Villaverde ocupa en el INAU un cargo de confianza política designado por el gobierno del Frente Amplio, y a pesar de todas las denuncias y de todas las evidencias contundentes de torturas contra adolescentes y niñ@s y de violaciones sistemáticas de derechos humanos el gobierno del Frente Amplio siempre le dio su respaldo a Villaverde, es uno de los tantos intocables que tienen. También lo hizo hace poco el secretariado ejecutivo del PIT-CNT que respaldó unánimemente en un comunicado público las actuaciones de Villaverde (ex director del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT) en el INAU y el SIRPA pese a toda la evidencia que existe y pese al pedido de todas las organizaciones de derechos humanos que se acercaron al PIT-CNT y les solicitaron que intercedan en la remoción urgente de Villaverde. Como vemos las prácticas de torturas y violaciones gravísimas de derechos humanos tanto en el INAU como en las cárceles de adultos son prácticas sistemáticas en los gobiernos del Frente Amplio, son toleradas y consentidas por todos sus políticos, y hasta respaldadas por la burocracia sindical del PIT-CNT. Por eso la IMPUNIDAD campea en el Uruguay, la del pasado y la de ahora. Gobierno y políticos de derecha al 1.000%
Extractos:
“B., otra de las madres que concurrió a la Comisión de Diputados, dijo que Villaverde las recibió en los últimos meses del año pasado.
"Nos recibió muy amablemente y nos dijo que nos ayudaría, que dejáramos todo quieto que estaría bien. Cuando estábamos por salir, nos pidió los nombres de los chicos. Una madre dio el de su hijo -yo no lo hice porque no me inspiró confianza- y lo torturaron todos los días durante meses `porque a la mamá le gusta denunciar`. El único que sabía el nombre del adolescente era Villaverde", dijo.”
Pablo Marrero
EDUARDO BARRENECHE sáb jul 5 2014
Este es el testimonio de una de las cuatro
madres de menores infractores que concurrieron a la Comisión de Derechos
Humanos de Diputados el miércoles a testificar sobre las condiciones de
internación en los centros del INAU.
El País accedió ayer a la versión taquigráfica de esta
comisión, que el Frente Amplio pidió que se mantuviera en reserva. (Ver
nota en esta página).
Días después, M. se encontró con su hijo en la visita.
Llorando, le preguntó por qué los funcionarios lo golpearon. El hijo le
contestó: "Porque vos me entregaste. Si vos no me hubieras entregado,
no me golpeaban".
Según la descripción de la madre, el hijo "tenía la
ceja partida, así como los labios; estaba todo desfigurado. Y todavía
los señores del hogar de Burgues (Centro de Internación Transitoria) me
dijeron que les tenía que dar las gracias por aceptarlo ahí porque él
era motinero".
Otra madre denunció que, en la anterior dirección del
Hogar SER, su hijo recibió golpizas. Ese centro fue intervenido por el
presidente del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente, Rubén
Villaverde, luego que una decena de funcionarios declarara ante la
Justicia de Pando el 13 de junio por denuncias de golpizas.
"`Mamá, se cansaron de darme palo. Se cansaron de
darme palo`. El sábado, cuando fui a verlo, me enteré de que se había
querido ahorcar", señaló L. el miércoles 2 en la Comisión de Derechos
Humanos.
Al llegar el día de visitas, L. fue a la Colonia
Berro a ver su hijo. "Él me dijo que trató de ahorcarse para llamar la
atención. Y si le falla, ¿qué pasa? Los acosan. Los provocan. Por
ejemplo, las funcionarias se levantan la ropa y les preguntan: `¿Cómo me
ves? ¿Qué tal estoy?` Los botijas son botijas. Cuando los botijas se
propasan con las muchachas, les dan palos", agregó.
Según las actas taquigráficas de la sesión de la
Comisión de Derechos Humanos a las tuvo acceso El País, esta madre
indicó que, como su hijo se quiso ahorcar, los funcionarios lo llevaron
al Hospital Vilardebó donde le dieron inyectables y pastillas.
"El sábado (día de la visita) me dijo que le habían
dado una gran paliza, que le llenaron la cabeza de chichones aunque lo
único que le alcancé a ver fue que estaba todo raspado porque lo habían
agarrado a patadas y lo habían tirado en el baño. ¡Con razón iba a hacer
un mes que no lo veía!", señaló la madre a los diputados.
M. dijo en la comisión que no sabe exactamente
cuáles fueron las torturas que recibió su hijo en el Hogar SER. "En una
de las visitas le digo a él: `me acabo de enterar en la cola por una de
las mamás que hubo seis o siete chicos que dejaron desnudos en el patio,
durante cinco días, haciéndolos saltar y engrillados. Después con un
cepillo de dientes, les hicieron limpiar el patio".
La madre intentaba sonsacar alguna información sobre
ese hecho a su hijo. El adolescente la miró y le dijo: "Uno de esos
chicos era yo, mamá".
Indicó que, en una oportunidad, denunció que su hijo
sufría malos tratos en el Hogar SER. Por esa causa, dijo, "a mi hijo le
hicieron comer la carta de citación dirigida a la entonces directora
del Hogar SER diciéndole: `Comete esta carta, porque tu madre le gusta
hablar en la tele y contar cosas. Y después que le hicieron comer ese
papel, lo llevaron al patio y mi hijo recibió golpizas desnudo. Tenemos
los nombres de los torturadores".
La abogada de las madres, Sandra Giménez, señaló que
estas madres primero presentaron las denuncias ante Jurídica del
Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) y como no tomaban
medidas, decidieron llevarlas a la Institución de Derechos Humanos y a
la Justicia Penal de Pando.
"Los adolescentes relataban que los sacaban desnudos
en invierno, mojados, golpeados, siempre esposados y engrillados, y que
cuando pedían para ir al baño, en los centros masculinos los esposaban
con las manos en la espalda. Obviamente que era muy difícil bajarse la
ropa para hacer sus necesidades y se orinaban en la ropa", dijo la
abogada.
Reunión.
B., otra de las madres que concurrió a la Comisión
de Diputados, dijo que Villaverde las recibió en los últimos meses del
año pasado.
"Nos recibió muy amablemente y nos dijo que nos
ayudaría, que dejáramos todo quieto que estaría bien. Cuando estábamos
por salir, nos pidió los nombres de los chicos. Una madre dio el de su
hijo -yo no lo hice porque no me inspiró confianza- y lo torturaron
todos los días durante meses `porque a la mamá le gusta denunciar`. El
único que sabía el nombre del adolescente era Villaverde", dijo.
Días más tarde, B. concurrió a la visita en el Hogar
SER junto con otras madres. "Mi hijo me dijo: `Mamá, por favor, no
hagas denuncias porque a Fulano lo reventaron mal a palos porque la
madre denunció y dijo su nombre", relató.
Ante la sorpresa de los diputados que integraban la
Comisión de Derechos Humanos, una de las madres señaló que, en el Hogar
SER, a los menores infractores los hacen correr. Enseguida agregó: "Si
los chicos no dicen `¡Viva la Policía!`, les dan palo abierto".
TESTIMONIOS DE MADRES
Madre 1:
"En una visita entra un chico muy delgado que mira a mi hijo. ¿Lo conocés? le pregunté. 'Si, mamá. Muchas noches cuando o estaba colgado (del techo) en el baño, él inventaba que tenía que hacer pichí y caca para ponerse de cuatro patas para que a mi no me doliera tanto los brazos'. Él me contaba esporádicamente esas cosas. No lo hacía de manera natural".
Madre 2:
"Están entrenando ahí adentro para que salgan a reventar gente, que es algo que ya me pasó. A otro de mis hijos, que no era malandro, lo mató un chico que hacía 10 días que había salido del SER".
Madre 3:
"A mi hijo le dieron una paliza brutal esposado de pies y manos; lo dejaron tres días en una pieza, tirado en el suelo, de calzoncillos".
Madre 4:
"¿Dicen que los funcionarios no pueden pegar? El tal 'Popeye', que figura en varios expedientes, lo mató a palos. Fue una tortura lo que hizo; mi hijo estaba esposado de pies y manos".
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Nacional 4.7.14
En contexto
Payssé afirmó que ningún legislador "va a apañar ninguna violación a los derechos humanos" en el Sirpa.
La
diputada de Asamblea Uruguay, Daniela Payssé, se comunicó con la diaria
para aclarar la versión publicada ayer por este medio sobre su
intervención en la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de
Representantes, en ocasión de la comparecencia en ese ámbito de madres y
familiares de jóvenes recluidos en el centro Ser de Colonia Berro,
quienes ratificaron las denuncias de malos tratos y torturas.
En primer lugar, en la nota se sostiene que Payssé le "recriminó a la abogada que representa a los familiares de los jóvenes, Sandra Giménez, que hubiera manejado el tema a nivel de la prensa". En ningún momento Payssé le recrimina directamente a la abogada eso; sí hace un comentario genérico sobre que ella misma no va "a los medios de comunicación difundiendo esto [en referencia a las situaciones de malos tratos]", porque considera que, "a veces, el trabajo silencioso es mucho más efectivo que el trabajo de la tele", según surge de las declaraciones de Payssé recogidas en la versión taquigráfica, a las que tuvo acceso la diaria.
Además, Payssé hizo notar que no fueron sólo ella y la diputada emepepista Orquídea Minetti quienes destacaron las mejoras edilicias en los centros de reclusión del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), sino todos los legisladores de la comisión. En ese contexto, Payssé sí manifestó en comisión, como indicó la nota publicada ayer en la diaria, que "inclusive, los patios internos" del centro Ser "tienen arbolitos", y que se le preguntó a los jóvenes recluidos si salían a ese patio y dijeron que en alguna oportunidad lo hacían. También es cierto que Payssé afirma, durante la sesión, que los jóvenes del centro Ser "ahora no están 23 horas encerrados". Sostuvo que cuando fue al centro no constató hacinamiento, "a no ser que hubieran sacado a los chiquilines de las celdas" porque venían los legisladores, y que no vio "ningún chiquilín machucado".
Sin embargo, el escritor Juan Carlos Onetti decía en su novela El pozo: "Se dice que hay varias maneras de mentir, pero la más repugnante de todas es decir la verdad, toda la verdad, ocultando el alma de los hechos". Además de lo que la legisladora efectivamente dijo en comisión y se señaló en la nota, también manifestó que "acá ningún legislador ni ninguna legisladora va a apañar ninguna violación a los derechos humanos" y consideró que la Institución Nacional de Derechos Humanos "es el ámbito idóneo en el que se tienen que hacer las denuncias". Se mostró a favor de que las celdas tengan luz natural, dijo que los jóvenes con los que habló en el centro le manifestaron que tenían hambre y que pasaban frío. Habló de la necesidad de que las historias clínicas estén actualizadas, de "dotar a los centros de más profesionales". Sostuvo que la privación de las visitas no puede ser un castigo y que podría estudiarse un protocolo especial para separar del cargo a los sospechosos de malos tratos.
No sólo lo que dice la nota de ayer, sino fundamentalmente lo que no dice, da una impresión errónea de la intervención de Payssé en la comisión, por la que pedimos disculpas.
En primer lugar, en la nota se sostiene que Payssé le "recriminó a la abogada que representa a los familiares de los jóvenes, Sandra Giménez, que hubiera manejado el tema a nivel de la prensa". En ningún momento Payssé le recrimina directamente a la abogada eso; sí hace un comentario genérico sobre que ella misma no va "a los medios de comunicación difundiendo esto [en referencia a las situaciones de malos tratos]", porque considera que, "a veces, el trabajo silencioso es mucho más efectivo que el trabajo de la tele", según surge de las declaraciones de Payssé recogidas en la versión taquigráfica, a las que tuvo acceso la diaria.
Además, Payssé hizo notar que no fueron sólo ella y la diputada emepepista Orquídea Minetti quienes destacaron las mejoras edilicias en los centros de reclusión del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), sino todos los legisladores de la comisión. En ese contexto, Payssé sí manifestó en comisión, como indicó la nota publicada ayer en la diaria, que "inclusive, los patios internos" del centro Ser "tienen arbolitos", y que se le preguntó a los jóvenes recluidos si salían a ese patio y dijeron que en alguna oportunidad lo hacían. También es cierto que Payssé afirma, durante la sesión, que los jóvenes del centro Ser "ahora no están 23 horas encerrados". Sostuvo que cuando fue al centro no constató hacinamiento, "a no ser que hubieran sacado a los chiquilines de las celdas" porque venían los legisladores, y que no vio "ningún chiquilín machucado".
Sin embargo, el escritor Juan Carlos Onetti decía en su novela El pozo: "Se dice que hay varias maneras de mentir, pero la más repugnante de todas es decir la verdad, toda la verdad, ocultando el alma de los hechos". Además de lo que la legisladora efectivamente dijo en comisión y se señaló en la nota, también manifestó que "acá ningún legislador ni ninguna legisladora va a apañar ninguna violación a los derechos humanos" y consideró que la Institución Nacional de Derechos Humanos "es el ámbito idóneo en el que se tienen que hacer las denuncias". Se mostró a favor de que las celdas tengan luz natural, dijo que los jóvenes con los que habló en el centro le manifestaron que tenían hambre y que pasaban frío. Habló de la necesidad de que las historias clínicas estén actualizadas, de "dotar a los centros de más profesionales". Sostuvo que la privación de las visitas no puede ser un castigo y que podría estudiarse un protocolo especial para separar del cargo a los sospechosos de malos tratos.
No sólo lo que dice la nota de ayer, sino fundamentalmente lo que no dice, da una impresión errónea de la intervención de Payssé en la comisión, por la que pedimos disculpas.
Natalia Uval
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EDUARDO BARRENECHEdom jul 6 2014
Giménez señaló el miércoles en la Comisión de
Derechos Humanos de Diputados, que el 6 de noviembre de 2013 tuvo una
reunión con Villaverde donde le informó todas las denuncias que
realizaron las madres en el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente
-gestiona los hogares con privación de libertad del INAU- sobre
golpizas a internos efectuadas por funcionarios. "Él me dijo que si para
mi las cosas se resolvían tan fácil mediante una denuncia penal, me
daba las llaves de la Colonia Berro y que me arreglara con los chicos
que estaban ahí adentro", afirmó la abogada de las madres según las
actas taquigráficas de la comisión a las que tuvo acceso El País.
Giménez dijo a los diputados: "Le pedí por favor a
Villaverde que tomara medidas, que estaba próxima la feria judicial
mayor y que él tenía todas las posibilidades de resolver el tema en la
interna del Sirpa. Me dijo que él tenía que negociar permanentemente con
el sindicato y que esas cosas pasaban".
En esa instancia, relató la abogada de las madres,
también estaban presentes la fiscal de Adolescentes, Nancy Hagopian, y
la jueza Letrado de Menores de Tercer Turno, Teresa Larrosa, quienes
llamaron a Villaverde a la sede porque un grupo de internos se había
fugado del Hogar Cimarrones.
"Si bien esos menores no tenían autorización para
salir, los funcionarios los dejaban salir a cualquier hora. Constatado
ese hecho, en esa instancia aproveché para manifestarle todo lo que
estaba pasando en algunos centros del Sirpa y esa fue su respuesta",
dijo la abogada.
En otra de sus intervenciones en la Comisión de
Derechos Humanos, Giménez volvió sobre el tema. "Fue así que en reunión
con el señor juez, la señora fiscal y quien habla, el señor Villaverde
comenzó a explicar por qué no podía cortar con los malos tratos -en ese
momento yo estaba denunciando lo que pasaba en el centro de ingresos
transitorios- y me dijo que era muy difícil negociar permanentemente
con el sindicato", sostuvo la abogada.
Agregó que Villaverde le trasmitió que, dentro del
Sindicato del INAU, "la Lista 10 era muy fuerte y que esas (golpizas)
eran prácticas difíciles de erradicar. También dijo que, si yo quería,
él me entregaba las llaves del centro y que yo lidiara -esa fue la
palabra que usó- con el sindicato".
Giménez, quien presentó en el Parlamento denuncias
firmadas por 30 madres de internos, declinó hacer declaraciones a El
País sobre el tema.
Carta.
Una de las madres que acompañó a Giménez a la
Comisión de Derechos Humanos de Diputados, dijo que fue a la chacra del
presidente José Mujica. "Le entregamos a la señora Lucía Topolansky una
carta donde narramos lo que han hecho a cada uno de los chicos. Nos
prometió que iba a hacer algo, pero hasta el día de hoy no vimos nada",
expresó.
Otra madre dijo: "Sabemos muy bien que todos los
funcionarios del INAU pertenecen a la 609. No estamos hablando de
política ni nada por el estilo. Pero sabemos que la carta quedó
archivada por ese motivo. Queremos la destitución de esos funcionarios
porque están creando delincuentes que salen derecho a matar".
Crónica de denuncias de madres
INICIOS DE 2013: Las madres de menores internados en
la Colonia Berro acudieron a la abogada Sandra Giménez para que
denunciara en el departamento jurídico del Sistema de Responsabilidad
Penal Adolescente (Sirpa) a funcionarios por malos tratos y torturas a
adolescentes. El expediente se perdió y fue recuperado. Las madres nunca
recibieron una devolución sobre las mismas.
13 DE OCTUBRE DE 2013: Las madres entregaron copias
de las denuncias a la Institución de Derechos Humanos. Este organismo
constató las irregularidades y efectuó un lapidario informe que generó
cuestionamientos internacionales a Uruguay.
MARZO DE 2014: Las madres se reúnen con el
presidente del INAU, Javier Salsamendi. Tras recibir las denuncias
contra 10 funcionarios, Salsamendi les pidió una semana de plazo y que
no hablaran con la prensa sobre el tema.
22 DE ABRIL DE 2014: La abogada del Sirpa, Mónica
Rodríguez, garantiza a Giménez que se tomarán medidas. La abogada dice
que partir de ese momento las golpizas contra los hijos de las
denunciantes se intensificaron.
13 DE JUNIO DE 2014: Giménez y varias madres
presentaron una denuncia penal en Pando. Diez jerarcas y funcionarios
del Hogar SER declararon en la Justicia como indagados. Adolescentes que
ya no están internados testificaron contra educadores.
FINES DE JUNIO DE 2014: Dos adolescentes, que
sufrieron golpizas, fueron vistos por forenses, según actas de la
Comisión de Derechos Humanos de Diputados.
Escaso apoyo de diputados del FA
Los diputados del Frente Amplio, durante la sesión
de la Comisión de Derechos Humanos, no realizaron un firme respaldo al
sistema de privación de libertad del INAU. Tras reconocer los esfuerzos
para mejorar los hogares -disminución de las fugas y mejores condiciones
de reclusión-, la diputada de Asamblea Uruguay, Daniela Payssé, dijo:
"Acá ningún legislador ni ninguna legisladora va a apañar ninguna
violación a los derechos humanos". La diputada del MPP, Orquídea
Minetti, sostuvo: "Ahora, ¿que existe un abuso de poder en malos
funcionarios? Lamentablemente es así y es lo que el Poder Judicial tiene
que resolver". El diputado del Nuevo Espacio, Felipe Michelini, dijo:
"Nadie querría tener un hijo, un nieto, ni ningún familiar en una
institución de reclusión de este tipo". Se reconoció que el Sirpa fue
receptivo a las denuncias.
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