El fantasma del cambista desaparecido Américo Soca sobrevuela el cementerio del Dto de Cerro Largo
FANTASMAS. Sanguinetti triunfó en las elecciones de noviembre de 1984 y
asumió la Presidencia el 1º de marzo siguiente. "Mientras hablaba (ante
el Parlamento) me asaltaba, cada tanto, la trágica idea de que al día
siguiente se abrieran los bancos y sufriéramos una corrida (de
depositantes)", cuenta en su nuevo libro. "(Ricardo) Zerbino, (ministro
designado de Economía) y (Ricardo) Pascale me habían informado que el
sistema financiero crujía (...). La ciudadanía estaba a un océano de
distancia de estas preocupaciones, celebrando la fiesta cívica del
retorno...".
La desaparición de Soca y un cambio que favoreció a Álvarez
"A fines de febrero de 1981 se desató un extraño episodio que tendría
inesperadas repercusiones políticas. Un corredor de cambios de nombre
Juan Américo Soca, que realizaba negocios de colocación de dinero con
varios jerarcas militares y policiales, desapareció misteriosamente.
Había participado con ellos en una serie de reuniones en las que había
sido amenazado de muerte en virtud de la demora en pagos que debía y no
estaba en condiciones de afrontar. Soca era una especie de
intermediario, que tomaba dinero en préstamo de un grupo de oficiales
amigos, lo recolocaba en préstamos usurarios, la mayoría de juego, y les
pagaba por ello intereses más que interesantes. La desaparición comenzó
a trascender y cuando era ya un secreto a voces, el propio comandante
en jefe, Luis Queirolo, ordenó una investigación. Él personalmente
impulsó, entonces, la renuncia nada menos que del ministro del Interior,
Manuel J. Núñez, un general muy apreciado entre sus camaradas, (...)
del director de la Escuela de Armas y Servicios, Gral. Alberto
Ballestrino (y otros oficiales con cargos cruciales).
Los involucrados eran de la línea dura anticomunista, todos gente de
predicamento y contrarios radicalmente al Tte. Gral. Gregorio Álvarez.
De ese grupo, hasta entonces muy fuerte, solo quedaron Queirolo, (Iván)
Paulós y (Hugo) Medina, con el propio comandante en jefe muy
cuestionado. De ese modo inesperado, entonces, Álvarez encontró
extraordinariamente facilitado el camino para el acceso a la Presidencia
de la República que ambicionaba.
El caso Soca fue realmente único. Involucró a altos rangos militares en
un episodio de delito común y por razones de dinero. No se sabe bien
cómo y quién ultimó al infortunado corredor de cambios, pero no quedó
duda de que afectaba a un grupo muy caracterizado...".
El ocultamiento de la verdad del periodo del Terrorismo de Estado hace surgir especulaciones de todo tipo.
Hoy
todos los militares que pasaron por la dictadura militar están bajo
sospecha. La principal responsabilidad esta dada por los militares
golpistas atrincherados en el circulo y Centro Militar.
Contribuyeron y contribuyen a mantener dicha situación el Dr
Julio Maria Sanguinetti y otros políticos y funcionarios de diversos
lemas que protegen el ocultamiento y secretismo de los hechos
El General Retirado Manuel J Nuñez es el dueño del establecimiento rural lindero con el cementerio a punto de escavar
Su trayectoria golpista y represiva indican que estuvo al tanto de la mayoría
de las desapariciones en ultima dictadura
Tuvo la convicción,el poder ,la oportunidad y el motivo para desaparecer al cambista Americo Soca
Carrera dictatorial de Manuel J Nuñez
1973 Como Coronel integrante de la logia Tenientes de Artigas apoya el Golpe de Estado y el Atentado a la Constitución
1975.76.77 y 78 es Jefe del Estado Mayor del Ejercito
1978 Ocupa provisoriamente la Direccion del SID
después del desplazamiento de Amaury Prant y antes de que asuma
Ivan Paulos
Del 7/3/1979 a 27/3/1981 es Ministro del Interior
Por denuncias formuladas directamente al Tte Gral Gregorio Alvarez es obligado a renunciar y pasar a retiro obligatorio
El motivo fue la desaparición del cambista Américo Soca.
De foros militares, de libertades y concordias varias
extracto de Oscar Lebel
En el ejército las cosa fueron así: En Abril de 1978 era
comandante en jefe el general Gregorio Alvarez, cuando comenzó a
circular por las unidades de las tres fuerzas un libelo llamado El
Talero , que criticaba con saña al general y a su entorno, acusándolos
de irresponsables y traidores.
Alvarez, que encomendó al jefe de
la inteligencia militar, su compañero general Amaury Prantl, la
ubicación y detención de los responsables del operativo sedicioso , se
llevó una menuda sorpresa, al enterarse que era el propio Prantl quien
había encargado al teniente coronel Nino Gavazzo llevar adelante el plan
y que El Talero era impreso en el propio organismo de inteligencia.
Ambos fueron severamente sancionados. Prantl murió poco después de
disgusto. Nino Gavazzo no volvió a ascender nunca más.
Un segundo
escándalo permitió a Alvarez descabezar del ejército a más enemigos
notorios luego que la esposa de un prestamista de nombre Américo Soca,
se le apersonara con la denuncia de que su marido había sido
desaparecido por un grupo de jerarcas a los que no pudo devolver a
tiempo el dinero que le habían dado porque en lugar de multiplicarlo,
como hacía usualmente y regresarlo a sus propietarios con jugosos
intereses lo había perdido en la ruleta.
Alvarez actuó rápido e
hizo pasar a retiro a los más conspicuos colegas de línea dura, católica
a outrance , admiradores de Franco, a saber: grl. Ballestrino, de la
poderosa Escuela de Armas, Grl. Nuñez, ministro del interior, cnl.
Rocha, jefe de Policía de Rivera, cnl. Arregui jefe de Policía de
Montevideo. Los susodichos sacaban los fondos de sus respectivas
unidades, se lo daban a Soca que tenía la bíblica capacidad de
multiplicar panes, peces y el dinero militar. Cuando la capacidad
terminó también terminó Soca.
El dictador invisible
GREGORIO ÁLVAREZ Y SU
LARGA SERIE DE CRÍMENES Y RIQUEZA MAL HABIDA
extracto de Néstor Curbelo
GREGORIO ÁLVAREZ Y SU LARGA SERIE DE CRÍMENES Y RIQUEZA MAL HABIDA
Álvarez no ha sido investigado por la comisión de ilícitos
económicos a pesar de los fuertes indicios existentes en ese sentido. Entre esos
indicios corresponde mencionar el así llamado 'Operativo Conserva', las
presiones indebidas sobre propietarios rurales, sus relaciones non sanctas con la
Logia P2 -en especial con Licio Gelli y Umberto Ortolani-, su vinculación a una
organización encabezada por Julián Safi, sus posibles cuentas en el exterior,
las maniobras con el mármol utilizado en la construcción del Mausoleo de Artigas
y que culminaran con el homicidio del contador José González, el homicidio del
también contador Sáenz y la desaparición de Américo Soca, 'Soquita', un
prestamista que se excedió en una calesita realizada con dinero de los generales
de la dictadura, y la ejecución en París de su opositor, el coronel Ramón
Trabal, quien había investigado las conexiones económicas del Uruguay pre
dictatorial.
Más allá de todos esos
indicios que la Justicia hubiera debido investigar de oficio por no encontrarse
comprendidos en la Ley de Caducidad, Gregorio Álvarez (a) 'Goyo' o 'El Petizo'
encabezó la mayor asociación para delinquir con fines de lucro en la historia de
la delincuencia nacional.
El Ejército, como la Iglesia y la Camorra, entraña una estructura piramidal: jerarcas y tropa, verticalidad, órdenes bajando por la escalera de mandos, no improvisación; previsibilidad según pautas/ objetivos/ y época; el escalafón ubica responsabilidades. Nunca horda o malón (servirse consultar diccionario). Las casualidades no existen; son causalidades. Lo anómalo repetido resulta de un accionar planificado.
En Estado de derecho tolerar o encubrir delincuentes es delito. La omertá es pacto mafioso: abrir la boca equivale a traición. Ordenar su revocación desde la legalidad es como mandar que llueva en el desierto de Atacama. Para obtener información: investigar a fondo, haciendo valer la autoridad. Ver Código Penal, artículo 177.
Este caso y los otros hace un tercio de siglo que están de manifiesto.
Segundo y tercer vuelos, Michelini, Gutiérrez Ruiz, Liberoff, Trabal, los fusilados de Soca, Elena Quinteros, Horacio Ramos, en la isla, y Hugo Dermit, en Jefatura, muertos el día en que debían dejar la prisión, Juan Américo Soca y la banda de la Caja Policial, Gatti, Duarte, la nuera de Gelman, Sabalsagaray, Miranda, Ayala, Castagnetto, el escuadrón de la muerte...
El ESMACO y los sucesivos Jefes de entonces son, objetivamente, los autores intelectuales de esa continuidad criminal.
El Ejército, como toda entidad pública, no se confunde con sus servidores: el órgano trasciende a los funcionarios que lo soportan y activan a través del tiempo.
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