Los estudiantes demandan desde 2011 con masivas manifestaciones una educación pública y de calidad, en un país con uno de los sistemas educativos más segregados y privatizados del mundo, heredado de la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet.
La marcha, convocada por confederaciones de estudiantes universitarios y estudiantiles, partió desde la plaza Italia en el centro de Santiago más de 100.000 personas, según indicaron los organizadores.
"Volver a las calles nos pone felices, no vamos a parar hasta que nuestras demandas sean escuchadas, no importa quién esté en el gobierno", dijo Claudia, una de las asistentes.
Repitiendo las mismas consignas de los últimos tres años en demanda de una educación pública de calidad y gratuita, los estudiantes marcharon pacíficamente al ritmo de tambores y bailes con pancartas pidiendo un cambio en el sistema.
Según los dirigentes estudiantiles -quienes ya se han reunido con el ministro de Educación-, los pocos detalles que se conocen de la reforma no dejan claro si resolverán sus demandas de gratuidad y calidad en la educación.
"El gobierno no ha sido claro, su reforma aún es desconocida para nosotros, nos da desconfianza que no haya claridad",
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