Olivera y las autoridades comunales comparecieron el lunes ante la Mesa Política del Frente Amplio para "rendir cuentas". A la salida de la reunión, la jefa comunal relativizó los problemas de limpieza de la ciudad y dijo que el tema de la basura "pasa por una cuestión cultural. La gente debe involucrarse". Responsabilizó "a la derecha y a los medios" de una supuesta "campaña de desinformación"
"El modelo económico no los necesita"
Con Gustavo Leal
El sociólogo habla de las causas profundas de la exclusión social.
E.C.
Gustavo Leal llega a la entrevista lleno de papeles. En la carpeta que lleva hay datos sobre la educación, la pobreza, el acceso a la vivienda. Todos indicadores de un panorama que él, desde la ONG El Abrojo, estudia en profundidad: la exclusión en Montevideo.
-¿La crisis de 2002 fue el inicio de este proceso de endurecimiento de la exclusión social en Montevideo?
-Fue un momento clave. Pero la exclusión es un proceso doble. Por un lado de empobrecimiento, que está relacionado con procesos de exclusión desde las instituciones claves que generan integración como la familia, el trabajo, el barrio, la escuela. Instituciones que van teniendo mucha dificultad en incorporar a todos. Y paralelamente a ese fenómeno que va dejando descolgada a gente, esa gente se empieza a concentrar sistemáticamente en el mismo lugar.
-¿Cuál es la génesis del proceso?
-Si vos mirás los indicadores desde el 1985, hay un elemento en la década del `90 que tiene que ver con la flexibilización laboral, la precarización del empleo y el proceso de desindustrialización del país. Si vos andás por Camino Maldonado ves los esqueletos de empresas, fábricas, el mundo de las textiles que se fundieron. Fue cuando cerró Funsa. Se rompieron los Consejos de Salarios. Ahí hay un fundamento de parte de ese proceso de descalce. Porque el sistema de protección social se fue desfibrando.
-¿Cómo se llega a la localización territorial de la población más excluida?
-Tenés el fenómeno de las ocupaciones de tierra que, desde mi punto de vista, fue una respuesta a la liberalización de los alquileres en la década de 1990. Eso generó un proceso de expulsión de personas (se vació la Ciudad Vieja) que se tuvieran que ir a las afueras de la ciudad. Así se generaron enclaves de ciudad en lugares donde no debería haber ciudad.
-¿Cómo es que afecta esto a la integración social?
-La clave de la integración social es la planificación urbana. Pero cuando la ciudad te la planifica otro... Hoy un 10% de Montevideo vive en asentamientos y le estás metiendo millones de dólares para tratar de regularizar algo que muchas veces es impresentable. Si la integración se da a través del empleo, y lo flexibilizás. A través del barrio y tenés estos fenómenos que van generando guetos. A través de los vínculos familiares donde también hubo un cambio muy fuerte. Porque los cambios en las relaciones familiares quedaron desfasados de las prestaciones sociales, y eso generó problemas.
-¿Hay conciencia de que esto está pasando en nuestra sociedad?
-Ahí tenés el tema de que la sociedad puede seguir creciendo. El modelo de desarrollo económico no necesita incluir a este sector.
-Pero se quiebra la imagen del Uruguay integrado.
-Desde el punto de vista económico no necesitás activar ese mercado para funcionar. Pero el Uruguay se hace inviable desde el punto de vista de la convivencia. Y a la larga también desde el punto de vista económico, porque la convivencia termina afectando el desarrollo productivo, la inversión, la inseguridad si vos no lográs la integración.
Gustavo Leal llega a la entrevista lleno de papeles. En la carpeta que lleva hay datos sobre la educación, la pobreza, el acceso a la vivienda. Todos indicadores de un panorama que él, desde la ONG El Abrojo, estudia en profundidad: la exclusión en Montevideo.
-¿La crisis de 2002 fue el inicio de este proceso de endurecimiento de la exclusión social en Montevideo?
-Fue un momento clave. Pero la exclusión es un proceso doble. Por un lado de empobrecimiento, que está relacionado con procesos de exclusión desde las instituciones claves que generan integración como la familia, el trabajo, el barrio, la escuela. Instituciones que van teniendo mucha dificultad en incorporar a todos. Y paralelamente a ese fenómeno que va dejando descolgada a gente, esa gente se empieza a concentrar sistemáticamente en el mismo lugar.
-¿Cuál es la génesis del proceso?
-Si vos mirás los indicadores desde el 1985, hay un elemento en la década del `90 que tiene que ver con la flexibilización laboral, la precarización del empleo y el proceso de desindustrialización del país. Si vos andás por Camino Maldonado ves los esqueletos de empresas, fábricas, el mundo de las textiles que se fundieron. Fue cuando cerró Funsa. Se rompieron los Consejos de Salarios. Ahí hay un fundamento de parte de ese proceso de descalce. Porque el sistema de protección social se fue desfibrando.
-¿Cómo se llega a la localización territorial de la población más excluida?
-Tenés el fenómeno de las ocupaciones de tierra que, desde mi punto de vista, fue una respuesta a la liberalización de los alquileres en la década de 1990. Eso generó un proceso de expulsión de personas (se vació la Ciudad Vieja) que se tuvieran que ir a las afueras de la ciudad. Así se generaron enclaves de ciudad en lugares donde no debería haber ciudad.
-¿Cómo es que afecta esto a la integración social?
-La clave de la integración social es la planificación urbana. Pero cuando la ciudad te la planifica otro... Hoy un 10% de Montevideo vive en asentamientos y le estás metiendo millones de dólares para tratar de regularizar algo que muchas veces es impresentable. Si la integración se da a través del empleo, y lo flexibilizás. A través del barrio y tenés estos fenómenos que van generando guetos. A través de los vínculos familiares donde también hubo un cambio muy fuerte. Porque los cambios en las relaciones familiares quedaron desfasados de las prestaciones sociales, y eso generó problemas.
-¿Hay conciencia de que esto está pasando en nuestra sociedad?
-Ahí tenés el tema de que la sociedad puede seguir creciendo. El modelo de desarrollo económico no necesita incluir a este sector.
-Pero se quiebra la imagen del Uruguay integrado.
-Desde el punto de vista económico no necesitás activar ese mercado para funcionar. Pero el Uruguay se hace inviable desde el punto de vista de la convivencia. Y a la larga también desde el punto de vista económico, porque la convivencia termina afectando el desarrollo productivo, la inversión, la inseguridad si vos no lográs la integración.
El Espectador.com 1 09 2011
Sociólogo Gustavo Leal advierte una ruptura "muy drástica del pacto de convivencia en la sociedad uruguaya"
A partir del asesinato de un joven el domingo pasado en las inmediaciones de Montevideo Shopping, que había sido motivado por el robo de un gorro, En Perspectiva consultó al sociólogo Gustavo Leal para dialogar sobre este hecho en particular y para sacar conclusiones sobre la salud de la sociedad del país. Leal apuntó que lo sucedido el domingo “es esperable desde el punto de vista de la tendencia que tiene la sociedad uruguaya”. El licenciado en Ciencias Sociales opinó que el asesinato del joven Álvaro Froste “es una expresión más de una ruptura muy drástica del pacto de convivencia” de nuestra sociedad. El experto en Políticas Sociales reforzó su teoría diciendo que “hay un país con pautas y valores de exclusión social muy fuertes”, y sentenció que “se terminó aquello que decía José Pedro Varela de que el banco de la escuela es un lugar democratizador porque permite que hijos de personas distintas se sienten y compartan”.
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