Sobre las 18:00 horas de este jueves 22 de mayo fue puesto en libertad, Ricardo Zabala, único procesado por la desaparición y asesinato del maestro Julio Castro.
El Tribunal de Apelaciones le concedió la libertad provisional bajo el régimen de la caución juratoria.
Zabala estaba preso en la Guardia Republicana dependiente de la cárcel de Domingo Arena, junto a otros represores procesados por delitos cometidos durante la dictadura militar, desde donde se retiró rumbo a su casa. La noticia que fue confirmada a El Tiempo No Para de La 30 por el director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), inspector principal Luis Mendoza, se difundió rápidamente en las redes sociales despertando una ola de manifestaciones de indignación.
El policía retirado Juan Ricardo Zabala, fue procesado en marzo del año 2012 por el juez Fernández Lecchini por la muerte del maestro Julio Castro, cuyos restos fueron hallados en octubre de 2011 en el Batallón N°14. Zabala fue imputado como cómplice de un delito de homicidio muy especialmente agravado, por haber participado en la detención de Julio Castro, el 1° de agosto de 1977.
El beneficio de la caución juratoria consiste en la promesa del imputado de cumplir con las restricciones que le pone la sede judicial.
Julio Castro Pérez fue un educador y periodista floridense que fue secuestrado por la dictadura cívico-militar el 1 de agosto de 1977. Castro fue detenido en la vía pública, en la intersección de la calle Francisco Llambí casi Avenida Rivera, alrededor de la hora 10.30.
A partir de ahí, se le trasladó a un centro clandestino de detención sito en la Avenida Millán Nº 4269, donde fue sometido a torturas, hoy se sabe que fue ejecutado de un balazo en la cabeza.
Permaneció desaparecido durante 34 años, hasta el 21 de octubre de 2011, cuando su cuerpo fue encontrado en un enterramiento clandestino realizado por los personal militar uruguayo en un predio perteneciente al Batallón de Infantería Paracaidista Nº14, en Toledo.
Prontuario.
JUAN RICARDO ZABALA fue denunciado por el ex agente del Servicio de
Información y Defensa (SID) Julio César Barboza en 1985. Zabala
integraba el grupo de operaciones del SID que secuestró a Julio Castro. A
Julio lo llevaron al centro de torturas La Casona en Millán Nro.4269.
Barboza cuenta que en la sede del SID, en Luís Alberto de Herrera y
Monte Caseros, el oficial principal Juan Ricardo Zabala, le ordenó
acompañarlo en un operativo. En un auto fueron hasta Rivera y Soca donde
esperaron para secuestrar a Julio Castro. Julio Gerardo Castro Pérez,
con 68 años de edad, fue secuestrado en Francisco Llambí casi Avenida
Rivera, la mañana del 1º de agosto de 1977, el maestro y periodista de
"Marcha", permanece desaparecido. El 4 de agosto de 1977, lo matan en la
tortura. Habría sido enterrado en el Batallón 14 de Toledo y después
exhumados sus restos a fines del año 1984, incinerado y tirado al Río de
la Plata, según la Comisión para la Paz. A Zabala IELSUR lo señala
vinculado a Miguel Sofía integrante del Escuadrón de la Muerte,
empresario de las comunicaciones, (propietario del grupo del Plata); hoy
buscado por varios crímenes.
El comisario Ricardo Zabala, junto con Ricardo Medina es uno de los secuestradores de los maestros Elena Quinteros y Julio Castro. y presuntamente vinculados al asesinato y desaparición de María Claudia García de Gelman; también deberían ser indagados por los asesinos de Alvaro Balbi y de tantos otros militantes políticos y sociales, en esos años.
El comisario Ricardo Zabala, junto con Ricardo Medina es uno de los secuestradores de los maestros Elena Quinteros y Julio Castro. y presuntamente vinculados al asesinato y desaparición de María Claudia García de Gelman; también deberían ser indagados por los asesinos de Alvaro Balbi y de tantos otros militantes políticos y sociales, en esos años.
23.05.2014
Fue liberado el policía retirado Ricardo Zabala, procesado por la muerte del maestro Julio Castro, ocurrida el 3 de agosto de 1977 durante la dictadura cívico militar, informó el programa Pisando Fuerte de Metrópolis FM.
La encargada de Prensa del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), María Eugenia Gama, confirmó esta información a El Observador. Zabala quedó en libertad ayer. Estaba recluído en una celda de la Guardia Republicana dependiente de la Unidad 8.
Fuentes cercanas al caso informaron a El Observador que la orden de liberación la dio el Tribunal de Apelaciones. Zabala había presentado un recurso pidiendo su libertad. En su momento fue negado, y lo elevó al Tribunal que lo liberó bajo caución.
Queda por establecer si su liberación responde a una revocación del auto de procesamiento, lo que significaría que quedó en libertad y el caso fue archivado. Pero el hecho de que haya sido liberado bajo caución, indica que su libertad puede no ser definitiva y aguardar por una sentencia.
Esta incertidumbre fue compartida por el abogado especialista en derechos humanos y senador suplente del Frente Amplio, Óscar López Goldaracena, que de todos modos declaró esta mañana a El Observador: “Cuando se están juzgando crímenes que pueden calificar como crímenes de lesa humanidad, durante el juicio, el acusado debería estar siempre en prisión preventiva. Y es más, en esos casos, no rigen luego de la condena los principios para que las prisiones sean domiciliarias. Y esto es independiente del tipo delictivo que por la legislación actual se le impute. Basta que el contexto de los actos sea de crímenes de lesa humanidad”.
A Zabala se lo había procesado en marzo de 2012 por hallarlo cómplice del “homicidio especialmente agravado” del maestro, puesto que confesó ser el autor del secuestro del docente y militante de izquierda ocurrida en la esquina de Francisco Llambí y Rivera.
En abril de 2013 la fiscal María Camiño había rechazado un pedido de liberación. El pedido se dio luego de que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) declarara inconstitucional la ley interpretativa de la Caducidad para el caso de Zabala.
La Corte ha fallado en que los crímenes cometidos en la dictadura no son de lesa humanidad, sino delitos comunes, y por lo tanto, prescribieron el 1° de noviembre de 2011.
Sin embargo, en ese caso la fiscal no coincidió con esa posición. En su opinión en este caso se debe aplicar la normativa internacional y no se debe tener en cuenta lo que dice la Constitución.
La sentencia del juez Fernández Lecchini indicó: “El régimen dictatorial consideraba a Castro peligroso por su labor a nivel de enseñanza y a nivel periodístico y por su labor de ayuda a los perseguidos”.
El gobierno confirmó el 1° de diciembre de 2011 que los restos encontrados en un predio cercano al Batallón 14 de Toledo un mes y medio antes, pertenecían a Julio Castro.
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