miércoles, 18 de diciembre de 2013

Las donaciones privadas a la enseñanza

José Pedro Varela, le apagan la vela

Publicado el martes 17 de diciembre del 2013.
El Poder Ejecutivo aprobó un decreto que favorece a las instituciones educativas privadas que trabajan en zonas carenciadas. Con esta medida se flexibiliza el régimen mediante el cual las empresas realizan donaciones a las instituciones, descontando parte de ese dinero de impuestos. En diálogo con En Perspectiva, el dueño de esta idea, Ignacio de Posadas, destacó que "lo sustancial, que era levantar el techo, se consiguió". Asimismo aseguró que los recursos fiscales no están mejor utilizados "en su curso normal dentro del presupuesto nacional". Al ser consultado sobre los beneficios que reciben las empresas, de Posadas dijo que éstos "están dentro de eso que ahora modernamente se llama 'responsabilidad social empresarial'".


 EMILIANO COTELO:
En agosto de 2012, cuando se encontraron mano a mano en una conferencia, el doctor Ignacio de Posadas le acercó una sugerencia al presidente José Mujica: elevar los topes para las donaciones con beneficios tributarios que las empresas pueden realizar a determinadas instituciones educativas. Tanto Mujica como el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, vieron con buenos ojos aquella iniciativa, pero como pasaban los meses y la medida no se aprobaba, De Posadas insistía en sus gestiones y cada tanto volvía a plantear el tema en las columnas de opinión que publica en la prensa.

Más de un año después el planteo tuvo eco. El pasado 24 de noviembre y por un decreto del Poder Ejecutivo, el tope fue elevado del 5% al 10% de la renta fiscal neta de las empresas en el caso de donaciones realizadas a centros educativos privados que trabajen con los sectores más carenciados de la población, y siempre que las donaciones sean iguales a las del año anterior o mayores.

Vale la pena analizar cómo funciona este instrumento que ahora se ha ajustado. Para eso vamos a conversar con el doctor Ignacio de Posadas.

El decreto que usted proponía demoró bastante, pero finalmente salió. ¿Está conforme con el resultado?

IGNACIO DE POSADAS:
Eh… sí… sí. Lo sustancial, que era levantar el techo, se consiguió. Da pena que una cosa tan simple, tan obvia, llevara tanto tiempo. Pero veamos lo positivo, que es que salió.

EC - Vamos a recordar el origen de esta medida. En agosto del año pasado usted se la presentó al presidente José Mujica porque coincidieron en un almuerzo organizado por The Council of the Americas. ¿Por qué lo hizo?


I de P - Rapidito la historia. Para empezar, y es importante porque ubica las cosas en su lugar, el Frente Amplio introdujo este mecanismo en la legislación, eso hay que reconocerlo. Se introdujo en el Gobierno anterior, antes no existía –porque requiere ley– la posibilidad de que una empresa donara y parte de esa donación fuera con beneficios fiscales. Es decir que el mecanismo lo puso el Frente en la legislación y eso es meritorio.

Infelizmente, como pasa muchas veces, empiezan a aparecer los que “mejoran” la legislación y a poner trabas, techos, supervisiones, controles… terminan matando el mecanismo. Una de las cosas bastante negativas y medio tontas que hicieron fue ponerle un techo. Un techo que es absurdo, porque el porcentaje es sobre el total de donaciones que se hubieran hecho con el mecanismo, cosa que es imposible saber. Teóricamente se pasa raya al final de un año y, no se sabe mucho cómo, a los que llegaron tarde o no sé a quién les dirían: “Mire, Fulano, sentimos mucho, pero usted está del otro lado del tope, así que la quedó”. Lo cual en la práctica es medio difícil de aplicar, pero además es muy negativo, porque una institución en Casavalle, sale a buscar plata y cuando la termina de juntar le dicen: “No, mirá, llegaste tarde, te pasaste del tope, así que devolvela”. El mecanismo era horrible, pero tratar de eliminar el techo iba a ser más difícil. Yo aproveché…

EC - ¿El techo era para el total de las donaciones en todo el sistema?

I de P - Sí, que es inaplicable, porque cada colegio sale a buscar, no sabe quién más buscó y consiguió qué cosa. Pero en esta reunión de The Council of the Americas, en que el presidente estaba, lo invitaron a hablar y por supuesto habló, hizo toda una recorrida, hilvanando cosas, como le gusta a él. Era más bien “esto no se puede”, “lo otro no se pudo”, “en aquello no me dejan”… Y una de las tantas cosas en ese rosario de no pude, no me dejan, no me la llevan estaba el tema de la educación. Dijo claramente que ni su partido ni los sindicatos…

Cuando terminó, la dueña de casa dijo si alguien quería hacer preguntas o comentarios, y yo aproveché la volada: “Mire, presidente, yo coincido con usted en que en materia de educación pública usted no va a poder hacer nada. Pero hay una cosa bastante simple y concreta que sí puede hacer, que no va a revolucionar el sistema pero tendría efectos muy concretos y muy importantes y a mucha gente -niños en concreto- les puede cambiar la vida”.
 

Entonces le dije: “Ustedes pusieron en el Gobierno la posibilidad de que las empresas donaran a escuelas en zonas marginadas. Hay una larguísima experiencia de educación privada en esas zonas, porque no es estatal, que da excelentes resultados, mucho mejor que el de la escuela pública, en muchos casos de esos barrios la escuela pública se apoya en estas instituciones. La plata que precisarían es mínima y también hay una larga experiencia de que rinden mucho más los recursos financieros en esas instituciones que en la enseñanza pública”. No se precisa explicar a nadie porque rompe los ojos.

El presidente dijo que le parecía muy interesante, esas cosas que los políticos dicen para tirar la pelota afuera. Pero uno ha aprendido con los años, entonces le dije: “Si le parece interesante, le voy a mandar una información concreta, escrita”. “Sí, sí, mándemela”… Estaba Cánepa ahí, entonces le digo: “Dígale a Cánepa que me dé bola”. “¡Sí! –se reía–, ¡este muchacho!” “Bueno, dígale, porque esta tarde mismo se la voy a mandar.


Al final las donaciones privadas las paga el estado con descuentos impositivos



http://www.lr21.com.uy/politica/267737-el-fa-redacta-proyecto-que-prohibe-a-organismos-donar-dinero-en-efectivo

EC - Diego Cánepa es el prosecretario de la Presidencia.

I de P - Esa misma tarde se la mandé. Y atrás de eso empecé a perseguir, no hay más remedio que hacerlo. Al cabo de un tiempo me llegó de Presidencia el pedido de que redactara el decreto necesario para hacer eso. Lo cual es medio insólito, que el Gobierno le pida a un particular que le redacte una norma… Pero, bueno, lo redacté y se lo di a Cánepa en mano, le dije: “Mirá, lo tenés acá, yo te voy a perseguir”, jajá, fenómeno, macanudo.

Lo seguí persiguiendo. Me llegó al cabo de un tiempo el mensaje –también típico–: “Mirá, estas cosas están en el Ministerio de Economía, vos sabés cómo es, Ministerio de Economía, la tumba de los cracs…”. Yo más o menos sé cómo es el Ministerio de Economía y estaba seguro de que no se lo habían mandado a Lorenzo.

Pasó un poco de tiempo y me encontré con Lorenzo en un asado, le conté y me dijo: “No, a mí no me mandaron nada. Mandámelo porque me parece una buena idea, yo te lo saco”. Se lo volví a mandar. Lo volví a perseguir. Al cabo de más tiempo me llamó y me dijo: “Mirá, tengo que salir de la Rendición de Cuentas, esperame hasta que se apruebe”. “Bueno, me parece de lo más sensato. Te espero hasta que se apruebe.”

Se aprobó la Rendición de Cuentas y coincidimos con Lorenzo en una conferencia que teníamos que dar en la Academia de Economía. Y ahí, sin que yo le dijera nada, me dice: “Mirá que no me olvidé. Mandámelo de vuelta, que no sé dónde lo tengo, y yo te lo saco”.

Se lo volví a mandar, lo volví a perseguir, no contestó. Hasta que en determinado momento tenía que escribir un artículo para el domingo siguiente en El País y le mandé el artículo a Lorenzo con dos terminaciones: una si salía el decreto y otra si no salía, con una línea diciendo: “Tú elegí el final que quieras”. No hizo nada y salió el artículo diciendo que era una lástima, que no lo habían hecho después de tanto tiempo, etcétera. Y dos o tres días después sacó el decreto. Nunca supe por qué no lo hizo en tiempo. Pero en definitiva salió.

EC - ¿De qué tipo de instituciones estamos hablando?

I de P - Lo que tengo más directo… yo fui durante muchos años directivo y presidente de la Fundación Niños con Alas –usted la conoce, hemos hablado de esto muchas veces…

EC - Sí, y hemos informado en el programa en más de una ocasión.

I de P - Sí, nos han dado una mano en dar a conocer eso. Ese es un ejemplo, ahí hay cinco escuelas, en el Cerro, en La Teja, en el barrio Puerto Rico, en camino Maldonado y en el Borro, que están al servicio de esas zonas, en muchos casos es gente que vive allí. La fundación las eligió para apoyarlas por ser instituciones que requieren apoyos porque no pueden sobrevivir, pero además por ser instituciones formadoras en valores y ser centros de irradiación de esos valores en sus barrios. Tienen huertas orgánicas, policlínicas, servicio odontológico, alguna fabriquita…, en fin, tienen cosas al servicio del barrio. Son instituciones vocacionales que obviamente no pueden cobrar, tratan de hacerlo para que se le dé valor a la educación, pero cobran poco y nada. Y no pueden sobrevivir si no tienen apoyo de algún lado. Ese es el caso que conozco más, porque las he ayudado durante muchísimos años, pero hay una cantidad.

EC - Estas instituciones, al amparo de ese régimen que usted decía se creó durante el Gobierno de Tabaré Vázquez… ¿fue en la reforma tributaria, no?

I de P - Exactamente.

EC - … esas instituciones pueden recibir donaciones especiales de empresas que a su vez obtienen beneficios fiscales.

I de P - No es que la empresa obtenga un beneficio fiscal. El mecanismo es así: usted resuelve donar 100 pesos para la escuela X del Cerro, por ejemplo; la escuela se presenta al Ministerio de Economía y dice: “La empresa Emiliano Cotelo SA va a donar 100 pesos para la escuela”; la escuela está entre las autorizadas y demás. La dinámica es que de esos 100, 18 y fracción los pone de su bolsillo la empresa y el resto va en certificados de impuestos (1).

EC - O sea, 81,25% se descuenta de los impuestos que tiene que pagar esa empresa.

I de P - Exacto. No es que la empresa tenga un privilegio tributario, desde el punto de vista fiscal la empresa paga lo mismo, porque si no lo hace así se lo va a pagar al fisco, y además pone 18 pesos y pico de su propio bolsillo. Es decir que la empresa no gana nada, en todo caso pierde un cachito. La que gana es la institución que recibe el beneficio.

EC - ...Una parte de lo que esa empresa iba a pagar como impuesto va específicamente a tal o cual institución, en este caso privada...

I de P - Exactamente. En el fondo es una combinación de generosidad de la empresa y uso de recursos fiscales. La discusión es: ¿esos recursos fiscales estarían mejor utilizados en su curso normal dentro del presupuesto nacional? Y la respuesta obvia es que no, porque hay pocas cosas mejores que los recursos que van a parar a esas escuelas, que cuidan hasta el último peso.

EC - Una lectura que puede hacerse es que es un sistema muy conveniente para la empresa donante, porque aparece donando 100 pero en realidad dona 18,75 y el resto lo pone Rentas Generales, es decir, Rentas Generales deja de percibir impuestos que van para esa institución.

I de P - Sí… todo depende mucho del lenguaje que uno utilice. “Lo pone Rentas Generales” es una expresión que todos utilizamos, pero Rentas Generales no pone nada, en todo caso traslada. No es que existe un sujeto llamado Rentas Generales que es el que se perjudica; Rentas Generales es una entelequia, ni gana ni pierde, recibe por un lado y entrega por el otro. La empresa se beneficia de cierta imagen, eso es verdad.

EC - Aparece donando más de lo que realmente dona.

I de P - Es verdad, en ese sentido se beneficiaría. Pero el eje de la discusión tiene que ser si esos recursos –que además son maníes en el conjunto de lo que el Estado le saca a la gente– están bien o mal utilizados. Y están muy bien utilizados. Es más, ante la realidad –volvemos al episodio de la conferencia de Mujica– del fracaso del sistema público, reconocido por el propio presidente de la República, habiéndole volcado volúmenes enormes de plata, acá está la demostración de que no es un tema de plata, que con la enésima parte de eso se obtienen muy buenos resultados. Hay que ver lo que son los resultados de estas escuelas, lo que son los chicos, el efecto humanizador que tiene. Vale la pena verlo, pregúntele a Rosario Castellanos.

EC - Sí, hemos conocido varios de esos casos. Pero entonces, ¿cuál podríamos decir que es la filosofía de un esquema como este? Decirle a una institución privada de estas que operan en las zonas carenciadas: si usted consigue una empresa que ponga 18,75 pesos, el Estado pone 82. Si usted consigue empresas que pongan una parte, el Estado contribuye en algo, pese a que en principio son instituciones privadas y el Estado no las financia.

I de P - Es así. Pero tenían todavía una gracia, si se quiere, adicional en el entorno de ese día de la conversa con Mujica. Porque el decreto que yo le mandé –que no fue lo que salió– y parte de la argumentación que le hice era: usted con poca plata va a tener un efecto multiplicador enorme en esa educación. Y eso le va a servir, si lo utiliza bien, como acicate para la educación pública, porque, en contrapartida de esos recursos que el Estado va a volcar para un fin privado, puede decir: “Como eso viene del Estado quiero saber en qué se usa, les voy a exigir a esas escuelas que me muestren sus resultados”. Cosa que van a hacer encantadas. Y atrás de eso, para poder evaluar esos resultados, le voy a pedir al sistema público que transparente los suyos para que yo pueda comparar el público con el privado. Y así usted va a poder apretarle las clavijas al sistema público, que no le va a poder decir “esto no funciona porque no tenemos suficiente plata”, porque esas otras escuelas privadas tienen infinitamente menos, o “esto no funciona por el entorno socioeconómico”, que es el otro gran argumento que se utiliza, porque el entorno socioeconómico en el que están esas escuelas es horrible y sin embargo producen buenos resultados. Así que esos pesos que usted va a largar no solo van a permitir que esas escuelas funcionen, sino que le van a dar un arma que le sirva para pinchar al sistema público. Esa parte no se animó a agarrarla.

EC - Había un inconveniente entonces con el tope de lo que se podía donar, y ese tope ahora fue modificado.

I de P - Se duplicó, el tope era el 5%, que era mísero…

EC - … 5% de la renta fiscal neta…

I de P - … el 5% de… Todo lo que se donara no podía exceder del 5% de lo que había de IRAE. Es decir, todos los contribuyentes de IRAE, tomando su totalidad, lo que se donaba no podía exceder el 5% de eso. Es dificilísimo de medir, pero además es una miseria. Ahora pasó al 10%; quiera que no, es el doble.

EC - Quizás lo que había detrás de aquella norma que estaba complicando las cosas era la necesidad de ponerle límites a ese sacrificio fiscal que hace el Estado. ¿De de cuánta plata estamos hablando?

I de P - Como máximo es el 10% del IRAE.

EC - ¿O sea…?

I de P - No me acuerdo ahora en cuánto está, pero no debe llegar al 1% del total de la recaudación. Menos, debe de ser menos del 0,5% del total de las recaudaciones. Es mínimo. Pero además hay un control ahí: el empresario tiene que poner de su propio bolsillo. Eso ya opera como un freno, porque no va todo a la cuenta del otario, como dice el tango, tienen que poner.

EC - ¿Y efectivamente estaba ocurriendo que ese tope complicaba las cosas? ¿Había más empresas dispuestas a donar a este tipo de instituciones que no podían hacerlo?

I de P - Va creciendo, en Uruguay no hay mucha cultura de eso, pero poco a poco va creciendo. Y ha habido casos emblemáticos, el Jubilar y ahora el liceo Impulso, que han captado la atención de la gente, y eso va creciendo. El tener una especie de guillotina de imposible medición… porque ¿cómo sabe usted, cuando va a salir a pedir, cómo está el nivel del donación? Es imposible saberlo.

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EC - El mes pasado el Poder Ejecutivo aprobó un decreto que favorece a las instituciones educativas privadas que trabajan en zonas carenciadas. Concretamente, se flexibiliza el régimen mediante el cual las empresas pueden realizar donaciones a esas instituciones descontando buena parte de ese dinero de los impuestos que deben pagar al Estado. De eso estamos conversando esta mañana con el doctor Ignacio de Posadas, quien planteó la iniciativa que terminó traduciéndose en este decreto.

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EC - Cuando hablamos de mecanismos como estos, aparecen una cantidad de preguntas de los oyentes. Por ejemplo, hay quienes dicen que existe un mecanismo similar de donaciones pero que pueden ir a escuelas públicas.

I de P - Sí, claro.

EC - ¿Puede explicar al respecto?

I de P - No es el único caso de donaciones con posibles exoneraciones tributarias. Hay otra cantidad, solo que a estas se les había puesto el techo. Se puede donar a la Universidad de la República, a universidades privadas, a escuelas públicas, a una serie de fundaciones.

EC - Vamos a colocar en Espectador.com la norma general de la cual este mecanismo formaba parte dentro de la reforma tributaria del período de Gobierno del doctor Tabaré Vázquez.

Pero quería preguntarle también a propósito de cuáles son las ventajas que tiene para una empresa el realizar este tipo de donaciones.

I de P - Ventajas económicas no tiene. Las tiene en otro orden, está dentro de eso que ahora modernamente se llama “responsabilidad social empresarial”. Ahora no estoy más en la directiva de Niños con Alas, pero cuando salíamos a buscar apoyos y demás hacíamos mucho hincapié en que eso les permite a quienes integran la empresa –porque la empresa en el fondo es una entelequia– involucrarse en cosas valiosas, tener la satisfacción de que uno está haciendo algo importante por los demás, en este caso por niños y por la sociedad en su conjunto, e invitábamos a los empresarios y los funcionarios de las empresas a que se involucraran con las escuelas a las cuales iban a donar. Y así ocurre en muchísimos casos.

EC - También preguntan de la audiencia cómo hace un colegio o una institución con estas características para tener acceso a este tipo de apoyo.

I de P - Si está dentro de los parámetros de la ley, tienen que remangarse y salir a buscar donaciones.

EC - ¿Tienen que realizar algún trámite especial ante el Poder Ejecutivo?

I de P - Cuando las consiguen sí, todo eso pasa por el control del Ministerio de Economía.

EC - ¿Qué lecciones deja este episodio del cual fue protagonista usted? Porque en definitiva, y salvo por los plazos, que está claro que fueron un poco largos, aquí tenemos un ejemplo interesante de diálogo entre el Gobierno y alguien que políticamente está ubicado en la oposición.

I de P - Sí, es verdad, eso es cierto. Por otro lado, no tendría que llevar un año y pico… No todo el mundo es cabeza dura e insistente, era para haber tirado la toalla mucho antes. Hay, como siempre, distintas cosas en esto. El mecanismo lo puso el Frente, eso hay que reconocerlo. Y es cierto, yo he sido muy crítico de este Gobierno y del anterior, pero tampoco creo que eso sería razón suficiente para perjudicar a terceros, porque no es una cosa que yo pedía por mí. Acá va a haber literalmente cientos de niños en zonas muy jorobadas de Montevideo que van a tener una chance de mejorar sus vidas. Eso es totalmente independiente de si quien lo plantea es buen o mal tipo, colorado, blanco, frentista.

EC - ¿Cómo es su relación con el Gobierno del presidente Mujica?

I de P - Qué sé yo… no tengo mala relación. Ellos saben cómo pienso yo y yo sé cómo piensan ellos. Lo que sí, también en tren de poner todo el panorama, yo soy abogado, integro un estudio de cierto tamaño en el Uruguay, y he tenido en algunos gobiernos episodios, más de uno, de empresas que vienen a decirme: “Mire, lo siento mucho, querría trabajar con usted, pero me dice el Gobierno que mejor me busque un abogado que les caiga más simpático”…

EC - ¿Ha tenido ese tipo de situaciones?

I de P - ¡Por supuesto! (se ríe). Pero en este período de Gobierno…

EC - ¿Puede dar algún detalle más?

I de P - No, claro que no, (se ríe), no puedo, pero sí ocurrió. Y eso durante este Gobierno no ocurrió. O sea que eso también hay que reconocerlo.

EC - Ajá… cuando habla de “este Gobierno”, ¿se refiere solo al gobierno Mujica?

I de P - Exactamente.

EC - ¿O sea que estos episodios de los que habla ocurrieron de la administración Vázquez para atrás?

I de P - Sí.

EC - ¿Y no va a ser más preciso? Supongo que eso no ocurrió en el gobierno del Partido Nacional…

I de P - No, porque ahí yo excluí al estudio de cualquier vínculo con el Gobierno. Era obvio, yo estaba en el Gobierno. No. Pero es así. Ya está, lo pasado pasó, pero al mismo tiempo de criticar cosas en las que uno no está de acuerdo hay que reconocer las cosas buenas. Y en ese sentido este Gobierno ha actuado bien.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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(1)  Los donantes deben ser contribuyentes de IRAE e Impuesto al Patrimonio. El 75% de las donación se imputa como pago de estos tributos. El 25% restante es considerado “gasto” de la empresa, deducible de la liquidación de IRAE, y por lo tanto implica un "ahorro" para la empresa de 6,25%, que, sumado al 75% anterior, da 81,25% a descontar de impuestos.
El donante debe depositar la donación en una cuenta especial a estos efectos en el MEF, indicando la entidad que se quiere beneficiar y el proyecto, que deberán estar aprobados por el MEF . Estas entidades deberán previamente haber presentado su proyecto estableciendo el destino de las eventuales donaciones, y deberán luego rendir cuentas sobre su utilización.

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 Contenidos relacionados: Artículos del texto ordenado de 1996 referidos a las donaciones especiales-MEF
Decreto que eleva los topes de donaciones a instituciones educativas, con beneficios tributarios-MEF
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