Romero
13 de octubre 2011
El lunes 13 de junio como grupo de compañeros Exfunsa realizamos una conferencia de prensa con periodistas invitados a la que excepto medios alternativos solo asistió el semanario Voces. Conformamos un grupo de luchadores sociales ex integrantes del gremio y el sindicato de Funsa auto convocados a partir del nombramiento del Moco Romero como Dir. Nac. de Trabajo, ante el convencimiento de la importancia de no seguir siendo cómplices y romper el silencio sobre errores gruesos e importantes, así como deformaciones y falsedades repetidas y amplificadas desde los medios que se van instalando en el relato colectivo. Nos nucleamos, juntamos materiales, hablamos con muchos compañeros y tomó forma una Reseña de la historia del Sindicato de Funsa.
NO ES DEL MISMO PALO:
Repasamos nuestra memoria cronológicamente a partir del 1980 y buscamos aportar a esclarecer por qué un sindicato pilar y emblema de las luchas populares en el país fue primero puesto de rodillas y luego pasó a ser cómplice y medio para la persecución ideológica y supe explotación económica de los trabajadores, haciendo punta en el proceso de flexibilización laboral que caracterizó la década de los ´90.
Faena en la que jugó un rol importante el Moco: consideramos a Romero un Amodio del sindicalismo uruguayo, un traidor.
Fundamentalmente nos alarma el Cómo, Porqué, De qué manera y en base a qué Antecedentes, se elige y se nombra a los responsables de gobernar por parte de nuestra fuerza política.
LA CULPA NO LA TIENE EL CHANCHO:
Existe un tema ético, esta persona abandona el campo popular para, destruyendo su organización sindical y persiguiendo a sus compañeros, jugar a favor de los más poderosos intereses. Esto va más allá de personalismos, ansias de poder o luchas de ideas o tendencias. Es del orden de lo moral: un individuo que se pasa a las filas del enemigo, que se convierte en verdugo de sus propios compañeros.
Haciendo jurisprudencia negativa en cuanto a que un sindicato pueda pactar con la patronal el despido masivo de activistas sindicales, abriendo el camino para la flexibilización y la reglamentación sindical.
Prácticas que se repiten y tienen continuidad a lo largo del tiempo con el proceso de venta y cierre de Funsa , y posterior reapertura del modelo de cooperativa con patrón Funsa-Uruguay manejada por la familia Romero, en un descarado y claro abuso de la solidaridad de sus propios trabajadores y del apoyo internacional, hoy devenida en una fábrica semi abandonada.
¿Hasta cuándo se van a cerrar los ojos en lo referente a la necesaria autocrítica del Frente Amplio, de su funcionamiento, formas de representatividad, estrategia y modelo productivo? ¿Hasta cuándo se van a avalar y premiar a los inmorales y oportunistas como Romero que comprometen la gestión del conjunto? ¿Hasta cuándo intentaremos eludir nuestros propios errores y confundir a nuestra sociedad santificando personas o prácticas que no solo no realizaron ningún milagro sino que es claro que conducen a nuevos fracasos, como la sacrosanta aureola de dirigente de nuevo tipo, experiente, combativo y reapertor de fábricas que se ha venido construyendo acerca del Moco?
¿Para qué se levantan nuevos falsos paradigmas que son estafas? Cuando los sindicatos quiebran, cuando las cooperativas colapsan la responsabilidad no la tienen entonces los que gestionan, amparan y avalan este tipo de modelo que nace muerto sino los propios trabajadores que padecen directamente las consecuencias del fracaso. Estos dirigentes se reciclan para la próxima aventura.
Vamos por lo tanto concluyendo entonces que Romero es simplemente un “botón de muestra” de una política que no privilegia los sectores empobrecidos y el mundo del Trabajo, que no muestra un modelo de desarrollo más allá de las grandes inversiones, que no tiene una política para aprovechar el capital humano y de maquinaria instalado cuando este le deja de interesar al inversor y queda parado.
NOS ESTAMOS DURMIENDO EN LOS LAURELES:
Nos preocupa la “burbuja de prácticas incorrectas”, de acumulación de errores que al no ser debatidos no generan aprendizaje. Nos parece relevante romper el silencio y la complicidad con lo que está mal. La cooperativa de votos para las elecciones nacionales tiene un techo: ¿qué vamos a esperar? ¿ Que los errores nos exploten en la cara, que los polvos que vienen de largo se conviertan en barros intransitables?.
Ahora que ganamos, como fuerza política por segunda vez el gobierno,
¿Cuánto demoraremos en hacer autocrítica? ¿Las señales de retroceso y división ya saltan por todos lados, seguiremos apretando el acelerador confiando en que la maquinaria del voto nos mantendrá por siempre unidos?
PARA MUESTRA BASTA UN BOTON:
En un primer momento quisimos alertar sobre el tipo de persona que se estaba eligiendo para un puesto de gobierno. Basados en el necesario andamiaje ético y moral como sostén de largo plazo de nuestra fuerza política.
A esto le siguió la pregunta del porqué de esta designación y su significado. Se nos dijo que el Moco venía legitimado tras el respaldo que goza por la reapertura de Funsa. Los que vistieron a este santo no se preocuparon de indagar que milagros había realizado: esta reapertura no tiene nada que ver con una fábrica auto gestionada por sus trabajadores y fue sellada con un abrazo con J. Batlle, y hoy está semi abandonada.
Los “cooperativistas” trabajan a fazón para un capitalista por salarios reducidos. Quienes han venido creando santos sin milagros como este eluden hoy 10, 20 años después el análisis de sus propios errores.
Luego de presentada nuestra denuncia y relato histórico, con testimonios y documentos, comprendimos que hay temas tabúes de los que nadie quiere hacerse cargo. Al no analizar los errores realizados se sigue falseando la interpretación de las causas de los nuevos fracasos: se culpabiliza al cooperativismo, la autogestión y la gente, no se investiga el modelo de cada proyecto ni se plasma un modelo general que empuje para la concreción de proyectos colectivos de verdad que prosperen en el terreno abandonado por el gran capital.
UNA BALA TRAZADORA:
La designación del Moco parece ser una apuesta a un modelo de desarrollo productivo retardatario. En este modelo el capital humano va en función del éxito del gran capital, y se llega a confundir proyectos productivos de base, colectivos, alternativos y autogestionarios con la ayuda social.
En la discusión de las ideas y los modelos la postura parece ser silenciar, eludir, como si las carencias y los errores por el simple expediente de no tratarlos ya dejaran de operar.
Cuando el modelo Funsa actual de reapertura de la fábrica quiebre será otra importante batalla perdida y se responsabilizará a los propios trabajadores, ¿a quién se deberá recurrir entonces, al Ministerio de Industria, al de Trabajo o al Mides?
Queda claro que Romero es entonces una bala trazadora ya que a través de él podemos observar a qué se estaría apuntando y a quién se le está tirando.
Compañeros trabajadores ex dirigentes y ex militantes del Sindicato de FUNSA.
Gabriel Cebey, Juan Correa, Nino De Negri, Rober Figueredo, Antonio Martínez, Nestor Peralta, Juan Carlos Pereyra y Erin Vázquez.
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