martes, 21 de agosto de 2012

Asesinos a la cárcel, sin contemplaciones!


No hubo ningún suicidio, fue asesinato
Es una desfachatez infame

INFORME DE "PERICO" MONTERO SOBRE EL HOMICIDIO DE HORACIO RAMOS

 Enviado por Jorge Zabalza
 Cuando en existe un Trastorno Depresivo (TD) de la Personalidad se puede argumentar el SUICIDIO lo mismo que en las fases depresivas graves de los Trastornos de Personalidad Bipolar (I-II) en Depresión Mayor.

¿Que quiero decir? SOLAMENTE para circunstancias de "vida normal" la persona que padezca lo que se encuentra acordado en la clasificación del DSM-IV-TR la cual propone como criterios:

A) Patrón "permanente" de comportamientos y funciones cognoscitivas depresivas que se inician al principio de la edad adulta y se reflejan en una amplia variedad de contextos y que se caracterizan por 5 (o mas) de los siguientes síntomas:

- Estado habitual de ánimo presidido por sentimientos de abatimiento, tristeza, desilusión e infelicidad.
- La idea que el sujeto tiene de sí mismo (en condiciones normales o habituales) se centran en la impotencia,inutilidad y baja autoestima.
- Se auto-acusa y se auto-critica de manera negativa.
- Piensa en exceso y se preocupa por todo.
- Critica y juzga en negativo contrariando a los otros.
- Se muestra pesimista ante todo.
- Se siente culpable o arrepentido.

B) Los síntomas no aparecen en el TD sólo en el transcurso de un episodio de Depresión Mayor como en el caso de los enfermos bipolares, (antes maníaco-depresivos) ni se explican por un trastorno distímico de otra naturaleza (neurosis).

Este TD se puede encontrar en personas que se auto-inculpan por delitos que no han cometido, bajo rendimiento laboral, estafas o apropiación indebida, etc.

Es motivo de discapacidad laboral, bajo rendimiento o eficacia en sus tareas habituales, siendo motivo de incapacitación laboral por invalidez permanente.

Riesgo Principal: Suicidio.

Comentario: ¿Desde cuando a Horacio Ramos o a Salvador Allende les diagnosticaron alguno de los trastornos de personalidad anteriores?. Nunca.

Luego debemos de agregar:

Existe una tendencia a otorgar "voluntariedad" a conductas auto-lesivas (suicidio incluido) cuando se padece de un Trastorno de Personalidad Post-Traumático o inmerso en el "traumatismo" o "Agresión Insoportable".

No existe una barrera entre el daño físico y el psíquico. Ese "invento" ha sido una herramienta para la escapatoria de flagrantes torturadores.
El daño siempre es a la "persona en su unidad bio-psico-social" pero la Ley Internacional reconoce o da prioridad a los aspectos bio-psíquicos.

El caso de la Compañera Mirta Macedo recientemente fallecida es uno de ellos y vale la pena recordar varios de sus párrafos:


//...¿Qué cosa excepcional nos inducía a creer que el terrorismo de Estado en Uruguay, el que torturó, asesinó, desapareció, robó niños, se había abstenido de violar a las prisioneras y a los prisioneros, o que se trataba de episodios aislados? La ignorancia nos daba cierta tranquilidad de conciencia. Con lo que las víctimas, en especial y mayoritariamente mujeres, se sintieron doblemente débiles, para superar el trauma primero y para exponerse públicamente después al denunciar las atrocidades vividas.

Ahora, la denuncia colectiva sobre abuso sexual en los centros de detención de la dictadura abre el espacio para el conocimiento, por más que la sensibilidad se resista. El valiente y descarnado testimonio de la ex presa y hoy escritora Mirta Macedo nos introduce en ese submundo de horror e inhumanidad. No ahorra detalle, porque eso significaría que el torturador y violador seguiría teniendo poder sobre su víctima, 35 años después.

“Nos llevaron a la casa de Punta Gorda. Apenas llegamos nos sacaron la ropa. Después nos pusieron de plantón.
Así estuve cinco o seis días: te paraban con brazos y piernas abiertas, después te decían ‘siéntense’ y cuando te estabas aflojando te ordenaban volver a pararte. Era muy perverso, cansaba horrible. Todo esto, desnudos.
Cuando pasaban, te tocaban, te picaneaban e incluso me colgaron una o dos veces. Mientras, me preguntaban qué hacía, cuándo me había afiliado al partido, con quién estaba, si tenía armas. Nos ponían vendas con tela de poncho que nos causaban conjuntivitis; además ellos pasaban y te frotaban los ojos para que no lográramos ver nada”.
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Tras un breve paso por la cárcel del pueblo expropiada al Movimiento de Liberación Nacional -era uno de los “300”,como llamaban a los centros clandestinos de detención del OCOA-, el 2 de noviembre de 1975 Mirta, junto a un grupo grande de presos, fue llevada al “300 Carlos”, ubicado en los predios del Servicio de Material y Armamento en el Batallón 13 de infantería. “Un sargento del cuartel nos dijo: ‘acá se les terminó lo bueno, mañana empieza lo bravo’. No nos olvidamos más de ese día”. Allí sufrió torturas que hasta el día de hoy la atormentan.
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“Era dantesco. En la mañana nos traían una leche quemada con una galleta que era imposible comer. Después nos traían guiso, que era un asco, al mediodía y de noche. Para poder comer nos hacían hincar y ponían la comida arriba de una silla. La gente se moría de hambre, se moría literalmente”. “A veces nos dejaban varios días sentadas en una silla sin llevarnos al baño. El tema de la menstruación era horrible, nauseabundo. Nosotras pedíamos: ‘señor, estoy menstruando ¿no me podrá conseguir algo?’ Y nada. Yo estaba con la misma ropa con la que entré y nos manchábamos todas. Y no solamente eso, cuando te colgaban o cuando estabas mucho parada te hacías caca y pichí. Ahí aprovechabas para hacer; si hacías cuando estabas sentada se te desparramaba por todos lados, era asqueroso. Cuando iba al baño trataba de sacarme las costras”.
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“La tortura especializada la aplicaban todo el tiempo, varias veces por día. A mí lo que más me hicieron fue colgarme.. Con un gancho te colgaban de las muñecas juntas con los brazos para atrás, a tal extremo que mis brazos quedaban hechos pelota. Mientras, me metían una tenaza en la vagina y me pasaban electricidad que era muy doloroso, en los senos también. Te toqueteaban, te hacían absolutamente de todo y siempre encapuchada. También te amenazaban con violarte y varias veces, luego de descolgarme, me violaron ahí, en ese mismo espacio”.
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“Yo tenía un problema de circulación en el brazo derecho desde la operación del corazón, por los cateterismos. Y no sé si era por eso pero me dolía muchísimo, más que el otro brazo. Un día ya no podía más y les dije: por favor,mi brazo. Me tiraron en una especie de camilla y llamaron a un médico. Le dije: ‘¿Usted no puede dejar indicado que
no me cuelguen más de este brazo? No puedo más’. Él me agarró el brazo y yo pensé: ‘ay, qué buen hombre, me va a > salvar”. Acto inmediato me llevaron de nuevo y me colgaron de los pies con la cabeza para abajo, lo cual era dantesco porque no podías respirar, me hice pichí, me tragué la orina, era impresionante. Luego, me llevaron de nuevo a la camilla y el médico me toca el brazo y me dice: ‘¿Y ahora qué tal?’ Cuando salí lo denuncié ante el Consejo Central del Sindicato Médico. Fui a un careo y él negó todo, quedó en nada. Creo que después lo echaron del sindicato”.
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Al tiempo logró que la llevaran a bañarse “y ahí vino la tragedia”. “Me llevaron sola. Como yo no me sacaba la bombacha el hombre me dijo: ‘¿Dónde se ha visto que una persona se bañe con calzones?’ Cuando me la saqué el hombre me apretó contra la pared, me penetró, tuvo todas las relaciones del mundo. Esa misma persona, cuando llegaba a la
guardia, pasaba por donde yo estaba, apenas me tocaba y yo ya sabía que era él, le tenía terror, pánico. Es más, los días que ellos no tenían guardia iban a violarnos, éramos como sus putas. Ese hombre siempre me violó mientras estuve en el 300. El tipo me agarraba y me llevaba al baño. Uno al principio tiene intento de defenderse pero ¿qué te vas a defender con las manos atadas? Me violaba día por medio, cada dos días. Y después siempre me sentaba junto a mi marido. Era muy duro”.
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“En el momento de las violaciones no te preguntaban nada, sólo te llevaban para tener relaciones. Ellos andaban calladitos y cada cual tenía su mujer. Yo, se ve que era la mujer de ese hombre porque él siempre venía a mí”.
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Luego de dos meses en el 300 Carlos “a un grupo grande de mujeres y hombres nos llevaron al cuartel 14, en Camino Maldonado. Allí nos daban de comer, estábamos sentados, las cosas eran diferentes. Al tiempo nos procesaron,estábamos esperando para ir al penal. Pero antes me dijeron que me aprontara porque me llevaban al 300 de vuelta.
Me torturaron, no fue mucho, a esa altura de la vida después de que me violaron yo deseaba que me colgaran (de los brazos); me dolió, no me hago la campeona, me dolió mucho pero ta, pasó”.

“Volví seis veces al 300 y todas las veces que fui me violaron. Y una vez entre seis o siete hombres, en condiciones macabras. En los baños había tazas donde el pichí y la caca corrían a raudales. Me tiraron encima de eso, estaba acostada en el piso. Los tipos repugnantes, inmundos. Al principio mi actitud con las violaciones era apretar el
cuerpo como forma de defenderme pero no te defendés, al contrario, después me di cuenta porque te ahorcaban para que te aflojaras, y lo hacías”.
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“Los milicos nos decían: ‘mirá quien vino, llegó una gordita linda, una flaca linda… Y se referían a nuestro cuerpo, lo que nos iban a hacer, todo lo que te puedas imaginar, me da hasta vergüenza repetirlo, pero eran así. La parte más difícil para mí fue la del 300 y las vueltas allí. Cada vez que me llevaban era terrible. A mí no me violó ninguno
de los altos cargos, estoy segura. Por eso yo digo: fui violada por la tropa”.
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“Éramos botín de guerra. Cuando nos llevaban al baño los tipos se paraban enfrente para mirarnos. Nos desnudaban para eso, éramos todas jóvenes; decían: ‘mirá que caderas que tiene ésta, mirá que tetas tiene ésta’. Y nosotras, calladitas. Había grados de perversidad muy fuertes. Otra cosa que hacían era ponernos paradas en fila y dos o tres
tipos con penes erectos pasaban refregándonos, tratando de penetrarnos. Por ejemplo, se masturbaban con nuestras colas, con nuestros senos y después bueno, te penetraban… Era terrible”.

Obra de Fernando Botero sobre la tortura


 A partir de este testimonio ( recogido de los tantos conocidos) ¿cómo se puede en el Uruguay de hoy invocar el suicidio dentro de cualquiera de las condiciones a las que fueron sometidas/os las/os prisioneros?

Es una desfachatez infame, denigrante para las instituciones del País (un Estado de mierda como cualquier otro) se alegue al "suicidio" para poner el libertad a un asesino torturador. NUNCA SE SUCEDIERON SUICIDIOS DE PRISIONEROS/AS EN EL URUGUAY, existieron ASESINATOS. Éstos dolosos o culposos, siempre tuvieron sus RESPONSABLES.

En la Resolución 75/7 del Comité de Ministros del Consejo de Europa, con relación a la reparación de los perjuicios por "lesiones y/o fallecimiento" apuntaba:

"La víctima debe ser indemnizada del perjuicio estético, de los dolores físicos y de los padecimientos psíquicos. Esta última categoría comprende en lo que concierne a la víctima diversos trastornos y contrariedades, tales como malestares, insomnio,sentimiento de inferioridad, disminución de los placeres de la vida causados especialmente por la imposibilidad de dedicarse a ciertas actividades de distracción".
Aún no se hayan considerado correctamente en el Uruguay, los "valores psíquicos" o "daño moral"  deben ser objeto de protección legal.

La "Integridad Moral" es de acuerdo a la Sentencia del Tribunal Supremo Español del 6 de abril del 2000 lo siguiente:

"Si bien es cierto falta una precisa definición jurisprudencial del concepto indeterminado de "Integridad Moral", no lo es menos que las referencias normativas residenciadas en legislaciones extranjeras. Convenios, Convenciones y Declaraciones Internacionales sobre Derechos Humanos (los europeos de 1950 y 1987; de las Naciones Unidas del 84 y la Universal de 1948) y en artículo 15 de la Constitución Española, permiten a nuestro entender, acotar sin quebranto para la seguridad jurídica y para el principio de taxatividad, la esencia del bien jurídico protegido bajo el título de Integridad Moral, dado ésta - como manifestación directa de la dignidad humana - comprende tanto las facetas de la personalidad como las de la identidad individual, el equilibrio psicofísico, autoestima, o el respeto ajeno de debe de acompañar a todo ser humano; de suerte que cualquier conducta arbitraria de agresión o ataque ejecutado por funcionario público que abusando de su cargo sin causar lesión y por las circunstancias que lo rodean de cierta intensidad, cause humillación, quebranto degradante de tales componentes personales (cita a ley española artículo 174 del Código Penal)) ...//... fuerce o compela al agredido o sufridor de aquellos a actuar en una determinada dirección en contra de su voluntad o conciencia...//

Queda claro - para el Estado Español que debería de estarlo para el Uruguayo - todo quebranto degradante que obligue a actuar en contra voluntad por la sola razón de poder - aún sin lesiones - resulta constituirse en delito culposo.

Para terminar, desde la práctica psiquiátrica forense, cabría apuntarse otro elemento más.

En el supuesto existiese un Trastorno Mental evidenciable, se tiende a peritar si la supuesta alteración psíquica  es de naturaleza primaria o secundaria... al "traumatismo". O también ante una supuesta preexistente alteración, se debe argumentar de acuerdo con el principio de causalidad, si la acción violenta ha sido causa desencadenante o precipitante para la ocurrencia de un suceso fatal o lesión irreversible.

Sabemos que los medios para producir lesión psíquica permanente están al abasto de cualquier agente torturador agresivo, sea de naturaleza física: electricidad,calor, frío, palizas, submarinos, violaciones; o biológicas: hambre, privación de necesidades elementales,toxinas, inatención, etc; como psicológica:amenazas directas o contra familia, amigos, malos tratos, calumnias, coacción, pérdida de trabajo, estigma social, segregación, prohibiciones, chantajes, otras. ¿Que atropello no se ha cometido por los militares durante el "proceso?

La psicopatología enseña que todo proceso de autodestrucción premeditado, forzado desde el poder tal como lo cita la STS del 2000 requiere sean procesados sus responsables.

Sin duda alguna existieron compañeros/as con personalidad "premórbida" en los cuarteles y prisiones. Ello no quita la responsabilidad de los torturadores como responsables del agravamiento o evolución tórpida del padecimiento posterior. Nadie es igual a otro/a en resistencia a un determinado agente agresor.

La tendencia a considerar co-causalidad (causalidad paralela a la lesión o patología originaria) a la acción terrorista del Estado por la muerte de prisioneros/as auto-lesionados/as significa adherirse a la teoría del "daño colateral" o "culposo" no "doloso". Y esto no es cierto, ni parcialmente aproximado. Ver: Psiquiatría de Gisbert Calabiug (1963)

En lo que se refiere a las prácticas llevadas a término por los militares uruguayos, antes y durante la dictadura, se pueden aplicar dos conceptos para desarrollar los "efectos de sus intervenciones en personas vulnerables".

Descartando la co-causalidad, surge la concausa o concurrencia. O sea factores que actúan de forma simultánea y aumentan la envergadura del daño final.

Las concausas de mayor poder agresor se refieren a la violencia por tortura, la violación y el maltrato de los niños.

De acuerdo con la "intensidad" de la agresión (nocturnidad, asalto, violencia extrema, indefensión, etc) ya se puede determinar de modo contundente que LA INMENSA MAYORÍA DE LAS INTERVENCIONES DE LAS DENOMINADAS "FUERZAS CONJUNTAS" entre 1972-1985 lo hicieron como plan para inyectar terror en sus presas y su vecindario mas inmediato, evitando la participación de los medios de comunicación como la TV. Todo el discurso militar sobre sus "operativos de necesaria seguridad militar" son una patraña. SE DESEABA EXTENDER EL TERROR A LA POBLACIÓN CIVIL Y EN ESPECIAL A TODO/A MILITANTE DE IZQUIERDAS.

A estas concausas "primarias" le deberíamos agregar - siguiendo la exposición de Calabuig - la Concausas consecutivas o subsiguientes.
O sea, aquellas que ajenas a la voluntad del/la lesionado/a (por eso el relato de Mirta Macedo) todas aquellas que permiten hacer presuponer hechos y circunstancias que agravarán el trastorno original ya de por sí iniciado o agravado por la causa o concausa primaria.

La psique humana es compleja por cuanto resulta impredecible el efecto que cause el sólo recuerdo de un padecimiento extremo. Las lesiones transcurren dentro de un proceso dinámico de conciencia, reflexión y elaboración de ideas como pensamientos y emociones en relación a la agresión o período de padecimientos y ultrajes. Sus consecuencias, secuelas psicofísicas, modificaciones en el estilo de vida anterior, pérdida de propiedades, familia, trabajo, etc; determinan que en la víctima del terror se puedan poner en marcha mecanismos de compensación para retornar a un "nuevo equilibrio" o se ponga en marcha un proceso de deterioro progresivo hacia un trastorno psiquiátrico mayor.

El "estado residual".

Se puede definir como aquel "nuevo estadio de personalidad" que de una u otra manera "supera" el trastorno inducido o agravado por el agente agresor.

Este "estado residual" no significa se haya superado la "enfermedad post-traumática"; sólo han desaparecido los síntomas relevantes pero persisten lesiones a permanencia. En nuestro medio hablamos de "psicosis residual" "alcoholismo residual"  Ella sigue en nuestro subconsciente y se puede "reactivar en cualquier momento".

Todos/as nosotros hemos quedado "marcados/as" de manera directa o indirecta por el Terrorismo de Estado impuesto en el Uruguay. De alguna manera continúa siendo la baza en la que pivotan asesinos y sus secuaces. Es extensivo a toda la población nacida en el Uruguay antes de 1975. Una losa que no será fácil de quitar porque de tanto en tanto se inmuniza a la población con "miedo".

Para no quedar atrapados en sus fanfarronadas deben marchar TODOS A LA CÁRCEL SIN CONTEMPLACIONES.

Un abrazo, Perico.

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