lunes, 15 de marzo de 2021

La orden fue matar


 

Audio inédito del 14 de abril de 1972: “Dejalos, pero fritos. Heridos no”


En un audio policial nunca publicado hasta hoy se escucha a un mando policial ordenar que se ejecute a tupamaros heridos el 14 de abril de 1972

 Leonardo Haberkorn
13 marzo 2021

 

 

Hay conversaciones que al conocerse revelan, de forma directa, lo que largas evidencias y testimonios, describían: la vocación de exterminio de los adoradores de la muerte.

Una grabación nunca divulgada hasta hoy muestra como un mando policial ordenó ejecutar a tupamaros heridos en un procedimiento de 1972.

"No, no, dejalos no. Dejalos, pero fritos. Heridos no. Heridos graves no”, dice un oficial en el registro sonoro.

Se trata del audio de las conversaciones realizadas por la propia inteligencia policial en el teléfono de la casa de la calle Amazonas 1440, en Malvín, los días 13 y 14 de abril de 1972.
En esa casa funcionaba una base importante del MLN-Tupamaros, que la policía tenía identificada. Su teléfono había sido intervenido. Las conversaciones eran escuchadas y grabadas.

Parte de esas cintas ya habían sido divulgadas por José Gavazzo en 2012 en la desaparecida página web En Voz Alta, que mientras existió ofició como vocera de los militares presos por violar los derechos humanos en la dictadura. Gavazzo acompañó los audios con una nota en la que sostenía que difundía las grabaciones como forma de denunciar “el descaro, la soberbia, y el desprecio por la vida humana” del MLN.
En aquella oportunidad, Gavazzo explicó que las cintas se las había obsequiado el inspector Víctor Castiglioni, jefe de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia en 1972, y quien estuvo al mando de los operativos del 14 de abril.
Sin embargo, Gavazzo –hoy en prisión domiciliaria condenado por 28 homicidios- excluyó de los audios que divulgó la conversación en la que se ordena ejecutar a los prisioneros heridos.
Llegar a ese audio fue posible gracias a que Castiglioni también le obsequió un cassette con las grabaciones del 14 de abril al periodista César Di Candia, cuando éste lo entrevistó en 1998 para el semanario Búsqueda. La comparación entre los audios divulgados en 2012 por Gavazzo en el sitio En Voz Alta y el cassette que Di Candia generosamente compartió este trabajo, permitió hallar la grabación inédita.

Confesión y asesinatos 

El 14 de abril de 1972 fue uno de los días más negros y sangrientos en la historia de Montevideo.
En esa jornada, el MLN-T realizó múltiples atentados destinados a ejecutar a presuntos integrantes del llamado Comando Caza Tupamaros, un grupo de ultra derecha que mataba militantes izquierdistas.
La guerrilla había condenado a muerte a una larga lista de supuestos integrantes de esa organización. La habían elaborado en base a la confesión del fotógrafo Nelson Bardesio, a quien habían secuestrado e interrogado mientras lo retenían en cautiverio en forma ilegal.
Bardesio había trabajado en la Inteligencia policial.
Castiglioni era uno de los condenados por el MLN por ser un supuesto integrante del Comando Caza Tupamaros, también llamado Escuadrón de la Muerte.

A las ocho de la mañana, en la esquina de Rivera y Soca, integrantes del MLN ametrallaron un patrullero y asesinaron al subcomisario Oscar Delega y al agente Carlos A. Leites. También hirieron de gravedad al agente Facundo Goñi, quien falleció meses después a causa de las heridas. Una hora más tarde, en Las Piedras, fue asesinado el capitán de corbeta Ernesto Motto. A las 11 de la mañana, francotiradores apostados en la iglesia de Constituyente y Médanos (hoy Barrios Amorín), asesinaron al ex subsecretario del Interior Armando Acosta y Lara. Había otras ejecuciones programadas, entre ellas la de Miguel Sofía, pero fracasaron.

Delega y Acosta y Lara habían sido condenados a muerte por el MLN, que los acusaba de ser integrantes del Comando Caza Tupamaros. Motto tenía una orden de “captura” de la guerrilla por idéntico motivo. Leites y Goñi fueron “daños colaterales”.

La respuesta policial no fue menos cruenta y fue dirigida por el inspector Castiglioni. A las 14 horas partidas de agentes se dirigieron a dos refugios tupamaros ya conocidos por la policía: el de la calle Amazonas, en Malvín, y otro en Pérez Gomar 4392, en el Buceo.

La partida que se dirigió a la calle Amazonas tomó la vivienda, un procedimiento en el cual fueron muertos los dueños de casa, el escribano Martirena y su esposa Ivette Giménez, ambos integrantes del MLN.

La policía dijo que las muertes ocurrieron en un tiroteo, pero otros testimonios apuntaron a que los Martirena fueron asesinados.

Horas más tarde, ya con el juez Daniel Echeverría presente en la casa, se descubrió a dos tupamaros ocultos en un “berretín”: Eleuterio Fernández Huidobro y David Cámpora. Fueron apresados.

En el procedimiento de la calle Pérez Gomar fueron muertos tres de los principales cuadros del aparato armado del MLN: Alberto Candán Grajales, Gabriel Schroeder y Armando Blanco Katras. También Horacio Rovira Griecco, quien les daba refugio.

Candán Grajales era uno de los integrantes de la guerrilla más buscado en esos momentos.

Otro tupamaro, Jorge Gropp, fue muerto ese día, en otro lugar de Montevideo, tras uno de los atentados fallidos del MLN.
En total, el 14 de abril de 1972 se cobró 12 vidas.

“Gente tan ejecutiva”
Las grabaciones que la inteligencia policial hizo en el teléfono de la calle Amazonas –y que por primera vez son analizadas completas- son resumen de la violencia y el horror de aquel día.
El registro comienza con llamadas en las que los tupamaros coordinan reuniones y acciones encubriéndolas con un lenguaje figurado. Luego, más adelante en las grabaciones, las conversaciones pasan a referirse a los atentados que ya comenzaron a realizarse, celebrando su éxito. Por ejemplo, dos hombres tienen el siguiente diálogo:

- ¿Te acordás del Tuerca (o Yorka)? ¡Marchó”!

- ¡Eso sí que es un alegrón, porque no pensaba que esa venta se fuera a dar!
-El problema es que frente a las alegrías vienen las tristezas, ¿sabés? Porque Fangio tuvo un accidente.
-Ahh.

-Parece que no va a poder manejar.
- ¿Fangio tuvo un accidente? Qué lástima, che. ¿Pero habrá sido grave? -Y parece que sí, muy grave. -Ahhh.

-Incluso lo que no sabemos es... en qué situación está...
-Qué lástima, che, qué lástima...

Según el artículo escrito por Gavazzo en En Voz Alta, esta conversación se refiere al asesinato del subcomisario Delega, quien sería el “Tuerca”. Y “Fangio” sería Jorge Gropp, integrante del MLN muerto ese día por la Policía. Otra de las conversaciones grabadas registra a dos mujeres que comentan el asesinato de Acosta y Lara.

-Estoy con los nervios de punta –dice una de ellas- porque andan a los tiros acá abajo (...) Acá en Médanos y San José, por ahí.

-Y será algún asalto -responde la otra.

-Sí, yo no sé, pero las piernas me temblaban, fuimos a mirar por la ventana y la gente toda se amontona, son inconscientes.
-¡Ay, qué horrible! Van a mirar, ¿no?
-Van a mirar como estúpidos.
-Qué cosa bárbara.
Más adelante, las mujeres hablan del atentado que le costó la vida a Delega. -Hubo otra matanza, ahí en Soca (...) Mataron dos policías, iban en un patrullero.

-Ahhh.
Sigue otra conversación entre un hombre y una mujer. -Mataron a Acosta y Lara y a un teniente de navío, me quiero morir de nervios –dice la mujer.

-¡Pero mirá vos! –le responde el hombre.

Luego hay otra llamada en la que dos hombres comentan otro de los atentados y alaban al compañero que lo perpetró por haber cumplido su objetivo. Uno de ellos comenta: “Es una suerte contar con gente tan ejecutiva”.

“Dejalos, pero fritos”
Una vez que las fuerzas policiales tomaron la casa de la calle Amazonas, el teléfono de la vivienda pasó a ser usado por los mandos para ordenar nuevas actuaciones y para atender a los tupamaros que llamaban sin saber que el refugio había caído y que los Martirena estaban muertos.
La grabación policial, sin embargo, no se detuvo. En las cintas también se registraron estas conversaciones.
Cuando divulgó los audios, Gavazzo solo incluyó un par de estas llamadas y omitió las otras. En el artículo que escribió, dijo que el jefe policial que comenzó a usar el teléfono y cuya voz quedó registrada era el propio Castiglioni. Escribió: “Posteriormente, después de efectuada la operación se escucha la voz del Inspector Castiglioni comunicando las novedades ocurridas y solicitando la presencia de la Policía Técnica”.

Dice Castiglioni en el audio:

“Acá hubo un tiroteo en Amazonas 1440, hay dos personas muertas. Estamos buscando el berretín que tiene que estar acá, lleno de tipos dentro. Pedime la Técnica. Y me hacés el favor, a ver si das a Investigaciones, para que vayan a la calle Hudson 5326, es una dirección que apareció acá, que no sabemos qué puede haber. Que vayan con cuidado, que no sabemos que haya nada positivo”.

Luego viene una de las conversaciones que Gavazzo se cuidó de no difundir. Se escucha a una voz masculina que habla de lo ocurrido en la calle Pérez Gomar.

“No, no, dicen, al parecer, están comunicando eso. A Candán Grajales entre ellos”.
Otra voz responde:

“Ta, dejalo, claro”.
Entonces interviene otra voz que, por la claridad con la que quedó registrada, parece hablar desde el teléfono de la calle Amazonas:

"No, no, pero... Dejalos no. Dejalos, pero fritos. Heridos no. Heridos graves no”.

*El audio fue digitalizado y mejorado por el colega Diego Ríos.

Existían testimonios de que Candan Grajales, Schroeder, Blanco Katras y Rovira Griecco habían sido ejecutados, pero eso nunca pudo ser probado. El audio apunta con claridad en ese sentido.
En la entrevista que le dio a Di Candia en 1998 y que publicó Búsqueda, Castiglioni admite haber estado en la casa de la calle Amazonas esa tarde. “Yo llegué cuando las dos personas que habitaban esa casa ya estaban muertas”, dijo en aquel reportaje.

Al día siguiente de las matanzas del 14 de abril de 1972, y bajo el impacto de la docena de muertes, la Asamblea General votó el “Estado de Guerra Interno”, que supuso la suspensión de las garantías individuales y la posibilidad de juzgar civiles por la justicia militar. El 14 de abril quedó instituido como “Día de los caídos en la defensa de las instituciones democráticas”.

En junio de 2020, el ministro Jorge Larrañaga decidió retirar una placa que homenajeaba a Castiglioni en el salón de actos de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia.
La placa había estado allí hasta 2016, cuando fue retirada. Pero en 2020 el director de la Policía Nacional, el comisario mayor retirado Diego Fernández, la restituyó y volvió a darle el nombre de Castiglioni a la sala de actos. Las protestas de exdetenidos políticos que acusan a Castiglioni de haberlos torturado, hizo que el ministro Larrañaga retirara el homenaje. “Castiglioni, con sus claroscuros, fue un referente de una época”, dijo entonces Fernández a El Observador.

El exjefe de Inteligencia se retiró en 1985 y falleció en el 2000.

 


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