domingo, 23 de marzo de 2014

No habrá nada a cambio

Trompita de la patrona

 

 

23/03/2014

Embajadora de EE.UU dice que no habrá nada a cambio de los presos

Julissa Reynoso aclaró que los reclusos de Guantánamo vendrán "sin condiciones". También dijo buscan hogar para los que no son de alto riesgo para la sociedad.
La embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso, aseguró este mediodía que los reclusos que vendrán a Uruguay desde la cárcel de Guantánamo "no significan un alto riesgo" para la sociedad y remarcó que a cambio no habrá nada.
"El tema está en conversaciones internas del gobierno de acá. Estamos en un proceso. Pero lo más importante es que estamos conscientes de que en el tratado hemos tenido varios de estos arreglos con otros países, que han recibido personas de Guantánamo que no son de alto riesgo para sociedad y por eso es que estamos tratando de encontrarle hogares", dijo Reynoso en Piriápolis.
Según datos divulgados por El País en base al Miami Herald, tres de los cinco reclusos que vendrían al país estuvieron en Tora Bora, donde fue la base de operaciones de Osama Bin Laden, el líder de Al Qaeda.
Consultada sobre si se trata de presos de alta peligrosidad con instrucción en terrorismo, Reynoso dijo que esa información "es de 2008" y aclaró que los nombres están "sin confirmar". "Esa información no es necesariamente correcta", señaló.
Al referirse al tema, el presidente José Mujica había dicho que a cambio de recibir a los presos de Guantánamo "hemos pedido la liberación de cubanos presos en Estados Unidos acusados de espionaje".
Sin embargo, Reynoso descartó que esto sea posible. Remarcó que "no hay ningún tipo de arreglo para hacer ningún tipo de intercambio".
"La propuesta es un acto humanitario para poder manejar el traslado de estas personas a distintas partes del mundo, sin condiciones de intercambio u arreglo por algo", insistió.


El presidente José Mujica, explicó en su audición de M24 los motivos por los que aceptó el pedido del gobierno norteamericano para que detenidos de Guantánamo lleguen a Uruguay como refugiados, al indicar que a cambio solicitó la liberación de los presos cubanos que están detenidos en Estados Unidos. 
 PUBLICADO el Viernes 21 de marzo, 2014

“No lo hacemos por plata o conveniencia material pero no tenemos empacho en decir que le pedimos por favor al gobierno norteamericano que haga lo posible porque esos dos o tres prisioneros cubanos que hace muchos años, muchos años, que están allí se busque la manera de liberarlos. Porque también eso es una vergüenza”, precisó Mujica al admitir que a cambio de recibir refugiados de Guantánamo pide la libertad para los ciudadanos cubanos detenidos en Estados Unidos.
Mujica consideró que el gobierno demócrata “lucha por terminar con esa vergüenza”, que significa la base militar de Guantánamo en Cuba.
“Ha funcionado como una verdadera vergüenza de la humanidad y mucho mas vergüenza para un país como Estados Unidos”, opinó en relación a la cárcel. Subrayó que lo detenidos en la base norteamericana en Cuba, son personas que fueron capturadas en busca de militantes de Al Qaeda.
 Sobre la intención del presidente Barak Obama de cerrar la cárcel de la base, Mujica señaló “no le es fácil porque sus posibilidades y sus recursos están encuadrados y limitados en las potestades y los poderes que tiene el senado norteamericano, que naturalmente también tiene sus exigencias”.
 “Lo cierto es que el punto de vista real hace ya meses se nos consultó si podíamos recibir al igual que otros países algunos refugiados. Luego de algunas gestiones contestamos que sí porque hoy y siempre, el Uruguay ha sido un país de refugio y para nosotros esta es una cuestión de principios”, sostuvo.
 “Estamos lejos de que esto se concrete pero en todo caso serán hombres libres en nuestra realidad y ese asunto de no salir del país por dos años no sería otra cosa de un gesto voluntad de ellos para lograr salir de esas vergüenzas y nunca una imposición nuestra. Jamás aceptaríamos ser carceleros de nada, tampoco avalamos la juridicidad de la cárcel de Guantánamo”, señaló.
 “No nos podemos desentender por el pedido que puede haber de intenciones capciosas o politiqueras. No nos podemos hacer los distraídos ante la gente que lleva 13 o 12 años detenida sin causa probada”, entendió el mandatario.
 “Es una vergüenza humana, no podemos concebir que todos los días se hagan discursos por los derechos humanos y cuando hay deshacer un entuerto de esta naturaleza nos quedemos acoquinados en la leguleyería”, afirmó.
“Mucho hemos criticado y seguiremos criticando al imperio yankee”, dijo. No obstante, añadió que “cuando existe un presidente que lucha por terminar una vergüenza que heredada, una vergüenza no solo para su país sino para la humanidad”, debería respaldarse
“Lo cierto es que este asunto ya fueron 18 países que han dado colaboraciones similares para ayudar a terminar esta vergüenza, y ya son 89 los prisioneros que sin causa se han ido o se están yendo de Guantánamo que empiezan a ver luego de 13 años de oscuridad”, aseveró.
“El humano saldrá de la prehistoria cuando diga adiós a las armas”, estimó y aseguró que se siente “más firme que nunca en este tipo de decisiones”. “Ganamos un poquito de autoridad moral para decirle a los más poderosos ,sean un poco menos orgullosos, menos impositivos, por eso pienso que si estas gestiones culminan, Uruguay debe sentirse servidor, como otros países, en una causa que es cerrar una vergüenza de la humanidad”, consideró el presidente.


 Antecedentes:  Paraísos bananeros

Estados Unidos siempre puede contar con sus antiguas colonias. El gobierno de las Islas de Palau aceptó ayer recibir a 17 prisioneros de Guantánamo y le sacó de encima un problema judicial que le estaba quemando las manos a Barack Obama. Según el embajador del pequeño y paradisíaco archipiélago en Washington, Hersey Kyota, les prometieron ayuda financiera a cambio. Cuánto aún no se sabe, pero lo cierto es que a Obama no le quedaban muchos más ases en la manga. Durante los últimos seis años, el gobierno de George Bush intentó convencer a Europa, Australia y sus aliados asiáticos acerca de que dieran refugio a los 17 chinos musulmanes que sus tropas habían detenido en Afganistán a finales de 2001 y mantenido, desde entonces, en la cárcel militar ultrasecreta de Guantánamo.
Dos años después de su detención, la Casa Blanca reconoció que había cometido un error, pero no podía deportarlos a China. Según repitieron funcionarios del Pentágono y del Departamento de Estado, temían que el gobierno chino los torturara por ser militantes de la etnia uigir, una minoría del noroeste de China que durante los noventa se levantó contra la represión y el acoso de Beijing. Para evitar posibles abusos, los dejaron seis años más en sus celdas de Guantánamo, la prisión norteamericana que se hizo famosa por cobijar cientos de sesiones de torturas y de interrogatorios violentos a presuntos terroristas, algunos luego liberados como los chinos que ahora se preparan para partir hacia las aguas del Pacífico, a 800 kilómetros de Filipinas y otro tanto de Japón.
La historia de los 17 prisioneros chinos es similar a la de decenas de ex detenidos de la cárcel en territorio cubano que fueron liberados después de un par de años, tras confirmar que no eran terroristas, sino que estaban en el lugar y el momento equivocados. Según relataron a los medios estadounidenses sus abogados defensores, el grupo de uigires había llegado a Afganistán desde el noroeste de China buscando escapar del gobierno comunista de Beijing. Cuando estalló el bombardeo y la invasión norteamericana huyeron hacia la frontera con Pakistán, pero nunca llegaron a salir del país. Los soldados norteamericanos los capturaron y los acusaron de ser combatientes extranjeros que estaban entrenándose en los campamentos de Al Qaida.
“Estamos haciendo un gesto humanitario. Queremos ayudarlos a que puedan reanudar sus vidas con la mayor normalidad posible”, explicó el presidente de Palau, Johnson Toribiong, en un comunicado difundido ayer. La isla no reconoce al gobierno de Beijing; es uno de los pocos países del mundo que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwan, al que considera el verdadero gobierno chino.
El archipiélago, poblado por apenas 20 mil habitantes, fue un protectorado de Estados Unidos hasta 1994, cuando declaró formalmente su independencia. Una de las primeras decisiones del gobierno nacional fue firmar un Tratado de Libre Asociación con Estados Unidos, un acuerdo que le garantizó conservar la ayuda financiera de Washington a cambio de que la superpotencia conservara derechos sobre su espacio aéreo, su territorio marítimo y un compromiso de votar junto a la Casa Blanca en los foros internacionales.
Palau es uno de los tres países que votan todos los años junto a Estados Unidos a favor del embargo contra Cuba en la Asamblea General de la OEA. Los otros dos son Israel, un aliado incondicional de Washington desde su creación, y las Islas Marshall, otro ex protectorado estadounidense en Oceanía.
En lo que queda del año el gobierno de Palau debe renegociar la ayuda financiera que recibirá como Estado asociado de Washington para los próximos 15 años. El embajador en la capital estadounidense, Hersey Kyota, negó que el acuerdo fuera a influenciar en las negociaciones, aunque sí significará una ayuda extra para las islas. Desde su independencia, el archipiélago de 20 mil habitantes recibió más de 900 millones de dólares de la Casa Blanca, un ingreso fundamental para un país con una economía muy básica.



Palabras huecas



¡Qué falta de respeto Castillo!

Uno de los máximos dirigentes del Frente Amplio y del Partido Comunista, comete un grosero irrespeto a lo que ha sido una prolongada campaña durante largos años y a lo largo y ancho de todo el mundo, que se ha manifestado en todos los países, que ha generado movilizaciones, protestas, manifestaciones, declaraciones, incluso en los mismos EE.UU., una campaña con millares de actos y adhesiones de personalidades, periodistas, científicos y políticos hasta en los bastiones de la Unión Europea-OTAN. ¡Como se atreve Castillo a decir que la liberación del segundo excarcelado de los dos cubanos liberados hasta ahora haya sido consecuencia "luego de comenzadas las iniciativas" de Mujica!. Los millares de militantes y activistas comunistas en todo el mundo ven con asombro como un dirigente comunista uruguayo menosprecia su dura militancia de años por la causa "de los cinco" para, en cambio, atribuir los resultados a la "astucia" de Mujica y a las "habilidades" del oficialismo FA. Sencillamente deplorable. Y una inmensa mentira, claro está.

Colectivo del Blog Noticias Uruguayas

"Juan Castillo, vicepresidente del Frente Amplio, dijo a El País que las conversaciones con Estados Unidos, por este asunto, comenzaron hace al menos 4 meses y que si bien el presidente José Mujica "nunca" planteó que los liberados de Guantánamo fueran "moneda de cambio", luego de comenzadas las iniciativas, fue puesto en libertad uno los cinco cubanos originalmente presos y solamente tres siguen en cautiverio."








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