sábado, 26 de septiembre de 2015

Represión en el CODICEN (la otra versión)





>>> Testimonio de un adulto y padre que participó en la vigilia del Codicen


  1. El viernes 18 de setiembre de 2015 estudiantes de Enseñanza Media de Montevideo agrupados en su Coordinadora de Estudiantes de la Enseñanza Media (CEEM) concurrieron a la dependencia del Codicen, sito en Avenida del Libertador Lavalleja y la calle Colonia. Presentaron ante las autoridades de la Institución (lo ya realizado ante el Ministerio de Economía y el Ministerio de Trabajo) su plataforma reivindicativa tendiente a que fueran contempladas sus opiniones en procura de mejorar el presupuesto para la enseñanza y otras reivindicaciones. El Poder Ejecutivo les cerró las vías de diálogo (a través de los ministerios antes mencionados) por tal razón concurren al Codicen. Este organismo los recibe rechazando de plano sus planteos. En claro que tanto el Codicen como los organismos gubernamentales pretendieron ganar tiempo ya que le Ley de Presupuesto había entrado al Parlamento con plazos acotados (el mismo fin cumplió el decreto de Esencialidad). Los estudiantes tenían prevista esta circunstancia por lo que procedieron a quedarse en la dependencia mencionada. Sobre la hora de cierre las autoridades perciben que aún estaban los estudiantes en la dependencia, por lo cual los intiman a retirarse. Los estudiantes contestan que el lugar ha sido ocupado al no contemplarse sus reclamos amparados en el legítimo derecho de huelga. Las autoridades del Codicen lacraron los lugares que estimaron convenientes retirándose del local.
     
  2. Enterados de la noticias los estudiantes reciben apoyo y solidaridad de padres y adultos. El tema que se habló de inmediato fue la gran cantidad de menores. Los adultos permanecimos en el exterior para abastecer a los ocupantes y en el caso de agresión darles nuestro apoyo y nunca nos involucramos en sus decisiones. En la tarde del viernes 17 de setiembre concurrieron funcionarios policiales del Ministerio del Interior y de Inteligencia a preguntar que “iban a hacer los estudiantes”. La respuesta era obvia, las autoridades del Codicen y del gobierno la tenían, 4 funcionarios de grupo de choque policial adoptaron posición “de cierta agresión” por lo que procedimos a hacer una cadena humana en el acceso exterior (vereda) de la Avenida Libertador; luego de momentos de tensión la policía se retiró. En los días siguientes, del sábado al lunes continuaron los movimientos policiales sobre la calle Colonia y en el estacionamiento de la Plaza del Entrevero sobre la calle Río Negro. Todos los adultos mayores afuera y estudiantes menores y estudiantes mayores adentro, permanecimos los 5 días en la incertidumbre de un posible desalojo por sorpresa.
  3. El día lunes 21, una delegación de los estudiantes de la Coordinadora de Estudiantes concurre al parlamento vislumbrándose cierta esperanza de una posible solución. Al volver los estudiantes convocaron (en las instalaciones del Codicen) una asamblea que por las distintas posiciones manifestadas, la discusión duró hasta el otro día.
     
  4. El martes 22 sobre la hora 18:30 los ocupantes brindaron una conferencia de prensa informando del desarrollo de todo el conflicto percibiéndose una posible solución ante la multitud de personas que se congregaron. Solidariamente se mantuvo “la guardia” en la parte externa pese al frío y lluvia existente. El sindicato de trabajadores del taxi concurrió sobre las 21 horas con cerca de 30 o 40 taxímetros y mucha gente, lo que otorgó estímulo, solidaridad y gran apoyo efectivo. Hasta ese momento no se recibió apoyo masivo de los sindicatos de la enseñanza y nulo del Pit-Cnt. Maestros y profesores lo hicieron a título personal. Vimos que se encontraba presente el presidente de la Institución Nacional de Derechos Humano, Juan Faroppa. Sobre las 21:45 se retiró el sindicato del taxímetro entre gritos, cánticos, bocinas y saludos, aparentemente habría una solución. Minutos después se acercan los mismos policías que habían estado el viernes. A ellos se unió el Jefe de la Guardia Republicana y Juan Faroppa (INDDHH) que llevó “voz cantante”. El vocero de los estudiantes ocupantes fue el abogado Pablo Ghirardo, dialogó con ellos rodeados de la gente. Intimidaron con el desalojo “que podía pasar a mayores, etc.” Por último se llegó a un acuerdo entre todas las partes, se mantendría ocupado sólo el Codicen. El abogado Ghirardo manifestó que se labrara un acta, “ que se realice acá” acotó Faroppa. Se acordó 30 minutos para que pudieran discutirlo los estudiantes. Es aceptado, los estudiantes convienen ocupar sólo el Codicen. Ghirardi lo comunicó a la otra parte y preguntó quién firmaría el acta por parte del gobierno. Juan Alfonso Faroppa manifestó que él no tenía potestades para hacerlo; se consultó, entonces, vía telefónica al Ministerio de Economía y al Ministerio de Trabajo. ¡Rechazo total! El gobierno no firmaba ni garantizaba nada. Quería desalojar sin importarles las consecuencias. El jefe de la Guardia Republicana se retiró del diálogo abruptamente, luego los del Ministerio deI Interior seguidos por los de Inteligencia. Comenzamos a gritar ¡cadena humana! Se venía la represión. La policía atacaría.
  5. Los estudiantes ocupantes quedan adentro del edificio. Afuera se forman cadenas humanas, brazo con brazo, mujeres y hombres, profesores, maestros, estudiantes de otros lugares que no estaban en la ocupación, universitarios y trabajadores. ¡Hay que defender a los estudiantes que ocupan! ¡Defender los gurises! Nadie lo discutió, surgió de la gente. Fue un rugido de rabia, anónimo.
  6. En la zona se habían ido apostando cientos de policías de los cuerpos especiales de la Guardia Republicana, 300 se contabilizaron; periodistas nos informaron que habían más en camiones estacionados por las calle laterales y las fotografiaron, esas fotos no han aparecido aún ¿acaso los dueños de los diarios lo han impedido? ¿sólo se publican las fotos de los adultos que defendieron a los gurises hasta que salieron?
  7. Para atacar, los grupos de reserva táctica (GRT) de la Guardia Republicana formaron en estructuras compactas, parecidas a las que utilizaron los romanos en la antigüedad, 15 hombres de frente por otras tantas columnas de fondo. Un grupo se posicionó en la vereda del Codicen, otros grupos en la playa de estacionamiento del mismo. 
     
  8. Las mujeres y los hombres (profesores, maestras, padres y otros adultos) se agarraron de los brazos para resistir la embestida de las “tortugas” GRT en las puertas del Codicen. Se escucharon ruidos de vidrios en el fondo del edificio, la guardia republicana entró al edificio por una puerta que los ocupantes desconocían. En ese momento avanzaron por la vereda de la calle Libertador, no teníamos nada con qué defendernos, los brazos los utilizamos agarrando al compañero o compañera de al lado. Avanzaron golpeando las botas contra el suelo pronunciando cánticos “jup, jup, jup, como en el fútbol”. Se notaba que ya la habían practicado en las canchas deportivas, cuando están a unos 2 metros recibieron de los de atrás lo que encontraron a mano, todo sirvió, hay que defender a los gurises. En el momento que atacaron algunos estudiantes menores estaban saliendo por la puerta de Libertador. Los policías que habían entrado por el costado trataron de apoderarse de la puerta de entrada, un periodista salió golpeado; volaba todo por el aire, la gente corría para todos lados, la cadena humana se rompió avanzando otra “tortuga” para unirse con los policías de adentro, empezamos a ser desplazados, todo es desorden, se apoderaron de la puerta e intentaron cerrarla por dentro, todo es caos, un adulto que estaba contra la puerta recibió un golpe, se inclina hacia adelante pero no cae.
  9. Imposible rescatar más estudiantes ocupantes por la puerta de Libertador. Nos replegamos hacia la calle Colonia, se resistieron los embates de la policía, no hay orden de ningún tipo, cada uno hace lo que le parece conveniente, la mayoría corrió hacia los canteros de Plaza. Nos persiguió una nueva “tortuga” manteniendo la estructura son lentas para avanzar, me caí, me levanto y sigo corriendo por Colonia. Los policías al que agarraban le pegaban entre dos o tres, rara vez los hicieron solos “vaya valentía”. Los videos son elocuentes, mano a mano la pierden. Vi la puerta sobre Colonia por la que se ingresa al edificio del Codicen, estaba abierta. Varios gurises estaban saliendo, gritan que hay más adentro. Una mujer adulta corrió, sube las escaleras hasta el tercer piso “los milicos están adentro salgan, bajen, rápido” por ella bajan los estudiantes, algunos llorando, descompensados, vieron el miedo y la golpiza muy cerquita; salen, son chicos, los últimos tres, ¡vienen cargados de cosas! Uno lleva un pesado equipo con el cual pasaban música y servía de parlante en la calle que solidariamente había prestado el sindicato de trabajadores del Codicen; otro trae colchonetas y bolsos, el último con una computadora que olvidó o no pudo llevar otro compañero. ¡Increíble! Con los policías en la nuca, con mucho miedo. Hermoso gesto y mucha responsabilidad de los estudiantes, si se hubiera perdido el material nadie se los hubiera reprochado, pero ellos sabían del sacrificio para conseguirlo y consecuentes lo salvaban. A todos le dijimos que corrieran sin caerse hacia los canteros rumbo a 18 de julio, el camino está libre. “Salieron todos” les gritamos a los compañeros que todavía resisten en Colonia y Libertador. Se enfrentaba para sacar a los compañeros, luego de eso ya no valía la pena, había que retirarse. En ese momento no teníamos idea de la cantidad de heridos o detenidos. Nos avisan que vayamos a la Facultad de Ciencias Sociales. Subí por Julio Herrera y Obes, en 18 en la acera norte hay un herido con la novia, me acerco, tiene una gran inflamación y sangre en la cabeza, se le formó un bulto del tamaño de un huevo, le digo que lo llevo al hospital, no quiso“ya me vienen a buscar”, “no importa, vamos” le dije preocupado de su estado, lo ví muy mal. Paró un auto, bajó el padre o un familiar, subió y se fue. Sucedió tan rápido que olvidé preguntarle el nombre. Llegué a la Facultad, había golpeados por todos lados, algunos muy nerviosos, una compañera de unos 20 años muy dolorida en los brazos y una pierna, se quejaba. Avisan que llegó una ambulancia “que lleven a los heridos”. Nos enteramos de 12 detenciones, que fueron llevados a la Comisaría 3ra. y luego a la dependencia de la Guardia Metropolitana en la calle Magallanes, de los heridos no se tiene noción de cuántos fueron. Golpeados hay muchos. La mayoría de los heridos y golpeados leves no se presentaron en los centros asistenciales por miedo a ser “fichados”.
     
  10. La policía no encontró una sola arma entre los adultos que respaldamos a los “gurises” cuestionadores de la política del gobierno y el Codicen. La lucha que pretendieron montar los medios de prensa de ciertos “demonios” sólo fue gente aislada que enfrentó con los puños o piedras a los cuerpos especiales, entrenados militarmente, mientras estos lo hicieron agrupados, con organización militar armados con pistolas, escudos, garrotes, un arma de tres puntas, etc. y por si fuera poco, si ellos no hubieran sido suficientes a pocas cuadras había camiones repletos de RGT, por esta razón se cansaron de dar palo. Una desproporción de fuerzas infernales, un ensañamiento de la policía total, sólo querían golpear, tal vez como castigo o escarmiento, ellos cuentan con esa responsabilidad la de ser mercenarios y golpear a la población en el Codicen, en el fútbol o en los barrios. Un par de horas antes balearon casas de vecinos de Santa Catalina efectivos de esta misma guardia. Ellos son responsables de las golpizas y los autores intelectuales son los gobernantes que han puesto toda su intelectualidad al servicio de estas acciones para poder realizar los ajustes necesarios en el bolsillo de la población. Quieren una población sumisa, pero todavía existen “transgresores” como estos chiquilines que saben resistir y que ni imaginaban lo que se les venía encima.
  11. Como muestra de los valores que poseen, las normas que respetan y el modelo de sociedad que desean los autores intelectuales de esta represión basta ver lo que hicieron con el negociador de los estudiantes Pablo Ghirardo. Él no corrió cuando empezaron los incidentes, se quedó entre la gente para ayudar, sin embargo al negociador de los estudiantes los agarraron tres GRT lo tiraron al piso, le pegaron con los palos en el cuerpo, lo levantan del piso tomándolo violentamente por el cuello con sus “llaves”, las pruebas los videos de los periodistas y de la propia policía seguramente puesto que existe una cámara encima de ese incidente. A pocos metros se encontraba el “observador” el presidente de la Institución Nacional de Derechos Humanos, Juan Alfonso Faroppa vio todo y nada hizo. Creemos que la institución quedó profundamente lesionada a los ojos del pueblo y sería interesante que se manifestara sobre los hechos y en especial de la actuación con el negociador de los estudiantes y con la actitud asumida por Juan Faroppa. Un nuevo elemento aportado a la prensa por el ministro del interior Bonomi expresando que él solicitó a Faroppa a que concurriera al Codicen. ¿Casualidad?
  12. La respuesta a tanta brutalidad fueron en los sucesivos tres días movilizaciones multitudinarias de estudiantes y adultos mayores (una minoría) para denunciar la represión, para decirles “continuaremos luchando por un 6% para la educación”. Y ahora, después de la “noche de los palos” ya se conoce lo que tienen enfrente, que los represores sepan que el pueblo ganó en experiencia ellos en la utilización de la fuerza. Que prosigan con el show mediático. Tarde o temprano todo pueblo encuentra su camino.

Manuel Marx Menéndez
Villa del Cerro
Montevideo
26 de setiembre de 2015





http://www.rebelarte.info/Desalojo-del-CODICEN







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