martes, 3 de julio de 2012

Estrella en libertad




Una cárcel llamada "Libertad"

Célebre pianista Estrella vuelve 32 años después a la cárcel uruguaya donde padeció prisión y tortura

La quimera de un compañero de celda del pianista argentino Miguel Ángel Estrella para que algún día diera un concierto en la misma cárcel uruguaya donde fueron torturados durante la dictadura (1973-1985), se hizo realidad tres décadas después.


“Cuando estaba preso nunca se me habría ocurrido volver a la cárcel de ‘Libertad’ tantos años después, pero unos compañeros me decían ¿mira ‘chango’ si alguna vez cuando ganemos venís a este lugar a hacer música?, en ese momento era impensable”, relató Estrella, de 71 años, a la AFP.
Aunque parezca un contrasentido, en Uruguay hay una cárcel que se llama “Libertad”.
Una carpa colocada a la entrada del Centro de Rehabilitación Libertad (50 km al oeste de Montevideo) fue el lugar donde el pianista junto a su agrupación “Cuarteto Dos Mundos” ofreció un concierto ante 55 presos y autoridades, con un variado repertorio en el que tangos y malambos se dieron la mano con el clásico sonar de su piano.
A su llegada al penal, el músico contó que en el camino le surgió la curiosidad de ver “como era la entrada” del lugar donde durante unos 27 meses entre 1978 y 1980 sufrió despiadadas torturas junto a otros detenidos de la dictadura uruguaya, ya que había entrado “vendado”.
Este hombre nacido en Tucumán hace 72 años fue apresado por agentes de la dictadura en 1977, luego de que un año antes huyera de su país.
La naturalidad con que evoca sus recuerdos no oculta la atroz realidad que vivió en el penal de “Libertad”, que hoy recluye a más de 1.300 presos.
Las largas horas de torturas que vivió Estrella, en la que militares una y otra vez le prometían que iban a cortar sus manos, o cruelmente le entregaban un piano sin sonido, fueron resistidas con “fe” por el artista.
En una de las sesiones de tortura “sentí la voz de mi mujer ya fallecida que me decía: ‘sos miles amor, tenés miles detrás’,” evocó.
Esa visión tenía mucho que ver con la realidad que se gestaba fuera de los muros de “Libertad”: una campaña internacional llevada adelante por entidades de Derechos Humanos y la fuerte movilización de sus colegas en todo el mundo logró su liberación en 1980, algo que el pianista recalca con emoción.
Poco después de salir libre, Estrella, embajador de Argentina ante la UNESCO, fundó la Organización No Gubernamental “Música Esperanza”, con la que ofrece conciertos en lugares como cárceles y barrios desfavorecidos alrededor del mundo.
“Hoy no siento un estado de animo especial”, comentó el argentino en alusión a la asiduidad con la que realiza este tipo de actos.
Sin embargo, reconoció que la cárcel de “Libertad” “hoy es un símbolo porque somos miles que hemos pasado por acá y hay un presidente” que estuvo allí recluido, en alusión al mandatario uruguayo, José Mujica, un exguerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), que sufrió 14 años de encierro en distintos lugares del país.
“Pepe Mujica estuvo acá, yo alguna vez lo vi, él estaba en el segundo piso, yo en el primero, pero no podíamos saludarnos ni nada”, acotó.
Antes de iniciar su repertorio, Estrella se acercó a la fila de sillas donde estaban los reclusos y les dijo: “tenía muchas ganas de tocar para ustedes”.
Preguntó a su auditorio de reos cómo “la llevan”, a lo que algunos tímidamente respondieron “como podemos”.
Para un preso que prefirió no identificarse, la visita de Estrella “esta buena, porque te saca del ambiente carcelario y la cosa es que él sabe lo que es estar encerrado, por lo menos algo nos entiende”.
Además de los reclusos, el acto contó con la presencia del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, un extupamaro que también estuvo recluido en “Libertad” durante la dictadura, así como representantes de la entidad humanitaria argentina Madres de Plaza de Mayo y de la Asociación de ex presos políticos de Uruguay (Crysol).
Para Vera Vigevani, de Madres de Plaza de Mayo, es “un momento muy emocionante” y remarcó que las “vivencias muy trágicas, muy terribles” que vivió Estrella no le impidieron retornar a esta cárcel para que los presos tengan a través de la música “un rato de libertad”.
Libertad que también consiguió el artista cuando finalizó su calvario y que queda de manifiesto cuando, con firmeza, asume su pasado “igual al de miles de sudamericanos” y al reconocer que pudo salir del penal de “Libertad” “sin odio”, lo que lo llevó a recuperar la “alegría para poder seguir tocando”.


. Más de 30 años después de ser liberado del penal de Libertad cerca de Montevideo, el pianista argentino Miguel Ángel Estrella regresó allí este domingo. Retenido en esta cárcel y torturado durante la dictadura, el músico eligió ese espacio para brindar un concierto ante 55 reclusos, parte del trabajo de su fundación para promover la música entre los más desfavorecidos.

Cultura 2.7.12
 Miguel Ángel Estrella (derecha), junto a reclusos en el Centro de Rehabilitación Libertad (ex Penal de Libertad). Foto: Javier Calvelo


Bis

El pianista argentino Miguel Ángel Estrella brindó ayer un concierto en el Centro de Rehabilitación Libertad.
El músico estuvo preso durante la dictadura uruguaya y fue torturado en este mismo centro entre 1978 y 1980; sin embargo, aseguró que ésta era una cita ineludible en su gira por nuestro país. Compartió su actuación con el cuarteto Dos Mundos.
Cerca de 70 reclusos, que conformaban menos de la mitad del público, tuvieron una visita distinta ayer de mañana. Matías, uno de ellos, contó a la diaria que quienes pudieron disfrutar del espectáculo eran quienes se encontraban en el sector de barracas, a quienes les queda relativamente poco tiempo de pena y tienen buena conducta. Además, comentó que el día de visitas -que regularmente corresponde al domingo- fue cambiado para el viernes por esta ocasión especial. El resto de los privados de libertad, desde el edificio, se hizo escuchar tanto al comienzo como al finalizar el espectáculo, a través de sus gritos que llegaban a la distancia.
Según el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, el espectáculo fue una propuesta que acercó el pianista a las autoridades, y dado que participó un grupo muy reducido de reclusos fue “un acto simbólico”.
El cuarteto, compuesto por Miguel Ángel Estrella al piano, su hijo Javier Estrella en percusión, el quenista Raúl Mercado y el guitarrista Omar Espinosa, interpretó chacareras y tangos, e incluyó una pieza de Ruben Rada -uno de los temas más aplaudidos por el público cuando el ritmo candombero afloraba-. El repertorio incluía obras de todas partes del mundo pero principalmente del Mercosur, y Estrella no evitó el tema, sino que lo abordó en variadas ocasiones. “Lo que sucedió hace unos días en Mendoza es un momento histórico. Viva el pueblo paraguayo y que se jodan estos golpistas”, expresó el músico en referencia a la entrada de Venezuela al Mercosur.

Dedicación

Estrella nació en 1940 en la provincia de Tucumán, Argentina, y comenzó con el piano a los 12 años en su país. Además de su actividad artística, trabajó como músico social con campesinos, trabajadores y en barrios carenciados. En 1977 fue secuestrado en Montevideo y estuvo preso hasta 1980 en Libertad. Fue liberado gracias a una campaña llevada a cabo por Naciones Unidas (NU) y otras organizaciones internacionales. El 10 de diciembre de 1982 fundó el movimiento Música Esperanza, que en 1992 se convirtió en una ONG reconocida por UNESCO en su actividad relacionada a los derechos humanos. En 2010 se estrenó la película El piano mudo, cuyo título responde al regalo que recibió en 1978 en Libertad y con el cual pudo practicar, consistente en una maqueta que respetaba las teclas del instrumento, pero sin sonido.
También asistieron al espectáculo representantes de organizaciones como la Asociación de ex presos y presas políticas del Uruguay (Crysol) y las Madres de Plaza de Mayo, quienes en las primeras filas vibraron con cada pieza que Estrella interpretó. En diálogo con la diaria, Ivonne Klingler, de Crysol, indicó: “Creemos que donde la dictadura perdió lejos fue en que 99,9% de los ex presos políticos sigue militando y luchando por los derechos humanos” y que esa lucha también la libran por los presos actuales. Salvando las distancias entre el contexto de dictadura y los presos políticos y los que ayer presenciaron este espectáculo, Klingler destacó que “si hay algo que se vive en la prisión es que todo acontecimiento y noticia que llega se conversa, se discute y sirve para remover y sentirse partícipe de la sociedad”.
Al cerrar el concierto y previo al descubrimiento de una placa en homenaje a la presencia de Estrella en el Centro de Rehabilitación, uno de los internos tomó la posta y transmitió el sentimiento compartido por sus compañeros ante la singular jornada vivida. “Agradecemos por habernos traído un poco de música y de alegría, hay que sacarse el sombrero con una persona como usted. Uno lleva un tiempo largo acá, y lo máximo que ha visto es una murga. Esto va a quedar muy presente para todos y se va a valorar muchísimo”, expresó.
“No quería irme de esta gira sin tocar para ustedes”, les respondió el pianista, quien además de música dejó su testimonio sobre su pasaje por el penal de Libertad durante 27 meses. Aseguró que no siente odio hacia sus torturadores, pero señaló que nunca dejará de testimoniar. Sobre este aspecto, las Madres de Plaza de Mayo Laura Conte y Vera Vigevani, que lo acompañaron en esta instancia, dijeron a la diaria que “la receta” es no ser nunca indiferentes para “construir el nunca más”.

El hombre equivocado

Miguel Ángel Estrella pudo ver ayer por primera vez el lugar donde estuvo cautivo por más de dos años. “Siempre encapuchado y atado”, según recordó.
Al finalizar la última pieza compartió con todos los presentes una parte del ayer que lo vincula a este centro de reclusión y a Uruguay: “[José] Gavazzo era el hombre que dirigía este operativo de secuestros de argentinos en Uruguay. Después de un simulacro de cortarme las manos me dijo ‘acá no somos tan asesinos como nuestros colegas de la otra orilla, matamos menos y a vos no te podemos matar. Pero vos sos peor que los guerrilleros, porque con tu piano y tu sonrisa te metés a la negrada de mierda en el bolsillo. Esa música que vos tocás es nuestra, no de la negrada’”.
Estrella describe esto como una “locura”, y continúa citando las palabras de Gavazzo: “No te podemos matar pero te vamos a destruir totalmente. Vos nunca más vas a tocar el piano, nunca más serás el padre de tus hijos, nunca más serás el amante de una mujer, y te vamos a borrar esa sonrisa, porque nosotros tenemos métodos muy sofisticados para destruir. A vos te vamos a guardar 18 años”. Miguel Ángel, con la sonrisa aún en su rostro y su hijo detrás, remarcó “cómo se equivocó” ese hombre.

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