de Jorge Zabalza
Como siempre Wiiliam está atento a los "bolazos" que Mujica lanza al aire, esa estrategia que le dió tan buenos resultados como recolector de votos y lo llevó a la presidencia. Claro que con los años de reiterar el mismo espectáculo, se han desengañado numerosos sectores que creyeron profundo y filosófico lo que en realidad era pura bolacería y engañapichanga. Ahora dice un par de disparates sobre las diferencias de género y lo salen a rebatir desde todas las trincheras. Los bolazos todavía causan efecto en la izquierda y el progresismo de América Latina, que todavía cree anti imperialista a Mujica porque dice "hace 80 años no nos reuníamos sin los patrones del norte", sin prestar atención a los hechos que contradicen radicalmente esos dichos y que indican que el gobierno de Mujica está avanzando en los "acuerdos estratégicos" con la patronal radicada en Washington. Ya se darán cuenta y aprenderán que la estrategia de Mujica es decir una cosa y hacer la contraria; entonces, la admiración trocará en repudio.
Como siempre William responde en el plano de la economía con seriedad y documentación irrebatible. Y lo hace cuando a los bolazos presidenciales los respalda el silencio de los economistas. Muy pocos reaccionan con dignidad frente a las bobadas (creo que con Antonio Elías y Joaquín Echevers se agota la lista). La mayoría opta por subordinarse a sus compromisos partidarios y "guardan silencio" para que no le caigan palos de todos lados.
Como siempre desconfío del discurso oficialista y busco la quinta pata del gato; creo que en realidad Mujica está invitando a que los inversores redoblen esfuerzos, reitera el gesto del Conrad antes de asumir la presidencia (2010) cuando López Mena le organizó una cuchipanda de empresarios y vuelve a comprometerse con los capitalistas. Además, creo que por otro lado, el gobierno viene preparando el terreno y creando una sensación de "fin del viento de cola" para arremeter en el 2013 contra el poder adquisitivo de los asalariados y reducir el gato social SIN PERDER VOTOS (el mayor interés es "ganar y ganar"). No yerra Mujica, pues, sino que sus "bolazos" son a varias puntas. Hila finito, eso no se puede discutir.
Abrazos
Tambero
MUJICA Y SUS IMPERFECCIONES
El Presidente yerra feo
Autor: William Yohai
2 de febrero de 2013
“El Observador” (1) de ayer se despacha con el siguiente informe:
“El presidente José Mujica advirtió este jueves en su audición radial por M24 que la coyuntura favorable para Uruguay ha cambiado y ya no es tan buena. “Hace rato que el viento de cola a favor ha cesado”, afirmó.Más allá de esto, Mujica destacó el continuo crecimiento de la economía. Este cambio “se tendría que haber reflejado con mucha gravedad en el seno de la economía y el trabajo nacional. Sin embargo no ha sido así, estamos con una cifra en materia de desocupación alineada con los momentos de mejor ocupación de la historia”.
“Hemos recuperado el salario en términos reales con respecto a la fenomenal caída a lo largo de tantos años, desde la dictadura. Y naturalmente nuestra actividad económica interna se ha mantenido en forma constante y permanente en forma interesante”, enumeró entre los logros que se mantienen.
Según el mandatario este fenómeno se debió a “un factor en el que hay que poner énfasis: la importancia de la inversión se ha venido haciendo en el país”, que actúa como “dinamizadora del trabajo”. Mujica subrayó también la constante diversificación de los mercados y puso como ejemplo el intercambio con Azerbaiyán y las negociaciones con Rusia.”
Veamos: 1)
“Hace rato que el viento de cola a favor ha
cesado” Con su habitual falta de seriedad, amparado en
la “autoridad” que
le confiere su rango administrativo el Presidente se considera
eximido de la
obligación de fundamentar su afirmación. No sabemos, por
tanto, que hechos la
motivan.
Como la misma nos
llamó la atención resolvimos, dado que no contamos con la tal
“autoridad”,
investigar un poco.
La primera
gráfica que elaboramos a partir de datos del sitio
“INDEXMUNDI” es un poco
compleja. Si se la observa con atención se nota que, en los
últimos dos años,
los precios de los productos que integran mayoritariamente la
canasta
exportadora uruguaya no han caído. Más bien están
estabilizados en niveles
altos en relación a
los que existían los
primeros años de la década. Después de una brusca oscilación
en 2008 vinculada
a la crisis internacional, su nivel se mantiene bastante
estable en más del
doble que el vigente antes de aquella.
El precio de la
carne se dividió por 10 para que se mantuviera dentro de la
gráfica.
El fosfato di
amónico es un fertilizante químico que suministra dos de los
principales
nutrientes: fósforo y nitrógeno y constituye un insumo clave
en la producción
de los exportables. Su precio también está estabilizado.La siguiente gráfica muestra la evolución en el mismo período de otro insumo esencial para nuestra (y para todas las demás) economía. El petróleo crudo BRENT, la referencia de ANCAP para su propia fijación del precio de los combustibles, muestra una tendencia sostenida al alza. La cual comienza antes del tiempo de la gráfica (en 2000). Se constata, sin embargo, que los dos últimos años el precio del crudo se ha estabilizado. O sea, el principal viento de proa que experimentó nuestra (y la del mundo también) economía por lo menos no sopla más fuerte.
Por ultimo
mostramos el que a nuestro juicio es el principal factor
independiente que
integra el “viento de cola”: las tasas de interés
internacionales.
Nos detendremos
un poco aquí, porque los analistas económicos que militan en,
o que integran la
visión de los partidos con representación parlamentaria, es
decir el 99% del
total, frecuentemente no hablan del tema. Y cuando lo hacen
mencionan el asunto
“de pasada”, sin detenerse en
él y sin
explicar su importancia.
La tasa de
interés del bono del tesoro de los EEUU a 10 años oficia como
referencia para
las tasas de interés mundiales. Como el dólar, aunque algo
golpeado
últimamente, sigue siendo la moneda de reserva e intercambio
mundial, la tasa
de interés que se puede obtener colocando dólares en el activo
más “seguro” es
la base para la fijación de los precios de los demás activos
en el mundo.
Aclaremos las
comillas: la seguridad de la colocación de dólares en los
bonos de EEUU radica
en la virtual imposibilidad de que dicho país caiga en un
impago. Sin embargo,
dicha seguridad no implica que no existan riesgos.
Básicamente, hay dos: la
tasa de interés puede subir, en cuyo caso el precio de los
bonos en el mercado secundario
caerá. El inversor en los mismos experimentará una pérdida
proporcional al
aumento de dicha tasa.
El segundo riesgo
está vinculado a la eventual disminución del poder adquisitivo
del dólar.
O sea, a más baja
tasa de interés, mayor riesgo de que la
misma suba y por tanto de perder dinero manteniendo ese
activo.
Resulta entonces
natural que los grandes administradores de fondos a nivel
mundial tiendan a
buscar alternativas de inversión. En los países centrales
están las acciones
que cotizan en bolsa. Por algo, a pesar de unas economías
estancadas, con alto
desempleo y salarios reales que no crecen o incluso caen, el
precio de las
acciones se mantiene al alza y alcanza los niveles previos a
la burbuja
accionaria que estalló en 2001.
Pero tampoco es ajena
a este fenómeno la excepcional explosión de los precios de la
tierra en
Uruguay. Una parte del crecimiento se debe al aumento de los
commodities
agropecuarios graficados supra. Otra tiene que ver con el
diferencial de
políticas con Argentina, en especial la ausencia de
detracciones a las
exportaciones que motiva a empresas de ese país a comprar y
explotar campos
aquí.
Pero seguramente
el motor más poderoso de la explosión es la caída de las tasas
de interés.
El auge en la
construcción financiada con capital privado que ha cambiado la
fisonomía de los
barrios costeros de Montevideo y de Punta del Este está
también motivado por
este fenómeno. Imagine la lectora tener un capital
considerable (digamos
algunos millones de dólares) colocado en títulos de largo
plazo de EEUU a una
tasa de interés real (o sea considerando la inflación en aquel
país) nula o
negativa. Existe una fuerte motivación para colocar por lo
menos gran parte de
ese dinero en otros activos. Comprar algunos apartamentos en
las zonas mencionadas
suena como un buen negocio en este contexto.
También la deuda
pública uruguaya se vuelve muy atractiva, especialmente si
está nominada
en unidades indexadas
que crecen con la
inflación y además dan una tasa de
interés nada despreciable. Al cabo del año quienes tal
opción hicieron
estarán obteniendo un rendimiento
expresado
en dólares superior al 10%.
Si el país es
calificado con el “grado inversor” la atracción es aún mayor.
La fin y al cabo
las calificadoras son “serias” ¿no?
Como si lo
anterior fuera poco, las tasas activas de los bancos y
financieras en Uruguay
también se alinean con las internacionales y están en niveles
históricamente
bajos.
Sintetizando: el
Presidente se equivoca. Hay
bastante viento de cola todavía.
Es cierto; como
parte de la política que de alguna manera permite ampliar los
beneficios de
dicho viento de cola; en particular la irrestricta libertad
para el movimiento
de capitales, hemos perdido competitividad a nivel mundial,
pero especialmente
con nuestro mercado para productos con alguna
industrialización: Argentina y
Brasil.
Y por supuesto,
hemos golpeado seriamente la principal exportación de
servicios: el turismo.
Pero al
Presidente se le presenta una contradicción antagónica: por un
lado afirma que
ya no hay “viento de cola”, por el otro que “Hemos
recuperado el salario en términos reales con respecto a la
fenomenal caída a lo
largo de tantos años, desde la dictadura. Y naturalmente
nuestra actividad
económica interna se ha mantenido en forma constante y
permanente en forma
interesante”
¿Cómo entonces,
si no hay “viento de cola” explicar el crecimiento?
La respuesta: “Según
el mandatario este fenómeno se debió a
“un factor en el que hay que poner énfasis: la importancia
de la inversión se
ha venido haciendo en el país”, que actúa como “dinamizadora
del trabajo””.
Analicemos el
asunto: Por un lado demostramos más arriba que un factor
fundamental en la
inversión, particularmente en la construcción depende,
precisamente, del
“viento de cola”.
El Presidente
atribuye por tanto a la inversión, insinuando la importancia
de la extranjera
en ella, como “dinamizadora del trabajo”.
Vale mucho la
pena disecar el tema porque día tras día los medios nos
informan sobre el supuesto
fenomenal crecimiento que la inversión tiene en el país.
Particularmente se
centra dicha información sobre la cantidad y monto de los
proyectos autorizados
que gozan de
exenciones fiscales. El
monto de dichas exenciones alcanza
la fabulosa
cifra de 5% del PBI.
Pero, la
inversión que mencionan todos esos informes que se difunden
fuera de contexto,
es sólo una parte minoritaria de la inversión total. Ésta la
miden las cuentas
nacionales. Son el verdadero parámetro objetivo de medida.
No hay caso,
tendremos que castigar a las lectoras con una última gráfica:
La FBC es la
formación bruta de capital*. O sea, la inversión real en la
economía. Vemos que
la inversión como parte del producto bruto interno no está en
niveles elevados.
Incluso es inferior a la de los años 90.
En términos
absolutos, dado que el PBI ha crecido mucho (aproximadamente
un 40% desde 1998
que fue su pico precrisis) la misma es, naturalmente mayor en
una cifra cercana
a ésta.
Podríamos responderle
al Presidente, entonces, que
a pesar del viento de cola y del formidable subsidio estatal
(imagínese que
efecto tendría la eliminación del 5% de subsidios en la tasa
de inversión que
graficamos más arriba) la inversión no es nada destacable en
el período
progresista.
Para concluir: el
viento de cola sigue soplando y fuerte. Su principal
componente es la bajísima
(la más baja de la historia en realidad) tasa de interés de
los títulos de
largo plazo que emite el emisor de la moneda de reserva e
intercambio mundial,
o sea, EEUU.
Una triplicación
de dicha tasa la llevaría a sus niveles históricos(3).
Eso marcaría
verdaderamente el fin del viento de cola.
Y el avión,
entonces…
Dejemos que la
futurología la hagan otros.1)http://www.elobservador.com.uy/noticia/242571/mujica-hace-rato-que-el-viento-de-cola-a-favor-de-uruguay-ha-cesado/
*Aclaramos que la FBC no quita el efecto de las variaciones de stock en el parámetro. En el mediano plazo este factor no es relevante porque las caídas en un año se compensan con aumentos en el otro.
Nota: las gráficas han sido construidas por el autor en base a los datos de INDEXMUNDI (las 2 primeras), Yahoo/finance la tercera, y el instituto nacional de estadísticas, la última.
3) El promedio de la tasa de interés del bono EEUU a 10 años entre enero de 1962 y enero 2013 es de 6.6%.
muy buen articulo, para quienes quieran entender un poco más del sistema financiero-económico mundial les recomiendo el siguiente link a un libro que se puede descargar:
ResponderEliminarse llama "La Crisis Financiera: Guía para entenderla y explicarla", de los españoles Juan Torres y Alberto Garzon
http://www.epubgratis.net/la-crisis-financiera-guia-para-entenderla-y-explicarla-alberto-garzon-espinosa-juan-torres-lopez/