Uruguay, realizó una visita al buque anfibio estadounidense USS America (LHA6), en el marco de la gira "America visita Las Américas", que el buque está realizando por las aguas de América del Sur.
[U.S. Embassy photo: Pablo Castro /]




A bordo del USS América



CARLOS TAPIA15 ago 2014
No se llama Juan, pero prefiere presentarse así. Es hondureño y desde muy chico supo que había nacido para "defender la bandera de Estados Unidos". Es mecánico de aviones e instructor de paracaidismo y de tiro. Y tiene tan solo 25 años. Entró a la Marina cuando tenía 18. Y tiene dos hijos. Y ya estuvo en Irak y en Afganistán. Y de lo que hizo allá dice que no puede dar detalles. Para él, ser parte de esta misión en el USS America (LHA 6) son casi vacaciones.
Julia, una oficial de la Marina que también pide que se la presente con nombre falso y que habla a la perfección el castellano, nació en Texas y sus padres son mexicanos. "Igual en casa se habla inglés, algunas tías hablan en español, pero solo ellas...", apunta casi como justificándose. Julia tiene tres hijas (de 8, 9 y 12 años), que cada vez la extrañan y ella las extraña más. Pero sabe que le queda poco. Tiene 37 años, entró a la Marina a los 19 y en tres ya se jubila. "Con 20 años de servicio ya te podés retirar", dice y sonríe. Es que son 20 años largos. Navegó por el Cuerno de África mucho tiempo. Y en 2011 estuvo en uno de los tres buques que dieron apoyo, desde el agua, a la operación que terminó con la vida del enemigo número uno de EE.UU.: el exjefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden. "Eso fue duro", comenta y se excusa de no poder brindar más detalles.
"Cuando fue eso (la misión que mató a Bin Laden) estábamos en un barco parecido a este pero más chiquito. Este es el único de su especie. Y este es un viaje de prueba", explica Julia. El USS America (LHA 6) es un barco extraordinario por donde se lo mire. Es inimaginable de grande. Tiene 237,3 metros de eslora, 32,3 de manga y la capacidad para desplazar 45.700 toneladas. Es un buque anfibio de asalto. Anfibio, o sea que tiene la capacidad de transportar tropas, con todo su material (tanques, ships, aviones, helicópteros, armas e incluso robots de última generación para la desactivación de bombas) a cualquier sitio. Y de asalto, o sea que no necesita muelle ni puerto para desembarcar y empezar el ataque.

La misión.

Son las 10 de la mañana y dos Bell-Boeing V-22 Osprey están a punto de despegar desde la Base Aero Naval Capitán de Corbeta Carlos Curbelo, en Maldonado. El V-22 Osprey es una aeronave militar que combina la funcionalidad de un helicóptero con la alta velocidad de un avión turbohélice. Es decir, no necesita de una pista para despegar, sube y baja como si fuera un helicóptero, pero se desliza como si fuera un avión (quien quiera ver uno puede hacerlo en la película Transformers: el lado oscuro de la luna, en la escena en que varios soldados se disponen a atacar la ciudad de Chicago).
El vuelo demorará media hora. El destino será el USS America, que está muy cerca de Uruguay, en aguas internacionales. Antes de salir la embajadora de EE.UU., Julissa Reynoso, bromea: "En el buque entran como 3.000 personas, es como un pueblo de Uruguay, jajaja".
En el V-22 Osprey todos llevan salvavidas con respirador, una bolsa de tinta azul que se abre en caso de caer al agua (es para que te encuentren), y un casco con grandes auriculares que neutraliza el insoportable ruido de la nave. El cinturón de seguridad tiene cuatro puntas y hay que asegurarse de que esté bien, pero bien, apretado -es que la puerta de atrás del avión va siempre abierta-.
Ya sobre el USS America no se divisa la costa. Solo agua y más agua. Y el buque se mueve. Se mueve mucho. Y uno se marea. Julia, la oficial de la Marina, dice que con el tiempo uno se acostumbra. Que hay tanto para hacer que no hay tiempo para pensar si se mueve o no se mueve, si marea o no marea. Que se levantan a las seis de la mañana y se acuestan a la medianoche. Y que lo hacen así, porque así, es en las guerras.










3 comentarios:

  1. en que país cornudo y imperialista nos convertimos

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  2. Viva Russia, viva Putin!

    https://www.youtube.com/watch?v=4tXS3kuj11k

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  3. Llegaron los "amigos", que bueno!!!

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