José Pedro Varela, le apagan la vela
Publicado el martes 17 de diciembre del 2013.
El Poder Ejecutivo aprobó un decreto que favorece a las instituciones educativas privadas que trabajan en zonas carenciadas. Con esta medida se flexibiliza el régimen mediante el cual las empresas realizan donaciones a las instituciones, descontando parte de ese dinero de impuestos. En diálogo con En Perspectiva, el dueño de esta idea, Ignacio de Posadas, destacó que "lo sustancial, que era levantar el techo, se consiguió". Asimismo aseguró que los recursos fiscales no están mejor utilizados "en su curso normal dentro del presupuesto nacional". Al ser consultado sobre los beneficios que reciben las empresas, de Posadas dijo que éstos "están dentro de eso que ahora modernamente se llama 'responsabilidad social empresarial'".
EMILIANO COTELO:
En agosto de 2012, cuando se encontraron mano a
mano en una conferencia, el doctor Ignacio de Posadas le acercó una
sugerencia al presidente José Mujica: elevar los topes para las
donaciones con beneficios tributarios que las empresas pueden realizar a
determinadas instituciones educativas. Tanto Mujica como el ministro de
Economía, Fernando
Lorenzo, vieron con buenos ojos aquella iniciativa, pero como pasaban
los meses y la medida no se aprobaba, De Posadas insistía en sus
gestiones y cada tanto volvía a plantear el tema en las columnas de
opinión que publica en la prensa.
Más de un año después el planteo tuvo eco. El pasado 24 de noviembre y por un decreto del Poder Ejecutivo,
el tope fue elevado del 5% al 10% de la renta fiscal neta de las
empresas en el caso de donaciones realizadas a centros educativos
privados que trabajen con los sectores más carenciados de la población, y
siempre que las donaciones sean iguales a las del año anterior o
mayores.
Vale la pena analizar cómo funciona este instrumento que
ahora se ha ajustado. Para eso vamos a conversar con el doctor Ignacio
de Posadas.
El decreto que usted proponía demoró bastante, pero finalmente salió. ¿Está conforme con el resultado?
IGNACIO DE POSADAS:
Eh…
sí… sí. Lo sustancial, que era levantar el techo, se consiguió. Da pena
que una cosa tan simple, tan obvia, llevara tanto tiempo. Pero veamos
lo positivo, que es que salió.
EC - Vamos a recordar el origen de
esta medida. En agosto del año pasado usted se la presentó al
presidente José Mujica porque coincidieron en un almuerzo organizado por
The Council of the Americas. ¿Por qué lo hizo?
I de P - Rapidito la historia. Para empezar, y es importante porque ubica las cosas en su lugar, el Frente Amplio
introdujo este mecanismo en la legislación, eso hay que reconocerlo. Se
introdujo en el Gobierno anterior, antes no existía –porque requiere
ley– la posibilidad de que una empresa donara y parte de esa donación
fuera con beneficios fiscales. Es decir que el mecanismo lo puso el
Frente en la legislación y eso es meritorio.
Infelizmente, como
pasa muchas veces, empiezan a aparecer los que “mejoran” la legislación y
a poner trabas, techos, supervisiones, controles… terminan matando el
mecanismo. Una de las cosas bastante negativas y medio tontas que
hicieron fue ponerle un techo. Un techo que es absurdo, porque el
porcentaje es sobre el total de donaciones que se hubieran hecho con el
mecanismo, cosa que es imposible saber. Teóricamente se pasa raya al
final de un año y, no se sabe mucho cómo, a los que llegaron tarde o no
sé a quién les dirían: “Mire, Fulano, sentimos mucho, pero usted está
del otro lado del tope, así que la quedó”. Lo cual en la práctica es
medio difícil de aplicar, pero además es muy negativo, porque una
institución en Casavalle, sale a buscar plata y cuando la termina de
juntar le dicen: “No, mirá, llegaste tarde, te pasaste del tope, así que
devolvela”. El mecanismo era horrible, pero tratar de eliminar el techo
iba a ser más difícil. Yo aproveché…
EC - ¿El techo era para el total de las donaciones en todo el sistema?
I
de P - Sí, que es inaplicable, porque cada colegio sale a buscar, no
sabe quién más buscó y consiguió qué cosa. Pero en esta reunión de The
Council of the Americas, en que el presidente estaba, lo invitaron a
hablar y por supuesto habló, hizo toda una recorrida, hilvanando cosas,
como le gusta a él. Era más bien “esto no se puede”, “lo otro no se
pudo”, “en aquello no me dejan”… Y una de las tantas cosas en ese
rosario de no pude, no me dejan, no me la llevan estaba el tema de la
educación. Dijo claramente que ni su partido ni los sindicatos…
Cuando
terminó, la dueña de casa dijo si alguien quería hacer preguntas o
comentarios, y yo aproveché la volada: “Mire, presidente, yo coincido
con usted en que en materia de educación pública usted no va a poder
hacer nada. Pero hay una cosa bastante simple y concreta que sí puede
hacer, que no va a revolucionar el sistema pero tendría efectos muy
concretos y muy importantes y a mucha gente -niños en concreto- les
puede cambiar la vida”.
Entonces le dije: “Ustedes pusieron en el
Gobierno la posibilidad de que las empresas donaran a escuelas en zonas
marginadas. Hay una larguísima experiencia de educación privada en esas
zonas, porque no es estatal, que da excelentes resultados, mucho mejor
que el de la escuela pública, en muchos casos de esos barrios la escuela
pública se apoya en estas instituciones. La plata que precisarían es
mínima y también hay una larga experiencia de que rinden mucho más los
recursos financieros en esas instituciones que en la enseñanza pública”.
No se precisa explicar a nadie porque rompe los ojos.
El
presidente dijo que le parecía muy interesante, esas cosas que los
políticos dicen para tirar la pelota afuera. Pero uno ha aprendido con
los años, entonces le dije: “Si le parece interesante, le voy a mandar
una información concreta, escrita”. “Sí, sí, mándemela”… Estaba Cánepa
ahí, entonces le digo: “Dígale a Cánepa que me dé bola”. “¡Sí! –se
reía–, ¡este muchacho!” “Bueno, dígale, porque esta tarde mismo se la
voy a mandar.
Al final las donaciones privadas las paga el estado con descuentos impositivos
http://www.lr21.com.uy/politica/267737-el-fa-redacta-proyecto-que-prohibe-a-organismos-donar-dinero-en-efectivo
EC - Diego Cánepa es el prosecretario de la Presidencia.
I
de P - Esa misma tarde se la mandé. Y atrás de eso empecé a perseguir,
no hay más remedio que hacerlo. Al cabo de un tiempo me llegó de
Presidencia el pedido de que redactara el decreto necesario para hacer
eso. Lo cual es medio insólito, que el Gobierno le pida a un particular
que le redacte una norma… Pero, bueno, lo redacté y se lo di a Cánepa en
mano, le dije: “Mirá, lo tenés acá, yo te voy a perseguir”, jajá,
fenómeno, macanudo.
Lo seguí persiguiendo. Me llegó al cabo de un
tiempo el mensaje –también típico–: “Mirá, estas cosas están en el
Ministerio de Economía, vos sabés cómo es, Ministerio de Economía, la
tumba de los cracs…”. Yo más o menos sé cómo es el Ministerio de
Economía y estaba seguro de que no se lo habían mandado a Lorenzo.
Pasó
un poco de tiempo y me encontré con Lorenzo en un asado, le conté y me
dijo: “No, a mí no me mandaron nada. Mandámelo porque me parece una
buena idea, yo te lo saco”. Se lo volví a mandar. Lo volví a perseguir.
Al cabo de más tiempo me llamó y me dijo: “Mirá, tengo que salir de la
Rendición de Cuentas, esperame hasta que se apruebe”. “Bueno, me parece
de lo más sensato. Te espero hasta que se apruebe.”
Se aprobó la Rendición de Cuentas y coincidimos con Lorenzo en una conferencia que teníamos que dar en la Academia de Economía.
Y ahí, sin que yo le dijera nada, me dice: “Mirá que no me olvidé.
Mandámelo de vuelta, que no sé dónde lo tengo, y yo te lo saco”.
Se
lo volví a mandar, lo volví a perseguir, no contestó. Hasta que en
determinado momento tenía que escribir un artículo para el domingo
siguiente en El País y le mandé el artículo a Lorenzo con dos
terminaciones: una si salía el decreto y otra si no salía, con una línea
diciendo: “Tú elegí el final que quieras”. No hizo nada y salió el
artículo diciendo que era una lástima, que no lo habían hecho después de
tanto tiempo, etcétera. Y dos o tres días después sacó el decreto.
Nunca supe por qué no lo hizo en tiempo. Pero en definitiva salió.
EC - ¿De qué tipo de instituciones estamos hablando?
I de P - Lo que tengo más directo… yo fui durante muchos años directivo y presidente de la Fundación Niños con Alas –usted la conoce, hemos hablado de esto muchas veces…
EC - Sí, y hemos informado en el programa en más de una ocasión.
I
de P - Sí, nos han dado una mano en dar a conocer eso. Ese es un
ejemplo, ahí hay cinco escuelas, en el Cerro, en La Teja, en el barrio
Puerto Rico, en camino Maldonado y en el Borro, que están al servicio de
esas zonas, en muchos casos es gente que vive allí. La fundación las
eligió para apoyarlas por ser instituciones que requieren apoyos porque
no pueden sobrevivir, pero además por ser instituciones formadoras en
valores y ser centros de irradiación de esos valores en sus barrios.
Tienen huertas orgánicas, policlínicas, servicio odontológico, alguna
fabriquita…, en fin, tienen cosas al servicio del barrio. Son
instituciones vocacionales que obviamente no pueden cobrar, tratan de
hacerlo para que se le dé valor a la educación, pero cobran poco y nada.
Y no pueden sobrevivir si no tienen apoyo de algún lado. Ese es el caso
que conozco más, porque las he ayudado durante muchísimos años, pero
hay una cantidad.
EC - Estas instituciones, al amparo de ese
régimen que usted decía se creó durante el Gobierno de Tabaré Vázquez…
¿fue en la reforma tributaria, no?
I de P - Exactamente.
EC - … esas instituciones pueden recibir donaciones especiales de empresas que a su vez obtienen beneficios fiscales.
I
de P - No es que la empresa obtenga un beneficio fiscal. El mecanismo
es así: usted resuelve donar 100 pesos para la escuela X del Cerro, por
ejemplo; la escuela se presenta al Ministerio de Economía y dice: “La
empresa Emiliano Cotelo SA va a donar 100 pesos para la escuela”; la
escuela está entre las autorizadas y demás. La dinámica es que de esos
100, 18 y fracción los pone de su bolsillo la empresa y el resto va en
certificados de impuestos (1).
EC - O sea, 81,25% se descuenta de los impuestos que tiene que pagar esa empresa.
I
de P - Exacto. No es que la empresa tenga un privilegio tributario,
desde el punto de vista fiscal la empresa paga lo mismo, porque si no lo
hace así se lo va a pagar al fisco, y además pone 18 pesos y pico de su
propio bolsillo. Es decir que la empresa no gana nada, en todo caso
pierde un cachito. La que gana es la institución que recibe el
beneficio.
EC - ...Una parte de lo que esa empresa iba a pagar
como impuesto va específicamente a tal o cual institución, en este caso
privada...
I de P - Exactamente. En el fondo es una combinación
de generosidad de la empresa y uso de recursos fiscales. La discusión
es: ¿esos recursos fiscales estarían mejor utilizados en su curso normal
dentro del presupuesto nacional? Y la respuesta obvia es que no, porque
hay pocas cosas mejores que los recursos que van a parar a esas
escuelas, que cuidan hasta el último peso.
EC - Una lectura que
puede hacerse es que es un sistema muy conveniente para la empresa
donante, porque aparece donando 100 pero en realidad dona 18,75 y el
resto lo pone Rentas Generales, es decir, Rentas Generales deja de
percibir impuestos que van para esa institución.
I de P - Sí…
todo depende mucho del lenguaje que uno utilice. “Lo pone Rentas
Generales” es una expresión que todos utilizamos, pero Rentas Generales
no pone nada, en todo caso traslada. No es que existe un sujeto llamado
Rentas Generales que es el que se perjudica; Rentas Generales es una
entelequia, ni gana ni pierde, recibe por un lado y entrega por el otro.
La empresa se beneficia de cierta imagen, eso es verdad.
EC - Aparece donando más de lo que realmente dona.
I
de P - Es verdad, en ese sentido se beneficiaría. Pero el eje de la
discusión tiene que ser si esos recursos –que además son maníes en el
conjunto de lo que el Estado le saca a la gente– están bien o mal
utilizados. Y están muy bien utilizados. Es más, ante la realidad
–volvemos al episodio de la conferencia de Mujica– del fracaso del
sistema público, reconocido por el propio presidente de la República,
habiéndole volcado volúmenes enormes de plata, acá está la demostración
de que no es un tema de plata, que con la enésima parte de eso se
obtienen muy buenos resultados. Hay que ver lo que son los resultados de
estas escuelas, lo que son los chicos, el efecto humanizador que tiene.
Vale la pena verlo, pregúntele a Rosario Castellanos.
EC - Sí,
hemos conocido varios de esos casos. Pero entonces, ¿cuál podríamos
decir que es la filosofía de un esquema como este? Decirle a una
institución privada de estas que operan en las zonas carenciadas: si
usted consigue una empresa que ponga 18,75 pesos, el Estado pone 82. Si
usted consigue empresas que pongan una parte, el Estado contribuye en
algo, pese a que en principio son instituciones privadas y el Estado no
las financia.
I de P - Es así. Pero tenían todavía una gracia, si
se quiere, adicional en el entorno de ese día de la conversa con
Mujica. Porque el decreto que yo le mandé –que no fue lo que salió– y
parte de la argumentación que le hice era: usted con poca plata va a
tener un efecto multiplicador enorme en esa educación. Y eso le va a
servir, si lo utiliza bien, como acicate para la educación pública,
porque, en contrapartida de esos recursos que el Estado va a volcar para
un fin privado, puede decir: “Como eso viene del Estado quiero saber en
qué se usa, les voy a exigir a esas escuelas que me muestren sus
resultados”. Cosa que van a hacer encantadas. Y atrás de eso, para poder
evaluar esos resultados, le voy a pedir al sistema público que
transparente los suyos para que yo pueda comparar el público con el
privado. Y así usted va a poder apretarle las clavijas al sistema
público, que no le va a poder decir “esto no funciona porque no tenemos
suficiente plata”, porque esas otras escuelas privadas tienen
infinitamente menos, o “esto no funciona por el entorno socioeconómico”,
que es el otro gran argumento que se utiliza, porque el entorno
socioeconómico en el que están esas escuelas es horrible y sin embargo
producen buenos resultados. Así que esos pesos que usted va a largar no
solo van a permitir que esas escuelas funcionen, sino que le van a dar
un arma que le sirva para pinchar al sistema público. Esa parte no se
animó a agarrarla.
EC - Había un inconveniente entonces con el tope de lo que se podía donar, y ese tope ahora fue modificado.
I de P - Se duplicó, el tope era el 5%, que era mísero…
EC - … 5% de la renta fiscal neta…
I
de P - … el 5% de… Todo lo que se donara no podía exceder del 5% de lo
que había de IRAE. Es decir, todos los contribuyentes de IRAE, tomando
su totalidad, lo que se donaba no podía exceder el 5% de eso. Es
dificilísimo de medir, pero además es una miseria. Ahora pasó al 10%;
quiera que no, es el doble.
EC - Quizás lo que había detrás de
aquella norma que estaba complicando las cosas era la necesidad de
ponerle límites a ese sacrificio fiscal que hace el Estado. ¿De de
cuánta plata estamos hablando?
I de P - Como máximo es el 10% del IRAE.
EC - ¿O sea…?
I
de P - No me acuerdo ahora en cuánto está, pero no debe llegar al 1%
del total de la recaudación. Menos, debe de ser menos del 0,5% del total
de las recaudaciones. Es mínimo. Pero además hay un control ahí: el
empresario tiene que poner de su propio bolsillo. Eso ya opera como un
freno, porque no va todo a la cuenta del otario, como dice el tango,
tienen que poner.
EC - ¿Y efectivamente estaba ocurriendo que ese
tope complicaba las cosas? ¿Había más empresas dispuestas a donar a
este tipo de instituciones que no podían hacerlo?
I de P - Va
creciendo, en Uruguay no hay mucha cultura de eso, pero poco a poco va
creciendo. Y ha habido casos emblemáticos, el Jubilar y ahora el liceo Impulso,
que han captado la atención de la gente, y eso va creciendo. El tener
una especie de guillotina de imposible medición… porque ¿cómo sabe
usted, cuando va a salir a pedir, cómo está el nivel del donación? Es
imposible saberlo.
***
EC - El mes pasado el Poder
Ejecutivo aprobó un decreto que favorece a las instituciones educativas
privadas que trabajan en zonas carenciadas. Concretamente, se
flexibiliza el régimen mediante el cual las empresas pueden realizar
donaciones a esas instituciones descontando buena parte de ese dinero de
los impuestos que deben pagar al Estado. De eso estamos conversando
esta mañana con el doctor Ignacio de Posadas, quien planteó la
iniciativa que terminó traduciéndose en este decreto.
***
EC
- Cuando hablamos de mecanismos como estos, aparecen una cantidad de
preguntas de los oyentes. Por ejemplo, hay quienes dicen que existe un
mecanismo similar de donaciones pero que pueden ir a escuelas públicas.
I de P - Sí, claro.
EC - ¿Puede explicar al respecto?
I
de P - No es el único caso de donaciones con posibles exoneraciones
tributarias. Hay otra cantidad, solo que a estas se les había puesto el
techo. Se puede donar a la Universidad de la República, a universidades privadas, a escuelas públicas, a una serie de fundaciones.
EC
- Vamos a colocar en Espectador.com la norma general de la cual este
mecanismo formaba parte dentro de la reforma tributaria del período de
Gobierno del doctor Tabaré Vázquez.
Pero quería preguntarle
también a propósito de cuáles son las ventajas que tiene para una
empresa el realizar este tipo de donaciones.
I de P - Ventajas
económicas no tiene. Las tiene en otro orden, está dentro de eso que
ahora modernamente se llama “responsabilidad social empresarial”. Ahora
no estoy más en la directiva de Niños con Alas, pero cuando salíamos a
buscar apoyos y demás hacíamos mucho hincapié en que eso les permite a
quienes integran la empresa –porque la empresa en el fondo es una
entelequia– involucrarse en cosas valiosas, tener la satisfacción de que
uno está haciendo algo importante por los demás, en este caso por niños
y por la sociedad en su conjunto, e invitábamos a los empresarios y los
funcionarios de las empresas a que se involucraran con las escuelas a
las cuales iban a donar. Y así ocurre en muchísimos casos.
EC -
También preguntan de la audiencia cómo hace un colegio o una institución
con estas características para tener acceso a este tipo de apoyo.
I de P - Si está dentro de los parámetros de la ley, tienen que remangarse y salir a buscar donaciones.
EC - ¿Tienen que realizar algún trámite especial ante el Poder Ejecutivo?
I de P - Cuando las consiguen sí, todo eso pasa por el control del Ministerio de Economía.
EC
- ¿Qué lecciones deja este episodio del cual fue protagonista usted?
Porque en definitiva, y salvo por los plazos, que está claro que fueron
un poco largos, aquí tenemos un ejemplo interesante de diálogo entre el
Gobierno y alguien que políticamente está ubicado en la oposición.
I
de P - Sí, es verdad, eso es cierto. Por otro lado, no tendría que
llevar un año y pico… No todo el mundo es cabeza dura e insistente, era
para haber tirado la toalla mucho antes. Hay, como siempre, distintas
cosas en esto. El mecanismo lo puso el Frente, eso hay que reconocerlo. Y
es cierto, yo he sido muy crítico de este Gobierno y del anterior, pero
tampoco creo que eso sería razón suficiente para perjudicar a terceros,
porque no es una cosa que yo pedía por mí. Acá va a haber literalmente
cientos de niños en zonas muy jorobadas de Montevideo que van a tener
una chance de mejorar sus vidas. Eso es totalmente independiente de si
quien lo plantea es buen o mal tipo, colorado, blanco, frentista.
EC - ¿Cómo es su relación con el Gobierno del presidente Mujica?
I
de P - Qué sé yo… no tengo mala relación. Ellos saben cómo pienso yo y
yo sé cómo piensan ellos. Lo que sí, también en tren de poner todo el
panorama, yo soy abogado, integro un estudio de cierto tamaño en el
Uruguay, y he tenido en algunos gobiernos episodios, más de uno, de
empresas que vienen a decirme: “Mire, lo siento mucho, querría trabajar
con usted, pero me dice el Gobierno que mejor me busque un abogado que
les caiga más simpático”…
EC - ¿Ha tenido ese tipo de situaciones?
I de P - ¡Por supuesto! (se ríe). Pero en este período de Gobierno…
EC - ¿Puede dar algún detalle más?
I
de P - No, claro que no, (se ríe), no puedo, pero sí ocurrió. Y eso
durante este Gobierno no ocurrió. O sea que eso también hay que
reconocerlo.
EC - Ajá… cuando habla de “este Gobierno”, ¿se refiere solo al gobierno Mujica?
I de P - Exactamente.
EC - ¿O sea que estos episodios de los que habla ocurrieron de la administración Vázquez para atrás?
I de P - Sí.
EC - ¿Y no va a ser más preciso? Supongo que eso no ocurrió en el gobierno del Partido Nacional…
I
de P - No, porque ahí yo excluí al estudio de cualquier vínculo con el
Gobierno. Era obvio, yo estaba en el Gobierno. No. Pero es así. Ya está,
lo pasado pasó, pero al mismo tiempo de criticar cosas en las que uno
no está de acuerdo hay que reconocer las cosas buenas. Y en ese sentido
este Gobierno ha actuado bien.
***
Transcripción: María Lila Ltaif
***
(1)
Los donantes deben ser contribuyentes de IRAE e Impuesto al
Patrimonio. El 75% de las donación se imputa como pago de estos
tributos. El 25% restante es considerado “gasto” de la empresa,
deducible de la liquidación de IRAE, y por lo tanto implica un "ahorro"
para la empresa de 6,25%, que, sumado al 75% anterior, da 81,25% a
descontar de impuestos.
El donante debe depositar la donación en
una cuenta especial a estos efectos en el MEF, indicando la entidad que
se quiere beneficiar y el proyecto, que deberán estar aprobados por el
MEF . Estas entidades deberán previamente haber presentado su proyecto
estableciendo el destino de las eventuales donaciones, y deberán luego
rendir cuentas sobre su utilización.
***
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Decreto que eleva los topes de donaciones a instituciones educativas, con beneficios tributarios-MEF
***
miércoles, 18 de diciembre de 2013
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