domingo, 3 de octubre de 2010

Notas sobre Ecuador

Ecuador: Nota sobre el frustrado golpe de estado 

Atilio Boron

ALAI AMLATINA, 01/10/2010.-


1. ¿Qué pasó ayer en Ecuador?

Hubo una tentativa de golpe de estado. No fue, como dijeron varios medios en América Latina, una "crisis institucional", como si lo ocurrido hubiera sido un conflicto de jurisdicciones entre el Ejecutivo y el Legislativo sino una abierta insurrección de una rama del primero, la Policía Nacional, cuyos efectivos constituyen un pequeño ejército de 40.000 hombres, en contra del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del Ecuador, que no es otro que su presidente legítimamente electo. Tampoco fue lo que dijo Arturo Valenzuela, Subsecretario de Estado de Asuntos Interamericanos, "un acto de indisciplina policial". ¿Caracterizaría de ese modo lo ocurrido si el equivalente de la Policía Nacional del Ecuador en EEUU hubiera vapuleado y agredido físicamente a Barack Obama, lesionándolo; lo hubiera secuestrado y mantenido en reclusión durante 12 horas en un hospital policial hasta que un comando especial del Ejército lo liberaba luego de un intenso
 tiroteo? Seguramente que no, pero como se trata de un mandatario latinoamericano lo que allá suena como intolerable aberración aquí aparece como una travesura de escolares.

En general todos los oligopolios mediáticos ofrecieron una versión distorsionada de lo ocurrido el día de ayer, evitando cuidadosamente hablar de tentativa de golpe de estado. En lugar de eso se referían a una "sublevación policial" lo cual, a todas luces, convierte los acontecimientos del Jueves en una anécdota relativamente insignificante. Es un viejo ardid de la derecha, siempre interesada en restar importancia a las tropelías que cometen sus partidarios y a magnificar los errores o problemas de sus adversarios. Por eso viene bien recordar las palabras pronunciadas este Viernes, en horas de la mañana, por el presidente Rafael Correa cuando caracterizó lo ocurrido como "conspiración" para perpetrar un "golpe de estado". Conspiración porque, como fue más que evidente en el día de ayer, hubo otros actores que manifestaron su apoyo al golpe en gestación : ¿no fueron acaso efectivos de la Fuerza Aérea Ecuatoriana –y no de la Policía
 Nacional- los que se paralizaron al Aeropuerto Internacional de Quito y el pequeño aeródromo utilizado para vuelos provinciales? ¿Y no hubo grupos políticos que salieron a apoyar a los golpistas en calles y plazas? ¿No fue el propio abogado del ex presidente Lucio Gutiérrez uno de los energúmenos que trató de entrar por la fuerza a las instalaciones de la Televisión Nacional del Ecuador? ¿No dijo acaso el Alcalde de Guayaquil, y gran rival del presidente Correa, Jaime Nebot, que se trataba de un conflicto de poderes entre un personaje autoritario y despótico, Correa, y un sector de la policía, equivocado en su metodología pero a quien le asistía la razón en sus reclamos? Esta falsa equidistancia entre las partes en conflicto era una indirecta confesión de su complacencia ante los acontecimientos en curso y de su íntimo deseo de librarse de su -hasta ahora al menos- inexpugnable enemigo político. Para ni hablar de la lamentable
 involución del movimiento “indígena” Pachakutik, que en medio de la crisis hizo pública su convocatoria al “movimiento indígena, movimientos sociales, organizaciones políticas democráticas, a constituir un solo frente nacional para exigir la salida del Presidente Correa.” ¡Sorpresas te da la vida”, decía Pedro Navaja; pero no hay tal sorpresa cuando uno toma nota de los generosos aportes que la USAID y el National Endowment for Democracy han venido haciendo en los últimos años para “empoderar” a la ciudadanía ecuatoriana a través de sus partidos y movimientos sociales.

Conclusión: no fue un pequeño grupo aislado dentro de la policía quien intentó dar el golpe sino un conjunto de actores sociales y políticos al servicio de la oligarquía local y el imperialismo, que jamás le va a perdonar a Correa haber ordenado el desalojo de la base que Estados Unidos tenía en Manta, la auditoría de la deuda externa del Ecuador y su incorporación al ALBA, entre muchas otras causas. Incidentalmente, la policía ecuatoriana hace ya muchos años que, al igual que otras de la región, viene siendo instruida y adiestrada por su contraparte estadounidense. ¿Habrán incluido alguna clase de educación cívica, o sobre la necesaria subordinación de las fuerzas armadas y policiales al poder civil? No parece. Más bien, actualiza la necesidad de poner fin, sin más dilaciones, a la “cooperación” entre las fuerzas de seguridad de la mayoría de los países latinoamericanos y las de Estados Unidos. Ya se sabe que es lo que
 enseñan en esos cursos.

2. ¿Por qué fracasó el golpe de estado?

Básicamente por tres razones: en primer lugar, por la rápida y efectiva movilización de amplios sectores de la población ecuatoriana que, pese al peligro que existía, salió a ocupar calles y plazas para manifestar su apoyo al presidente Correa. Ocurrió lo que siempre debe ocurrir en casos como estos: la defensa del orden constitucional es efectiva en la medida en que es asumida directamente por el pueblo, actuando como protagonista y no como simple espectador de las luchas políticas de su tiempo. Sin esa presencia del pueblo en calles y plazas, cosa que había advertido Maquiavelo hace quinientos años, no hay república que resista los embates de los personeros del viejo orden. El entramado institucional por sí sólo es incapaz de garantizar la estabilidad del régimen democrático. Las fuerzas de la derecha son demasiado poderosas y dominan ese entramado desde hace siglos. Sólo la presencia activa, militante, del pueblo en las calles puede
 desbaratar los planes golpistas.

En segundo lugar, el golpe pudo ser detenido porque la movilización popular que se desarrolló con gran celeridad dentro del Ecuador fue acompañada por una rápida y contundente solidaridad internacional que se comenzó a efectivizar ni bien se tuvieron las primeras noticias del golpe y que, entre otras cosas, precipitó la muy oportuna convocatoria a una reunión urgente y extraordinaria de la UNASUR en Buenos Aires. El claro respaldo obtenido por Correa de los gobiernos sudamericanos y de varios europeos surtió efecto porque puso en evidencia que el futuro de los golpistas, en caso de que sus planes finalmente culminaran exitosamente, sería el ostracismo y el aislamiento político, económico e internacional. Se demostró, una vez más, que la UNASUR funciona y es eficaz, y la crisis pudo resolverse, como antes la de Bolivia, en 2008, sin la intervención de intereses ajenos a América del Sur.

Tercero, pero no último en importancia, por la valentía demostrada por el presidente Correa, que no dio brazo a torcer y que resistió a pie firme el acoso y la reclusión de que había sido objeto pese a que era más que evidente que su vida corría peligro y que, hasta último momento, cuando se retiraba del hospital, fue automóvil fue baleado con claras intenciones de poner fin a su vida. Correa demostró poseer el valor que se requiere para acometer con perspectivas de éxito las grandes empresas políticas. Si hubiese flaqueado, si se hubiera acobardado, o dejado entrever una voluntad de someterse al designio de sus captores otro habría sido el resultado. La combinación de estos tres factores: la movilización popular interna, la solidaridad internacional y la valentía del presidente terminó por producir el aislamiento de los sediciosos, debilitando su fuerza y facilitando la operación de rescate efectuada por el Ejército ecuatoriano.

3. ¿Puede volver a ocurrir?

Sí, porque los fundamentos del golpismo tienen profundas raíces en las sociedades latinoamericanas y en la política exterior de Estados Unidos hacia esta parte del mundo. Si se repasa la historia reciente de nuestros países se comprueba que las tentativas golpistas tuvieron lugar en Venezuela (2002), Bolivia (2008), Honduras (2009) y Ecuador (2010), es decir, en cuatro países caracterizados por ser el hogar de significativos procesos de transformación económica y social y, además, por estar integrados a la ALBA. Ningún gobierno de derecha fue perturbado por el golpismo, cuyo signo político oligárquico e imperialista es inocultable. Por eso el campeón mundial de la violación a los derechos humanos -Álvaro Uribe, con sus miles de desaparecidos, sus fosas comunes, sus “falsos positivos”- jamás tuvo que preocuparse por insurrecciones militares en su contra durante los ocho años de su mandato. Y es poco probable que los otros gobiernos de
 derecha que hay en la región vayan a ser víctimas de una tentativa golpista en los próximos años. De las cuatro que hubo desde el 2002 tres fracasaron y sólo una, la perpetrada en Honduras en contra de Mel Zelaya, fue coronada exitosamente. El dato significativo es que su ejecución fue sorpresiva, en el medio de la noche, lo cual impidió que la noticia fuese conocida hasta la mañana siguiente y el pueblo tuviera tiempo de salir a ganar calles y plazas. Cuando lo hizo ya era tarde porque Zelaya había sido desterrado. Además, en este caso la respuesta internacional fue lenta y tibia, careciendo de la necesaria rapidez y contundencia que se puso de manifiesto en el caso ecuatoriano. Lección a extraer: la rapidez de la reacción democrática y popular es esencial para desactivar la secuencia de acciones y procesos del golpismo, que rara vez es otra cosa que un entrelazamiento de iniciativas que, a falta de obstáculos que se interpongan en su
 camino, se refuerzan recíprocamente. Si la respuesta popular no surge de inmediato el proceso se retroalimenta, y cuando se lo quiere parar ya es demasiado tarde. Y lo mismo cabe decir de la solidaridad internacional, que para ser efectiva tiene que ser inmediata e intransigente en su defensa del orden político imperante. Afortunadamente estas condiciones se dieron en el caso ecuatoriano, y por eso la tentativa golpista fracasó. Pero no hay que hacerse ilusiones: la oligarquía y el imperialismo volverán a intentar, tal vez por otras vías, derribar a los gobiernos que no se doblegan ante sus intereses.

- Dr. Atilio A. Boron, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), Buenos Aires, Argentina www.centrocultural.coop/pled - http://www.atilioboron.com

Porque Correa? Porque Ecuador? 

Oct 1, 2010.-

John Perkins, famoso por su libro Confesiones de un Sicario Económico, reveló recientemente los riesgos que corre el Presidente de Ecuador Rafael Correa, debido a las acciones ilegales de EEUU en ese país Latinoamericano.

El economista Perkins se hizo famoso al denunciar la explotación y neo-colonización de países en vías de desarrollo por corporaciones internacionales, bancos y el gobierno de Estados Unidos. Perkins confesó en su libro haber trabajado en países latinoamericanos colocando dinero y corrompiendo a políticos y líderes, para que endeudaran a sus países y después exigirles prebendas a cambio de la deuda adquirida.

En entrevista reciente en el programa En Contexto del periodista Rubén Luengas en Telemundo 52 de Los Angeles, EEUU, Perkins repitió revelaciones ya hechas en su libro, como las acciones de EEUU lograron establecerse en la base de Manta y acceso privilegiado a las reservas petroleras del Ecuador.

Perkins alerta sobre el peligro que corre el presidente de Ecuador. “Tengo mucho miedo de lo que le pueda pasar a Rafael Correa. Su vida ahora está en peligro porque Correa no quiere un TLC con Estados Unidos, ni la presencia de la base FOL en Manta, o sea, se lo considera como una persona que tiene una visión contraria al proceso globalizador del mundo”.

Según Perkins, “las reglas del juego no han cambiado hasta la fecha y de esta manera hemos conseguido llegar a ser el primer imperio del mundo... sin intervención militar”.

Ante la pregunta del periodista Luengas sobre si el Presidente Hugo Chávez estaría a la cabeza de la lista de los que no quieren tratados con EEUU, Perkins responde: “Venezuela tiene tanto petróleo y nosotros necesitamos más y más petróleo. Por eso estamos andando suavemente… con mucho cuidado con Hugo Chávez. En cambio el Ecuador no es tan importante, no tiene tanto petróleo, y un presidente como Correa puede ser un ejemplo. Por eso yo creo que él es el blanco más importante y la vida de él está en peligro”

El estadounidense cita el caso del ex-Presidente Jaime Roldós Aguilera, quien afirma fue asesinado por agentes de la CIA al provocar la caída del avión en que viajaba, lo cual hicieron pasar como un accidente. Sus revelaciones sugieren que lo ocurrido a la ministra de Defensa del Ecuador Guadalupe Larriva fallecida al estrellarse el helicóptero en el que viajaba, en la base militar de Manta

Jaime Roldos ex presidente asesinado

El autor se refirió también al incidente del 19 de marzo de 2009, en el cual el avión utilizado en ocasiones por el Presidente Correa se estrelló al norte de Quito. El Presidente afortunadamente no viajaba en dicho avión en ese momento.

En la entrevista de Perkins con Rubén Luengas, se hicieron otras importantes revelaciones que el tiempo parece estar confirmando.



Confesiones (predicciones) de un sicario Económico ||| John Perkins

(Bó Mujica, junate esta!)


Confesiones de un sicario economico
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El Alerta de Correa un mes antes: Poderes financieros y de medios de comunicación
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió el martes sobre planes desestabilizadores del poder financiero de su país, que hasta octubre próximo deberá vender las acciones que posee en empresas ajenas a ese sector como en los medios de comunicación.

"No nos extraña que desesperadamente los poderes fácticos, sobre todo el poder financiero, el poder económico, traten de desestabilizar al gobierno de aquí a octubre para evitar el mandato constitucional" en cuanto a esa enajenación, expresó Correa en su informe anual de labores ante el Congreso.

Agregó que hasta octubre de 2010 "se deben enajenar las participaciones accionarias que posean las personas jurídicas del sector financiero en personas ajenas al sector".

"Eso significa que de aquí hasta octubre los banqueros que tienen canales de televisión tendrán que venderlos, pero no solo los medios de comunicación. O son banqueros o son empresarios no banqueros. Las dos cosas no pueden hacer", dijo el mandatario, reelegido en 2009.

Enfatizó que los banqueros "tendrán que vender todas las empresas que no tengan que ver con el negocio financiero o vender el banco, que es más fácil porque hay banqueros que tienen como 200 empresas".



Correa, en el poder desde enero de 2007 y que fue reelegido hasta agosto de 2013, mantiene un duro enfrentamiento con la banca y sectores de la prensa, a los que tilda de opositores.

Detrás del Golpe en Ecuador


La derecha al ataque contra ALBA

Por Eva Golinger

Organizaciones financiadas por USAID y NED piden la renuncia del Presidente Correa en apoyo al golpe de Estado promovido por sectores de la policía ecuatoriana, profundamente penetrada por Estados Unidos

Un nuevo intento de golpe contra un país de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) atenta contra la integración latinoamericana y el avance de los procesos de revolución democrática. La derecha está al ataque. Su éxito en 2009 en Honduras contra el gobierno de Manuel Zelaya, les llenó de energía, fuerza y confianza para poder arremeter contra los pueblos y gobiernos de revolución en América Latina.

Las elecciones del domingo 26 de septiembre en Venezuela, aunque resultaron victoriosas principalmente para el Partido Socialista Unida de Venezuela (PSUV), cedieron espacio a las más reaccionarias y peligrosas fuerzas de desestabilización que están al servicio de los intereses imperiales. Estados Unidos logró colocar sus piezas claves en la Asamblea Nacional de Venezuela, dandoles una plataforma para avanzar con sus planes conspirativos para socavar la democracia venezolana.

El día después de las elecciones en Venezuela, la lideresa por la paz en Colombia, Piedad Córdaba, fue inhabilitada como Senadora de la República de Colombia por la Procuradería nacional, basado en acusaciones y evidencias falsas. Pero el ataque contra la Senadora Piedad, simboliza un ataque contra las fuerzas del progreso en Colombia que buscan soluciones verdaderas y pacíficas al conflicto de guerra que han vivido durante más de 60 años.

Y ahora, el jueves, 30 de septiembre, Ecuador amaneció de golpe. Policías insubordinadas tomaron varias instalaciones en la capital de Quito, creando caos y pánico en el país. Supuestamente, protestaban en contra de una nueva ley aprobada por la Asamblea Nacional el miércoles, que según ellos recortaba sus beneficios laborales.

El Presidente Rafael Correa, en un intento de resolver la situación, se dirigió a la policía insubordinada, pero fue atacado por objetos contundentes y bombas lagrimógenas, causándole un herido en la pierna y una asfixiación por el gas. Fue trasladado al hospital militar en la ciudad de Quito, dónde luego fue secuestrado y mantenido bajo fuerza sin poder salir.

Mientras tanto, movimientos populares tomaron las calles de Quito, reclamando la liberación de su Presidente, re-electo democráticamente el año pasado con una inmensa mayoría. Miles de ecuatorianos alzaron su voz en apoyo al Presidente Correa, intentando rescatar su democracia de las manos de fuerzas golpistas que buscaban provocar la salida forzada del gobierno nacional.

En un dramático desarrollo, el Presidente Correa fue rescatado en una operación por fuerzas especiales del ejército ecuatoriano en horas de la noche. Denunció su secuestro por parte de la policía golpista y responsabilizó directamente al ex-Presidente Lucio Gutiérrez por la ejecución del golpe de Estado. Gutiérrez fue candidato presidencial en 2009 contra el Presidente Correa, y perdió frente a la inmensa mayoría de más de 55% que votó por Correa.

Durante los acontecimientos de hoy, Lucio Gutiérrez declaró que “El fin de la tiranía de Correa está cerca”, pidiendo además “disolver el Parlamento y llamar a elecciones presidenciales anticipadas”.

Pero además del papel clave de Gutiérrez, hay factores externos involucrados en este intento de golpe que mueven sus piezas de nuevo.

POLICÍA INFILTRADA

Según el periodista Jean-Guy Allard, un informe oficial del Ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, difundido en octubre 2008 reveló “como diplomáticos norteamericanos se dedicaban a corromper a la policía y las Fuerzas Armadas”.

El informe afirmó que unidades de la policía “mantienen una dependencia económica informal con Estados Unidos, para el pago de informantes, capacitación, equipamiento y operaciones”.

En respuesta a la información, la embajadora de Estados Unidos en Ecuador, Heather Hodges, declaró “Nosotros trabajamos con el gobierno de Ecuador, con los militares y con la policía para fines muy importantes para la seguridad”, justificando la colaboración. Según Hodges, el trabajo con las fuerzas de seguridad de Ecuador está relacionado con la “lucha contra el narcotráfico”.

LA EMBAJADORA

La embajadora Heather Hodges fue enviada a Ecuador en 2008 por el entonces Presidente George W. Bush. Anteriormente, tuvo una gestión exitosa como embajadora en Moldolvia, país socialista que antes formaba parte de la Unión Soviética. En Moldovia dejó sembrado la pista para una “revolución de colores” que ocurrió, sin éxito, en abril 2009 contra la mayoría elegida del partido comunista en el parlamento.

Hodges estuvo frente a la Oficina de Asuntos Cubanos, como Subdirectora en 1991, división del Departamento de Estado que se dedica a promover la desestabilización en Cuba. Dos años después, fue enviada a Nicaragua, para consolidar la gestión de Violeta Chamorro, presidenta seleccionada por Estados Unidos luego de la guerra sucia contra el gobierno Sandista que logró su salida del poder en 1989.

Cuando Bush la envió a Ecuador, era con la intención de sembrar la desestabilización contra Correa, en caso de que el presidente ecuatoriano se negaba a subordinarse a la agenda de Washington. Hodges logró incrementar el presupuesto de la USAID y NED para organizaciones sociales y grupos políticos que promueven los intereses de Estados Unidos, incluso en el sector indígena.

Frente a la reelección del Presidente Correa en 2009, basada en la nueva constitución aprobada en 2008 por una mayoría contundente de ecuatorianos y ecuatorianas, la embajada comenzó a fomentar desestabilización.

USAID

Algunos grupos sociales progresistas han expresado su descontento con las políticas del gobierno de Correa. No hay duda de que existen legítimas quejas y reclamos a su gobierno. No todos los grupos u organizaciones que están en contra de las políticas de Correa son agentes imperiales. Pero sí existe un sector dentro de ellos que recibe financiamiento y lineamientos para provocar situaciones de desestabilización en el país, más allá de las expresiónes naturales de crítica u oposición a un gobierno.

En el 2010, el Departamento de Estado aumentó el presupuesto de la USAID en Ecuador a más de 38 millones de dólares. En los últimos años, un total de $5,640,000 en fondos fueron invertidos en el trabajo de “descentralización” en el país. Uno de los principales ejecutores de los programas de la USAID en Ecuador es la misma empresa que opera con la derecha en Bolivia: Chemonics, Inc. Al mismo tiempo, la NED otorgó un convenio de $125,806 al Centro para la Empresa Privada (CIPE) para promover los tratados de libre comercio, la globalización y la autonomía regional a través de la radio, television y prensa ecuatoriano, junto con el Instituto Ecuatoriano de Economía Política.

Organizaciones en Ecuador como Participación Ciudadana y Pro-justicia ha dispuesto de financiamiento de USAID y NED, tanto como miembros y sectores de CODEMPE, Pachakutik, la CONAIE, la Corporación Empresarial Indígena del Ecuador y la Fundación Qellkaj.

Durante los acontecimientos del jueves 30 de septiembre en Ecuador, uno de los grupos con sectores financiados por la USAID y NED, Pachakutik, emitió un comunicado respaldando a la policía golpista y exigiendo la renuncia del Presidente Rafael Correa y responsabilizándolo por los hechos. Incluso, lo acusó de mantener una “actitud dictatorial”. Pachakutik entró en alianza política con Lucio Gutiérrez en 2002 y su vínculo con el ex-presidente es muy conocido:


“PACHAKUTIK PIDE LA RENUNCIA AL PRESIDENTE CORREA Y LLAMA A CONFORMAR UN SOLO FRENTE NACIONAL

Boletín de Prensa 141

El Jefe de Bloque del Movimiento Pachakutik, Cléver Jiménez, ante la grave conmoción política y crisis interna, generada por la actitud dictatorial del Presidente Rafael Correa, al violentar los derechos de los servidores públicos y de la sociedad en su conjunto, convocó al movimiento indígena, movimientos sociales, organizaciones políticas democráticas, a constituir un solo frente nacional para exigir la salida del Presidente Correa, al amparo de lo que establece el Art 130, numeral 2 de la Constitución, que dice: “La Asamblea Nacional podrá destituir al Presidente de la República en los siguientes casos: 2) Por grave crisis política y conmoción interna”.

Jiménez respaldó la lucha de los servidores públicos del país, incluyendo a los policías de tropa que se encuentran movilizados en contra de las políticas autoritarias del régimen que pretende conculcar derechos laborales adquiridos. La situación de los policías y miembros de las Fuerzas Armadas debe ser entendida como una justa acción de servidores públicos, cuyos derechos han sido vulnerados.

Pachakutik está convocando para esta tarde a todas las oganizaciones del movimiento indígena, a los trabajadores, hombres y mujeres democráticos a construir la unidad y preparar nuevas acciones en rechazo al autoritarismo de Correa, en defensa de los derechos y garantías de todos los ecuatorianos.


Responsable de Prensa

BLOQUE PACHAKUTIK”

El guión utilizado en Venezuela y Honduras se repite de nuevo. Intentan responsabilizar al Presidente y al gobierno por el “golpe”, luego forzando su salida del poder. El golpe contra Ecuador es la próxima fase de la agresión permanente contra ALBA y los movimientos revolucionarios en la región.

El pueblo ecuatoriano se mantuvo movilizado en rechazo al intento golpista, mientras las fuerzas progresistas de la región se agruparon para expresar su solidaridad y respaldo al Presidente Correa y su gobierno.

Lucio Gutierrez :  “El fin de la tiranía de Correa está cerca”, pidiendo además “disolver el Parlamento y llamar a elecciones presidenciales anticipadas”

Pero además del papel clave de Gutiérrez, hay factores externos involucrados en este intento de golpe que mueven sus piezas de nuevo.

http://ellibertador.hn/vivvo_general/Noticias/4278.html

Jean Guy Allard: EE.UU. busca desestabilizar la región

Para el periodista Jean Guy Allard el intento de golpe de Estado en Honduras demuestra, una vez más, que EEUU tiene un dispositivos en los países de América Latina manejados por sus embajadas, para manipular los eventos y realizar sus acciones de injerencia. teleSUR




Policía infiltrada
Ver "El Muerto":

Inteligencia USA penetró a fondo de la policía ecuatoriana



 El secuestro de Correa en Ecuador (IAR Noticias)

El "golpe encubierto": Una operación a
dos puntas ¿Con CIA o sin CIA?
    

1 comentario:

  1. Como este payaso ignorante se atreve a insultar a todo un pueblo,calificandonos de primitivos y poco educados, de verdad la ignorancia es atrevida, porque no somos unos lacayos del imperio o porque no nos arrodillamos al ataque cultural, mediatico, y financiero que el capitalismo propone, por eso somos ignorantes. Bienvenido sea, aqui en este suelo se respeta la vida, el buen vivir y se construye una patria nueva.Lacras fascistas como este Montaner y la rata rastrera de Lucio siempre sirven para divisar mejor el horizonte, y reinvindicar una vez mas esta lucha tan bella y digna de construir una sociedad mejor.

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