jueves 06.06.2013
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Daniel Rojas/Pedro Clavijo
La medida se puso en marcha en simultáneo en varios
departamentos, como en Río Negro y Soriano, donde actualmente se
cosechan y acopian granos. Pero el mayor punto de concentración se
registró en Colonia, porque la gremial impidió la carga de cereales en
todas las terminales públicas y privadas en medio de una exitosa zafra
sojera.
La movilización masiva de trabajadores cerealeros en el
puerto de Nueva Palmira incluyó la ocupación de los portones y se
impidió el movimiento intenso y habitual que allí se realiza.
La medida se enmarca en el sexto mes de negociaciones en los consejos de salarios donde aún no se arribó a acuerdos.
A pedido del ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, los
trabajadores resolvieron una tregua pero en caso de que no surjan
elementos favorables en la negociación, el sindicato redoblará la medida
por tiempo indeterminado a partir de mañana miércoles.
El sindicalista Wilson Acosta dijo a El País que se
llegó a esta situación producto de la falta de acuerdo en las
negociaciones en el Ministerio de Trabajo. Mientras los trabajadores
plantean mejoras salariales superiores al 5%, las empresas proponen una
recuperación de 2,9%.
"Esto de tener a compañeros trabajando entre el
polvillo y el veneno de los agroquímicos por $10.300 es algo realmente
vergonzoso. Con esto buscamos llamar la atención de la patronal pero
también del gobierno, de forma de tratar gradualmente acercarnos a la
media canasta básica", indicó Acosta.
"Estamos ingresando en el sexto mes de negociación y
no se ha logrado acuerdo con el sector del multimillonario negocio de
los granos que solo ofrece un 2,9%", señaló Acosta.
Aseguró que el sector granos "es de extraordinaria
riqueza" y ello no se demuestra en los salarios de los trabajadores. El
sindicalista recordó que el propio ministro indicó hace menos de dos
años que el sector es el de más crecimiento del Uruguay.
"Estamos en un sector de mucho dinero, con salarios
de trabajadores con $ 10.300 y $ 11.000", expresó y añadió que quienes
trabajan entre "polvillo y veneno de tóxicos", perciben en promedio
salarios por debajo de los $ 14.000.
Dijo que las cámaras empresariales se sienten
"molestas" por los Consejos de Salarios y "comienzan a jugar otras cosas
que nos obligan a tomar medidas" como las de ayer
Por su parte, el delegado en los Consejos de
Salarios, Héctor Castellanos, sostuvo que "existiendo voluntad política"
se puede llegar a un acuerdo, porque los trabajadores reclaman un
aumento del 3,5 % anual y un 25% de prima en aguinaldo.
"Nuestra propuesta, si las comparamos con las pautas
del Poder Ejecutivo, se verá que estamos por debajo de lo que se
estableció como marco para la negociación", expresó.
En silos de Copagran en Río Negro, los trabajadores paralizaron el ingreso de semillas.
"Tuvimos que tomar una medida drástica porque no
puede ser que en el mejor momento de la soja, no acepten darnos un
aumento de un 5%", dijo Waldemar Paz, dirigente de Futec.
El sindicalista aclaró que en las ocupaciones
abarcaron además varias plantas de Cadol, Calmer, Erro, "es decir todo
lo que esté nucleado en Futec".
"A las plantas no entró nadie. Ni camiones, ni
trabajadores. La asamblea resolvió levantar la medida para reunirse con
el ministro Aguerre este miércoles a las 11 de la mañana, pero asimismo
la asamblea determinó que no hay marcha atrás y si tenemos que
mantenernos una semana a partir del miércoles, lo vamos a hacer",
aseguró el dirigente
Se estima que solo en el área marítima, las pérdidas
económicas por inactividad portuaria ascienden a US$ 20 mil por barco y
por día.
Sindicato en tregua
Ayer los trabajadores cerealeros resolvieron hacer
un alto en el conflicto, pero advirtieron que solo se trata de una
tregua en espera de que haya avances en la negociación en el Ministerio
de Trabajo. Si no los hay, el sindicato hará paro por tiempo
indeterminado a partir de mañana.
Una movilización en los portones de
ingreso del puerto de la ANP de Nueva Palmira realizan durante la
jornada los trabajadores de la industria cerealera. Reclaman salarios
acorde al crecimiento que tiene el sector.
Desde la mañana de hoy se realiza una
concentración de trabajadores vinculados a la carga y descarga de
cereales en el puerto de Nueva Palmira, los que reclaman un incremento
del porcentaje de aumento salarial similar al de años anteriores y muy
por encima del que ofrece la patronal del sector “hay que tener en
cuenta que la zafra récord del año pasado quedó en el olvido comparado
con la zafra actual y nosotros tenemos sueldos de 10 mil pesos líquidos”
dijo a EL ECO el Presidente de la Federación Uruguaya de Empresas
Cerealeras, Wilson Acosta.
A partir de las 9 de la mañana un grupo
de trabajadores del sector se están movilizando en las puertas del
puerto de ANP para reclamar por un acuerdo en el que vienen dialogando
con la patronal desde hace seis meses.
Se estima que el sector agrupa más de
mil trabajadores en todo el litoral uruguayo, donde se concentra la
mayor cantidad de silos para acopio de granos de todo el país.
Política 5.6.13
Mucha soja y pocas nueces Cerealeros denuncian que empresas se niegan a pagar recuperación salarial, pese a sus ganancias récord.
La Federación Uruguaya de Trabajadores de Empresas
Cerealeras (FUTEC) realizó el lunes un paro de 24 horas para movilizarse
y bloquear las cinco terminales portuarias de Nueva Palmira y varias
plantas de silos de empresas acopiadoras y exportadoras de granos. Los
trabajadores negocian desde enero un nuevo convenio colectivo para los
próximos tres años y elaboraron una plataforma “basada en números reales
y dentro de las pautas” fijadas por el Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social (MTSS), en la que reclaman 5% de recuperación salarial,
una prima por antigüedad a convenir, el pago de un aguinaldo entero en
diciembre y del 20% por nocturnidad, expresó el presidente del Sindicato
de Obreros y Empleados de Cadol (Soecad), Alberto Ábalos.
Además de a Cadol (Cooperativa Agraria de Dolores), la medida afectó a otras cooperativas de productores y barracas que se dedican al acopio y comercialización de granos, principalmente soja, tales como la Cooperativa Agraria Limitada de Mercedes (Calmer), la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran) y la empresa Erro.
Ábalos explicó que las negociaciones fracasaron porque “las empresas se plantaron en cero recuperación”, lo que los llevó a realizar paros de 24 horas en febrero y a fines de mayo. Estas medidas generaron nuevos ámbitos de negociación, y el sector empresarial llegó a proponer 2,5% de recuperación, una fórmula que “no convenció” a los sindicatos, añadió. Tras una nueva instancia para cerrar una fórmula de acuerdo en el MTSS, las empresas “se negaron” a conceder lo pedido por la FUTEC, y por eso se decidió, “como una medida extrema” el bloqueo del puerto de Nueva Palmira, contó Ábalos.
Mientras los trabajadores desarrollaban la medida, recibieron una llamada del titular del MTSS, Eduardo Brenta, que los convocaba a una reunión que se llevó a cabo ayer en Montevideo.
Wilson Acosta, presidente de la FUTEC, explicó que Brenta se comprometió a “trabajar en una fórmula” que pueda destrabar la situación y permita que este jueves, en la reunión de Consejos de Salarios del sector, se logre firmar el nuevo convenio colectivo.
Acosta dijo que la FUTEC decidió “suspender” las medidas adoptadas “a la espera de los resultados de esta reunión”, y agregó que se desconocen los alcances de la fórmula que presentaría el MTSS. El dirigente sindical aclaró que la recuperación salarial solicitada es la misma que se incluyó en los convenios anteriores, que fue aceptada por las empresas. Sin embargo, “el sector agropecuario es históricamente muy avaro y mezquino, y se acostumbró a pagar salarios bajos”, opinó Acosta. “Esta actitud ha terminado jugándole en contra, porque la mano de obra se fue para otros rubros, como la construcción, y ahora les cuesta conseguir personal para las zafras”, añadió. Además, esta negativa de las empresas a mejorar los salarios ocurre en un momento en que la producción de granos se encuentra en “una zafra récord” y los productores están “haciendo mucho dinero”, explicó Acosta. El sector ocupa a unos 500 trabajadores y el salario más bajo ronda los 10.000 pesos.
Además de a Cadol (Cooperativa Agraria de Dolores), la medida afectó a otras cooperativas de productores y barracas que se dedican al acopio y comercialización de granos, principalmente soja, tales como la Cooperativa Agraria Limitada de Mercedes (Calmer), la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran) y la empresa Erro.
Ábalos explicó que las negociaciones fracasaron porque “las empresas se plantaron en cero recuperación”, lo que los llevó a realizar paros de 24 horas en febrero y a fines de mayo. Estas medidas generaron nuevos ámbitos de negociación, y el sector empresarial llegó a proponer 2,5% de recuperación, una fórmula que “no convenció” a los sindicatos, añadió. Tras una nueva instancia para cerrar una fórmula de acuerdo en el MTSS, las empresas “se negaron” a conceder lo pedido por la FUTEC, y por eso se decidió, “como una medida extrema” el bloqueo del puerto de Nueva Palmira, contó Ábalos.
Mientras los trabajadores desarrollaban la medida, recibieron una llamada del titular del MTSS, Eduardo Brenta, que los convocaba a una reunión que se llevó a cabo ayer en Montevideo.
Wilson Acosta, presidente de la FUTEC, explicó que Brenta se comprometió a “trabajar en una fórmula” que pueda destrabar la situación y permita que este jueves, en la reunión de Consejos de Salarios del sector, se logre firmar el nuevo convenio colectivo.
Acosta dijo que la FUTEC decidió “suspender” las medidas adoptadas “a la espera de los resultados de esta reunión”, y agregó que se desconocen los alcances de la fórmula que presentaría el MTSS. El dirigente sindical aclaró que la recuperación salarial solicitada es la misma que se incluyó en los convenios anteriores, que fue aceptada por las empresas. Sin embargo, “el sector agropecuario es históricamente muy avaro y mezquino, y se acostumbró a pagar salarios bajos”, opinó Acosta. “Esta actitud ha terminado jugándole en contra, porque la mano de obra se fue para otros rubros, como la construcción, y ahora les cuesta conseguir personal para las zafras”, añadió. Además, esta negativa de las empresas a mejorar los salarios ocurre en un momento en que la producción de granos se encuentra en “una zafra récord” y los productores están “haciendo mucho dinero”, explicó Acosta. El sector ocupa a unos 500 trabajadores y el salario más bajo ronda los 10.000 pesos.
Luis Rómboli
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