La corrupción de los de arriba

 

Por Sergio Sommaruga
16 noviembre 2020

Ecuador, Chile, Bolivia, Perú.
¿Qué nos está diciendo la realidad latinoamericana?
Que la corrupción de los de arriba, la hiriente desigualdad social que sufren los de abajo y la violencia política del Estado, son un mal endémico que padecen millones de personas a lo largo y ancho de nuestro continente.
Son vidas enteras arruinadas por un sistema económico que hace cada vez hace más rico al 1% de la población, mientras somete a la exclusión social a las grandes mayorías populares.
Esta desigualdad social, que carcome la vida principalmente de niños y ancianos, se recrudece por la corrupción de buena parte de la élite política del continente (Perú por ejemplo tiene sus últimos 4 presidentes presos o con proceso judiciales por corrupción) y por la violencia con que las fuerzas represivas del Estado salen a matar al pueblo cada vez que dice basta!
Ecuador, Chile, Bolivia, Perú.
Los pueblos son cada vez más conscientes que la democracia es mucho más que votar cada 4 años.
Que la democracia es el poder del pueblo, no de los políticos.
Que la democracia se debe a la igualdad de las personas y nos a las reglas de los mercados.
Que la economía debe estar al servicio de la vida y no la vida secuestrada por la economía.
Los pueblos saben, a pesar del bombardeo mediático, que el problema de este continente no es la pobreza, sino la desigualdad.
Son los pueblos y sus luchas los que efectivamente están garantizando la democracia, los derechos y las libertades, en toda América latina.
Ecuador, Chile, Bolivia, Perú.
La gran lección que el momento histórico nos está dictando es defender el valor estratégico de la unidad social del pueblo.
No entender eso, no solo es estar de espaldas a lo que nos esta enseñando la realidad latinoamericana; es mucho peor.
Es ser parte del problema y un lastre para la lucha por la libertad y el desarrollo de la conciencia histórica de nuestros pueblos.