Uruguay - Paraguay - Brasil - Argentina
El Acuífero Guaraní es la segunda reserva de agua potable más importante del mundo
La posible guerra del futuro.
El Acuífero Guaraní es el segundo reservorio de agua más importante del mundo y el primero del continente americano. La cantidad de agua que almacena es suficiente para abastecer a toda la población del mundo durante doscientos años. Pero, ¿este recurso está siendo verdaderamente cuidado y protegido? ¿Paraguay, Brasil, Uruguay y la Argentina son conscientes del valor estratégico que tienen? ¿Entendemos su verdadera importancia? ¿Se lo está contaminando? ¿Es probable que las grandes potencias del mundo vengan por el agua? Observador Global desarrolló una investigación sobre un recurso que será centro de atención mundial en los próximos años: El Acuífero Guaraní.Agua. Sólo agua. Una sustancia tan esencial para la vida como el aire. Agua por todas partes, agua que no debería tener sabor, olor, ni color, permite que la vida exista. Pero el agua no será eterna. El agua es un recurso que debe ser cuidado.
Hace unos años que se escucha en los medios de comunicación que las próximas guerras serán por el agua. Suena raro, lejano, a ciencia ficción. ¿El agua será el próximo botín de guerra?
Frente a esta realidad existen cuatro países que poseen un tesoro escondido bajo tierra llamado Acuífero Guaraní.
Esta enorme cantidad de agua se presenta como un inabarcable tanque de almacenamiento que podría abastecer a la población mundial durante doscientos años.
El hidrólogo paraguayo Elías Díaz Peña describe que “el acuífero es muy grande, tiene aproximadamente un millón doscientos mil kilómetros cuadrados. Se puede decir que cubre prácticamente la mitad Este de la Cuenca del Plata”.
El agua subterránea del Sistema Guaraní se aloja en formaciones geológicas antiguas, correspondientes a los períodos Triásico, Jurásico y Cretácico Inferior, teniendo esas rocas edades entre los 132 y los 200 millones de años. “Estas rocas sedimentarias porosas que reciben agua del acuífero y que conforman el acuífero son un complejo de areniscas que fueron formadas hace más de 200 millones de años cuando los continentes de la Tierra estaban todavía todos juntos en lo que los geógrafos llaman hoy Pangea”, detalla Díaz Peña.
Brasil, Paraguay, Uruguay y la Argentina tienen el privilegio de compartir este recurso. Un sistema tan perfecto que en diferentes zonas permite la entrada y salida de agua bajo el nombre de áreas de recarga.
“Las áreas de recarga, que también se reparten en esos cuatro países, son un poco más del 10_ del total. Son aproximadamente 150.000 kilómetros”, confirma Díaz Peña.
Pero a pesar de ser el reservorio de agua potable más grande de América, su cuidado y las condiciones de recarga y descarga del sistema son casi desconocidas por su población.
“El Paraguay, en ese sentido, cumple un rol preponderante en la conservación y en la salud del agua del Acuífero porque una porción importante de las áreas de recarga están en territorio paraguayo” aclara el Ministro del Ambiente de Paraguay, Oscar Rivas.
Cuando la zona de recarga se destruye, en primer lugar disminuye y se cambia el uso del suelo. Por ejemplo, el reemplazo de selvas por sojales. Esto en primer lugar disminuye radicalmente la cantidad de agua que entra al acuífero y en segundo, puede producir una gran contaminación por efectos de los tóxicos que se utilizan tanto en la agricultura como en la industria.
UN RECURSO ESTRATÉGICO
Casi todos los científicos coinciden en que, con el paso del tiempo, cada vez será más complicado obtener agua potable. Frente a esta realidad, el agua almacenada en el Acuífero Guaraní se está convirtiendo en un recurso cada vez más valioso.
“Desde las Naciones Unidas se está afirmando cada vez más que los recursos hídricos que realmente importan en este momento son los subterráneos por sobre los recursos hídricos superficiales” advierte la geopolítica y estudiosa del tema, Elsa Bruzzone.
Pero a pesar de todas las advertencias de los científicos y expertos, los cuatro países que comparten el Acuífero Guaraní tardaron seis años hasta formar una comisión para estudiarlo y preservarlo. Al hacerlo, el rol de las instituciones privadas extranjeras que financiaron los trabajos fue determinante. Este aporte fue visto por algunos como algo fundamental. Otros lo consideraron una intromisión con intereses ocultos.
“Fue un proyecto que se llevó a cabo con fondos del Banco Mundial, la OEA, GEF (Global Environment Facilities) y otros patrocinadores y mediante contratos y demás se trabajó con investigadores. De ahí es donde quedaron muchas dudas, se encontraron dudas todavía, muchas cosas por trabajar” profundiza la geóloga de la UBA, Griselda Galindo.
“Afortunadamente, el 30 de enero de 2009 el Banco Mundial dio por finalizado el proyecto. Muy bien que el Banco Mundial se haya retirado, pero se ha llevado todo el conocimiento estratégico” denuncia Bruzzone.
INCOLORA INVASIÓN
Hace años que el ejército de los Estados Unidos plantea la hipótesis de la existencia de terroristas en la Triple Frontera, una situación que les permitiría instalar bases de combate, sospechosamente cercas a las zonas de recargas de Acuífero. Con el paso del tiempo y la imposibilidad de probar la existencia de estas células, la hipótesis pasó de ser “hay grupos terroristas” a “se financian actividades terroristas”. Pero nada ha sido comprobado.
El agua sigue debajo de todas estas disputas. Si hay o no grupos terroristas en la zona, si las empresas trasnacionales vienen a buscar conocimiento estratégico que usarán más adelante, si se lo está contaminando. Poco se sabe a ciencia cierta.
“El norte desarrollado mantiene su estilo de vida insustentable gracias a la exportación de bienes naturales del sur hacia el norte. Y esto es un peligro para la soberanía de los pueblos del sur”, describe el Ministro de Ambiente de Paraguay, Oscar Rivas.
“Cuando yo me refiero a que vienen por el agua, me refiero a que vienen a buscar el agua porque realmente la necesitan. Esto quedó muy claramente explicitado en un informe que elevó el Pentágono al Congreso y Gobierno norteamericano a fines de febrero de 2004 y entonces lisa y llanamente sugiere el despliegue de fuerzas armadas norteamericanas por todo el planeta para tomar el control de estos recursos cuando llegue el momento para asegurar la supervivencia de Estados Unidos como potencia rectora del mundo” enfatiza Bruzzone.
Lo cierto es que Brasil, Uruguay, Paraguay y la Argentina duermen sobre un tesoro invalorable que el mundo parece mirar con una atención mucho mayor a la que le prestamos nosotros, habitantes de la región.
La mala costumbre de mirar con mejores cristales todo lo que no nos pertenece está haciendo que no entendamos que estamos parados sobre la reserva natural más valiosa que puede tener la humanidad: el agua potable. Simple y solamente, agua.
Conflictos entre pueblos hermanos y Tabaré Vazquez creando conflictos
El País Domingo 27.03.2011
EE.UU. sondeó la posibilidad de que la disputa por Botnia derivara en un conflicto armado
Buenos Aires. Washington prefería mantenerse al "margen" del diferendo por BotniaD. FRIEDMANN / R. ROSSELLO
El gobierno de EE.UU. sondeó con representantes uruguayos y argentinos la posibilidad de una derivación militar del conflicto por Botnia, en el punto más crítico de la disputa. Washington prefería estar "al margen".
El desarrollo del conflicto entre Uruguay y Argentina durante 2007 hizo, por momentos, prever lo peor. Esta percepción era más acentuada desde el gobierno de Tabaré Vázquez que desde Argentina, donde la opinión pública comenzaba a "cansarse" del tema, más allá de los miles de seguidores de la causa en la provincia de Entre Ríos.
El embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Earl Wayne, analizó en noviembre de 2007 el conflicto. En un cable dirigido al Departamento de Estado, filtrado por WikiLeaks a El País, el diplomático señaló que a pesar de que Vázquez había dado la orden de que Botnia comenzara a operar el 9 de noviembre, la preocupación por la controversia se había "calmado" en Buenos Aires. "El gobierno argentino y la opinión pública están ahora mucho más focalizados en el cambio de gobierno y en las vacaciones de verano", señaló.
Un cúmulo de señales contradictorias por parte de Uruguay y Argentina se fueron acumulando entre enero y noviembre de 2007. Por entonces ya había comenzado la gestión de buenos oficios de la Corona Española, a través del embajador español ante ONU, Juan Antonio Yáñez Barnuevo.
En su análisis remitido al Departamento de Estado, Wayne sostuvo que para algunos observadores la Cumbre Iberoamericana, que se había desarrollado la semana anterior, fue la última chance para solucionar el conflicto. Indicó además que, sin embargo, había muchos analistas que creían que en realidad nunca había existido una posibilidad real de que finalizara la controversia. Indicó además que una fuente consultada -que se menciona como "A"- le transmitió que el presidente Vázquez sentía que los mediadores españoles no eran "intermediarios honestos" y que también podían estar posiblemente influidos por sus intereses económicos.
En forma paralela a estas gestiones, funcionaba con intensidad la que por entonces se conocía como "la diplomacia de los Fernández", en alusión al jefe de gabinete de la administración Kirchner, Alberto Fernández, y al secretario de la Presidencia de Vázquez, Gonzalo Fernández. Este diálogo "oficioso" había llegado incluso a su momento culminante el 28 de agosto, cuando tuvo lugar una reunión secreta en la estancia de Anchorena para delinear las bases del acuerdo. Sin embargo, esta fórmula "dormiría" en los cajones oficiales.
De todos modos, Wayne señaló en el despacho diplomático algunos signos alentadores desde que, el 9 de noviembre, la planta había comenzado a estar operativa. Entre ellos, destacó que Argentina había comenzado o tenía previsto iniciar próximamente el monitoreo del río Uruguay, lo que marcaba un cambio: dejar de pedir la relocalización, aceptar que la planta existía y sí controlar su funcionamiento. En el mismo sentido, los Kirchner habían reconocido que la planta era una realidad.
"SOLUCIÓN". Contra los intentos de acercamiento conspiraban abiertamente las acciones emprendidas por los activistas entrerrianos. Mientras la planta se aprestaba a entrar en funcionamiento, una lluvia de rumores invadía Fray Bentos. La posibilidad de sabotajes o acciones de tipo militar no estaban ajenas a estos rumores. Las sospechas de los servicios de información se originaban en una acción emprendida contra un vivero de Botnia en Paysandú. Y de hecho, junto a ello las manifestaciones, escraches e intervenciones de los activistas parecían confirmar un endurecimiento del conflicto.
El 2 de septiembre un grupo de unos 800 asambleístas cruzó el puente en medio de una tensa movilización para llevar a cabo una protesta frente a Botnia. La acción obligó al gobierno a disponer de una amplia movilización de efectivos policiales y militares. El estado de alerta por posibles acciones directas contra la planta había movilizado también a agentes de los servicios de Inteligencia de los ministerios de Interior y Defensa, que trabajaron activamente en Fray Bentos. Unos días antes, el 30 de agosto, los activistas habían sido neutralizados en su intención de llevar a cabo una protesta náutica frente al puerto de Nueva Palmira, durante la inauguración presidida por Vázquez.
De todos modos, el embajador Wayne señaló que no había "absolutamente ningún indicio" de que Argentina considerara una "solución militar" a esa disputa e indicó que la capacidad operativa militar de Argentina estaba muy limitada.
Wayne contó que cualquier sugerencia que se hiciera de una "solución" militar al conflicto traía como respuesta en el interlocutor expresiones de humor o de incredulidad. Narró que en el último evento del Día de los Veteranos de Guerra, un militar bromeó con el tema y dijo que, probablemente, Uruguay tuviera una flota de aviones más activa y recursos militares más útiles que el argentino, tomando en cuenta el sostenido recorte del presupuesto militar de los últimos años.
Pero más allá de las bromas la embajada consultó seriamente sobre el tema. "Por su parte, el agregado militar de Uruguay en Argentina dijo que él no tenía conocimiento de la existencia de planes militares -siquiera remotos- de los gobiernos de Uruguay o de Argentina relacionados con esta disputa", escribió Wayne.
"COOPERACIÓN". La percepción de un endurecimiento del conflicto y su posible derivación militar había sido comentada por un senador del Frente Amplio -calificado por la embajada de Estados Unidos como fuente protegida- a principios de ese año, según otro cable filtrado por WikiLeaks y dado a conocer por El País el 6 de marzo. En una reunión reservada entre ese legislador y el entonces encargado de negocios de la sede diplomática en Montevideo, James D. Nealon, el representante uruguayo había expresado que "después de todo no sería tan mala idea reforzar los vínculos militares de Uruguay con Estados Unidos".
Ese tema fue retomado por Wayne. En el cable de noviembre de 2007 el diplomático consideró que la mejor opción para Estados Unidos era que continuara estando al margen de la disputa. "Esto es particularmente relevante si se busca mejorar la relación con el nuevo gobierno en Argentina", señaló. Agregó que su "intuición" era que Cristina Fernández iba a ser más "sutil" en el manejo del conflicto.
Además, Wayne sostuvo que Estados Unidos debía "desalentar" cualquier sugerencia uruguaya -como la que habían recibido de una fuente- para intensificar la cooperación militar y proteger a Uruguay de Argentina. También recomendaba tener la misma postura ante la posibilidad de que esa alianza fuera utilizada para influenciar a los argentinos.
Cristina, un socio "más fiable, confiable y accesible" para la embajada de EE.UU.
Estados Unidos miraba con particular preocupación su cada vez más deteriorada relación con Argentina. Durante el gobierno de Néstor Kirchner habían abundado los desencuentros y la perspectiva de un cambio de mando era observada con fuerte expectativa. Como también lo era por parte de Uruguay, que bajo la dirección de Kirchner no avizoraba una salida inmediata del conflicto. Ambos aspectos eran sondeados con interés por la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires.Cristina Fernández, senadora y candidata a la Presidencia, mantuvo una reunión con el embajador de Estados Unidos en Argentina, Earl Wayne, el 20 de septiembre de 2007, pocos días antes de que partiera a Nueva York para un programa de cinco días. El contenido del encuentro -que duró 45 minutos y se desarrolló en la residencia de Olivos- fue narrado por el propio diplomático al Departamento de Estado en un cable filtrado por WikiLeaks a El País.
El hecho de que Fernández hubiera aceptado una cita con embajador fue visto como positivo por Wayne, quien destacó el contraste con la actitud de Néstor Kirchner, que en todo su mandato no había tenido un encuentro privado con el representante de Washington. Además, Wayne resaltó el tono amable y descontracturado de Fernández.
También desde el entorno del presidente Vázquez se comenzaba a ver con creciente interés la figura de Cristina Fernández de Kirchner como un interlocutor "más amigable" para futuras negociaciones.
Fernández había sido cauta en su manejo del conflicto y de las relaciones en general con Uruguay. La entonces candidata presidencial prefirió dilatar un encuentro con los activistas de Gualeguaychú, reunión sobre la que los asambleístas depositaban fuertes expectativas.
Para Estados Unidos, en tanto, el perfil más amigable que esperaban de la candidata se vinculaba con la posibilidad de ampliar inversiones en el país vecino. Aspecto en que también el país era examinado a la luz del conflicto con su vecino Uruguay.
"El discurso y el tono conciliador de la reunión confirman lo que veníamos observando en los discursos y gestos de Cristina Fernández de Kirchner con una frecuencia cada vez mayor: el candidato con mayor chance busca un acercamiento con Estados Unidos", resumió Wayne.
Para el diplomático, Fernández parecía entender que una relación pragmática y no enemistosa podía garantizarle un margen de maniobra en asuntos financieros y geopolíticos. Al mismo tiempo, señaló que sus comentarios habían sugerido una falta de voluntad para romper con las "heterodoxas" políticas de su marido.
"La conversación de Cristina Fernández de Kirchner con el embajador confirma nuestra expectativa de que, probablemente, ella sea un socio más fiable, confiable y accesible de Estados Unidos", resumió.
La victoria por un margen ajustado de la candidata oficial terminó por instalar un mejor clima en Uruguay. De hecho, en la noche del 28 de octubre luego de conocerse el triunfo electoral, Tabaré Vázquez llamó a Cristina Fernández en lo que fue interpretado en ambas márgenes del río como "un gesto de distensión".
El País Digital
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