Uruguay y Estados Unidos se capacitan para mejorar las misiones de mantenimiento de paz
14.08.2015
Nastasia Barceló
La Escuela Nacional de Operaciones de Paz de Uruguay (ENOPU) y expertos
estadounidenses en conducta humana que participan en la Iniciativa
Global de Operaciones de Paz (GPOI) patrocinaron una misión de
entrenamiento llevada a cabo del 13 al 17 de julio en el país
sudamericano para soldados que se desempeñan en misiones de paz
internacionales.
La GPOI, un programa de asistencia del Departamento de Estado de EE.UU. implementado por el Departamento de Defensa de Uruguay, aboga por fortalecer la capacidad internacional para realizar efectivamente Operaciones de Paz regionales y de las Naciones Unidas, desarrollando las habilidades de los países amigos para capacitar personal y mantener y mejorar capacidades para dichas operaciones. También trabaja para aumentar el número de soldados calificados y las Unidades de Policía Constituidas (FPU) disponibles para despliegue, además de facilitar la preparación, el apoyo logístico y el despliegue de unidades militares y de FPU en las operaciones de paz.
La capacitación desarrollada en Uruguay mejora la habilidad de los soldados para proteger a los civiles durante misiones de paz y pretende reducir la necesidad de usar la fuerza, disminuyendo la probabilidad de que una fuerza de paz o civiles sufran lesiones. Utilizando indicadores de comportamiento, las fuerzas de mantenimiento de paz aprenden a identificar a quienes podrían provocar daños a la población en general. También facilitan la protección de los derechos humanos.
“Somos un Ejército afortunado, vivimos en una región pacífica y concurrir a las misiones de paz presenta un desafío”, manifestó el Coronel del Ejército uruguayo Carlos Frachelle, Director de ENOPU. “Entonces, recibir esta capacitación, que es el resultado de años de experiencia práctica de personal de los EE.UU., es una oportunidad que valoramos como muy positiva”, añadió. “El contexto de las misiones de paz está en continua evolución; el medioambiente operacional está cambiando. Y por ello, los desafíos que debe afrontar nuestro personal son cada vez más complejos”, agregó. “Capacitación como la recibida les permitirá cumplir la misión en forma más efectiva, eficiente y ayudará a evitar riesgos innecesarios o incluso salvar vidas.”
Entrenamiento variado y relevante
El entrenamiento incluyó tanto debates como ejercicios prácticos, demostraciones y eventos basados en escenarios posibles, culminando en un evento de clausura que permitió a los estudiantes conversar e intercambiar experiencias sobre lo aprendido.
“Resulta imperioso que los Estados Unidos apoyen los esfuerzos denodados [de Uruguay] en operaciones de mantenimiento de la paz”, señaló la Capitán de Corbeta Shannon Souma de la Armada de los EE.UU., encargada de la GPOI en la Oficina de Cooperación de Defensa en Montevideo.
El entrenamiento ayuda a los efectivos a realizar sus tareas en forma más eficiente y segura.
“El ambiente operativo de los efectivos tiende a ser muy complejo y a menudo muy peligroso”, manifestó la Capitán de Corbeta Souma. “Es realmente importante para ellos poder identificar las potenciales amenazas para poder protegerse ellos mismos y a la población civil. En última instancia, en el futuro, Uruguay podrá entrenar de forma independiente y todos los efectivos recibirán el entrenamiento antes de partir en una misión de paz”.
Aporte de Uruguay a MINUSTAH
Uruguay, un país con poco menos de 3,5 millones de habitantes, generalmente es considerado el mayor proveedor de soldados que realizan operaciones de mantenimiento de paz per cápita a nivel mundial. Sus Fuerzas Armadas son consideradas líderes a nivel mundial en operaciones de mantenimiento de la paz, ya que aportan tropas en forma continua a muchas operaciones de paz de las Naciones Unidas.
Entre ellas se encuentra la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (MINUSTAH). Como parte del plan de reducción del componente militar de la MINUSTAH, los efectivos uruguayos cerraron la Base Teniente Coronel Gonzalo Martirené, ubicada en el Departamento de Mirebalais el 4 de febrero.
El cierre y desmontaje de la base tras ocho años de servicio fue un esfuerzo extendido en el que participaron 80 soldados que trabajaron día y noche durante 28 días.
El cierre de la base militar coincidió con una reducción del contingente de soldados uruguayos en MINUSTAH. Uruguay ha contribuido a MINUSTAH con soldados y policías desde junio de 2004, y en un momento llegó a tener cuatro bases en Haití. En 2010, tras el terremoto de 7 grados de magnitud que azotó Haití y que dejó alrededor de 225.550 muertos, 350.000 heridos y casi 1,5 millones de personas sin hogar, el país sudamericano contaba con 1.200 soldados en Haití.
Pero tras cumplir los objetivos de la misión, el comando de MINUSTAH le ordenó a Uruguay reducir su contingente de soldados de 700 a 250 en enero de 2015.
Otras misiones de mantenimiento de paz
Uruguay también está participando en otras misiones internacionales de mantenimiento de paz.
Al 31 de enero, había 1.459 soldados y policías uruguayos trabajando en las misiones pacificadoras de la ONU, incluyendo la MINUSTAH, la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (UNMIL), el Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en la India y Pakistán (UNMOGIP) y la Operación de la ONU en Costa de Marfil (UNOCI), según el informe “Países que aportan contingentes de soldados y policías”, emitido por la ONU.
El 90 por ciento de los soldados que integran las Fuerzas Armadas de Uruguay han participado o participarán en una misión en el extranjero.
“En este momento, hay personal civil, policial, de la Armada, Fuerza Aérea y del Ejército, cumpliendo las más variadas funciones”, señaló el Coronel Frachelle. “Por ellos podemos decir orgullosos que en el tema misiones de paz, tenemos un cúmulo de experiencia que pocos países poseen”.
El programa de entrenamiento aprovecha la vasta experiencia de los efectivos uruguayos, algunos de los cuales han estado en varias misiones, para crear un curso de instrucción que prepare a futuros efectivos en forma eficiente. Al entrenamiento también asistió un integrante del Ejército de Brasil, acontecimiento previsto en el ámbito de la Asociación Latinoamericana de Centros de Entrenamiento para Operaciones de Paz (ALCOPAZ), que a su vez ha facilitado el intercambio de alumnos e instructores con países vecinos.
El curso fue desarrollado por un equipo de expertos del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos bajo el liderazgo de uno de los profesores de sociología del laboratorio, el Dr. Nathan Meehan.
Entre las principales tareas, el equipo llevó a cabo amplias investigaciones sobre el comportamiento humano, incluyendo entrevistas con efectivos de paz de Uruguay, durante las cuales los investigadores solicitaron a los efectivos relatar sus experiencias en operaciones de paz a fin de determinar qué tipos de comportamiento indicaban una potencial intención hostil.
La GPOI, un programa de asistencia del Departamento de Estado de EE.UU. implementado por el Departamento de Defensa de Uruguay, aboga por fortalecer la capacidad internacional para realizar efectivamente Operaciones de Paz regionales y de las Naciones Unidas, desarrollando las habilidades de los países amigos para capacitar personal y mantener y mejorar capacidades para dichas operaciones. También trabaja para aumentar el número de soldados calificados y las Unidades de Policía Constituidas (FPU) disponibles para despliegue, además de facilitar la preparación, el apoyo logístico y el despliegue de unidades militares y de FPU en las operaciones de paz.
La capacitación desarrollada en Uruguay mejora la habilidad de los soldados para proteger a los civiles durante misiones de paz y pretende reducir la necesidad de usar la fuerza, disminuyendo la probabilidad de que una fuerza de paz o civiles sufran lesiones. Utilizando indicadores de comportamiento, las fuerzas de mantenimiento de paz aprenden a identificar a quienes podrían provocar daños a la población en general. También facilitan la protección de los derechos humanos.
“Somos un Ejército afortunado, vivimos en una región pacífica y concurrir a las misiones de paz presenta un desafío”, manifestó el Coronel del Ejército uruguayo Carlos Frachelle, Director de ENOPU. “Entonces, recibir esta capacitación, que es el resultado de años de experiencia práctica de personal de los EE.UU., es una oportunidad que valoramos como muy positiva”, añadió. “El contexto de las misiones de paz está en continua evolución; el medioambiente operacional está cambiando. Y por ello, los desafíos que debe afrontar nuestro personal son cada vez más complejos”, agregó. “Capacitación como la recibida les permitirá cumplir la misión en forma más efectiva, eficiente y ayudará a evitar riesgos innecesarios o incluso salvar vidas.”
Entrenamiento variado y relevante
El entrenamiento incluyó tanto debates como ejercicios prácticos, demostraciones y eventos basados en escenarios posibles, culminando en un evento de clausura que permitió a los estudiantes conversar e intercambiar experiencias sobre lo aprendido.
“Resulta imperioso que los Estados Unidos apoyen los esfuerzos denodados [de Uruguay] en operaciones de mantenimiento de la paz”, señaló la Capitán de Corbeta Shannon Souma de la Armada de los EE.UU., encargada de la GPOI en la Oficina de Cooperación de Defensa en Montevideo.
El entrenamiento ayuda a los efectivos a realizar sus tareas en forma más eficiente y segura.
“El ambiente operativo de los efectivos tiende a ser muy complejo y a menudo muy peligroso”, manifestó la Capitán de Corbeta Souma. “Es realmente importante para ellos poder identificar las potenciales amenazas para poder protegerse ellos mismos y a la población civil. En última instancia, en el futuro, Uruguay podrá entrenar de forma independiente y todos los efectivos recibirán el entrenamiento antes de partir en una misión de paz”.
Aporte de Uruguay a MINUSTAH
Uruguay, un país con poco menos de 3,5 millones de habitantes, generalmente es considerado el mayor proveedor de soldados que realizan operaciones de mantenimiento de paz per cápita a nivel mundial. Sus Fuerzas Armadas son consideradas líderes a nivel mundial en operaciones de mantenimiento de la paz, ya que aportan tropas en forma continua a muchas operaciones de paz de las Naciones Unidas.
Entre ellas se encuentra la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (MINUSTAH). Como parte del plan de reducción del componente militar de la MINUSTAH, los efectivos uruguayos cerraron la Base Teniente Coronel Gonzalo Martirené, ubicada en el Departamento de Mirebalais el 4 de febrero.
El cierre y desmontaje de la base tras ocho años de servicio fue un esfuerzo extendido en el que participaron 80 soldados que trabajaron día y noche durante 28 días.
El cierre de la base militar coincidió con una reducción del contingente de soldados uruguayos en MINUSTAH. Uruguay ha contribuido a MINUSTAH con soldados y policías desde junio de 2004, y en un momento llegó a tener cuatro bases en Haití. En 2010, tras el terremoto de 7 grados de magnitud que azotó Haití y que dejó alrededor de 225.550 muertos, 350.000 heridos y casi 1,5 millones de personas sin hogar, el país sudamericano contaba con 1.200 soldados en Haití.
Pero tras cumplir los objetivos de la misión, el comando de MINUSTAH le ordenó a Uruguay reducir su contingente de soldados de 700 a 250 en enero de 2015.
Otras misiones de mantenimiento de paz
Uruguay también está participando en otras misiones internacionales de mantenimiento de paz.
Al 31 de enero, había 1.459 soldados y policías uruguayos trabajando en las misiones pacificadoras de la ONU, incluyendo la MINUSTAH, la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (UNMIL), el Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en la India y Pakistán (UNMOGIP) y la Operación de la ONU en Costa de Marfil (UNOCI), según el informe “Países que aportan contingentes de soldados y policías”, emitido por la ONU.
El 90 por ciento de los soldados que integran las Fuerzas Armadas de Uruguay han participado o participarán en una misión en el extranjero.
“En este momento, hay personal civil, policial, de la Armada, Fuerza Aérea y del Ejército, cumpliendo las más variadas funciones”, señaló el Coronel Frachelle. “Por ellos podemos decir orgullosos que en el tema misiones de paz, tenemos un cúmulo de experiencia que pocos países poseen”.
El programa de entrenamiento aprovecha la vasta experiencia de los efectivos uruguayos, algunos de los cuales han estado en varias misiones, para crear un curso de instrucción que prepare a futuros efectivos en forma eficiente. Al entrenamiento también asistió un integrante del Ejército de Brasil, acontecimiento previsto en el ámbito de la Asociación Latinoamericana de Centros de Entrenamiento para Operaciones de Paz (ALCOPAZ), que a su vez ha facilitado el intercambio de alumnos e instructores con países vecinos.
El curso fue desarrollado por un equipo de expertos del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos bajo el liderazgo de uno de los profesores de sociología del laboratorio, el Dr. Nathan Meehan.
Entre las principales tareas, el equipo llevó a cabo amplias investigaciones sobre el comportamiento humano, incluyendo entrevistas con efectivos de paz de Uruguay, durante las cuales los investigadores solicitaron a los efectivos relatar sus experiencias en operaciones de paz a fin de determinar qué tipos de comportamiento indicaban una potencial intención hostil.
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