Víctima y Liberado.
Se designó una nueva Jueza y un nuevo Fiscal para liberar del coronel Juan Carlos Gómez.
Por Roger Rodríguez
El 15 de febrero de 2013, el
mismo día en que dentro de la Suprema Corte de Justicia se produjeron
los incidentes tipificados como “asonada” por los que fueron procesados
siete ciudadanos que protestaban contra el traslado de la jueza Mariana
Mota a un juzgado civil, también firmaba su traslado a Paso de los Toros
la jueza Karen Isabel Cuadrado Fernández Chávez, quien el pasado
viernes resolvió liberar de la cárcel al coronel Juan Carlos Gómez...
Fue una de varias casualidades.
1 - LA SUSTITUTA
Karen
Cuadrado Fernández Chávez sustituyó en el juzgado isabelino a Lilián
Elhorriburu, quien en agosto de 2010 había dictado el procesamiento con
prisión de los coroneles Juan Carlos Gómez y José Nino Gavazzo por el
homicidio de Roberto “Tito” Gomensoro Josman, muerto en la tortura en
marzo de 1973, cuyo cuerpo fue fondeado con rocas en el lago de Rincón
del Bonete y, cuando emergió de las aguas, terminó enterrado como “N.N.”
en el cementerio local.
La decisión judicial se basó en el único
testigo presencial, un militante tupamaro que estaba preso en Rivera y
fue trasladado esos días al Batallón de Ingenieros Nº 3 donde dijo
escuchar la muerte de Gomensoro en manos de Gómez, por orden directa de
Gavazzo. La decisión de Elhorriburu había sido ratificada en setiembre
de 2011 por el Tribunal de Apelaciones de 2º turno que integraban los
reconocidos ministros William Corujo, Alfredo Gómez Tedeschi y José
Balcaldi.
El pronunciamiento de la jueza Elhorriburu, se había
basado en la acusación de la fiscal Angelita Romano
Trosino, representante del ministerio público en la ciudad de Paso de
los Toros desde enero de 2009, cuando fue designada con la firma del
presidente Tabaré Vázquez. Elhorriburu, quien rechazó todos los recursos
presentados a favor de Gómez y Gavazzo, también terminó siendo
trasladada por la Suprema Corte de Justicia: la mandaron al juzgado de
familia de 6º turno de Pando.
2 - EL SUSTITUTO
Dos
meses después que el Tribunal de Apelaciones de 2º turno confirmara el
fallo contra Gómez y Gavazzo, la fiscal Romano también fue trasladada.
Su envío a Lavalleja, en lugar de la Dra. Graciela Peraza Furlán, fue
extensamente justificado en la solicitud del Fiscal de Corte, Jorge
Díaz, quien elogió la capacidad técnica de la fiscal y explicó que, como
se trata de un enroque “horizontal” (sin más jerarquía o salario), no
se requería de aprobación parlamentaria.
En el lugar de Romano, el
Fiscal de Corte nombró al Dr. Fernando Pérez D'Auria, quien se
desempeñaba en Florida, casualmente la misma ciudad de procedencia de la
jueza Cuadrado. Pérez D'Auria debió a renunciar a su cargo de
presidente de la Liga de Fútbol de Florida, pero se mantuvo como
directivo departamental. Su hermano, Carlos, edil del Partido Nacional y
funcionario del BPS, casualmente fue nombrado días antes como nuevo
director del Museo Departamental de Florida.
Al reencontrarse en
Paso de los Toros, la jueza Cuadrado Fernández Chavez y el fiscal Pérez
D'Auria, coincidieron en admitir la presentación de nuevas pruebas
solicitadas por la defensa del coronel Juan Carlos Gómez, quien ya había
recibido el apoyo del Comandante en Jefe del Ejército, general Pedro
Aguerre, y del mismísimo Ministro de Defensa Nacional, Eleuterio
Fernández Huidobro, quien terminó por protagonizar un “incidente” con la
jueza Elhorriburu.
Aguerre y Fernandez
3 - LOS GARANTES
En nota del 25 de junio de 2012, el
general Aguerre se limitó a reiterar lo que había dicho el informe sobre
desaparecidos que el Ejército entregó al presidente Vázquez en 2005:
dijo que Gomensoro murió a pocas horas de ser llevado al cuartel La
Paloma (Cerro) perteneciente al Batallón de Artillería 1, pero no
respondió el cuestionario judicial que le preguntaba quién pidió la
captura de Gomensoro, quién inventó su fuga, quién admitió su muerte y a
quién se entregó su cuerpo.
En agosto de 2012, Fernández
Huidobro, salió en defensa de Gómez (como lo hizo con el coronel Carlos
Calcagno) y suscribió la hipótesis del Ejército. Contradecía un informe
publicado el 30 de marzo de 1995 en “Mate Amargo” (publicación que
Fernández dirigía), donde el periodista Oscar Montaño instaló la
hipótesis de que el cuerpo de Rincón del Bonete fuera Gomensoro. Se basó
en las denuncias sobre las torturas en Paso de los Toros y el
testimonio de un preso que escuchó a dos soldados decir: “El rubio la
quedó...”
También testificaron en favor del coronel Gómez los
abogados Carlos Ramela Regules y Gonzalo Fernández, y el ex comandante
del Ejército, Ángel Bertolotti. Los tres insistieron en la versión de
que Gomensoro murió en el cuartel de La Paloma, según les dijeron los
informantes militares consultados para elaborar el informe de la
Comisión para la Paz. Las mismas fuentes que les mintieron que el cuerpo
de María Claudia García de Gelman estaba “con un noventa y nueve por
ciento” de certeza en el Batallón 14.
4 - EL CONTRAFALLO
Con
los calificados testimonios que el coronel Gómez había obtenido, su
abogado Alberto Sanes, buscó descalificar al testigo presencial y lo
logró al contradecir una versión de que Gomensoro fue castrado y,
gracias a la versión de otro tupamaro preso en Rivera aquellos días,
pudo poner en duda si el testigo realmente fue trasladado alguna vez a
paso de los Toros... El broche final fue la sorpresiva y casual
aparición de otro testigo que en 1973 dijo que estaba en el cuartel de
Paso de los Toros.
La nueva prueba fue suficiente para que,
apoyada por el fiscal Fernando Pérez D'Auria, la jueza Karen Cuadrado
Fernández Chávez contradijera la instrucción de su antecesora Lilián
Elhorriburu y del Tribunal de Apelaciones de 2º Turno, para resolver
dejar en libertad al militar, a quien probablemente pudo conocer en su
ciudad de origen, Maldonado, donde el coronel Juan Carlos Gómez, se
desempeñó como jefe de policía departamental entre 1981 y 1985 (tuvo
allí a su cargo la seguridad de un importante encuentro del BID).
La
sentencia de la Dra. Cuadrado Fernández Chávez, sostenida por el fiscal
Pérez D'Auria, terminó por avalar la teoría de que Roberto Gomensoro
Josman habría muerto en el cuartel de La Paloma del Batallón de
Artillería 1, donde operaba la OCOA (Oficina Coordinadora de Operaciones
Antisubversivas) e intervenía el SID (Servicio de Información y
Defensa). Pero se sigue sin explicar por qué el cuerpo de un preso
supuestamente muerto en Montevideo fue llevado a Paso de los Toros para
hacerlo desaparecer.
El fiscal Pérez D'Auria.
5 - LA VÍCTIMA
Roberto Gomensoro Josman nació el 20 de
enero de 1949. Era estudiante y docente de la cátedra de Microbiología
de la Facultad de Agronomía, dirigente de la FEUU y militante del
Movimiento 26 de Marzo. Tenía 24 años aquel 12 de marzo de 1973, cuando
agentes vestidos de civil que se identificaron como “Fuerzas Conjuntas”
lo detuvieron en su domicilio de Montevideo y lo llevaron en un
“camello” del Ejército custodiado por un jeep militar.
Su cuerpo
fue encontrado cinco días después, el 18 de marzo, a orillas del lago de
Rincón del Bonete, por el propietario de un campo lindero al Batallón
de Ingenieros Nº 3 de Paso de los Toros. Estaba atado con alambres
gruesos, rodeado con una malla de alambre nuevo y asegurado con tres
pesadas piedras con intención de fondearlo en el lago. Fue enterrado sin
nombre (N.N.) en la tumba 10.936, cuadro 7, del cementerio de Paso de
los Toros.
El cuerpo de Gomensoro sufrió una segunda desaparición
en diciembre del año 2000 cuando un equipo de investigadores del
Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) localizó la tumba y pidió su exhumación
al entonces intendente Heber Da Rosa del Partido Nacional. Alguien
removió el cuerpo y solo se logró identificarlo por ADN porque el
forense de la época, Dr. Emilio Laca, se quedó para adorno de su oficina
con el cráneo del muerto al que hizo la autopsia en 1973.
6 - EL LIBERADO
Juan
Carlos Gómez se destacó como estudiante, fue primero de su promoción y
abanderado en la Escuela Militar. En 1957 ingresó a Caballería, arma de
su padre el coronel Andrés Gómez Larcebó, quien durante las inundaciones
de 1959 integró el Comando de Emergencia de Paso de los Toros, donde el
general Líber Seregni era jefe de Estado Mayor. El reconocimiento a
Andrés Gómez hizo que le designaran árbitro de lances caballerescos
(duelos) de la época.
Su hijo, en cambio, fue uno de los
principales represores del Partido Comunista Revolucionario (PCR), cuyos
militantes le denuncian como torturador en el Batallón de Caballería Nº
4. Sirvió en el Regimiento de Caballería 8, estuvo en Buenos Aires en
1976, fue mando en el Penal de Libertad, y jefe de policía de Maldonado,
designado por el dictador Gregorio “Goyo” Álvarez, principal referente
del polémico Regimiento Simbólico San Jorge, del que tras su retiro
Gómez pasó a ser jefe.
El coronel Gómez era conocido como “el
carretilla de plata” por un implante metálico que le pusieron en el
rostro cuando sufrió una lesión durante una misión en el exterior.
Miembro de la promoción “Gral. Melchor Pacheco y Obes” se integró a las
Fuerzas Conjuntas durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco. En 1973
estaba en Durazno (donde aquel 24 de mayo también asesinaron a Oscar
Fernández Mendieta), pero solía pernoctar en el Batallón de Ingenieros
Nº 3, donde actuaba la OCOA de la División de Ejército III.
7 - LA CAUSALIDAD
Las
casualidades parecen rodear todo el caso, desde el momento que la jueza
que en el año 2001 recibió la primer denuncia de SERPAJ y con su
instrucción logró que se identificara el cuerpo de Roberto Gomensoro
Josman, fue la misma Dra. Adriana De los Santos, quien hoy actúa en el
juzgado contra el crimen organizado (en el lugar que dejó el ahora
Fiscal de Corte Jorge Díaz) y el sábado pasado resolvió el
encarcelamiento de los socios de Pluna: Matías Campiani, Sebastián
Hirsch, Artuto Álvarez Demalde y Pablo Seitún.
Y también resulta
otra casualidad que el actuante por el ministerio público en el caso
Pluna, quien pidió procesar al ministro de Economía, Fernando Lorenzo y
al presidente del Brou, Fernando Calloia, sea el fiscal Juan Gómez
(actual presidente de la Asociación de Magistrados del Ministerio
Público), quien fuera designado por el propio Fiscal de Corte, Jorge
Díaz, para -en otra polémica decisión- sustituir a Ricardo Perciaballe,
quien terminó -casualmente como la jueza Mota- en una oficina del ámbito
civil.
Curiosamente, ahora, el destino de Lorenzo y Calloia
quedó en manos de los ministros de la controvertida Suprema Corte de
Justicia, quienes resolverán si, como denuncia el abogado defensor
Amadeo Otatti, es inconstitucional el amplio delito de “abuso de
funciones” por el que en su momento fueron, casualmente, procesados el
ministro Enrique Braga, los intendentes Benito Stern y Andrés Arocena, y
el presidente de Ose Juan Justo Amaro, entre otros...
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lunes, 23 de diciembre de 2013
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ResponderEliminarTito, un ser de luz, fue un honor ser tu alumna, y compañera de e 26.
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