En la encrucijada: amenazas a los sindicatos
Un gobierno popular, electo por las mayorías, se debe a los intereses populares, que son los de la mayor parte de la población: los trabajadores y el conjunto de los asalariados.
Por parte del gobierno se viene eligiendo la variante de que se representa "a todos",cosa imposible en el capitalismo cuando los intereses de clase están enfrentados.Más tarde o más temprano esos intereses van a chocar con mayor intensidad.Es entonces cuando el gobierno se verá enfrentado al dilema que ya se ha desarrollado durante el 2010 y ahora continúa: o bien elige ceder a las presiones de la derecha y las patronales,o bien apoya las justas demandas de los trabajadores y sus sindicatos.
El gobierno se denomina a sí mismo progresista,y representante de una coalición de izquierda.Por lo tanto no corresponde pretender gobernar bajo la manta patriótica que pretende ocultar las diferencias sociales y las contradicciones de clase.Así como la derecha cuando gana elecciones desarrolla sus planes de favorecimiento de la clase que ellos representan políticamente, de la misma manera debería un gobierno de izquierda poner el énfasis en apoyar a los intereses populares,que son los de los más.Abiertamente ya que para eso fueron elegidos y por eso los sectores populares los votaron,para hacer realidad sus aspiraciones.Ni más, ni menos.
Oponerse de manera permanente a los reclamos de los trabajadores y a las acciones sindicales,a nombre de una supuesta rueda a la que las "huelgas malas" le meten un palo,es socavarse las tradicionales bases de apoyo,hacer perder las ilusiones a los trabajadores que empiezan, más y más, a sentirse usados para acceder al gobierno y una vez allí se les pide calma.Calma que no tuvieron los actuales gobernantes en sus discursos electorales, cuando se hablaba de "la urgencia de la hora".
No es nada raro ni conspiraciones "ultras" el que la gente empieze a tratar de solucionar sus problemas por ellos mismos.De la única forma que pueden y saben: los sindicatos y sus movilizaciones.Ponerse hoy en día a atacar a los sindicatos y sus medidas de lucha es,quiérase o no, tomar partido contra los intereses de los trabajadores.Ellos deberían de ser sagrados e intocables para un gobierno de izquierda.
Sin embargo se los menosprecia,se les hace objeto de escarnio, y ahora SE LES AMENAZA CON LA REPRESIÓN POLICIAL.De materializarlo se estaría entrando en un proceso que nadie sabe como va a terminar.Hace unos meses atrás la derecha y el oficialismo,ambos y de conjunto,festejaron con burlas y sarcasmos que en algunas elecciones sindicales los por ellos calificados de "ultras" habían obtenido menos apoyo.Se sintió como que el progresismo podía,ahora sí, y sin "palos en la rueda" llevar adelante sus planes que estaban frenados por algunos "extremistas".
Despúes vino la elección en el PIT/CNT y ya se vió que aquella había sido una victoria pírrica.Los llamados "moderados" perdían posiciones.Ahora mismo hay conflictos en bancarios y con ADEOM, a pesar de los supuestos avances de los "moderados".Y ahora mismo también el gobierno está enfrentado a los profesores y a COFE.Hace poco a los metalúrgicos, y tambien al SUNCA.Los conflictos siguen y se agudizan.Ello demuestra que no es un problema de algunos "ultras" trasnochados que -se dijo- querían "derribar al gobierno", sino sencillamente lo que la izquierda ha explicado y predicado durante mas de un siglo: los intereses de clase.Que no desaparecen porque haya un gobierno de izquierda que dice representar a todos los uruguayos.
Si se reprime a los trabajadores de COFE se habrá emprendido un camino sin retorno.Será una mancha para la historia de la izquierda y marcará el futuro.Sin duda.Como ha sido antes, y como es en todo el mundo.El gobierno se aislará y el descontento entre los trabajadores crecerá,mas aún cuando todos esperan que la crisis golpeará, más tarde o más temprano. Si se eligió ese camino, con la crisis,no va más que a profundizarse.
Por el Colectivo del Blog "Noticias Uruguayas"
Alberto Vidal
Por parte del gobierno se viene eligiendo la variante de que se representa "a todos",cosa imposible en el capitalismo cuando los intereses de clase están enfrentados.Más tarde o más temprano esos intereses van a chocar con mayor intensidad.Es entonces cuando el gobierno se verá enfrentado al dilema que ya se ha desarrollado durante el 2010 y ahora continúa: o bien elige ceder a las presiones de la derecha y las patronales,o bien apoya las justas demandas de los trabajadores y sus sindicatos.
El gobierno se denomina a sí mismo progresista,y representante de una coalición de izquierda.Por lo tanto no corresponde pretender gobernar bajo la manta patriótica que pretende ocultar las diferencias sociales y las contradicciones de clase.Así como la derecha cuando gana elecciones desarrolla sus planes de favorecimiento de la clase que ellos representan políticamente, de la misma manera debería un gobierno de izquierda poner el énfasis en apoyar a los intereses populares,que son los de los más.Abiertamente ya que para eso fueron elegidos y por eso los sectores populares los votaron,para hacer realidad sus aspiraciones.Ni más, ni menos.
Oponerse de manera permanente a los reclamos de los trabajadores y a las acciones sindicales,a nombre de una supuesta rueda a la que las "huelgas malas" le meten un palo,es socavarse las tradicionales bases de apoyo,hacer perder las ilusiones a los trabajadores que empiezan, más y más, a sentirse usados para acceder al gobierno y una vez allí se les pide calma.Calma que no tuvieron los actuales gobernantes en sus discursos electorales, cuando se hablaba de "la urgencia de la hora".
No es nada raro ni conspiraciones "ultras" el que la gente empieze a tratar de solucionar sus problemas por ellos mismos.De la única forma que pueden y saben: los sindicatos y sus movilizaciones.Ponerse hoy en día a atacar a los sindicatos y sus medidas de lucha es,quiérase o no, tomar partido contra los intereses de los trabajadores.Ellos deberían de ser sagrados e intocables para un gobierno de izquierda.
Sin embargo se los menosprecia,se les hace objeto de escarnio, y ahora SE LES AMENAZA CON LA REPRESIÓN POLICIAL.De materializarlo se estaría entrando en un proceso que nadie sabe como va a terminar.Hace unos meses atrás la derecha y el oficialismo,ambos y de conjunto,festejaron con burlas y sarcasmos que en algunas elecciones sindicales los por ellos calificados de "ultras" habían obtenido menos apoyo.Se sintió como que el progresismo podía,ahora sí, y sin "palos en la rueda" llevar adelante sus planes que estaban frenados por algunos "extremistas".
Despúes vino la elección en el PIT/CNT y ya se vió que aquella había sido una victoria pírrica.Los llamados "moderados" perdían posiciones.Ahora mismo hay conflictos en bancarios y con ADEOM, a pesar de los supuestos avances de los "moderados".Y ahora mismo también el gobierno está enfrentado a los profesores y a COFE.Hace poco a los metalúrgicos, y tambien al SUNCA.Los conflictos siguen y se agudizan.Ello demuestra que no es un problema de algunos "ultras" trasnochados que -se dijo- querían "derribar al gobierno", sino sencillamente lo que la izquierda ha explicado y predicado durante mas de un siglo: los intereses de clase.Que no desaparecen porque haya un gobierno de izquierda que dice representar a todos los uruguayos.
Si se reprime a los trabajadores de COFE se habrá emprendido un camino sin retorno.Será una mancha para la historia de la izquierda y marcará el futuro.Sin duda.Como ha sido antes, y como es en todo el mundo.El gobierno se aislará y el descontento entre los trabajadores crecerá,mas aún cuando todos esperan que la crisis golpeará, más tarde o más temprano. Si se eligió ese camino, con la crisis,no va más que a profundizarse.
Por el Colectivo del Blog "Noticias Uruguayas"
Alberto Vidal
El Pais | Lunes 21.11.2011
POR ANUNCIO DE COFEGobierno impedirá corte en puente General San Martín
Las diferencias entre el sindicato de empleados estatales (COFE) y el gobierno alcanzaron un nuevo punto de tensión. El sindicato que reúne a los empleados públicos planea realizar mañana una asamblea en la cabecera del puente San Martín , que une las ciudades de Fray Bentos y Gualeguaychú.
Hoy el ministro del Interior Eduardo Bonomi, aseguró que no se permitirán piquetes en el puente binacional. Por su parte José López, secretario general de COFE dijo a EL PAÍS digital creer "que el gobierno no va a ser tan imprudente de prohibir una asamblea".
La intención de COFE es realizar una asamblea ampliada con delegados del interior del país en la cabecera del puente. El secretario general de COFE dijo ayer a El País que "el pasaje por el puente va a estar detenido mientras dure la asamblea".
En declaraciones a radio Carve el subsecretario de Trabajo, Nelson Loustaunau, se mostró sorprendido por la medida y aseguró que "la movilización trasciende estrictamente lo sindical y mezcla la libre circulación entre dos países , vinculándose a un conflicto arrastrado por años con Argentina".
Por su parte, el ministro Eduardo Bonomi aseguró -durante un acto el homenaje a los policías caídos en acción- que no se va permitir el corte del puente. El secretario de Estado fue categórico al afirmar que "hay una ordenanza que impide el corte de rutas nacionales y en especial el corte de puentes binacionales".
"La Policía tomará las previsiones necesarias para que se cumpla lo que está dispuesto", agregó el secretario de Estado en declaraciones a radio Sarandi.
El tema fue tratado en el Consejo de Ministros esta mañana. El secretario de Presidencia, Alberto Breccia, dijo en conferencia de prensa que "se van a tomar medidas por parte del Ministerio del Interior. La movilización no se va permitir".
López, en tanto, sostuvo que el gobierno no puede prohibir una asamblea. "Sería el colmo de todos los colmos. Ya hubo un pronunciamiento de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre que ley de libertad sindical no abarcaba a los empleados públicos. Ahora prohibir una asamblea es una situación que no tiene contrafuerte", expresó el dirigente sindical.
"De todas formas mañana vamos a estar ahí para realizar la asamblea pacíficamente", agregó López.
La asamblea comenzará sobre las 10 de la mañana y se estima que reunirá entre 300 y 400 empleados.
Hoy el ministro del Interior Eduardo Bonomi, aseguró que no se permitirán piquetes en el puente binacional. Por su parte José López, secretario general de COFE dijo a EL PAÍS digital creer "que el gobierno no va a ser tan imprudente de prohibir una asamblea".
La intención de COFE es realizar una asamblea ampliada con delegados del interior del país en la cabecera del puente. El secretario general de COFE dijo ayer a El País que "el pasaje por el puente va a estar detenido mientras dure la asamblea".
En declaraciones a radio Carve el subsecretario de Trabajo, Nelson Loustaunau, se mostró sorprendido por la medida y aseguró que "la movilización trasciende estrictamente lo sindical y mezcla la libre circulación entre dos países , vinculándose a un conflicto arrastrado por años con Argentina".
Por su parte, el ministro Eduardo Bonomi aseguró -durante un acto el homenaje a los policías caídos en acción- que no se va permitir el corte del puente. El secretario de Estado fue categórico al afirmar que "hay una ordenanza que impide el corte de rutas nacionales y en especial el corte de puentes binacionales".
"La Policía tomará las previsiones necesarias para que se cumpla lo que está dispuesto", agregó el secretario de Estado en declaraciones a radio Sarandi.
El tema fue tratado en el Consejo de Ministros esta mañana. El secretario de Presidencia, Alberto Breccia, dijo en conferencia de prensa que "se van a tomar medidas por parte del Ministerio del Interior. La movilización no se va permitir".
López, en tanto, sostuvo que el gobierno no puede prohibir una asamblea. "Sería el colmo de todos los colmos. Ya hubo un pronunciamiento de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre que ley de libertad sindical no abarcaba a los empleados públicos. Ahora prohibir una asamblea es una situación que no tiene contrafuerte", expresó el dirigente sindical.
"De todas formas mañana vamos a estar ahí para realizar la asamblea pacíficamente", agregó López.
La asamblea comenzará sobre las 10 de la mañana y se estima que reunirá entre 300 y 400 empleados.
El País Digital
Derechos fundamentales
Los sindicatos -construcción y metalúrgicos- con mayor capacidad de movilización y liderados por comunistas, se unirán en una federación que, con 100.000 trabajadores será la fuerza gremial más poderosa.
Sábado 19.11.2011
Eloísa Capurro
Algo se está gestando entre dos de los gremios más combativos del país. Una alianza que les daría más fuerza en la discusión con los empresarios y el gobierno. Una unión que los situaría como el gremio con más peso. Más que el sindicato bancario. Más que los estatales. Liderados por dos dirigentes de un mismo partido, el comunista, y envalentonados por una exitosa huelga, los metalúrgicos y los obreros de la construcción trabajan para juntar fuerzas y crear una federación que cambie la realidad sindical del país.
Ellos dicen que no es nada nuevo. Ya a fines de la década de 1980 y a principios de 1990 la Unión de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines (Untmra) y el Sindicato Único de la Construcción y Anexos (Sunca) lo intentaron. Fue una coordinación que juntó también a trabajadores del Ministerio de Transporte y de Ancap. Pero no pasó a más que eso y, dicen hoy los gremialistas, duró lo que duró.
Igual la idea se mantuvo. Y tras el último congreso del Sunca se resolvió establecer una mesa en la que cinco trabajadores de cada gremio -se les uniría también el sindicato de la madera- establecerán cómo será esta federación. Por ahora hay algunas ideas. Se piensa que la unión sería de cara a las negociaciones colectivas, es decir, funcionaría para enfrentar a los empresarios, y beneficiaría, sobre todo, a los gremios más chicos, en este caso, el de la madera. Pero luego, en el secretariado del Pit-Cnt, cada uno mantendría su independencia (es decir, podrían votar cada cual por su lado). Al menos eso dicen. Aunque si actuaran como una unidad, solo por su cantidad de afiliados superaría en los congresos del Pit-Cnt a gremios fuertes como AEBU (los bancarios) o COFE (los estatales). Sería esta nueva federación la que quedaría con la mayor cantidad de representantes.
No son dos gremios cualquiera los que se juntan. La Untmra y el Sunca son dos de los más movilizados. El año pasado el Sunca congregó a 10.000 trabajadores en una marcha. Entonces, publicó El País, los dirigentes hablaban de "la mayor movilización de los últimos 20 años". En una asamblea de una de las ramas del Untmra pueden congregarse 2.000 trabajadores, según dijo para este informe su presidente, Hugo Domínguez. En la última asamblea general había más de 3.500 personas. Para comparar, en una de las asambleas claves que en 2008 aprobó la paz entre empleados municipales y el ex intendente montevideano, Ricardo Ehrlich, asistieron 2.000 personas.
No es solo eso. El Sunca tiene unos 20.000 trabajadores afiliados. Según su presidente, Óscar Andrade, puede llegar a mucho más. En las últimas elecciones votaron 29.000 personas. Y en la construcción hay 50.000 trabajadores (sindicalizados o no). La Untmra tiene 10.000 afiliados. Su industria abarca a otros 50.000 trabajadores, calculan sus dirigentes. Cifras que no son para nada despreciables.
Pero además, tienen afinidad. Durante la huelga que el mes pasado y por 25 días realizaron los metalúrgicos, el Sunca fue uno de los primeros en manifestar su apoyo. Es usual que ambos gremios organicen movilizaciones en conjunto. La dirección de la Untmra tiene doble afiliación sindical: son del gremio del metal y del Sunca (aunque esto no se da a la inversa). Y en varios emprendimientos los trabajadores están en la misma pelea. En Botnia, por ejemplo, los trabajadores tienen afiliación simultánea por una determinación de los dos sindicatos.
Eso sin contar que dos de sus dirigentes pertenecen al mismo sector: Andrade y Marcelo Abdala (secretario general de la Untmra y la voz más visible de los metalúrgicos) son del Partido Comunista. Andrade (quien sigue frente al Sunca tras el amplio respaldo que logró en las últimas elecciones internas) estuvo en las negociaciones que terminaron con un convenio colectivo para los metalúrgicos y que llevaron al fin de la huelga. Incluso Juan Castillo, coordinar del Pit-Cnt (también comunista, aunque se lo vincula con un ala más conciliadora), apoyó la huelga y varios dirigentes metalúrgicos recuerdan hoy su participación en la medida.
Ellos, insisten, lo ven como algo coyuntural. "Lo que hay es un intento de cumplir una resolución de la central que impulsa la creación de federaciones", dice Andrade. "Cuando esto se inicia ni el Sunca ni la Untmra eran dirigidos por las corrientes sindicales actuales".
Pero aporta, por lo menos, un perfil.
la lucha paga. Tras 16 meses de negociación con las cámaras metalúrgicas, la Untmra decidió ir a la huelga. Las partes no lograban ponerse de acuerdo en la aprobación de un convenio colectivo. Fueron 25 días en los que ocuparon fábricas e instalaron carpas afuera de ellas una vez que la Justicia los desalojó. Los empresarios hablaban de piquetes y ellos de "cantones". "Nosotros respetamos los trabajadores que querían entrar a trabajar. Pero exigimos el derecho de huelga", dice el dirigente Luis Murchio, secretario de propaganda. "Si decidimos una medida por el sindicato, la acatamos. Intentamos convencer a los trabajadores. De ahí a que sea violenta, es un paso largo".
Rodeado de papeles, Murchio organiza la entrega de los estatutos del gremio para el próximo congreso de la Untmra que, al cierre de esta edición, se esperaba para el jueves 17 y viernes 18. Un mes después llegarán las elecciones en las que, esperan dirigentes de Unitaria (la lista de Abdala y que tiene ocho de los 12 integrantes del Ejecutivo), se llegue a una lista única.
Es que si para algo sirvió la huelga fue para unir al gremio. "La lucha paga", dice Nathaniel Clavijo, secretario general de uno de los comité de base de la organización. "Fuimos más que pacientes. Pero si el interlocutor que tenés no te da señales de que quiere negociar y llegaste a medidas de paros de 36 horas, ¿qué te queda?".
Alrededor suyo se imprimen "diplomas" para 33 sindicatos que apoyaron la huelga. Restan todavía más. Se calcula que durante ese mes se afiliaron 1.000 trabajadores más a la Untmra. Eso es lo que el gremio crece, habitualmente, en seis meses. Incluso desalojar las fábricas los fortaleció. Murchio calcula que el apoyo a la huelga subió de un 30% a un 80% de los trabajadores una vez que se instalaron los "cantones". "Logramos que las familias se comprometieran. Hacía falta, movió cosas adormecidas", dice.
Tanto que, dijeron fuentes de la dirección, había trabajadores que querían seguir adelante con la medida incluso después de conseguido el convenio colectivo. Es que al final, con las cámaras metalúrgicas se acordó un aumento salarial (de un 2,5% según informaron desde el gremio), un fondo social para los trabajadores y la ampliación de algunas libertades sindicales. Otros temas que reclamaba inicialmente el sindicato, como la disminución de la jornada laboral y una partida por presentismo, quedaron para ser estudiados más adelante.
Hacía 50 años que la Untmra no iba a huelga. Y nadie pensaba que sería, justamente, bajo un gobierno de izquierda. Pero al final la movida sirvió. Al menos para la interna. Hay dirigentes que hablan, incluso, de una maduración "política e intelectual" del sindicato. Ahora sabemos qué queremos de la dirección, dicen. Todos esos frutos, al parecer, los cosecharía el actual secretario general de la organización, Marcelo Abdala, en las próximas elecciones que se darán en menos de un mes. Es un "espaldarazo", dijeron fuentes de la dirección. Aunque él prefiere no sacar conclusiones (ver entrevista).
En 2012, estiman, Sunca, Untmra y el sector maderero serán uno. Dicen que eso contribuirá, más que nada, a los últimos, los más débiles. Pero los números, frente a los empresarios y en la interna de la central, pesarán para todos.
Son más visibles en el interior
Una de las sorpresas que, se espera, traerá el congreso de los metalúrgicos será la participación del interior. Manuel López, secretario del interior, estimó que de los 10.000 trabajadores afiliados al sindicato ya el 45% están situados en el interior. Es que el sindicato ha tenido una rápida capacidad de respuesta. En torno al proyecto de Aratirí (contemplando la empresa y sus tercerizadas) tiene 500 trabajadores afiliados. Y la visibilidad además, la tiene asegurada con el nucleamiento de las estaciones de servicio. "Eso permitió un desarrollo y un conocimiento de la organización. Son muy visibles en la aplicación de cualquier medida. Cualquier movilización repercute", dice. La Untmra tiene hoy representación en los 18 departamentos del interior del país.
25
días de huelga llevó adelante el sindicato del metal. Junto con el Sunca son de los más combativos.
50.000
trabajadores afiliados tendría, por lo menos, la nueva federación del Untmra, Sunca y la madera.
Movilización de COFE
Movilización. Los estatales reparten volantes a los automovilistas. Foto: Heber Bertinatti Foto: El País.
Joselo López, luego de leída la misma, dijo a los medios de prensa que “hemos planteado todos los aspectos que vinculan nuestra plataforma producto de la falta de negociación colectiva de los trabajadores”. Consultado por los efectivos apostados en la ruta manifestó “que es un aparato represivo muy importante el que está acá y realmente no entendemos cómo el Poder Ejecutivo, nuestro patrón que es el gobierno, haya dispuesto un aparato represivo de esta naturaleza y muchos de los compañeros que están acá vinieron con sus hijos chiquitos de 4 o 5 años lo que deja claro que no vinimos a hacer desmán”. “Nosotros entendíamos que acá iba a tener una repercusión pública importante producto de todo lo que ha sucedido pero solo era plantear nuestra reivindicación y la demanda fue realizar una movilización en el Interior, nos pareció un lugar propicio para desarrollar nuestra movilización”.
Compañero Muerto (Rezano) casi parecido a un gran compositor de tangos de todos los tiempos como fue Razano ,te cuento en primer lugar para felicitarte por tan buena y prolifica informacion que nos das a todos que como dijo el Che Guevara sentimos como propia cualquier injusticia contra cualquiera en cualquier parte del mundo sea donde sea o sea en Piraraja ( creo que es dpto de Lavalleja)en New York ,Londres ,Paris o en el barrio Manga.Te escribo mas que nada que te parece para decirte que Mujica nuestro honorable presidente quiere atraer a los imigrantes sean Uruguayos o de otras latitudes por problemas de nuestra escasa demografia y yo en el diario la Republica comente que quien en su sano juicio puede volver por mas que quiera a un pais que sus sueldos de los trabajadores son de hambre en su mayoria y el precio de su canasta familiar por las nubes o sea se elige por ejemplo en pagar la luz o en comer y por sorpresa un uruguayo que vive en España(aclaro yo vivo en Francia)aunque esto poco importe me critico diciendo que yo con mi comentario daba una mala imagen al pais o sea parece que decir que en el Uruguay se vive mal esta prohibido compañero que te parece eso no es un tipo de dictadura ? de hacer creer lo que no se es o peor ser hipocrita ? esto jamas asi nos enseño Fidel ,el Che o Raul Sendic entre otros .Un abrazo cordial y siempre hasta la victoria siempre.Viva el socialismo pero el de verdad .
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