Audio inédito del 14 de abril de 1972: “Dejalos, pero fritos. Heridos no”
En un audio policial nunca publicado hasta hoy se escucha a un mando policial ordenar que se ejecute a tupamaros heridos el 14 de abril de 1972
Leonardo Haberkorn
13 marzo 2021
Hay conversaciones que al conocerse revelan, de forma directa, lo que largas evidencias y testimonios, describían: la vocación de exterminio de los adoradores de la muerte.
Una grabación nunca divulgada hasta hoy muestra como un mando policial
ordenó ejecutar a tupamaros heridos en un procedimiento de 1972.
"No, no, dejalos no. Dejalos, pero fritos. Heridos no. Heridos graves no”, dice
un oficial en el registro sonoro.
Se trata del audio de las conversaciones realizadas por la propia inteligencia
policial en el teléfono de la casa de la calle Amazonas 1440, en Malvín, los días
13 y 14 de abril de 1972.
En esa casa funcionaba una base importante del MLN-Tupamaros, que la
policía tenía identificada. Su teléfono había sido intervenido. Las
conversaciones eran escuchadas y grabadas.
Parte de esas cintas ya habían sido divulgadas por José Gavazzo en 2012 en la
desaparecida página web En Voz Alta, que mientras existió ofició como vocera
de los militares presos por violar los derechos humanos en la dictadura.
Gavazzo acompañó los audios con una nota en la que sostenía que difundía las
grabaciones como forma de denunciar “el descaro, la soberbia, y el desprecio
por la vida humana” del MLN.
En aquella oportunidad, Gavazzo explicó que las cintas se las había obsequiado
el inspector Víctor Castiglioni, jefe de la Dirección Nacional de Investigación e
Inteligencia en 1972, y quien estuvo al mando de los operativos del 14 de
abril.
Sin embargo, Gavazzo –hoy en prisión domiciliaria condenado por 28
homicidios- excluyó de los audios que divulgó la conversación en la que se
ordena ejecutar a los prisioneros heridos.
Llegar a ese audio fue posible gracias a que Castiglioni también le obsequió un
cassette con las grabaciones del 14 de abril al periodista César Di Candia,
cuando éste lo entrevistó en 1998 para el semanario Búsqueda.
La comparación entre los audios divulgados en 2012 por Gavazzo en el sitio En
Voz Alta y el cassette que Di Candia generosamente compartió este trabajo,
permitió hallar la grabación inédita.
Confesión y asesinatos
El 14 de abril de 1972 fue uno de los días más negros y sangrientos en la
historia de Montevideo.
En esa jornada, el MLN-T realizó múltiples atentados destinados a ejecutar a
presuntos integrantes del llamado Comando Caza Tupamaros, un grupo de
ultra derecha que mataba militantes izquierdistas.
La guerrilla había condenado a muerte a una larga lista de supuestos
integrantes de esa organización. La habían elaborado en base a la confesión
del fotógrafo Nelson Bardesio, a quien habían secuestrado e interrogado
mientras lo retenían en cautiverio en forma ilegal.
Bardesio había trabajado en la Inteligencia policial.
Castiglioni era uno de los condenados por el MLN por ser un supuesto
integrante del Comando Caza Tupamaros, también llamado Escuadrón de la
Muerte.
A las ocho de la mañana, en la esquina de Rivera y Soca, integrantes del MLN
ametrallaron un patrullero y asesinaron al subcomisario Oscar Delega y al
agente Carlos A. Leites. También hirieron de gravedad al agente Facundo Goñi,
quien falleció meses después a causa de las heridas. Una hora más tarde, en
Las Piedras, fue asesinado el capitán de corbeta Ernesto Motto. A las 11 de la
mañana, francotiradores apostados en la iglesia de Constituyente y Médanos
(hoy Barrios Amorín), asesinaron al ex subsecretario del Interior Armando
Acosta y Lara. Había otras ejecuciones programadas, entre ellas la de Miguel
Sofía, pero fracasaron.
Delega y Acosta y Lara habían sido condenados a muerte por el MLN, que los
acusaba de ser integrantes del Comando Caza Tupamaros. Motto tenía una
orden de “captura” de la guerrilla por idéntico motivo. Leites y Goñi fueron
“daños colaterales”.
La respuesta policial no fue menos cruenta y fue dirigida por el inspector
Castiglioni. A las 14 horas partidas de agentes se dirigieron a dos refugios
tupamaros ya conocidos por la policía: el de la calle Amazonas, en Malvín, y
otro en Pérez Gomar 4392, en el Buceo.
La partida que se dirigió a la calle Amazonas tomó la vivienda, un
procedimiento en el cual fueron muertos los dueños de casa, el escribano
Martirena y su esposa Ivette Giménez, ambos integrantes del MLN.
La policía dijo que las muertes ocurrieron en un tiroteo, pero otros testimonios
apuntaron a que los Martirena fueron asesinados.
Horas más tarde, ya con el juez Daniel Echeverría presente en la casa, se
descubrió a dos tupamaros ocultos en un “berretín”: Eleuterio Fernández
Huidobro y David Cámpora. Fueron apresados.
En el procedimiento de la calle Pérez Gomar fueron muertos tres de los
principales cuadros del aparato armado del MLN: Alberto Candán Grajales,
Gabriel Schroeder y Armando Blanco Katras. También Horacio Rovira Griecco,
quien les daba refugio.
Candán Grajales era uno de los integrantes de la guerrilla más buscado en
esos momentos.
Otro tupamaro, Jorge Gropp, fue muerto ese día, en otro lugar de Montevideo,
tras uno de los atentados fallidos del MLN.
En total, el 14 de abril de 1972 se cobró 12 vidas.
“Gente tan ejecutiva”
Las grabaciones que la inteligencia policial hizo en el teléfono de la calle
Amazonas –y que por primera vez son analizadas completas- son resumen de
la violencia y el horror de aquel día.
El registro comienza con llamadas en las que los tupamaros coordinan
reuniones y acciones encubriéndolas con un lenguaje figurado. Luego, más
adelante en las grabaciones, las conversaciones pasan a referirse a los
atentados que ya comenzaron a realizarse, celebrando su éxito. Por ejemplo,
dos hombres tienen el siguiente diálogo:
- ¿Te acordás del Tuerca (o Yorka)? ¡Marchó”!
- ¡Eso sí que es un alegrón, porque no pensaba que esa venta se fuera a dar!
-El problema es que frente a las alegrías vienen las tristezas, ¿sabés? Porque
Fangio tuvo un accidente.
-Ahh.
-Parece que no va a poder manejar.
- ¿Fangio tuvo un accidente? Qué lástima, che. ¿Pero habrá sido grave?
-Y parece que sí, muy grave.
-Ahhh.
-Incluso lo que no sabemos es... en qué situación está...
-Qué lástima, che, qué lástima...
Según el artículo escrito por Gavazzo en En Voz Alta, esta conversación se
refiere al asesinato del subcomisario Delega, quien sería el “Tuerca”. Y
“Fangio” sería Jorge Gropp, integrante del MLN muerto ese día por la Policía.
Otra de las conversaciones grabadas registra a dos mujeres que comentan el
asesinato de Acosta y Lara.
-Estoy con los nervios de punta –dice una de ellas- porque andan a los tiros
acá abajo (...) Acá en Médanos y San José, por ahí.
-Y será algún asalto -responde la otra.
-Sí, yo no sé, pero las piernas me temblaban, fuimos a mirar por la ventana y
la gente toda se amontona, son inconscientes.
-¡Ay, qué horrible! Van a mirar, ¿no?
-Van a mirar como estúpidos.
-Qué cosa bárbara.
Más adelante, las mujeres hablan del atentado que le costó la vida a Delega.
-Hubo otra matanza, ahí en Soca (...) Mataron dos policías, iban en un
patrullero.
-Ahhh.
Sigue otra conversación entre un hombre y una mujer.
-Mataron a Acosta y Lara y a un teniente de navío, me quiero morir de nervios
–dice la mujer.
-¡Pero mirá vos! –le responde el hombre.
Luego hay otra llamada en la que dos hombres comentan otro de los atentados
y alaban al compañero que lo perpetró por haber cumplido su objetivo. Uno de
ellos comenta: “Es una suerte contar con gente tan ejecutiva”.
“Dejalos, pero fritos”
Una vez que las fuerzas policiales tomaron la casa de la calle Amazonas, el
teléfono de la vivienda pasó a ser usado por los mandos para ordenar nuevas
actuaciones y para atender a los tupamaros que llamaban sin saber que el
refugio había caído y que los Martirena estaban muertos.
La grabación policial, sin embargo, no se detuvo. En las cintas también se
registraron estas conversaciones.
Cuando divulgó los audios, Gavazzo solo incluyó un par de estas llamadas y
omitió las otras. En el artículo que escribió, dijo que el jefe policial que
comenzó a usar el teléfono y cuya voz quedó registrada era el propio
Castiglioni. Escribió: “Posteriormente, después de efectuada la operación se
escucha la voz del Inspector Castiglioni comunicando las novedades ocurridas
y solicitando la presencia de la Policía Técnica”.
Dice Castiglioni en el audio:
“Acá hubo un tiroteo en Amazonas 1440, hay dos personas muertas. Estamos
buscando el berretín que tiene que estar acá, lleno de tipos dentro. Pedime la
Técnica. Y me hacés el favor, a ver si das a Investigaciones, para que vayan a
la calle Hudson 5326, es una dirección que apareció acá, que no sabemos qué
puede haber. Que vayan con cuidado, que no sabemos que haya nada
positivo”.
Luego viene una de las conversaciones que Gavazzo se cuidó de no difundir.
Se escucha a una voz masculina que habla de lo ocurrido en la calle Pérez
Gomar.
“No, no, dicen, al parecer, están comunicando eso. A Candán Grajales entre
ellos”.
Otra voz responde:
“Ta, dejalo, claro”.
Entonces interviene otra voz que, por la claridad con la que quedó registrada,
parece hablar desde el teléfono de la calle Amazonas:
"No, no, pero... Dejalos no. Dejalos, pero fritos. Heridos no. Heridos
graves no”.
*El audio fue digitalizado y mejorado por el colega Diego Ríos.
Existían testimonios de que Candan Grajales, Schroeder, Blanco Katras y
Rovira Griecco habían sido ejecutados, pero eso nunca pudo ser probado. El
audio apunta con claridad en ese sentido.
En la entrevista que le dio a Di Candia en 1998 y que publicó Búsqueda,
Castiglioni admite haber estado en la casa de la calle Amazonas esa tarde. “Yo
llegué cuando las dos personas que habitaban esa casa ya estaban muertas”,
dijo en aquel reportaje.
Al día siguiente de las matanzas del 14 de abril de 1972, y bajo el impacto de
la docena de muertes, la Asamblea General votó el “Estado de Guerra
Interno”, que supuso la suspensión de las garantías individuales y la
posibilidad de juzgar civiles por la justicia militar.
El 14 de abril quedó instituido como “Día de los caídos en la defensa de las
instituciones democráticas”.
En junio de 2020, el ministro Jorge Larrañaga decidió retirar una placa que
homenajeaba a Castiglioni en el salón de actos de la Dirección Nacional de
Investigación e Inteligencia.
La placa había estado allí hasta 2016, cuando fue retirada. Pero en 2020 el
director de la Policía Nacional, el comisario mayor retirado Diego Fernández, la
restituyó y volvió a darle el nombre de Castiglioni a la sala de actos. Las
protestas de exdetenidos políticos que acusan a Castiglioni de haberlos
torturado, hizo que el ministro Larrañaga retirara el homenaje.
“Castiglioni, con sus claroscuros, fue un referente de una época”, dijo entonces
Fernández a El Observador.
El exjefe de Inteligencia se retiró en 1985 y falleció en el 2000.
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