Los sintechos paraguayos terminaron de apropiarse de las dos fincas invadidas en la noche del sábado por más de 800 personas. / Rosendo Duarte, ABC Color
El inmueble, de 27 hectáreas, quedó cubierto por precarias instalaciones montadas con carpas y otros materiales.
La cabeza visible de este nuevo caso de ocupación es José Tomás Alvarenga, de la Asociación de Sintechos del Alto Paraná.
La jornada de los campesinos duró todo el ante la atenta mirada de un grupo de policías que estaban apostados en el lugar.
El montaje de carpas quedó momentáneamente interrumpido, cuando se hizo presente en el lugar el fiscal en lo penal de esta ciudad, Diosnel Giménez Dávalos.
El fiscal Diosnel Giménez anunció que desde ahora trabajará con la Policía Nacional en una estrategia para desalojar a cerca de mil campesinos de una propiedad que ocuparon en Salto del Guairá. La Fiscalía dio un plazo de 24 horas que se cumple a las 09:00, para que los sintierras se retiren del inmueble.
La
propiedad de 29 hectáreas pertenece a un ciudadano brasileño de nombre
Joao Carlos Bernardes. Los campesinos, aproximadamente mil, ocuparon la
estancia el pasado sábado en horas de la tarde-noche.
En la mañana de este domingo, el representante del Ministerio Público se constituyó en el lugar y explicó a los labriegos que el título de propiedad con el que cuenta Bernardes es original,
y por lo tanto, deben retirarse de la estancia, ya que si no lo hacen
de forma pacífica, la Fiscalía procederá al desalojo y algunos
campesinos podrían ser detenidos.
"Desde
ahora vamos a analizar una estrategia con la Policía Nacional, para un
procedimiento futuro de acuerdo a la cantidad de personas que hay ahí,
sobre todo porque se busca un procedimiento que no arroje víctimas ni
lesionados", manifestó este lunes el fiscal en contacto con la 780 AM.
Cuando
se produjo la ocupación, los policías apoyados por empleados del lugar
trataron de impedir a tiros que los labriegos ingresaran al inmueble. El
enfrentamiento arrojó 8 campesinos heridos, con balines de goma y
proyectiles de plomo.
800 efectivos llegan a las tierras ocupadasLa tensión se mantiene en la localidad paraguaya de Saltos del Guairá, en el este del país, después que mil campesinos se negaron a acatar una orden de la fiscalía para abandonar este lunes las tierras que ocuparon allí.
El alto número de labriegos y sus familiares, que reclaman hectáreas para vivir y trabajar, llegaron en la noche del pasado sábado a los terrenos de la hacienda de un colono brasileño y fueron recibidos con disparos por custodios privados y la policía, con el balance de ocho heridos.
A pesar de ello, los campesinos, entre los cuales hay numerosas mujeres y niños, no detuvieron su avance e hicieron retroceder a los guardias, de acuerdo con lo informado por corresponsales de la prensa local.
Inmediatamente después, iniciaron la colocación en el lugar de más de 300 carpas en las cuales se instalaron con la decisión de permanecer hasta que se les entreguen tierras, reclamo hecho desde hace varios años sin solución oficial alguna.
Efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) resguardando el límite de la fincaocupada
Un campesino retirandose pacificamente
Los efectivos del GEO en el terreno.
Los dueños de la finca quemando las pertenencias abandonadas de los ocupantes sin tierra
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