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26.05.2014,
La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó este lunes las penas de seis años de prisión contra seis militares retirados chilenos por el secuestro calificado (desaparición) de tres jóvenes uruguayos tras el golpe militar que Augusto Pinochet encabezó en 1973, informaron fuentes judiciales.
En un fallo unánime, la II Sala del tribunal de alzada ratificó la sentencia de primera instancia, dictada por el juez especial Joaquín Billard Acuña, contra el general retirado Francisco Martínez, el exbrigadier Ander Uriarte, el coronel Mateo Durruty y los exsuboficiales Gabriel Montero, Moisés Retamal y Guillermo Vargas.
Ariel Arcos, Enrique Pagardoy y Juan Povaschuk
Las víctimas fueron los uruguayos Ariel Arcos Latorre, Juan Povaschuk Galeazzo y Enrique Pargadoy Saquieres, quienes fueron detenidos por carabineros el 29 de septiembre de 1973 en una mina abandonada del Cajón del Maipo, en la cordillera al este de Santiago junto a otros cuatro compatriotas, incluidas dos mujeres, que lograron sobrevivir.
Los tres habían llegado a Chile como refugiados durante el Gobierno de Salvador Allende (1970-1973), por temor a ser detenidos en su país como sospechosos de pertenecer al grupo revolucionario izquierdista Tupamaros.
Tras el golpe de Pinochet, los jóvenes intentaron huir de Chile cruzando a pie la Cordillera de Los Andes hacia Argentina, circunstancia en la que fueron detenidos y entregados por los carabineros a militares del regimiento de Ferrocarrileros, de la localidad de Puente Alto, vecina a Santiago.
En el regimiento, según testimonios de algunos militares de la misma unidad y de supervivientes, fueron duramente golpeados y, entre otras torturas, se les obligó a comer vidrio molido.
Ariel Arcos Latorre, de 23 años, era estudiante universitario, lo mismo que Enrique Pagardoy, de 21 años, y Juan Antonio Povaschuk, de 24, era fotógrafo.
Tras un par de días de reclusión en el regimiento, se dispuso el traslado de los detenidos al Estadio Nacional de Santiago, utilizado entonces como campo de concentración de presos políticos, pero Arcos, Pagardoy y Povaschuk fueron separados del grupo por orden de uno de los oficiales y desde entonces nada más se ha sabido de ellos.
Durante la dictadura militar chilena, según cifras oficiales, unas 3.200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de las que unas 1.192 permanecen aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 sufrieron tortura y prisión por causas políticas.
26/05/2014
CORTE DE SANTIAGO DICTA CONDENA POR LOS SECUESTROS DE TRES CIUDADANOS URUGUAYOS, EN SEPTIEMBRE DE 1973
La Corte de Apelaciones de Santiago dictó sentencia de segunda
instancia en la investigación por los secuestros calificados de los
ciudadanos uruguayos: Ariel Arcos Latorre; Juan Povaschuck Galeazzo y
Enrique Pargadoy Saquieres, detenidos desaparecidos desde septiembre de
1973, en el sector del Cajón del Maipo.
En fallo dividido (causa rol 47-2013), los ministros de la Segunda Sala
del tribunal de alzada Juan Cristóbal Mera, Jessica González y el
abogado integrante Ángel Cruchaga condenaron a 6 años de presidio a los
funcionarios del Ejército en retiro: Mateo Durruty Blanco, Lander Uriarte Burotto, Gabriel Montero Uranga, Francisco Martínez Benavides, Moisés Retamal Bustos y Guillermo Vargas Avendaño.
De esta forma el tribunal de alzada modificó la sentencia del ministro
en visita Joaquín Billard quien, el 10 de septiembre de 2012, había
condenado sólo a Durruty Blanco por los secuestros de los ciudadanos
extranjeros.
La resolución se tomó con el voto en contra del ministro Juan Cristóbal
Mera, quien estuvo por confirmar el fallo de primera instancia.
Según quedó asentado en el proceso: "Se ha logrado establecer que a
fines de mes de septiembre de 1973, personal de la Subcomisaria de
Carabineros de San José de Maipo, detuvo al interior de una mina
abandonada del sector cordillerano de dicha comuna, a cuatro ciudadanos
de nacionalidad uruguaya, dos mujeres y dos hombres, los que fueron
llevados a la unidad policial y luego trasladados hasta el Regimiento
Ferrocarrileros de Puente Alto. Horas más tarde, fueron detenidos otros
dos ciudadanos uruguayos, que pertenecían al mismo grupo anterior,
quienes habían salido a realizar un reconocimiento del terreno para huir
hacia Argentina por algún paso cordillerano; los que también fueron
ingresados a la Unidad Militar, lugar en donde se les sometió a
interrogatorios y torturas. Que luego de permanecer un tiempo
indeterminado en el Regimiento de Ferrocarrileros de Puente Alto, fueron
subidos a un bus que supuestamente los trasladaría hasta el Estadio
Nacional, sin embargo, un funcionario de Ejército ordenó que tres de los
siete ciudadanos uruguayos fueran bajados del vehículo, desconociéndose
hasta la fecha su actual paradero".
CAPTURADOS EN EL CAJÓN DEL MAIPO
PAGARDOY SAQUIERES, ENRIQUE JULIO: 21 años, estudiante, uruguayo, detenido desaparecido en Puente Alto a fines de septiembre de 1973.
ARIEL ARCOS: Uruguayo, detenido desaparecido en Puente Alto a fines de septiembre de 1973.
POVASCHUK GALEAZZO, JUAN ANTONIO: 24 años, casado, uruguayo, fotógrafo, detenido desaparecido en Puente Alto, Santiago, a fines de septiembre de 1973.
Ariel
Arcos, Enrique Pagardoy y Juan Antonio Povaschuk fueron detenidos
cerca de San José del Maipo en el Cajón del Maipo, probablemente el 29
de septiembre de 1973, por funcionarios de Carabineros y por efectivos
del Ejército, y trasladados al entonces Regimiento de Ferrocarriles de
Puente Alto. Desde entonces se desconocen sus paraderos. De acuerdo a
testigos sobrevivientes, también de nacionalidad uruguaya, al 11 de
septiembre de 1973, todo ellos, incluidos Ariel Arcos, Enrique Pagardoy y
Juan Povaschuk, se encontraban viviendo en la localidad de El Ingenio
en el Cajón del Maipo. Habían viajado a Chile en calidad de exiliados
políticos, pues en sus país se les vinculaba el movimiento Tupamaro.
Según
los testigos, debido a los sucesos del 11 de septiembre de 1973, el
grupo había acordado que en caso de que cualquiera fuera detenido, el
resto debía huir hacia Argentina atravesando la cordillera. Por ese
motivo, cuando uno de los integrantes del grupo fue detenido por
Carabineros el día 20 de septiembre, los demás se precipitaron en el
viaje planificado. Así, en los últimos días de septiembre de 1973, el
grupo se dirigió a la localidad de El Volcán en el Cajón del Maipo, y
mientras Juan Povaschuk y Ariel Arcos se adelantaron reconocer el
terreno, los demás, entre los que estaba Enrique Julio Pagardoy, se
refugiaron en el interior de una mina abandonada que había cerca del
lugar. Al día fueron sorprendidos en ese lugar por carabineros, quienes
los condujeron a la Comisaría del San José de Maipo, donde se les
sometió a interrogatorios y a malos tratos.
En
horas de esa misma noche, fueron sacados por militares del entonces
Regimiento de Ferrocarriles de Puente Alto y conducidos hasta su recinto
militar, donde volvieron a ser interrogados y golpeados, ahora por
personas vestidas de civil. En este lugar los sobrevivientes vieron que
también estaban detenidos Ariel Arcos y Juan Povaschuk. Posteriormente
los militares separaron al grupo. Tres integrantes fueron conducidos
al
Estadio Nacional y Enrique Pagardoy, Juan Povaschuk y Ariel Arcos
permanecieron en el Regimiento. Desde entonces no se volvió a saber de
ellos.
Considerando
los antecedentes reunidos y la investigación realizada por esta el
Consejo Superior llegó a la convicción de que Ariel Arcos, Enrique
Pagardoy Saquieres y Juan Antonio Povaschuck Galeazzo desaparecieron
mientras estaban privados de libertad por agentes del Estado. Por tal
razón los declaró víctimas de violación de derechos humanos.
Mateo Durruty Blanco
Coronel de Ejercito
Comandante del Regimiento de Ingenieros de Montaña de Puente Alto
C.I.: 1.704.839-2
Domicilio: Camino San Antonio 18, Dpto. 116. Las Condes
El coronel Durruty Blanco ha sido procesado por su participación en la desaparicion de los ciudadanos uruguayos
Ariel Arcos Latorre, Juan Povaschuk Galeazzo y Enrique Pargadoy
Saquieres quienes fueron detenidos en septiembre de 1973 en el Cajón del
Maipo y conducidos al Regimiento de Puente Alto, desde donde se les
perdió el rastro.
También fue procesado y condenado por haber ordenado el fusilamiento de José
Eusebio Rodríguez Hernández, quien entre el 13 y 14 de septiembre de
1973, en horas de la mañana, mientras se dirigía hacia el campamento
Nueva La Habana portando una caja con libros cuyo autor sería Carlos
Marx, fue detenido por personal de Carabineros, siendo trasladado al
Regimiento de Ingenieros de Montaña de Puente Alto,
comandado por Mateo Durruty Blanco (...) En ese recinto, sin las más
mínimas garantías que contemplaba nuestra legislación para eventuales
delitos militares en tiempo de guerra, fue interrogado y sometido a un
aparente consejo de guerra, del cual no existe constancia alguna, para
luego ser transportado por personal del Regimiento hasta el Cerro La
Ballena, en el sector denominado Las Vizcachas, donde por orden de Mateo
Durruty Blanco, fue fusilado. Posteriormente el cadáver de la víctima
fue sepultado en el cementerio católico Bajos de Mena, inscribiéndose su
defunción en el registro respectivo”.
En enero de 2012, Mateo Durruty Blanco fue condenado a 4 años de presidio con el beneficio de la libertad vigilada por este crimen
El coronel tiene quien le acuse
Encausado
por el desaparecimiento de tres uruguayos y un obrero chileno, ambos en
1973, el ex comandante del Regimiento de Ingenieros de Montaña Mateo
Durruty Blanco culpa a sus subalternos de “tropa de desleales”. El
“Mamo” le dice “traidor”.
El
“Mamo” levantó la voz y lanzó la acusación. “El coronel Mateo Durruty
está mintiendo y eludiendo su responsabilidad militar tratando de
endosarla a la DINA, y eso se llama traición militar”.
El
ex comandante del Regimiento de Ingenieros de Montaña de Puente Alto se
defendió: “Todo esto fue un invento de la DINA, nunca firmé nada ni
nadie me dio cuenta de las personas detenidas (…) Yo no tengo nada que
ver, nadie me dijo nada, fue una tropa de desleales”.
El
enfrentamiento entre el ex jefe operativo de la DINA, general (R)
Manuel Contreras, y el coronel (R) Mateo Durruty, ardía en el despacho
de la jueza Colomba Guerrero. El coronel no aceptaba la acusación de
Contreras, que le imputaba ser él quien, con un documento firmado, envió
a dos detenidos desde el regimiento a Villa Grimaldi en septiembre de
1973. Contreras rechazaba que la DINA sacó a los detenidos del cuartel.
Los dos prisioneros sobrevivieron. Pero lo que importaba era que el
coronel negaba insistentemente que el regimiento que mandaba sirvió a
partir del golpe militar como centro de detención y tortura, hecho hasta
ahora no divulgado públicamente. Un puñado de los que fueron sus
subalternos, pero principalmente los conscriptos que a esa fecha hacían
su servicio militar en ese cuartel, decían en el proceso lo contrario y
admitían la existencia de detenidos.
Al
margen de su altercado con el “Mamo”, la situación del coronel Durruty
estaba en todo caso ya complicada, pues a pesar de alegar inocencia y
desconocimiento de todo lo que aconteció en el regimiento bajo su mando,
el año 2006 ya estaba procesado como autor del secuestro y desaparición
del obrero Juan Llanca Rodas, hecho ocurrido el 17 de septiembre de
1973, y como autor del secuestro y desaparición a fines de ese mismo mes
y año de los ciudadanos uruguayos Ariel Arcos Latorre, Juan Povaschuk
Galeazzo y Enrique Pargadoy Saquieres. O sea, en ese regimiento y bajo
su mando habían ocurrido no sólo torturas, sino también desaparecimiento
de personas.
Al río
Antes
de que a Juan Llanca lo mataran y después tiraran su cuerpo al río
Maipo para hacerlo desaparecer, sus verdugos en el Ingenieros de Montaña
de Puente Alto le dieron a comer vidrio molido para causarle graves
lesiones internas.
Testigo
de este tormento fue su compañero de cautiverio Alfonso Brizuela Durán,
como relató en la investigación judicial no sólo frente a la jueza,
sino también de cara al mismo Mateo Durruty, quien por supuesto refutó
el hecho y volvió a negar todo de todo: “Yo nunca supe nada, en mi
regimiento nunca hubo detenidos”, insistió.
Fue
Manuel Contreras quien confesó a la jueza Guerrero el 22 de septiembre
de 2005, que de acuerdo a la información reunida entre oficiales y
suboficiales del Ingenieros de Montaña “actores directos del hecho”, a
Juan Llanca lo torturaron en ese cuartel, lo mataron y después lanzaron
su cuerpo al río Maipo. Todo porque la víctima, junto a las otras dos
personas que el coronel Durruty envió a Villa Grimaldi, había tenido el
16 de septiembre de 1973 una riña en un bar con el suboficial de este
regimiento Temístocles Navarrete Becerra, por lo que en ese cuartel se
tomaron venganza.
En
el caso de los uruguayos la historia fue distinta. Seis de estos
ciudadanos fueron detenidos a fines de 1973 por funcionarios de la
subcomisaría de San José de Maipú al interior de una mina abandonada en
el sector cordillerano de la comuna de Puente Alto, cuando trataban de
pasar clandestinamente a Argentina huyendo del golpe militar. Habían
llegado a Chile huyendo a su vez del golpe de Estado en Uruguay.
Fueron
trasladados por los policías al Ingenieros de Montaña de Puente Alto,
donde se les torturó. A fines de septiembre de 1973 fueron sacados del
cuartel, según se les dijo, para llevarlos al Estadio Nacional, pero en
el trayecto, Arcos, Povaschuk y Pargadoy fueron separados del resto,
desapareciendo hasta ahora.
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