martes, 7 de octubre de 2014
Fusilados en las visperas del Hombre Nuevo
Gabriel -Saracho- Carbajales,
Montevideo, 7 de Octubre de 2014, Año de la Dignidad
Ernesto, Jorge, Ricardo y Alfredo, fusilados en las vísperas del Hombre Nuevo
“Esta es la calle de los encontrados en desgracia
informes por bajo la mesa y mujeres acostadas sin quitarse las medias.
Cariacontecidos asesinando los días
esperan futuros astrológicos y gente de velorios” (Facundo Marull, poeta y compañero)
Vísperas de los 47 años del asesinato del “prisionero de guerra” Comandante Ernesto Ché Guevara.
Vísperas de los 45 años de la toma tupamara de la ciudad de Pando, acontecimiento verdaderamente histórico que no fue por casualidad que ocurriera el 8 de Octubre de 1969, a dos años del crimen de La Higuera y muchísimos años antes de que las manos mutiladas de Ernesto (el trofeo de los sirvientes y sicarios de la CIA) aparecieran enterradas en la selva boliviana y recibieran revolucionaria sepultura en territorio de Cuba socialista.
Vísperas del día de la caída del Ché en combate y del día en que tres muchachos uruguayos, asesinados sin piedad, fueran la explosiva motivación para que centenares y centenares de otros jóvenes “idealistas” se plegaran a una lucha que era (y es) mucho más difícil y dura de lo que creímos y que reclama atender aspectos vitales que no tienen nada que ver con “cuestiones militares” o “administrativas” y sí con la compleja trama llena de altibajos de la lucha de clases. Vísperas de los 45 años de la ejecución sumaria de los Queridos Tupamaros Jorge Salerno, Ricardo Zabalza y Alfredo Cultelli a manos de una parte de los gorilas que a fines de los ´60 se fogueaban bien a lo maula para estar en condiciones de concretar, cuando recibieran la orden, la toma fascista del Uruguay por la que se relamían viejos y nuevos “cívico-militares” adoctrinados por Hitler, Mussolini y el Pentágono.
Vísperas de una misma fecha de una época en la que quedó claro que los pequeños y los grandes “delitos de lesa humanidad” de la burguesía de todas partes, serían el signo de un difícil y penoso tiempo de pariciones y abortos revolucionarios que a la corta o a la larga culminarán en el inevitable alumbramiento del “Hombre Nuevo”.
Vísperas del 8 de Octubre del año 2014.
Pasarán prácticamente inadvertidos los 45 años de Pando y apenas un puñado de jóvenes y unos pocos sobrevivientes, recordarán activamente en el Uruguay al Compañero Guevara.
Vísperas de una fecha que sintetiza el viraje histórico de un continente que vió el faro de la emancipación social en la triunfante y heroica Revolución Cubana, internacionalista y solidaria, en las mismas narices de la capital imperial. Vísperas en las que los aires “socialdemócratas” soplan con mucho viento en una camiseta llena de agujeros y que en menos de lo canta el gallo, dejará pasar por ellos, de nuevo, las bestialidades clásicas de los “legítimos” exponentes de la burguesía asustada y resuelta a multiplicar la exhibción de sus naturales atributos infrahumanos, sin poder contener la furia popular y a sabiendas de que la tiranía y la opresión son la madre de todas las guerrillas selváticas y urbanas y de todas las tomas “de Pando” de la historia.
Hay que ser realistas. Los 45 años de Pando olvidados y los 47 del Ché apenas aludido y homenajeado por pocos, revelan (mejor dicho, confirman una vez más) un presente de aguda crisis revolucionaria, de fragmentaciones gigantescas, de divisionismos infecundos y de bifurcaciones y lesiones ideológicas que de hecho son una colaboración con el enemigo.
Pero este enemigo (sigamos siendo realistas) sólo sobrevive prevaleciéndose precisamente de nuestras rengueras. Solamente puede sobrevivir así, muerto en vida, obligado a ser cada día más bestial y más garronero, más dependiente de nuestra dilatada crisis. Saberlo, comprenderlo más cada día y cada noche; saber que la dictadura capitalista permanece gracias a nuestras ostensibles debilidades y que no sucumbirá mientras no encuentre la horma de sus zapatos en la recuperación popular revolucionaria... Saberlo es poco, es cierto; pero saberlo y corroborarlo a cada instante, concientizarlo cada vez más como causa fundamental de la sobrevivencia burguesa; traducir esta conciencia en actos cotidianos y sencillos de honestidad y sinceridad sin impostaciones ni delirios de grandeza; saberlo y actuar en consecuencia, a conciencia de que cada pasito unitario en serio irá acotando la chance burguesa de “vivirnos” para sobrevivir; saberlo y vivirlo con determinación “obsesiva”...
¡Es honrar la memoria de Ernesto, Jorge, Ricardo y Alfredo, con algo que algunos pueden llamar “voluntarismo”, pero que es voluntad, VOLUNTAD REVOLUCIONARIA, que es lo que ellos tuvieron de sobra para que hoy los recordemos no como derrotados y sí como ejemplos vívidos y palpitantes de consecuencia entre los ideales y la práctica concreta, entre el pensamiento y la acción revolucionaria!!!. ¡Ellos supieron ya hace casi 50 años, hasta el sacrificio heroico, que la burguesía sobrevive en contra de la historia y que únicamente seguirá medrando con los sufrimientos del pueblo trabajador mientras éste no se convierta en el timonel de la nueva historia; o sea en autor de “su propia historia, la historia del Hombre Nuevo”, con sangre y mucho dolor encima del dolor diario de sabernos sometidos por imbéciles de cabo a rabo!!!.
¡El Ché y los caídos en Pando VIVEN Y LUCHAN y siguen trazando la senda!!!
¡Vivan Ernesto, Jorge, Ricardo y Alfredo!!!.
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