Veronika Engler
Escribo estas líneas para recordar un hecho que nos indigna hasta las
lágrimas y nos ata un apretado nudo en la garganta y en el estómago; los
crímenes cometidos en nombre del estado, crímenes que, esgrimiendo la
impunidad, intentan hacernos olvidar. Crímenes que han sido banalizados por
muchos y que otros pretenden mostrar como parte de las “pérdidas” acaecidas en
una guerra entre dos bandos iguales, la famosa teoría de los dos demonios. Crímenes
que algunos se sienten con derecho a perdonar pasando olímpicamente sobre la
justicia. Estos bestiales y numerosos asesinatos son un hecho que nos duele y
somos muchos los que no estamos dispuestos a olvidar ni a perdonar. Quiero
rendir homenaje a los y las jóvenes estudiantes que perdieron sus vidas por
defender sus principios, quiero saludar a sus familias y a sus seres queridos.
Soy consciente de que las listas siempre omiten a alguien y por eso les
pido que la completemos entre todos, nada más lejano a mi intención que dejar
en el olvido algún nombre, sin importar de la corriente ideológica que
provenga.
La lista está armada con información adquirida en Internet; de la página del Muerto, de algunos
de los escritos de Marys Yic, de Kaos en la Red, del Ortiba, de otras páginas,
de la “investigación histórica sobre la dictadura y el terrorismo de estado en
Uruguay” coordinada por Álvaro Rico. También recurrí a la lista de caídos por
el MLN del libro “Raúl Sendic” y a la ayuda memoria de Jorge Zabalza. Los caídos son demasiados
y es difícil saber en cada caso los datos de sus vidas y las circunstancias de
su muerte. Aunque es injusto hay compañeras y compañeros sobre los que prácticamente
no existe información de acceso público.
Quiero pedirles que nos detengamos un instante a observar a los jóvenes
y adolescentes que nos rodean, que conocemos. Constatarán seguramente que no podemos
mirarlos sin pensar en proyección o en futuro. Vemos las características
personales, lo que les gusta, lo que quieren, lo que hacen, como lo hacen… entonces
descubrimos que a pesar de que cada uno de ellos es distinto al otro, tienen
muchas cosas en común, factores que los nuclean tras ideas, distintas corrientes
y pensamientos. Tienen además muchos años por delante, años para crecer, para
cambiar, para reafirmarse, para vivir. Admiramos la empatía, el compromiso y la
solidaridad cuando lo descubrimos como cualidad, si eso va acompañado de empeño
por el estudio, de tesón e inteligencia, de conciencia social, vislumbramos al
instante un futuro prometedor y albergamos expectativas con respecto a ese ser.
Los jóvenes asesinados por el terrorismo de estado tenían todo eso, sin embargo
se les arrebató violentamente la posibilidad de proyectarse hacia un futuro.
El 18 de agosto hubo un acto conmemoratorio de los estudiantes que
fueron asesinados en manos de los militares. Muchos de nosotros estamos familiarizados con la imagen de algunos
de estos compañeros y compañeras ausentes, con la historia de su muerte y con
los reclamos por verdad y justicia que se han hecho en torno a ellos. Pero ese
sábado compartimos algo más profundo, más conmovedor. Sus familiares o
allegados nos hablaron de ellos, de su vida, de detalles que pueden parecer poco
significativos, pero que los transforman de alguna manera en todos los jóvenes
que conocemos, en nuestros hijos, nietos, vecinos, alumnos. Nos prestan sus
sueños, nos cuentan sobre su carácter, sentirlos en voz de quienes los aman los
acerca a nosotros. Son símbolo de resistencia y lucha, pero también son la
prueba de las atrocidades cometidas por los militares. Quienes los conocieron
los recuerdan jóvenes, adolescentes, llenos de vida. Me afectan mucho los actos
en los que recordamos a quienes fueron violentamente arrancados de nuestro
lado, arrancados de la vida, este sábado los llevé más cerca del corazón, más
humanos, pero a la vez los crímenes y criminales se presentaron más bestiales,
más inhumanos frente a mis ojos.
Quienes fueron jóvenes en los años 60 y 70 no eran en muchos aspectos
distintos a los jóvenes de hoy en día, en el pecho de esa juventud ardían
seguramente inquietudes parecidas, anidaban miedos y expectativas similares a
las que preocupan a nuestra juventud ahora. Sin embargo el momento histórico
que les tocó vivir y el compromiso de cada uno de ellas y ellos marcó sus vidas
de una forma determinante, y en muchos, demasiados casos, la truncó, apagó para
siempre la posibilidad de acceder a ese futuro para otros tan obvio. Pienso en
mis hijos, en Isabelle de 24 años y en Gabriel que pronto cumplirá los 20 y no
puedo dejar de imaginar a aquellos y aquellas jóvenes que conformaban el grueso
de la “subversión” que los militares asesinaron, torturaron, violaron y
desaparecieron.
El coronel Ramas nos recuerda con orgullo las palabras de Lacheroy que
confirman una vez más que estos “viejitos” siguen convencidos de que hicieron
lo correcto, que las muertes, secuestros, torturas, encarcelamientos inhumanos y violaciones
fueron crímenes justificados y que volverían a hacer lo mismo. Por el momento
no pueden, entonces trasmiten su “sapiencia” a los actuales integrantes de las
FFAA.
"Si no comprendemos que los principios éticos
en que hemos sido formados para la guerra clásica no sirven para la lucha
contra la subversión, perderemos. Para la lucha contra la subversión hay que
meterse en el lodo, ensuciarse y salpicarse. El que no lo entienda de esa
manera, más vale que se rinda de antemano." Coronel Lacheroy, veterano
guerra de Argelia. Nosotros sabemos muy bien que los
especialistas franceses de la guerra antisubversiva pusieron su conocimiento al
servicio de las dictaduras sudamericanas, con Argentina en la cabeza.
Seguramente hombres como Trinquier, maestro en el arte de los fichajes, allanamientos,
extorsión y tortura para la obtención de información, son también muy admirados
por militares cono Ramas. Aplicaron la práctica de la desaparición de personas
con el fin de aterrorizar a la población. Recordemos que esa salvaje concesión
fue derrotada primero en Vietnam y después en Argelia. Pero ya que gentilmente
Ramas lo trae a colación en la carta que me escribe y le escribe a los
integrantes de las FFAA (curiosa combinación), no puedo evitar el evocar que el
ejército argentino estableció en 1974 con el ejército chileno y uruguayo una
cooperación para el secuestro y el asesinato (léase Plan Cóndor), gracias entre
otras cosas a las lecciones de Argelia. Combinaron la teoría francesa de la
contra subversión, el esquema Trinquier de la división de zonas, el fichaje,
los allanamientos, la tortura y las desapariciones con las teorías americanas.
Lo peor es que se sienten orgullosos de eso, lo atroz es que hablan de “espiral de sangre”
y crímenes cometidos por los “sediciosos” o “terroristas” y lo increíble es que
desde la “izquierda” otros replican con olvido y perdón frente a estos hechos tan
constatables y contundentes.
Los jóvenes se transformaron en un grupo enemigo de las FFAA, enemigos
del estado uruguayo. Quien era considerado sospechoso, quien osaba protestar,
quien manifestaba, quien se reunía con otros, pasaba a conformar las filas de
lo subversivo y por ende no tenía derecho sobre su vida. Para combatirlos se
desató una desenfrenada represión, un horror del cual hay testigos. Los
asesinatos a estudiantes, las persecuciones, la represión, la tortura, el
secuestro, pasaron a ser prácticas habituales. Los militares siguieron al pie
de la letra las palabras de Lecheroy; se metieron en el lodo, se ensuciaron,
salpicaron a todos sin que les importara lo bajo que caían. Trajeron asesores como Mitrione
para aprender a torturar de forma más efectiva, aprender a aplicar el dolor de
manera que esas jóvenes vidas se quebraran junto a la escasa dignidad que podía
quedarle al sádico que los torturaba. Estos milicos bajaron uno a uno los
escalones que los llevarían a poner en práctica la frase que Ramas nos recuerda.
Queriendo denigrar a sus víctimas, perdieron toda dignidad humana, descubriéndose
como degenerados, violadores y sádicos, condición imposible de disfrazar con uniformes,
paradas, o frases tales como “defensa a la patria” o “respeto a Artigas”. Muchas
de estas depravadas bestias, que mostraron toda la pobreza que puede alcanzar
la condición humana, siguen caminando entre nosotros, otras dan su opinión,
comentan y adoctrinan a las FFAA desde sus cárceles especiales o desde arresto
domiciliario, como si sus crímenes hubieran sido de índole menor, como si las vidas
de todos y todas esas jóvenes no valieran nada.
Hay que recordar a cada muerto, a cada desaparecido a cada niño o niña secuestrado.
No hay que olvidar las torturas, las violaciones la represión, la persecución,
el exilio, etc. La gravedad de lo que las FFAA hicieron en nombre del estado no
se puede disfrazar, disculpar, olvidar o perdonar. Solo se engaña quien se quiere
dejar engañar. Los y las compañeras a quienes les arrebataron la vida no tuvieron
la oportunidad de elegir, tampoco la tuvieron los torturados y menos aún los niños
secuestrados o nacidos en cautiverio. Tampoco los hijos ni familiares elegimos,
pero podemos hacerlo ahora. Por respeto a ellas y a ellos, por respeto a nosotros
mismos, a los jóvenes de ahora y a los que vendrán, debemos recordarlos y
luchar por su memoria.
Viven en nosotros, exigimos Verdad y Justicia
Veronika Engler 26/08/2012
Recordemos a los estudiantes asesinados.
Un 14 de agosto del año 1968 muere Liber Arce, un estudiante auxiliar de Odontología que tenía 28 años
de edad. Liber fue herido el 12 de agosto en una manifestación estudiantil,
baleado por la espalda desde una distancia de no más de cuatro metros. Recibió
un disparo en una pierna con orificio de salida en la ingle, el balazo le
seccionó la arteria femoral que irriga los miembros inferiores. El autor del
disparo fue el oficial ayudante Enrique Tegiachi.
En setiembre de 1968, es asesinado Hugo de los Santos cuando tenía 20 años de edad. Hugo era estudiante
de Ciencias Económicas y militante de la Juventud Comunista. El cuerpo médico
que lo atendió certificó que había llegado muerto. La causa de su muerte fue un
disparo de arma de fuego por el que un proyectil de tipo metralla le atravesó
el tórax lesionándole el corazón y produciéndole una hemorragia que, de haber
sido atendida con prontitud, no hubiera sido mortal.
Susana
Pintos de 27 años de edad, estudiante de la IEC y también
militante de la Juventud Comunista, muere el mismo día que Hugo de los Santos.
Ingresa sin conocimiento, herida de perdigón en tórax sin orificio de salida,
herida de perdigón en región carotidea izquierda con perforación de estómago y
en miembro inferior izquierdo. Susana Pintos fallece a la hora 3 por hemotórax
de tres litros en el Hospital de Clínicas.
Jorge
Salerno, 24 años, era
estudiante de Agronomía e integrante del M.L.N., fue asesinado en 1972 durante
la toma de Pando cuando se entregaba con los brazos en alto.
Ricardo
Zabalza, joven
minuano estudiante de notariado que fue asesinado a los 20 años, el 8 de
octubre de 1969 por la Guardia Metropolitana en la toma de la ciudad de Pando.
Fue herido por una ráfaga de metralleta y se entregó, lo hicieron caminar 80 m hasta
un camión de la Guardia Metropolitana, allí lo tiraron al suelo y lo ejecutaron
de un balazo en la nuca, obedeciendo así el Código W-1 del presidente Pacheco
que ordenaba no tomar prisioneros. Su
cadáver presenta un balazo con orificio de entrada en la nuca y alojado en el
frontal. Además, tiene hundimiento de cráneo producido seguramente por un
culatazo Ricardo era integrante del MLN.
Alfredo
Cultelli, 18 años, asesinado por la espalda por la Guardia
Metropolitana el 8 de octubre de 1969 en la toma de la ciudad de Pando. Era
integrante del M.L.N
Fernán
Pucurull, asesinado por la policía de un balazo el 31 de mayo de
1970.
Juan
Carlos Larrosa Cruz, estudiante asesinado el 27 de octubre de
1970.
Heber
Nieto de apenas 17 años de edad es asesinado por un
francotirador el 24 de julio de 1971, cuando la policía y el escuadrón de la
muerte atacaron a estudiantes en el Instituto de Enseñanza de la Construcción.
Mientras varios compañeros (gurises entre 12 y 14 años) realizaban un peaje en
apoyo al gremio de CICSSA en conflicto, fueron reprimidos fuertemente por la
policía. Se trasladan a la IEC donde él junto a otros compañeros estaban
trabajando en la construcción de salones. Desde el edificio del BPS que estaba
en construcción, uno de los 4 francotiradores, traídos especialmente, dispara y
lo asesina.
Manuel
Ramos Filippini era estudiante del IAVA, militante del
M.L.N., secuestrado y asesinado a fines de julio de 1971. Su cuerpo apareció en
las rocas de la costa, sobre uno de los extremos de la playa de Pocitos, el 31
de julio de 1971. Presentaba diez impactos de bala en la cabeza, en los brazos
y en el cuerpo. Los asesinos se habían identificado como "Comando Caza
Tupamaros Óscar Burgueño", según un papel mimeografiado que fue encontrado
junto al cuerpo. El cadáver de Ramos Filippini inauguró la serie de asesinatos
que siguió con la desaparición de Abel Ayala y Héctor Castagnetto, y la tortura
y muerte de Íbero Gutiérrez, en febrero de 1972.
Eduardo
Agustín Ariosa Amilivia era estudiante y fue asesinado en
Montevideo el 28 de julio de 1972.
Santiago
Rodríguez Muela, le decían “el charla”, tenía 22 años cuando
fue asesinado en el liceo Nº 8 por una banda fascista el 11 de agosto de 1972,
el mayor Enrique Mangini, integrante de la JUP lo mata. Nelson Santiago Rodríguez Muela estaba
casado, tenía un hijo, era militante del PCR y obrero de ANCAP donde militaba
sindicalmente. Santiago culminaba sus estudios en el nocturno del liceo Nº 8.
El homicidio aún sigue impune.
Julio
Spósito tenía 19 años, era estudiante del Liceo Suárez, fue
asesinado el 1º de septiembre de 1971 durante la represión policial contra una
manifestación en las inmediaciones de las Facultades de Medicina y Química.
Héctor
Castagnetto tenía 19 años, era estudiante de
Agronomía. En la mañana del 17 de agosto
de 1971 salió de su casa a trabajar en la feria, a partir de allí no se supo
más de él. Fue secuestrado por el Escuadrón de la Muerte. Fue arrojado al mar en
el Puerto de Montevideo sin saberse hasta el momento si lo hicieron estando
vivo o muerto, su cuerpo sigue desaparecido. Los únicos procesados con prisión
como co-autores de homicidio especialmente agravado fueron Nelson Bardesio y
Pedro Freitas. Sofía sigue prófugo en EE.UU. Sin embargo, la magistrada no hizo
lugar a la imputación contra el ex agente de la DNII, Washington Grignoli por
no encontrar elementos de convicción suficientes para procesamientos en los
casos de Filippini e Íbero Gutiérrez
Íbero
Gutiérrez fue asesinado a los 22 años por los escuadrones de la
muerte, el 27 de febrero de 1972. Era poeta y estudiante de Humanidades,
militaba en la FEUU y en el Movimiento 26 de Marzo. Ibero fue asesinado por el
Comando Caza Tupamaros, grupo de ultraderecha amparado desde el gobierno
autoritario de Bordaberry y los medios de comunicación de ese entonces quienes
nunca hablaron de la muerte del joven como un asesinato. Su cuerpo fue hallado
junto a una nota que decía: “Vos también pediste perdón. Bala por bala, diente
por diente. CCT\".
Armando
Hugo Blanco Katras, estudiante, asesinado el 14 de abril de
1972. Ejecutado en el operativo en la calle Pérez
Gomar, que dirigió el inspector Víctor Castiglioni.
Horacio
Carlos Rovira Griecco, asesinado el 14 de abril de 1972. Ejecutado
en el operativo en la calle Pérez Gomar, que dirigió
el inspector Víctor Castiglioni
Gabriel
María Schoeder Orozco, asesinado el 14 de abril de 1972. Ejecutado
en el operativo en la calle Pérez Gomar, que dirigió
el inspector Víctor Castiglioni
Blanca
Castagnetto Da Rosa, estudiante de notariado, es asesinada en
Colonia el 24 de abril de 1972.
Leonel
Martínez Platero, estudiante de arquitectura, asesinado el 13
de junio de 1972
Gustavo
Luis Couchet Inzaurralde, estudiante del IAVA, asesinado en
Montevideo el 26 de junio de 1972.
Juan
Fachinelli, estudiante de arquitectura asesinado en la tortura el
28 de junio de 1972
Aurelio
Fernández, estudiante de medicina asesinado el 8 de julio de 1972.
Joaquín
Kluver nació en
Mercedes. Estudiante de Agronomía, asesinado el 6 de diciembre del 1972 en una
manifestación en Paso Molino, cuando la manifestación se auto disolvía, llega
una camioneta del ejército de la que desciende un soldado y comienza a disparar
su arma. Los manifestantes se dispersan y son perseguidos por el vehículo del ejército.
En Agraciada y Freire detienen Joaquín y lo introducen por la fuerza en la
camioneta. Se oyen tiros y el vehículo desaparece rápidamente del lugar. Horas
después se confirma la desaparición de Joaquín Klüver y al día siguiente llega
la noticia de que había fallecido y su cuerpo se encontraba en el Hospital
Militar”.
Walter
Medina era montevideano, estudiante del liceo 17, miembro de la Juventud Socialista. A pesar de
sus 16 años lo apodaban “El Abuelo”. Fue asesinado el 8 de julio de 1973
mientras pintaba en un muro "consulta popular". Muere a causa de
varias perforaciones de bala disparadas por la espalda. Fue el segundo mártir
de la resistencia a la dictadura durante la Huelga General.
Ramón
Peré
- estudiante de la Facultad de Veterinaria, militante de la FEUU y de la
Juventud Comunista, muerto en las inmediaciones de Facultad de Veterinaria
durante la huelga general el 6 de julio de 1973, es asesinado por dos policías
vestidos de civil. Ramón era estudiante de la Facultad de Veterinaria, docente
de Enseñanza Secundaria y militante de la Federación de Estudiantes
Universitarios del Uruguay (FEUU).
Hugo
Leonardo de los Santos Mendoza, 21 años, estudiante de
agronomía. Muere en prisión el 3 de
setiembre del 1973, pocos días después de haber sido apresado, la muerte es a
causa de los golpes recibidos.
Juan
Antonio Povaschuk, desaparecido
en Chile el 29 de setiembre de 1973
Silvia
Reyes (una de las llamadas tres pibas de abril), estudiante de
19 años de edad asesinada el 21 de abril de 1974 en el barrio Brazo Oriental en
un pequeño apartamento de la calle Mariano Soler junto a Laura Raggio y Diana Maidanik. Silvia estaba casada con
Washington Barrios que fue secuestrado en Argentina y hoy permanece
desaparecido, estaba embarazada de tres meses. Los militares entraron al
apartamento donde estaban las tres amigas y realizaron más de 140 disparos con
armas de guerra, fusiles y ametralladoras punto 30, los vecinos vieron como
sacaban los cuerpos ya sin vida. A cargo del operativo estuvo el general Juan
Rebollo, participaron también los generales Julio César Rapella y Esteban
Cristi, los Mayores Armando Méndez y José Nino Gavazzo, el Coronel Manuel
Cordero y los entonces Capitanes Mauro Mariño, Julio César Gutiérrez y Jorge
Silveira. El padre de Silvia contó unos treinta impactos sobre el cuerpo sin
vida de la chica embarazada. En ese operativo mataron a un vecino que volvía
del trabajo en bicicleta al confundirlo con Washington.
Diana
Riva Maidanik, (una de las llamadas tres pibas de abril), estudiaba
psicología, tenía 21 años. Es una de las tres estudiantes asesinadas el 21 de
abril de 1974. Fue asesinada en el barrio Brazo Oriental, en un pequeño
apartamento de la calle Mariano Soler junto a sus amigas Laura Raggio y Silvia
Reyes que estaba embarazada.
Laura
Raggio, (una de las llamadas tres pibas de abril), 19 años de
edad, estudiante que fue asesinada junto a sus amigas Diana Maidanik y Silvia
Reyes el 21 de abril de 1974.
Nibia
Sabalsagaray era oriunda de Nueva Helvecia, tenía 24 años,
era estudiante del IPA, del CEIPA y pertenecía a la UJC, se había recibido
hacía poco de profesora de literatura. El 29 de junio de 1974 fue detenida a
las dos de la mañana en su domicilio y conducida al Batallón N° 5 donde se la
tortura brutalmente; al mediodía del mismo día se informa su muerte a los
familiares catalogándola de suicidio y entregando el féretro con la prohibición
expresa de abrirlo. El 8 de noviembre de 2010, el juez Rolando Vomero procesó
al general Miguel Dalmao y al coronel retirado José Chialanza como responsables
de homicidio muy especialmente agravado, por la muerte de Nibia Sabalsagaray
Rutilio
Dardo Bentancour, 24 años, Muere el 11 de agosto de 1974 junto
a 15 compañeros más, son fusilados por orden de José Vaquero simulando un
enfrentamiento, en la ciudad de Rosario, Argentina (Masacre de la Capilla de
Rosario)
Raúl
Yankel Feldman, 26 años, estudiante en la Facultad de
Humanidades y Ciencias. Asesinado el 24 de diciembre de 1974 en Buenos Aires.
Luis Eduardo González González,
de 22 años, estudiante de medicina, militante del Partido
Comunista Revolucionario (PCR). El 26 de diciembre de 1974 fue asesinado
en la tortura en el Regimiento de Caballería Nº 6
María
Clarisa Bonilla Unpiérrez, estudiante de liceo. Fue detenida el 3
de mayo del 1974 en su casa, muere el 28 de abril del 1976 a causa de la
tortura de la que no logró recuperarse.
Héctor
Daniel Brun Cornelius, estudiante en la Facultad de Arquitectura, 28
años. Detenido en Buenos Aires el 8 de noviembre de 1974 y trasladado a
Uruguay, fue asesinado en Soca el 20 de diciembre de 1974, su cuerpo maniatado
con hilo sintético, presenta múltiples heridas de bala desde las piernas hasta
el tórax. También asesinan a su esposa María de los Ángeles Corbo, embarazada
de 6 meses
María
de los Ángeles Corbo, 26 años, estudiante en la Facultad de
Medicina. Detenida junto a su esposo Héctor Daniel Brun en Buenos Aires el 8 de
noviembre de 1974 y trasladada a Uruguay, fue asesinado en Soca el 20 de
diciembre de 1974, estaba embarazada de 6 meses.
Nelson
Wilfredo Gonzales Fernández Se exilió en Buenos Aires en
el año 1069. El 6 de mayo de 1976 se lo
llevaron de su residencia en la zona de Retiro y hay testigos que identifican
la comisaría de Flores como primer lugar de detención. Sus padres Bifredo e
Hilda se enteraron un mes después de su detención. Tenía 28 años. Desaparecido.
Wiliam
Alem Whitelaw Blanco, 28 años, estudiante en la Facultad de
Medicina, fue secuestrado y asesinado en Argentina el 20 de mayo del 1976
Silvina
del Carmen Saldaña, 28 años, estudiante del IPA. LA detienen y
llevan al “300 Carlos”. La asesinan en la tortura el 30 de junio de 1976
Rubén
Prieto Gonzalez, empezó a militar tempranamente en la
agrupación Patria Grande, en el Fer del Nocturno después, y finalmente en la
Roe; allí lo conoció Ángeles Michelena: coordinando acciones con el Fer del
Iava; ambos formarían pareja después, refugiados en Buenos Aires, donde
prosiguieron militando en el Pvp. El 30
de setiembre de 1976 lo detuvieron en la zona de Congreso y fue en Automotores
Orletti el último lugar donde se lo vio con vida.
Rafael
Lezama González, tenía 23 años Cursaba facultad de Derecho;
se integró a la Frt, cuando sobrevino la dictadura debió exiliarse en Buenos
Aires donde proseguiría su militancia en el Pvp. El 1ª de octubre de 1976 salió de su casa, se
despidió de su compañera Olga Martínez y al igual que otros militantes del Pvp,
no se supo más de ellos.
Adriana
Gatti Casal, 17 años, embarazada de 9 meses. Muere en el
hospital Alvear el 8 de abril de 1977 en Buenos Aires luego de haber sido
gravemente herida
Anfrés Humberto Domingo Bellizi tenía
24 años, se fue al exilio en el 1974, vivía en Congreso, Buenos Aires, cuando
se lo llevaron en abril de 1977. Estudiaba preparatorio de Medicina en el
nocturno del Dámaso, Desaparecido.
José
Enrique Michelena Bastarrica, estudiante de ciencias
económicas Se trasladó a Buenos Aires en 1975 con su esposa Graciela de Gouveia,
allí trabajaron y cumplieron trabajos sociales en parroquias de barrios
obreros. Tres autos con gente de particular se los llevaron de su domicilio de
Avellaneda el 14 de junio de 1977, tenía 28 años. En casas de vecinos quedaron
sus dos hijos, Fernanda de cinco y Alejo de dos años.
Rosario
del Carmen Barredo Longo, estudiante de medicina de 33 años de
edad. Es detenida en su domicilio el 13 de mayo de 1976 en Buenos Aires por la
policía federal, se presume que luego de varios días es llevada a “Automotores
Orletti”. Es asesinada el 20 de mayo de 1976. Muere a causa de heridas de bala,
es encontrada maniatada en un automóvil.
Tenía 3 hijos.
Helios
Serra Silvera, se trasladó a Buenos Aires en 1974. Siguió
estudiando en la Alianza Francesa de Almagro, trabajó en la contaduría de El
Hogar Obrero y militaba en un grupo denominado Tendencia Marxista
Revolucionaria. Tenía 23 años cuando lo secuestraron el 27 de junio de 1978 en
la vía pública. Su hermano Ariel, rastreó los pasos de los asesinos por los
pozos de El Campo y el Olimpo, de donde sobrevivieron testigos del pasaje del
“Negrito” por estos siniestros lugares.
En diciembre de 2007 fueron repatriados sus restos y Helios Serra
encontró debido sepultura. La justicia siguió y sigue ausente.
Ana
María González Pieri, 26 años estudiaba en la Facultad de
Ciencias Económicas; Facultad de Ingeniería. Muere en el Hospital Central de
las Fuerzas Armadas, la causa, falta de atención médica adecuada
Gladys
Elena Yáñez Rijo, estudiaba en la Escuela Universitaria de
Servicio Social, tenía 33 años. Muere en prisión en setiembre de 1980 por no
recibir la atención médica adecuada.
Hugo
Haroldo Dermit Barbato, 32 años, estudiante de medicina
asesinado en la tortura el 20 de diciembre de 1980 en el regimiento de
caballería mecanizada Nº 4
Yamandú
Rodríguez, asesinado el 24 de febrero de 1981
José
Félix Nieto Gnazzo, estudiante de arquitectura, lo dejaron
morir en la cárcel el 31 de julio de 1984
Adolfo
Wasen Alanís, estudiante de derecho, rehén de la
dictadura que muere el 17 de noviembre de 1984 a raíz de un cáncer que durante
mucho tiempo fue diagnosticado como contractura. Adolfo no recibió la atención
médica adecuada y estaba recluido en condiciones extremadamente precarias.
Documento Nº 2
Decreto del gobierno acallando a los medios tácitamente
“Montevideo, 21 de Setiembre de 1968.
Texto del decreto de fecha 7 de Julio de 1969.
Montevideo, 7 de julio de 1969.
VISTO; la intervención que a la prensa nacional le cabe en la difusión del conocimiento de la actividad de determinados grupos delictivos que actúan en nuestro país;
RESULTANDO: 1) esos grupos desarrollan su acción delictiva mediante asaltos, ocupación o interferencias de emisoras de radios, secuestros de personas, destrucción de bienes de empresas comerciales o industriales, hurtos de armas, atentados terroristas, violación de domicilios y otros actos de similares características, inequívocamente dirigidos, en última instancia, a la obtención del poder político y a la destrucción de la forma democrática republicana de gobierno, mediante la violencia armada;
II) casi toda la prensa oral, escrita y televisada ha divulgado el conocimiento de esas acciones, de sus métodos clandestinos de actuación, de sus procedimientos y técnicas terroristas, de sus estrechas vinculaciones con otras extremistas organizaciones armadas extranjeras;
CONSIDERANDO: 1) los medios de acción política propugnados y puestos en práctica por esos grupos, contrarios no sólo a las normas que regulan el acceso a las funciones de gobierno, sino a todo nuestro ordenamiento jurídico y forma de vida democrática, han ido creando, favorecido ello por la aludida información periodística y por la publicación de folletos y libros sobre el tema, un clima de intranquilidad, que contribuye a aumentar la conmoción social y política de la República, conspirando contra el buen orden que el Poder Ejecutivo tiene el deber de mantener y salvaguardar, y obstaculizando la labor de la fuerza pública, tendiente a la destrucción de dichas organizaciones delictivas y el sometimiento a la justicia de sus integrantes.
ATENTO: a lo dispuesto por los artículos 168, incisos 1° y 17 de la Constitución de la República y 1° del decreto Nº 289, de 24 de junio de 1969; EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DECRETA:
ARTICULO 1°) PROHÍBESE la divulgación por la prensa oral, escrita o televisada, de todo tipo de información, comentario o grabación, que directa o indirectamente mencione o se refiera a los grupos delictivos aludidos en la parte expositiva del presente decreto.
ARTICULO 2°) La prohibición contenida en el artículo anterior, alcanza a la introducción al país o su impresión en él, de folletos, revistas, libros o cualquier otro tipo de publicación o grabación que directa o indirectamente mencione o se refiera a esos grupos.
ARTICULO 3°) En caso de transgresión a lo dispuesto en los dos artículos precedentes, el Ministerio del Interior podrá disponer la clausura de imprentas, emisoras, canales de televisión, locales, u otros medios que hayan sido utilizados para la difusión prohibida, por el tiempo que considere prudencial y sin perjuicio de lo dispuesto en el articulo siguiente.
ARTICULO 4°) Incáutense por intermedio del Ministerio del Interior, todos los folletos, libros, revistas, grabaciones y publicaciones que directa o indirectamente mencionen o se refieran a los grupos aludidos en el artículo 1°.
ARTICULO 5°) EXCEPTÚANSE de las prohibiciones contenidas en los artículos anteriores, los comunicados oficiales del a Presidencia de la República o de los Ministerios y las publicaciones o grabaciones de que se trata, que obren en poder de cualquiera de dichos órganos o sus dependencias.
ARTICULO 6°) Dése cuenta a la Asamblea General.
ARTICULO 7°) Comuníquese, publíquese etc.Firmado. PACHECO ARECO, Pedro W. Cersósimo, Venancio Flores Cesar Charlone, Gral. Antonio Francese, Walter Pintos Risso, Walter Ravenna, Jaime Montaner, Federico García Capurro, Jorge Sapelli, José Serrato".
Piedad Córdoba habló de los jóvenes, Liber Arce: Liberarse(14 agosto 2012)
Declaración del Sindicato Médico del Uruguay, distribuida el 21 de Setiembre de 1968.En ella, se hace referencia circunstanciada de los sucesos en que perdieran la vida, bajo las balas de las fuerzas de represión del régimen dictatorial instaurado el 13 de Junio de 1968, los mártires del pueblo: Susana Pintos y Hugo de los Santos, y se agrega una lista detallada de las demás víctimas de la masacre del 20 de Setiembre de 1968.
“A la opinión pública.
Los hechos registrados frente a la Universidad.
El viernes 20, veinticuatro horas después de la represión perpetrada por elementos policiales frente a la Facultad de Medicina nuevamente se hizo sentir con la sangre estudiantil en la calle la fuerza represiva más nefasta y brutal de la historia de este país.
A las 18 y 30 horas, una manifestación de estudiantes Universitarios, del IAVA, de la Universidad del Trabajo y liceales, partieron de la explanada de la Universidad por 18 de Julio hacia el centro, construyendo barricadas a medida que avanzaban, con materiales de las obras en construcción de las cercanías en las intersecciones de 18 de Julio y Edo. Acevedo, Guayabos y Edo. Acevedo, Edo. Acevedo y Lavalleja y por 18 de Julio en Tristán Narvaja, Gaboto, Magallanes y Minas.
Llegada la cabeza de la manifestación a la intersección de 18 de Julio y Minas, y luego de algunos minutos, aparecieron en el lugar: un ómnibus de la Policía Metropolitana, varias camionetas comerciales particulares, algunos jeeps policiales y patrulleros, transportando elementos de la Policía, así como también, aproximadamente, cincuenta efectivos de la Guardia Republicana. Las fuerzas de cheque de la Policía Metropolitana gaseros y efectivos policiales con escudos de plástico, portando armas de largo alcance y grueso calibre, metralletas y escopetas de dos canos, cargaron disparando granadas de gases contra la manifestación que se replegó a las barricadas más próximas.
Ante ello las fuerzas policiales avanzaron disparando granadas de gases y armas de fuego directamente a las personas y se escucharon numerosos disparos de escopetas. Inmediatamente varios estudiantes cayeron heridos, unos por impactos directos de bombas de gases, un quemado un estudiante de secundaria con una fractura expuesta de pierna y un estudiante con un impacto directo en el maxilar inferior, y otros varios, heridos en múltiples perdigonadas disparadas por las fuerzas policiales.
Los manifestantes se parapetaron detrás de los árboles y barricadas, respondiendo con pedradas a esta agresión policial. Se continuó la lucha en el lugar, en la que se efectuaron más de cien disparos de granadas de gases lacrimógenos e innumerables disparos de escopetas con perdigones.
El saldo de sangre y muerte cobrado por esta manera de resguardar el orden público y la población, es hasta ahora de más de 40 heridos y un muerto, que se suman a los cincuenta heridos, varios de ellos se debaten por su vida en este momento del miércoles 18 frente a la Facultad de Medicina.
En el interior del edificio de la Universidad, y ante la gravedad de los sucesos, se organizaron de inmediato pequeños servicios de emergencia atendidos por practicantes de medicina, para prestar de la manera más urgente y en forma primaria asistencia a los heridos.
En la intersección de 18 de Julio y Edo. Acevedo, un grupo de policías allí apostados, comenzó a disparar sus armas contra el edificio de la Universidad, donde atravesaron ventanas del primer piso incrustándose tres balazos en el techo. En ese lugar funcionaba, con aproximadamente quince heridos, atendidos en primeros auxilios uno de los servicios de emergencia. A los pocos minutos es traído a ese lugar un estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas, de 17 años de edad, con una herida en el tórax producida por un perdigón, en la región precordial y en grave estado.
Ante la necesidad de evacuar los heridos para dirigirlos a centros asistenciales, se llama las ambulancias de Asistencia Externa, la que luego de un lapso comunica telefónicamente que no pueden llegar a la Universidad, por la prohibición de la policía, que le impide el acceso. En vista de ello se llama a los jerarcas policiales para que permitan evacuar los heridos, a lo que responden que a esos efectos concurriría el Juez de Instrucción de Turno.
En vista del estado grave de alguno de los estudiantes heridos, se trató de sacarlos transportándolos en Camillas improvisadas con puertas. Al pretender sacar al estudiante herido en el tórax, que se hallaba en grave estado y cuya vida dependía en momentos de su asistencia, se abrió la puerta de la Universidad que da a Tristán Narvaja, por la que salió un grupo de aproximadamente 10 estudiantes que colaboraban en la tarea, agitando camisas blancas y gritando que se iría a sacar un herido.
El mismo se evacuó transportándolo en una puerta blanca con un frasco de suero sostenido por un estudiante. En el momento en que salió el grupo, efectivos policiales apostados en 18 de Julio y Tristán Narvaja dispararon andanadas de perdigones y fueron heridos varios estudiantes que transportaban la improvisada camilla. Ello obligó a entrar de nuevo al herido que continuaba muy grave.
Tratando de buscar una salida, mientras se le practicaba respiración artificial y masaje cardiaco pasaron 20 minutos; se intentó salir por la puerta de Edo. Acevedo y se repitió la operación de alerta de que se llevaba un herido. Se recibió una nueva andanada de perdigones que hirió a una estudiante y gases directamente al cuerpo del grupo, pese a lo cual fue transportado el herido hasta un automóvil para su traslado a un sanatorio cercano.
El cuerpo médico que atendió al estudiante de Ciencias Económicas de 20 años de edad, Hugo de los Santos, certificó que había llegado muerto. La causa de su muerte fue un disparo de arma de fuego por el que un proyectil de tipo metralla le atravesó el tórax lesionándole el corazón y produciéndole una hemorragia intrapericárdica que, de haber sido atendida con prontitud, no hubiera sido mortal.
A este nuevo luto nacional se agrega una lista de heridos e intervenidos en distintos centros hospitalarios de Montevideo.
Para que hubiera tanto muerto hubo que haber muchos heridos aquel día 20 de setiembre de 1968.
Hospital de Clínicas:
—Masculino. 13 años, heridas múltiples de abdomen producidas por proyectiles.
—Masculino. 22 años, herida de proyectil penetrante del tercio medio de pierna izquierda, sin orificio de salida.
—Masculino. 19 años, herida de arma de fuego en el pie derecho, sin orificio de salida.
—Masculino. 22 años herida de perdigón en cara posterior de la articulación del codo posterior.
—Masculino. 22 años, herida de bala en cara interna de pierna izquierda con incrustación ósea.
—Masculino. 20 años, herida de arma de fuego en rodilla y cuero cabelludo.
—Masculino. 19 años herida de arma de fuego en región escapular izquierda.
—Masculino. 15 años, quemadura, lesiones de dorso de mano por explosión de bomba de gas.
—Masculino. herida puntiforme de pierna izquierda.
—Masculino. 19 años, herida de arma de fuego en parte media y anterior de antebrazo.
—Masculino. 20 años, perdigón en codo izquierdo.
—Masculino. 21 años herida de perdigón en mentón.
—Masculino. 23 años, herida de arma de fuego en ambos muslos.
—Masculino. herida en región glútea.
__Masculino. 22 años, herida de perdigón en antebrazo izquierdo.
—Masculino. 18 años, heridas de arma de fuego en región frontal y antebrazo izquierdo.
—Masculino. 25 años, herida de arma de fuego en codo izquierdo.
—Masculino. 23 años, herida de proyectil cortante de cuero cabelludo en zona occipital superior, orificio de un centímetro de diámetro.
—Masculino. 20 años, herida penetrante en región del codo por proyectiles.
—Masculino. 20 años, herida de arma de fuego en el tercio inferior del muslo izquierdo con proyectil alojado en parte externa del muslo.
—Masculino. 22 años, herida de perdigón en cara posterior de entrada en parte anterior de tercio medio de muslo derecho sin orificio de salida.
—Masculino. 18 años, herida de dorso por proyectil.
—Masculino. 24 años, herida de bala del cuero cabelludo en zona interparieto occipital.
—Masculino. herida de bala de oreja con orificio de salida.
La lista siguiente es de aquellas personas con heridas graves, que son asistidas con intervenciones quirúrgicas y observación:
—Masculino. 27 años, herida de arma de fuego con orificio de entrada en arco superciliar izquierdo, Radiografía de cráneo, proyectil alojado en región temporal izquierda. Entró en coma luego de su ingreso, Intervenido quirúrgicamente.
—Masculino. 20 años hemorragia expansiva del ojo izquierdo por impacto de un perdigón. Radiografía de cráneo: se observa un proyectil alojado en el cerebro en la región parietoccipital. Está en coma. Intervenido quirúrgicamente.
—Femenino. 27 años, ingresa sin conocimiento, herida de perdigón en tórax sin orificio de salida, herida de perdigón en región carotidea izquierda con perforación de estómago y en miembro inferior izquierdo. Susana Pintos. Universidad del Trabajo. Fallece a la
hora 3 por hemotórax de tres litros en el Hospital de Clínicas.
—CASMU,
Sanatorio Nº 1
—Masculino. 18 años herida de tórax derecho, perdigón con perforación de esófago y cardias, estado grave, intervenido quirúrgicamente, otro proyectil en la región supraorbitaria.
—Masculino. 22 años, herida de perdigón del tercio medio de pierna izquierda, sin orificio de salida.
—Masculino. 28 años, perdigón, herida en la parte anterior de muslo derecho orificio de salida.
—Masculino. perdigón; heridas; en pierna y ala de la nariz.
—CASMU, Sanatorio Nº 2
—Masculino. 14 años, dos heridas en el abdomen por perdigones y una herida de base de hemitórax derecho, intervenido quirúrgicamente esta grave.
—HOSPITAL MACIEL
—Masculino . 23 años, herida de perdigón de muslo derecho sin orificio de salida.
Por último y sin perjuicio de tener posición sobre estos hechos, subrayamos la importancia de
hacerlos conocer en forma objetiva tal como aquí se exponen y alertamos a la población una vez más, de no creer en la información oficial, que no sólo es omisa, sino deformada y falaz.
Sindicato Médico del Uruguay”
Documento Nº 2
Decreto del gobierno acallando a los medios tácitamente
“Montevideo, 21 de Setiembre de 1968.
Texto del decreto de fecha 7 de Julio de 1969.
Montevideo, 7 de julio de 1969.
VISTO; la intervención que a la prensa nacional le cabe en la difusión del conocimiento de la actividad de determinados grupos delictivos que actúan en nuestro país;
RESULTANDO: 1) esos grupos desarrollan su acción delictiva mediante asaltos, ocupación o interferencias de emisoras de radios, secuestros de personas, destrucción de bienes de empresas comerciales o industriales, hurtos de armas, atentados terroristas, violación de domicilios y otros actos de similares características, inequívocamente dirigidos, en última instancia, a la obtención del poder político y a la destrucción de la forma democrática republicana de gobierno, mediante la violencia armada;
II) casi toda la prensa oral, escrita y televisada ha divulgado el conocimiento de esas acciones, de sus métodos clandestinos de actuación, de sus procedimientos y técnicas terroristas, de sus estrechas vinculaciones con otras extremistas organizaciones armadas extranjeras;
CONSIDERANDO: 1) los medios de acción política propugnados y puestos en práctica por esos grupos, contrarios no sólo a las normas que regulan el acceso a las funciones de gobierno, sino a todo nuestro ordenamiento jurídico y forma de vida democrática, han ido creando, favorecido ello por la aludida información periodística y por la publicación de folletos y libros sobre el tema, un clima de intranquilidad, que contribuye a aumentar la conmoción social y política de la República, conspirando contra el buen orden que el Poder Ejecutivo tiene el deber de mantener y salvaguardar, y obstaculizando la labor de la fuerza pública, tendiente a la destrucción de dichas organizaciones delictivas y el sometimiento a la justicia de sus integrantes.
ATENTO: a lo dispuesto por los artículos 168, incisos 1° y 17 de la Constitución de la República y 1° del decreto Nº 289, de 24 de junio de 1969; EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DECRETA:
ARTICULO 1°) PROHÍBESE la divulgación por la prensa oral, escrita o televisada, de todo tipo de información, comentario o grabación, que directa o indirectamente mencione o se refiera a los grupos delictivos aludidos en la parte expositiva del presente decreto.
ARTICULO 2°) La prohibición contenida en el artículo anterior, alcanza a la introducción al país o su impresión en él, de folletos, revistas, libros o cualquier otro tipo de publicación o grabación que directa o indirectamente mencione o se refiera a esos grupos.
ARTICULO 3°) En caso de transgresión a lo dispuesto en los dos artículos precedentes, el Ministerio del Interior podrá disponer la clausura de imprentas, emisoras, canales de televisión, locales, u otros medios que hayan sido utilizados para la difusión prohibida, por el tiempo que considere prudencial y sin perjuicio de lo dispuesto en el articulo siguiente.
ARTICULO 4°) Incáutense por intermedio del Ministerio del Interior, todos los folletos, libros, revistas, grabaciones y publicaciones que directa o indirectamente mencionen o se refieran a los grupos aludidos en el artículo 1°.
ARTICULO 5°) EXCEPTÚANSE de las prohibiciones contenidas en los artículos anteriores, los comunicados oficiales del a Presidencia de la República o de los Ministerios y las publicaciones o grabaciones de que se trata, que obren en poder de cualquiera de dichos órganos o sus dependencias.
ARTICULO 6°) Dése cuenta a la Asamblea General.
ARTICULO 7°) Comuníquese, publíquese etc.Firmado. PACHECO ARECO, Pedro W. Cersósimo, Venancio Flores Cesar Charlone, Gral. Antonio Francese, Walter Pintos Risso, Walter Ravenna, Jaime Montaner, Federico García Capurro, Jorge Sapelli, José Serrato".
Lista de los caidos del MLN
Del libro RAUL SENDIC EL TUPAMARO - Su pensamiento revolucionario, de Jorge Zabalza – Letraeñe ediciones
Acosta Pueyrredón, Héctor Ruben. Desaparecido en Córdoba, Argentina, 30 de agosto de 1975.
Alfaro Vázquez, Daniel Pedro. Desaparecido en Argentina, 11 de agosto de 1977.
Álvarez, Juan Diógenes. Asesinado, en Rivera, Uruguay, 10 de junio de 1972.
Alter, Gerardo Moisés. Asesinado en la tortura, en Montevideo, 19 de agosto de 1973.
Arcos Latorre, Ariel. Desaparecido en Chile, 20 de setiembre de 1973.
Ariosa Amilivia, Eduardo Agustín. Asesinado en Montevideo, 28 de julio de 1972.
Arocena Linn, Ignacio. Desaparecido en Argentina, 13 de agosto de 1978.
Arteche Echeto, Walter Hugo. Asesinado en la tortura, en Montevideo, 19 de agosto de 1973.
Artigas Silveira, José Eduardo. Penal de Libertad, 10 de julio de 1976.
Artigas Nilo de Moyano, María Asunción. Desaparecida en Argentina, 30 de diciembre de 1977.
Ayala Álvez, Abel Adán. Desaparecido en Montevideo, 17 de julio de 1971.
Banfi Baranzano, Daniel Álvaro. Asesinado en Buenos Aires, 29 de octubre de 1974.
Barbeito Filippone, Roberto Omar. Penal de Libertad, 2 de mayo de 1978.
Barredo Longo, Rosario del Carmen. Asesinada en Argentina, 20 de mayo de 1976.
Barrios Fernández, Washington Javier. Desaparecido en Argentina, 7 de setiembre de 1974.
Batalla, Luis Carlos. Asesinado en Treinta y Tres, Uruguay, 25 de mayo de 1972.
Bentacour Roth, Rutilio Dardo. Asesinado en Catamarca, Argentina, 12 de agosto de 1974.
Bentín Maidana, Félix. Desaparecido en Argentina, 13 de agosto de 1978.
Berreta Hernández, Nelson Simón. Asesinado en Montevideo, 15 de julio de 1972.
Blanco Katras, Armando Hugo. Asesinado en Montevideo, 14 de abril de 1972.
Blanco Siola, Bernardo Alberto. Asesinado en Montevideo, 26 de abril de 1974.
Bonilla Umpiérrez, María Clarisa. Hospital Militar, 28 de abril de 1976.
Brun Cornelius, Héctor Daniel. Asesinado en Soca, Uruguay, 20 de diciembre de 1974.
Cacciavilliani Caligari, Hugo Enrique. Asesinado en Catamarca, Argentina, 12 de agosto de 1974.
Caillaba Píriz, José Pedro. Desaparecido en Argentina, 18-20 de febrero de 1977.
Calviño García, José Antonio. Desaparecido. Se desconocen las circunstancias,
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