sábado, 11 de agosto de 2012

Voto protesta

Omisión de un dato importante en las elecciones internas del Frente Amplio



por  Jorge Zabalza







Reproduzco a medias una entrevista que Fernado Vilar (imposible sospecharlo de izquierdista) le hizo Oscar Bottinelli (secretario de Seregni después de 1985). Las cosas que dice ratifican lo que se  puede percibir en la diaria, simplemente conversando con la gente. Factum asegura que por lo menos un diez por ciento de electorado (230.000 personas) es “refractario” a los partidos políticos y puede afirmarse que son “frenteamplistas desengañados” y que no se van hacia la derecha. Uno tiene derecho a analizar algunos aspectos de los varios que ofrece dicha afirmación. 

PRIMERO: Está claro que votaron al Frente Amplio, pero... ¿cuál será su vinculación con la lucha social? Sin temor a errarle muy feo, se puede afirmar que su desconformidad viene del desastre de la educación (maestras, profesores y padres con escuelas y liceos que se caen a pedazos, cansados de versos y acuerdos multipartidarios); también habrá trabajadores de la salud (pública y privada) que deben tragarse la poesía que hacen con el FONASA y “bancar” la realidad cotidiana; funcionarios estatales y municipales a quienes se destrata como si fueran unos sinvergüenzas; obreros metalúrgicos y de la construcción que no pueden ignorar el crecimiento de la desigualdad; pequeños y medianos empresarios que deben pagar religiosamente los impuestos o les caen con todo, pero que saben muy bien que las grandes empresas extranjeras no pagan un solo peso; asalariados y pequeños productores rurales a quienes les mienten descaradamente mientras las grandes empresas de la soja, la forestación y la ganadería se la llevan toda; etc, etc, Este gobierno ha cultivado la desconformidad de los productores de plusvalía, entre los cuales hay ochocientos mil “oncemilpesistas” a quienes todos los días les dicen que ha disminuído la pobreza y a ellos no les alcanza ni para la cuarta parte de la canasta básica. Puedo equivocarme, por supuesto, pero creo que los desconformes con el gobierno y desengañados con el Frente Amplio viven del salario y no de las rentas de capital.

  SEGUNDO ASPECTO:   He leído por ahí que las perspectivas no son buenas para los centros del capitalismo internacional. Los grandes bancos están reeditando sus grandes negocios o sea, desde el punto de vista de las víctimas, están robando lo que queda para robar, principalmente a esa clase trabajadora europea que durante décadas gozó del Estado de Bienestar. No son “errores” del capital financiero sino la más pura lógica capitalista, esta vez llevada al paroxismo. La muerte anunciada hace que hasta el propio Astori y sus corifeos hayan olvidado que estábamos blindados y aparecen preocupados, aunque todavía continúan asegurando que están “preparados” para controlar el desastre. También lo aseguraban Papandreu y Zapatero.  NO ES ATREVIDO PENSAR QUE EN UN FUTURO NO TAN LEJANO LA CRISIS ACAMPE EN LAS COSTAS DEL RÍO DE LA PLATA.
Y bien, en esas circunstancias determinadas por el sálvese quién pueda, los 230.000 desconformes-refractarios-desengañados de hoy, están llamados a ser la sustancia política del millón de asalariados, indignados y llenos de bronca, que saldrán a las calles montevideanas junto a mucha otra gente cuyos ingresos no son salariales pero caerán al precipicio. La gran diferencia con el 2002 será que esta vez los amortiguadores frenteamplistas estarán hechos pedazos, en particular el Gran Amortiguador José Mujica que está quedando pegado a las corporaciones transnacionales, sin darse cuenta que se juntó con estas buenas señoras cuando a ellas ya se les pasó el cuarto de hora.  En consecuencia, parece aconsejable que los mecanismos de la democracia electoral puedan ser utilizados para recrear un sentir colectivo como ocurrió con los que votaron Rosado en el 2009, pese a la decepción y el desconcierto. 

TERCER ASPECTO: Es de suponer que estos 230.000 ex-votantes del Frente Amplio están de vuelta de los caudillos, caudillitos y caudillejos. Se cansaron de depositar su confianza en la “veleidosa probidad de los hombres” dijera José Artigas. ¿Qué les asegura a que confiando en otra persona no les pasará lo mismo? De repente eligen un diputado o un senador confiando ciegamernente en que no se dará vuelta y al tipo, que está dotado de todos los dengues y debilidades de su condición humana, lo tientan los cánticos del poder y se les da vuelta como una media. No es la primera vez que ello ocurre y cada cual que revise cuántas veces confió ciegamente en fulano o mengano, que una vez sentado en la butaca terminó siendo un verdadero sátrapa. Desde un punto de vista muy personal, estoy convencido que hacer campaña para que los 230.000 hagan valer su indignación votando AL HOMBRE o LA MUJER es inducir a la gente a recrear ingenuidades que salen muy caras. Creo que esta es la mayor debilidad del camino electoral y parlamentario. La confianza en Fidel, el Ché Guevara y Raúl Sendic no provino de su “carrera” hacia una banca. No creo que llamando a votar a fulano en lugar de votar a mengano se contribuya a fortalecer esa identidad común de los 230.000 refractarios-desengañados con los gobiernos frenteamplistas. Más bien creo que el resultado es el contrario... se divide lo que identifica a todos, se sectoriza por un voto y, finalmente, se sectariza los espíritus.  
      
 CUARTO ASPECTO: En lo estrictamente personal, creo que está llegando la hora de hablar del  VOTO PROTESTA, que los desengañados, desconformes y refractarios se hagan valer activamente, en una actitud que los abarque a todos, que no queda en una decisión individual,  que no los divida sectariamente entre varias opciones, algo como el voto rosado que cosechó casi el 50%  del electorado, que voten en blanco, anulado o se abstengan  PERO QUE PROTESTEN COLECTIVAMENTE,  QUE HAGAN OIR SU VOZ DE PROTESTA. 

Jorge Zabalza

Por el Colectivo del Blog Noticias Uruguayas


A mitad de camino entre elección y elección


 

 Oscar A. Bottinelli – diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo - agosto 3 de 2012
 “1 de cada 10 uruguayos asume una actitud de desafecto hacia todos los partidos políticos, y esos desafectos son fundamentalmente frenteamplistas. [...] lo realmente significativo es que los frenteamplistas disconformes no miran hacia los partidos tradicionales, ni a otras opciones, sino que se quedan en una actitud de rechazo, refractaria. [...] Pese a todo su desencanto, piensan más cerca de los frenteamplistas puros que de blancos y colorados. Eso les impide atravesar la frontera”.

- ¿A dónde van esos votos, entonces?
- Básicamente hacia lo que llamamos actitud refractaria: voto en blanco, voto anulado, decir que no votan a ninguno. La suma de estas tres manifestaciones arroja un 10% del electorado total. Entonces, 1 de cada 10 uruguayos asume una actitud de desafecto hacia todos los partidos políticos, y esos desafectos son fundamentalmente frenteamplistas.


Tema para otro análisis es en qué están contentos con el gobierno y el Frente Amplio, y en qué están disconformes. Lo importante ahora, en el análisis de hoy, es que más allá de las razones de la disconformidad, esta disconformidad existe.

Pero lo realmente significativo es que los frenteamplistas disconformes no miran hacia los partidos tradicionales, ni a otras opciones, sino que se quedan en una actitud de rechazo, refractaria. Es decir, para verlo al revés, que los partidos tradicionales no logran captar a esta gente, que el Frente Amplio pierde, al menos provisoriamente.

- ¿Quiénes son estos frenteamplistas disconformes?
- Aquí hay otro tema importante. En las pasadas elecciones, dirigentes blancos y colorados dijeron: vamos a recuperar los votos prestados al Frente Amplio que ahora están disconformes. Grave error. Los que votaron antes a blancos y colorados y son nuevos votantes de la izquierda, esos, en gran medida, están conformes con el Frente Amplio, más o menos conformes con el gobierno.

Los realmente disconformes son los viejos frenteamplistas. En dos grandes segmentos, Uno muy pequeño, que son los disconformes a la izquierda, los que pensaban que un gobierno de izquierda iba a caminar hacia un nuevo tipo de socialismo, anticapitalista, y ven que no va por allí. Pero el grueso de los disconformes están en la otra punta: gente con óptica política y culturalmente liberal, fuertemente democrático-liberal, políticamente liberal, nada extremista ni fundamentalista ni ideologizada

-¿Entonces por qué no van a los partidos tradicionales?

- En el análisis político importa ver qué es lo que ve y lo que siente la gente. No importa si esa gente tiene o no razón, si los hechos son o no son como cree. Porque cada uno actúa como cree que son las cosas. Hay dos cosas que a esa gente lo distancia de los partidos tradicionales en lo político


*Oscar Bottinelli, director de Factum
LA ONDA® DIGITAL
 
Ver además:

El Muerto |||: Misterio resuelto: hubo 16% voto protesta

 

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