Óleo "secuestro" de Valdes
de Teresita Sténeri Muñoz
Hace ya unos cuantos años... una amiga entrañable, jóven,
linda, inteligente, alegre... tenía un defecto casi inadmisible:
concurría al comité de base de su barrio. Este acto vandálico, que
implicaba repartir volantes, escuchar música, encontrarse con gente
amiga, discutir sobre hechos de aquella actualidad fue debidamente
castigado.
Un dia, llegaron unos señores uniformados a su casa...
habían pasado por la casa de su compañera de andadas, y su madre les
habia dicho: "si se llevan a mi hija también tienen que llevarse a su
amiga".
Así pues, estos señores que buscaban el orden social,
fueron a buscar a quien posteriormente se transformó en un número de
tres cifras.
Ella, no esperaba para nada estas visitas. Se había enterado hacía pocos días que estaba embarazada...
Llegaron,
y así fue como la subieron a una camioneta. Pusieron su cara sobre la
falda del hombre de uniforme, quien estaba deseoso de abusar de esta
joven. Ella le dijo: "estoy embarazada", a lo que él contestó: eso dicen
todas, no te vas a salvar... Tenía el papelito con el test en su
bolsillo, como pudo lo sacó... -que macana para el señor del uniforme-.
Así
se la llevaron. Así estuvo cursando todo su embarazo con su número
identificatorio... cada dia que pasó de su estadía en la cárcel fue
llevada a hacerle un aborto al Hospital Militar. Subía a la camilla
ginecológica, y el médico (??) le decía: que vuelva mañana...
Así, pasaron los meses, con su panza creciendo.. con ese hermoso bebé que nació, y posteriormente fue entregado a su tia....
Cada
vez que me cuenta como la llevaron la piel se llena de manchas rojas...
son momentáneas... tanto como su miedo al recordar este hecho -y muchos
más que no cuenta... todas sabemos que nuestras amigas que estuvieron
en cana en la dictadura no cuentan-.
Esta subversiva, cruel, no
olvidemos que repartia papeles, cantaba canciones, pasaba por el
comité...., cuando salió de la cárcel pudo volver a ver a su hijo. El
niño había crecido esos años con sus abuelos (esas maravillas de la vida
que son tan difíciles de explicar).
Ella nunca les dijo a los
uniformados quien era el padre de la criatura... no sé hasta hoy si él
sabe que no cayó por su silencio... si lo sabe... si lo reconoce... si
lo agradece....
Cuando se procedió al voto verde-amarillo, ella
nunca había hablado con su hijo de nada de esto. Sólo y nada más ni nada
menos, habia medidado una terapia para que el niño comprendiera que no
fue abandonado por su mamá, sino que ambos habían sido víctimas de un
tiempo de horror. Pero esto era un manto de silencio en su casa. Ella,
siempre preocupada por él, siempre angustiada, siempre pendiente...
hasta hoy.
Entonces aquel día ambas deambulábamos por la calle,
tristes, sabiendo que la politica de terror del entonces Presidente
Julio María Sanguinetti había calado hondo en la gente, y había ganado
el miedo.
Entonces apareció él... su hijo, ya un adolescente
grande, la miró... como si nada más hubiera en la calle que su mamá.. y
le dijo: "mamá, perdimos".
Esa fue la primera vez que él le dijo algo a su madre sobre lo que ambos habían vivido....
Por
ellos, si, por tantos como ellos, no puedo menos que luchar para que la
impunidad no se adueñe de nuestro país.. y de nuestro pasado reciente.
Y
aunque te acuerdes del número... sé que sabés que sos mucho más que
eso... y que los uniformados nunca pudieron ganar tu cabeza... un beso
grande querida amiga... te quiero mucho... a vos, y al bebé que es más
alto que yo... y quien sabe, también más maduro...
viernes, 24 de agosto de 2012
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